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El sexo en los tiempos de nuestros abuelos

Querid@s,

Pepe y Antonia se conocieron en el año 1946. Ella tenía 15 años, él 18 y comenzaron a salir como novios oficiales 1 año y pico más tarde. No han conocido a nadie más en el sentido romántico y sexual. Se casaron ocho años después de la primera cita, cuando Antonia tenía 23 años y Pepe 25. Sentía curiosidad por conocer cómo eran sus vidas por aquel entonces, qué se estilaba, cómo vivían y sobre todo, cómo vivían el sexo. Se han prestado a una batería de preguntas ciertamente indiscretas y esto es lo que me han contado.

¿Llegaron ustedes vírgenes al matrimonio? ¿Por qué?

Pepe: Ambos llegamos vírgenes al matrimonio. Mi mujer principalmente por razones sociales, pero yo ​en parte por miedo a enfermedades (sífilis y las purgaciones). Tampoco se daba la ocasión de quedarnos solos los dos porque a los jóvenes se nos acompañaba siempre (los padres). Yo sí que besé a otras chicas, y toqueteaba lo que podía, pero no a la mujer con la que fuera en serio. Nuestros padres siempre iban acompañados por familiares. Las familias jugaban un rol muy importante en la protección de los menores, se nos vigilaba mucho. Demasiado diría yo, así cualquiera cataba algo.

¿Qué era para ustedes eso del sexo?

​Antonia: Era algo muy tabú, fíjate tú que las madres nos decían que nos podíamos quedar embarazadas y que nos dolería mucho. Nos infundían un poco de temor para protegernos. También se valoraba mucho que la chica a casar fuera virgen. Las madres le daban mucha importancia a lo de ser vírgenes. Hija, en aquella época el sexo era algo que se hacía una vez casados.​

 ¿Se hablaba del tema libremente en las tertulias de la época?

​Pepe: Las mujeres no, se conoce que era un tema muy tabú para las chicas. El tema nos infundía mucho respeto y un cierto temor. ​Yo sí, entre amigos o compañeros comentábamos con quién se había ido uno al cine o a quién le había podido tocar algo y el qué, fíjate tú. Yo le tenía mucho respeto al tema de las enfermedades sexuales porque tuve un compañero que contrajo la sífilis y vi de muy cerca lo mal que lo pasó. Ten en cuenta que en aquel tiempo la medicina no estaba tan avanzada como ahora. De un resfriado te podías ir para el otro barrio en menos que canta un gallo. Ahora esas cosas no pasan, por eso no se le tiene tanto miedo a las enfermedades sexuales.

 ¿Qué era pecado?

Antonia: Tener sexo antes del matrimonio se consideraba pecado. En mi casa, mortal. Para los hombres era muy importante sentir que desvirgaban a la mujer. Era algo muy importante saber que uno era el primero en penetrar a esa muchacha. Se miraba mucho lo de ser virgen, si no lo eras, incluso el novio/marido te miraban mal. Si no eras virgen eras una fresca.

¿Se sienten orgullosos de la educación sexual que recibieron?  

Pepe: No, ni lo de antes, pero tampoco lo de ahora que es una casa de putas. Antes se infundía demasiado miedo, era todo tabú, se nos controlaba mucho y no se podía hacer nada. No había libertad. Pero tampoco nos parece bien la educación y libertinaje actual. Lo de hoy en día lo veo todo muy descarado. Tanto acostarse con todos con todos se pierde un poco el valor de las cosas. En aquel entonces, si una chica se quedaba embarazada fuera del matrimonio se tenía que ir del pueblo por la vergüenza.

Antonia: La considerarían una prostituta y la tachaban socialmente. No se decía nada de lo que se hacía por miedo a la discriminación y al repudio. Se marginaba mucho a las mujeres liberales, esa es la verdad. Se hacía abortar en los embarazos fuera del matrimonio, pero con que no se permitían los abortos se hacían barbaridades a ocultas, o se utilizaban remedios caseros (perejil, sales, saltar con los escalones, etc.). Morían muchas mujeres a causa de abortos mal hechos.

¿Qué métodos anticonceptivos usaban?

Pepe: Existía el condón, pero nada más. Para serte sincero se usaba más la marcha atrás que el condón porque los amigos, conocidos y los rumores decían que se rompía. Yo a lo seguro, marcha atrás y solucionado.

 ¿En cuanto a la masturbación, especialmente la femenina, era ésta un tabú?

Antonia: Totalmente, de eso ni se hablaba, ni soñarlo. Y muchas no lo hacían por miedo, respeto o ignorancia. Las madres nos contaban cuentos para asustarnos y que no lo hiciéramos.

Comparado con su época, ¿cómo ven a los jóvenes de hoy y la relación que mantienen con el sexo?

Pepe: ¿La verdad? Ahora es una casa de putas declarada, literal. No veo bien que la gente se acueste con tanta gente. Nosotros lo vemos como algo muy íntimo y privado, algo muy nuestro y sólo de los dos. No entendemos que eso de la jodienda se pueda hacer con tanta gente, especialmente las parejas que lo hacen en casa de los padres. Ya veo yo a mi nieto, que le quiero mucho, pero no comulgo con sus ideas, que se lleva a la novia a casa y hacen lo que les viene en gana. Nosotros concebimos el sexo como algo más romántico, no tan fisiológico. Le tenemos respeto y lo valoramos, no como los jóvenes de ahora.

Pepe, a sus 88 años, clausura la conversación diciendo que va a probar el viagra, que le han dicho que hace maravillas y aún no lo ha catado. Parece que hablar tanto de sexo le ha removido un poco, sobre todo las partes bajas y pudientes.

Que follen mucho y mejor.