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Al entrar a una tienda erótica, hacemos esto mal (según las dependientas)

En una de mis última visitas a la que era la tienda erótica de mi barrio, no fui con la intención de comprar nada.

Lo que quería hablar con las dependientas de eso que, desde el otro lado, se me escapaba: mis malos hábitos como clienta.

PEXELS

(Inciso: ¿no me sigues en Instagram? ¡Pues corre!)

Y es que este tipo de establecimientos cada vez son más populares y, dicho sea de paso, bonitos.

El lavado de cara de las sex shops dista mucho de ese sitio oscuro con el escaparate tapado que te hacía pensar que ibas a entrar para no volver a salir.

Quienes me atendieron de Lovesexing tenían muy claro qué era lo que, como clientes, se puede mejorar porque está en nuestras manos.

Lo primero que señalaron es que es bastante habitual comprar sin preguntar y luego no saber exactamente qué es lo que se ha llevado a casa.

De la misma manera que estar entre dos artículos parecidos y elegir el más barato por una cuestión de precio (cuando a lo mejor el material es peor o va a necesitar que se cambie antes de tiempo).

Si la idea es hacer un regalo de la tienda a una pareja, aconsejan venir con los deberes hechos.

Incluso si se trata de una sorpresa, saber qué es lo que disfruta más la pareja de cara a ayudar a recomendar uno u otro juguete.

En estas situaciones, ellas son conscientes de lo mucho que brilla por su ausencia una educación sexual que no hemos recibido, como cuando encuentran hombres que piden juguetes anales específicos para mujeres (y explican que son válidos para ambos).

Es otro error muy frecuente pensar que los lubricantes son un gasto innecesario.

Además de que no siempre la vulva y la vagina producen la misma cantidad de flujo, es perfecto para mejorar todo tipo de prácticas -y para que lo usen todos los integrantes-.

Otros vicios de clientes, como puede ser ir en grupito y toquetear todo dejándolo desordenado o pedir la devolución de un artículo  que tiene el precinto cerrado, son el común denominador en una tienda erótica o un negocio de cualquier estilo.

Lo que sí recomiendan para toda la clientela es dejar fuera el pudor. A diario le explican a las personas que entran por la puerta cosas sobre el placer y el autoconocimiento.

A fin de cuentas, se compra algo para disfrutar de manera personal o para hacer disfrutar a alguien más (y no tiene nada de malo ni vergonzoso).

Mara Mariño

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Bolas anales, ¿qué son y cuándo usarlas?

Yo, que soy madrileña de nacimiento, y por tanto gata, tengo especial cuidado con el refrán que habla sobre la curiosidad y los de nuestra especie.

Mis bolas anales a punto de ser estrenadas.

¿Probar cosas nuevas? Sí y siempre. Y como lo desconocido me llama, me llamaron unas bolas anales. Bueno, más que llamarme, fue a través de hablar por Facebook con Placeres Secretos Love Store, un sex shop español, que llegaron a mí.

He de admitir que, si bien el sexo anal ya lo he tanteado (y a fondo), no estaba muy puesta en el tema de juegos preliminares anales. Para añadirle un poco de variedad a ese tipo de experiencia que aunque, como os digo he probado pero a veces se me resiste, me animé a pedir unas bolas anales tailandesas (en concreto me pedí estas).

Las bolas anales tailandesas vienen unidas y terminan en una especie de anillo que hace que resulte sencillo su manejo. Aunque llegaron con una pequeña muestra de lubricante, es algo que recomiendo tener siempre cerca en grandes cantidades si quieres experimentar por la zona de atrás (de base de agua, más concretamente).

El lubricante vuelve una experiencia anal de cualquier tipo mucho más cómoda, independientemente del tamaño que vayas a probar, ya que es una zona que no lubrica per se.

Como llevaba desde el año pasado sin tener sexo anal de ningún tipo, agradecí las bolas para reconectar conmigo misma y familiarizarme con las sensaciones. Lo que no esperaba es que, a diferencia de la reacción que pueda producir introducir un dedo o el pene directamente, las bolas me permitían sentir intensamente cada vez que entraba una u otra, ya que las dimensiones del juguete están diseñadas de manera gradual.

PLACERESSECRETOS

Además de permitirme tener una transición cómoda de tener la musculatura de la zona «normal» (o sea, el culo cerrado) a más predispuesta a tener sexo anal que pasando de un dedo a un pene, proporcionan un placer (siempre bien acompañado de una correcta estimulación del clítoris) que no me esperaba.

En definitiva, de haber sabido que es algo que hace el sexo anal más sencillo, las habría utilizado cuando lo realicé por primera vez. Sin embargo, aunque ya estés «habituada» a realizarlo porque forma parte de tu repertorio, gracias a las bolas, experimentas unas sensaciones muy placenteras que también conseguirán sacarte de la rutina si buscas algo nuevo entre las sábanas.

Eso sí, recuerda lubricar, tener paciencia, mucha calma y, sobre todo, limpiar todo muy bien tanto antes como después de utilizarlo.

Piensa que a la vida hemos venido a pasarlo bien, el por dónde es lo de menos. ¿Te vas a animar a probarlas?

Duquesa Doslabios.

El sexo está en el aire: llega el dildo drone

Querid@s,

Me muero por compartir la siguiente información con ustedes. Claro está que las mujeres estamos sobradamente preparadas para hacer dos cosas a la vez, pero ¿qué me dicen si la ciencia y la tecnología se embarcan juntos para echarnos una manita en esas cuestiones tan nuestras e íntimas como coquetear con nuestro consolador o vibrador particular? Mientras podemos dedicarnos a lo que más nos guste, ya sea comer, beber o hacer corte y confección. O no hacer nada, simplemente disfrutar de este dildo que funciona sin manos!!! Además hasta te persigue por toda la casa para darte lo tuyo y lo de tu prima. No hay escapatoria. Ahora sí que sí,  Sex is in the air.

 Les estoy hablando del dron más sexual de la historia de los drones. Un híbrido mitad juguete sexual, mitad avión que es capaz de geo localizar su vagina e introducirse en ella para hacerle gozar, sin que usted tenga que mover un solo dedo. Literalmente. Ya está aquí y se llama Dildo Drone. Este cachivache es un avión vibrador no tripulado que va en busca de su ama y señora para ofrecerle la más vibrante y completa de las experiencias onanistas. ¿Cómo funciona este cacharro? El vídeo promocional del artículo, protagonizado por la humorista Jenni Ruiza, lo deja claro como el agua. Si requieren más señas de identidad, apunte. El dildo drone ha de conectarse al ordenador con una simple llave electrónica. Compatible con Windows, Mac y Linux. Podrá tener absoluto control sobre el dildo drone  utilizando la interfaz online  desde cualquier parte, incluso desde el móvil.

No se me emocionen en demasía señoras, desgraciadamente el dildo drone es por el momento una bromita de su creador, el guionista y creativo publicitario Michael Krivicka, para una conocida marca de dildos. Es su particular manera de desternillarse de todos nosotros, de nuestra paleta sociedad obsesionada con robots que lo hagan todo por nosotros, de tal modo que pronto acabaremos convirtiéndonos en completos inútiles incapaces de hacer algo por nosotros mismos. Se ríe del furor que están causando estos pequeños artefactos voladores que funcionan con control remoto y para los que se buscan las más sorprendentes aplicaciones. ¿Qué mejor que el sexo?

Ojala, pero en este caso es harto difícil que la realidad supere la ficción, pues estos drones aparentemente inofensivos entrañan no escasos peligros para nuestra integridad física. ¿Recuerdan al pequeño Enrique Iglesias que por ir de gracioso e intentar hincarle el diente – más bien la mano- a uno de estos objetos voladores inanimados casi se queda manco? No quiero ni pensar qué podría ocurrirle a cualquiera de sus genitales. Ténganlos a buen recaudo, se lo ruego. Pero no es la primera ocurrente salida del amigo Michael Krivicka, pues su cabecita no para. Hace unos meses ya sorprendió a todos con un invento del palo: el palo-selfie-dildo. Otra falsa alarma a las que ya nos tiene acostumbrados este genio de los dildos. Ver para creer.

Aunque ambos son productos de ciencia ficción, el artista afirma en su twitter que ya son muchas las client@s que solicitan pedidos reales. Michael, no sea pérfido  y deje de jugar de una vez con nuestros sentimientos. Vaya un paso más allá y conviértalos en realidad. Que nosotras sí somos de carne y hueso.

P.D.: Yo ya soy un juguete roto. He perdido la ilusión.

Que follen mucho y mejor.