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‘El 80% de los hombres no sabe cuál es su talla de preservativo’

La educación sexual de hace 15 años, respecto a la que tenemos ahora, no ha cambiado mucho, nos explican profesionales del sector en la mesa redonda Talk’n’Sex organizada por Durex este jueves.

Un encuentro en el que revelan que en todo ese tiempo, la pregunta que más reciben sobre los preservativos es la misma: «¿Cómo saber cuál es mi talla?».

pareja hombres

DÚREX

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Y esta es una información vital, ya que, como recuerdan, las primeras experiencias van a condicionar nuestra vida sexual de una manera que no imaginamos.

Si la relación que hay con los métodos de barrera es de frustración, agobio o desconocimiento a la hora de usarlo, ¿cómo esperar que el uso del preservativo no disminuya como está sucediendo en la franja de edad de entre 18 y 24 años?

Como Andreína Quiñones, Senior Brand Manager de Durex, comenta: «El 80% de los hombres no sabe cuál es su talla o que existen diferentes tallas de preservativos».

Sería ideal que, como nosotras al llegar a la adolescencia, escoger talla de sujetador fuera tan fácil como medirse el contorno, buscar esas medidas en la etiqueta y probar encima de la ropa diferentes copas, para ver si somos A, B o C.

Por el tipo de producto que son los preservativos, de esta manera no puede hacerse (sería raro llegar a la farmacia y empezar a probarlos a ver cuál es el que más cómodo resulta).

Pero quizás un primer paso sería popularizar medir la circunferencia del pene -una vez está en erección- para dar con la talla, en vez de hablar de diferentes tamaños como ‘regular’ o ‘grande’ en abstracto.

Para José Alberto Medina, sexólogo que he entrevistado en otras ocasiones aquí y otro de los invitados a la mesa redonda -ya que es uno de los divulgadores en el perfil de TikTok de la marca de preservativos-, esta solución sería una manera más de naturalizar la sexualidad.

«Medirse la copa no ha tenido el matiz sexual que sí tiene medir el pene», comenta en lo relativo a los mitos o bromas que rodean la longitud, dato que aún hay quienes relacionan erróneamente con el placer.

La solución, según el experto, podría pasar por normalizar «la diversidad en cuanto a los diferentes tamaños de los genitales, que medirlo no sea visto como potencial erótico, sino la medida a tener en cuenta a la hora de escoger tamaño».

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Para Francisca Molinero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), «el preservativo se debería utilizar en las primeras experiencias en solitario para coger confianza».

La profesional explica que es clave «perderle el miedo para que no resulte un problema a la hora de utilizarlo con otra persona».

Facilitar las cosas y ponerle fin a todas esas dudas sería de lo que se ha encargado Durex con el lanzamiento de su Fitlab: una caja de tres tamaños de preservativos -con indicaciones de cómo deben usarse-, para averiguar la talla correcta y dar con el producto ideal.

El original sistema, que ya estaría a la venta, sería el primer ‘probador íntimo’ masculino.

La conclusión final de los tres expertos es que, lo que resulta indiscutible, es el uso de métodos de barrera, porque, como apunta José Alberto Medina al final del encuentro: «las ITS no entienden de colectivos, sino de prácticas de riesgo».

Mara Mariño

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Por qué no deberías reciclar nunca un condón (aunque solo lo hayas usado un rato)

Aunque la mayoría de las historias que os suelo contar son vivencias propias, la de hoy no me pasó a mí (por suerte), pero sí a una de mis amigas.

El panorama era el siguiente: había invitado a aquel chico a casa. Teniendo en cuenta los horarios de repartos a domicilio de cena, pidieron algo de comida y se dispusieron a matar el tiempo con otros asuntos.

Aquello fue in crescendo y, al poco, estaban en el clásico ‘magreo interruptus’ de a ver cuál de los dos era el que se levantaba de la cama a por los condones.

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Le tocó a él y mi amiga se quedó esperando. No hace falta que entre en detalles de lo que pasó a continuación, más allá de que cuando llegó el pedido con la cena, tuvieron que dejar sus asuntos pendientes a medias.

Hay dos tipos de personas, las que son capaces de aguantar el hambre por la pasión del momento y las que -una vez hay comida-, lo demás desaparece del mapa y el estómago manda.

Ellos eran del segundo tipo, así que dijeron de retomarlo después de cargar fuerzas. Cuál fue la sorpresa de mi amiga cuando, otra vez en materia, su invitado se puso a buscar el condón anterior para usarlo otra vez.

Yo no estaba allí, pero me imagino perfectamente la cara de asco de mi amiga hasta el punto de que él le preguntó extrañado que qué tenía de malo si no había llegado a correrse.

Clásico problema de falta de educación sexual: relacionar el preservativo con la barrera de protección ante el embarazo y nada más.

Pero incluso aunque esa fuera su única función en un maravilloso mundo en el que no existieran las enfermedades de transmisión sexual, tampoco se podría reciclar.

Al extenderlo para colocarlo y darle uso, hemos gastado la vida útil del condón, como cuando cortamos un trozo de papel higiénico y nos limpiamos, nadie se planetaría volver a usarlo.

Aunque hayan pasado solo unos minutos, es mejor coger otro que usar el mismo ya que pierde efectividad.

¿Te imaginas colocarlo una vez desenrollado? Se resbalaría y no habría forma de que quedara tan bien puesto como al principio.

Y eso es algo que se traduce en que podría haber fugas por no aislar el pene por completo y hasta romperse.

Si uno de los dos tiene una enfermedad venérea, es el perfecto caldo de cultivo para que cualquiera pille algo por los restos de fluidos de la otra persona.

Vamos a asumir desde ahora que el preservativo no es la bolsa del supermercado y hoy puedes ir a por el pan y mañana a por pescado.

Podemos ahorrar en salir con los amigos, en ir al cine o en comprar ropa, pero no en salud sexual. Y, si no nos da para una caja de condones, mejor no hacer nada. Hay un montón de vías alternativas igual de placenteras que te animo a explorar.

(Aunque plantéatelas si realmente te compensan si das con una persona tan cutre como la que se encontró mi amiga).

Duquesa Doslabios.

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‘Los meses de verano suelen ser en los que más condones se compran’

El de 2020 va a ser el verano de los preservativos. No tengo pruebas (todavía), pero tampoco dudas al respecto.

Si por lo general, es en los meses de calor cuando la frecuencia de relaciones sexuales se dispara, sumándole el posconfinamiento y las ganas que compartimos todos de disfrutar y aprovechar al máximo, obtenemos como resultado el momento del año más sexual.

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Es algo que confirma Manuel Aznar, Product Manager de Control España: «Los meses de verano suelen ser los más fuertes del año y en los que más condones se compran».

Y la explicación no podría ser más lógica: «El buen tiempo, las vacaciones y otras actividades de ocio despiertan el apetito sexual de la gente. Este verano, como consecuencia del coronavirus y las normas de distanciamiento social, afrontamos una nueva forma de relacionarnos, pero eso no debe significar bajar la guardia».

Pero, ¿cuál es nuestra relación con los preservativos en verano? ¿Los usamos correctamente? ¿Forman parte de las primeras cosas que metemos en la maleta antes de irnos de viaje? Manuel Aznar nos contesta a estas y otras preguntas.

Cuando llega el verano, ¿tendemos a relajarnos con la protección o seguimos usándola con la misma asiduidad? 
En general las costumbres suelen ser las mismas en todas las épocas del año, no influye si es verano, primavera o invierno. Según nuestro último Barómetro Control del 2019 «Los jóvenes y el sexo», un 76.6% de los jóvenes declaran que utilizan siempre el preservativo masculino en sus relaciones sexuales para estar protegidos. Sin embargo, hay 1 de cada 4 que solo lo utiliza ocasionalmente, con el riesgo que eso conlleva. Conviene recordar que el preservativo es el único método de doble barrera, ya que además de evitar embarazos no deseados, también protege frente al contagio de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).

¿Es un producto que no falte a la hora de hacer la maleta o que nos preocupemos por conseguir si viajamos fuera de casa?
Depende un poco más de la personalidad de cada uno/a. Hay personas más organizadas que ya se lo llevan de casa y otras más despreocupadas que lo compran en el lugar de destino. Afortunadamente se trata de un tipo de producto que se puede conseguir fácilmente en farmacias, máquinas expendedoras, hipermercados e incluso online con lo que nunca debe ser una excusa no tenerlo a mano para no utilizarlo.

Las temperaturas, las escapadas a la playa… ¿Cómo afectan los factores externos a los preservativos? ¿Pueden llegar a dañarlos de algún modo?
Un calor excesivo durante un periodo largo de tiempo podría dañar el envoltorio y como consecuencia la conservación del propio preservativo. Esto podría provocar que el preservativo se rompiera durante la relación sexual. Por tanto, debemos evitar una exposición solar prolongada y fuentes que produzcan mucho calor.

¿Cómo podemos guardarlos de forma que no se estropeen? ¿El clásico bolsillo de la cartera es una buena idea?
Lo ideal sería tenerlo en casa o en el hotel, en algún lugar fresco como por ejemplo el cajón de la mesita de noche. Obviamente si necesitamos llevarlo con nosotros, porque nunca se sabe cómo y dónde puede acabar la noche, debemos llevarlo en un sitio seguro donde no pueda rasgarse y donde no se genere mucho calor. Quizá, lo ideal sea llevarlos en una condonera individual. De esta manera, nos aseguramos su perfecta conservación, ya que el bolsillo de la cartera puede ser una gran fuente de calor.

Ya que en verano tendemos a relacionarnos con más gente y los encuentros sexuales se dan en todo tipo de sitios, ¿cómo podemos asegurarnos de que la situación no nos desconcentre y colocarlo correctamente?
La respuesta es sencilla: practicando. Tanto para una adecuada concentración, como para una correcta colocación, el truco está en practicar. Esto nos permitirá disfrutar de nuestras relaciones sexuales en todas las situaciones. La concentración debe desarrollarla y afianzarla uno/a mismo/a.

Para la colocación del preservativo, por ejemplo, Control dispone de un modelo llamado Easy Way que está especialmente desarrollado para ayudarnos a una correcta y más rápida colocación del condón. Este modelo dispone de una banda azul que nos indica el lado por el que debemos colocarnos el preservativo y después, tirando de esta banda el preservativo se coloca en el pene en menos de un segundo.

¿Qué errores seguimos cometiendo a la hora de ponerlo?
Las más habituales, y que encima nos ponen en riesgo, son abrir el envoltorio con los dientes, rasgar el preservativo con la uña y colocarlo al revés. Estas situaciones suelen provocar la rotura del preservativo y nos pueden dar un susto.

Si estamos en la playa o en el campo, ¿cómo podemos guardarlos -para deshacernos de ellos más tarde-, sin contaminar el medio ambiente?
Es tarea de todos preservar el medio ambiente y cuidar de nuestro planeta. Por esto mismo, es nuestro deber hacer una correcta separación de los diferentes residuos. Los preservativos usados deben tirarse al contenedor gris, ya que no se trata de un residuo
reciclable. La respuesta a cómo o dónde guardarlos -si estamos en la playa o en el campo para después deshacernos de ellos- es donde se pueda: un pañuelo, el propio envoltorio…. Pero de lo que debemos asegurarnos es que lo hacemos en el contenedor correcto.

Y, para terminar, ¿cómo contestar al chico de turno que jura y perjura que mejor no usarlo porque no tiene ninguna enfermedad y controla perfectamente cómo hacer la marcha atrás?
En primer lugar, la marcha atrás no es un método eficaz para evitar el contagio de ITS. Suele utilizarse para evitar embarazos no deseados, pero tampoco en este sentido es efectivo y podríamos llevarnos un susto. Respecto a tener o no la seguridad de transmitir algún tipo de infección durante la relación sexual, el preservativo no solo evita que nosotros se las contagiemos a otras personas, sino que también nos protege a nosotros de las infecciones que pudiera tener la otra persona. Es decir, es bidireccional.

De hecho, los resultados de nuestro Barómetro reflejan que 1 de cada 4 jóvenes desconocen el estado sexual de su pareja. Hay infecciones que pueden transmitirse sin que nosotros seamos conscientes. Por tanto, lo más responsable es utilizar siempre el preservativo y consultar con nuestro médico a un médico si tenemos alguna duda respecto a nuestra salud sexual.

Duquesa Doslabios.

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Dime por qué no quiere usar condón y te diré con quién te acuestas

¿Sabes ese momento en el que, por fin, estás a punto de tener sexo con ese tío que te encanta? Acercas la mano a tu bolso y sacas un preservativo. Pero él para de besarte, te mira y dice: «¿Y si mejor lo hacemos sin?».

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Si pidiera que vosotras, lectoras, levantarais la mano si esto os resulta familiar porque alguna vez os ha sucedido, no dudo que tendría pleno de respuestas afirmativas.

Y sí, por suerte muchos están tan preocupados por las enfermedades venéreas (quizás no tanto por los embarazos, que los ven mas ajenos a ellos) como nosotras mismas.

Pero hay quienes van a salir con cualquier excusa para no usarlo. Vamos, una serie de argumentaciones perfectamente hiladas que te convencerán como no tengas las cosas bien claras. Y ahí, amiga, es cuando tienes que mantenerte firme.

En mi experiencia, estas son las justificaciones más comunes que utilizan tipos de chicos muy concretos:

El exagerado o «Me aprieta mucho». Para ese caso, algo tan sencillo como que los compre una talla más grande, lo que normalmente suele ser innecesario. Cuando esto pasa, siempre puedes ponerte un condón a modo de ejemplo como media. En serio, mete el pie y verás que te lo puedes subir hasta por encima del tobillo. Y, permíteme que dude, pero no creo que tu acompañante tenga entre las piernas un aparato incluso mayor que tu pie, ¿no?

El cuentista o «No se me pone dura». Lo bueno es que en las cajas de condones vienen varios (y, si te quedan pocos, puedes ir a una farmacia de guardia a comprar más), así que si se baja la erección es tan sencillo como quitarlo y volverlo a colocar una vez vuelva a estar empalmado.

El dramático o «Es que no siento igual». Vale, pero yo lo que no quiero sentir es que por no usarlo puedo contraer cualquier enfermedad. Si tan tremenda le resulta la privación sensorial, siempre podéis usarlo para la penetración y seguir después sin preservativo. En otras palabras: no pasa nada por terminar con la mano o la parte del cuerpo que se te ocurra (la boca no, que también es vía de contagio).

El mentiroso o «Solo la puntita». La puntita también puede estar plagada de ETS. Y, vamos a hablar claro, es la excusa universal para colártela entera después (y hablo literalmente). Si te va con esa historia y tú te la crees, te aseguro con un 90% de certeza que te va a meter todo cuando esté en plena acción.

El negociador o «Podemos hacerlo un rato sin condón y luego me lo pongo». No, ni un rato, ni un segundo, ni una milésima de segundo. El condón no es algo opcional. La alternativa a no usarlo es no follar, y cuanto más clara seas al respecto, mejor. Aunque sea durante un periodo corto de tiempo el que entre en contacto, el riesgo de contagio sigue existiendo.

Duquesa Doslabios.

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Sexo en las Olimpiadas: Lo que sucede en la villa se queda en la villa

Querid@s,

Las treinteañeras de espíritu veinteañero decimos que los treinta son los nuevos veinte. Pues ahora la Villa Olímpica es la nueva Las Vegas. «Lo que sucede en la villa se queda en la villa«, afirma Summer Sanders, ganadora del oro en 200 metros mariposa en Barcelona 92. Y es que los deportistas olímpicos vienen a la Villa no solo a correr y desempeñar sus respectivas categorías deportivas con esmero, sino que aprovechan estos días de competición para marcarse sesiones sexuales de campeonato. Los atletas lo corroboran, el sexo se respira por doquier.

«Hay mucho sexo. He visto gente practicándolo al aire libre, en la hierba que hay entre los edificios, dice Hope Solo, portera de la selección femenina de Estados Unidos.

«La villa se convierte en el centro del sexo más grande en el que he estado nunca, algo salvaje», indica el bracista Eric Shanteau.

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“A los deportistas nos gusta ir de fiesta cuando se ha acabado la competición. Aunque realmente la marcha empieza la noche de la inauguración de los juegos, si no compites hasta pasados unos días. A primera hora de la mañana siguiente puedes ver cómo va volviendo la gente a las habitaciones” confiesa Melanie Wrights, dos veces Olímpica. “Pensad que nos hemos pasado muchos meses sin probar una gota de alcohol. Ni siquiera hemos salido por las noches. Y cuando todo eso se ha acabado…es como si no hubiera un mañana. Están por un lado las fiestas que organizan los patrocinadores y marcas publicitarias…y las que brotan ‘espontáneamente’. Y créeme…son una barbaridad”.

En esta torre de babel erótico festiva los del país del Fettuccine se llevan el oro. “Los olímpicos somos aventureros; gusta tener sexo con alguien que no habla su idioma. Y en cuanto a los dormitorios…los italianos son particularmente ‘invitadores’: dejan la puerta abierta así que podemos ver a esos cuerpazos en ropa interior”.

No es de extrañar que estos deportistas de élite se abandonen al desmadre y placer sexual. Imagino que debe de ser muy sacrificado ser uno de esos 10.500 deportistas de élite que viven tres semanas en una villa repleta de bellas musculaturas y cuerpos esculturales, y no caer en la tentación de echar una canita al aire. ¿No se apuntaría usted a la gran orgía?

Los organizadores saben como se las gastan los olímpicos en estas juergas. El COI se ha echado la manta a la cabeza y ha distribuido 450.000 condones para promocionar el sexo seguro en la Villa Olímpica.

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Haciendo cálculos, la división me sale a 42 condones por deportista, el triple de los que se repartieron en Londres. Como les digo, el reparto de preservativos no se ha inaugurado en Río y desde que el COI se dedicara a lanzar cargamentos de condones entre los jóvenes deportistas, así han sucedido las cosas:

  • En los juegos de invierno de Vancouver se utilizaron 70.000 sólo en una semana.
  • En Seoul 1988 fueron 8.500. De hecho, se encontraron tantos preservativos usados en los tejados que tuvieron que prohibir tener sexo en el exterior.
  • En Barcelona 1992 se repartieron 50.000.
  • En Sydney 2000 regalaron 70.000…y tuvieron que encargar de urgencia 20.000 más.
  • En Beijing 2008 regalaron 100.000 y también se quedaron cortos.
  • En Londres 2012 fueron 150.000, 15 por deportista.
  • Hasta hoy. Para más INRI, sepa que en toda la ciudad de Río se han repartido nada menos que 9 millones de preservativos.

Un auténtico desmadre. Pero, ¿a qué se debe este considerable aumento de preservativos regalados entre el personal olímpico? No tengo ni idea, será que Brasil es única? Independientemente de los motivos, esta realidad de sexo en exceso y lujurioso desmadre no hacen sino corroborar que los verdaderos juegos no se ven por televisión. Ojalá algún día. Mientras tanto, de perdidos a Río.

Que follen mucho y mejor

Sexo seguro en verano by preservativos CONFORTEX

Querid@s,

Inmersos en pleno verano como nos encontramos, espero que esté disfrutando íntimamente de estos meses que tal como han llegado se nos van a escapar entre los dedos a la de ya. Mientras tanto, y si me lo permite, le pido que se protejan del sol. Usen crema solar.

Y a la hora de practicar sexo protéjanse también.

Qué duda cabe que en los calurosos meses estivales somos considerablemente más proclives a mantener relaciones sexuales. Esta tendencia a la promiscuidad estival se debe a que todos los días sale el sol, y con el Lorenzo más veraniego, esas benditas horas de luz, que además de suponer una inmediata inyección de vitamina D a nuestros cuerpos bronceándose en la arena, influyen sobre la parte del cerebro que regula las hormonas sexuales. Consciente de esta realidad, la marca española de preservativos CONFORTEX, lanza unos  mini consejos básicos sobre “Sexo seguro en verano”. Verán que es sencillo como lo plantean, no quiero aburrirle con soporíferas instrucciones que de sobra sé que jamás leerá.

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Busque calidad en sus condones, por favor.

Una pequeña dosis de datos reveladores nunca viene mal. Según los últimos datos de la encuesta de anticoncepción de la Sociedad Española Anticoncepción (SEC) de 2014, “en España hay 988.200 mujeres que corren el delicado riesgo de quedarse  embarazadas sin querer porque no utilizan ningún método anticonceptivo. Porque molesta el caparazón, porque corta el rollo, porque una no va o viene preparada para estas cosas, porque le ha pillado de sopetón. Da igual el motivo señoras y señores, siempre hay que ir protegidos, para algo el gobierno de España nos machacó hasta la saciedad  con aquellos anuncios de Póntelo, Pónselo. El mejor era en el que aquel profesor caduco y cromañón quedó en tremendo ridículo delante de una clase de adolescentes solidarios y muy compañeros que seguramente le dieron la mejor lección de su vida.

Pero eso ya no es hoy, de eso hace ya unas cuantas décadas. Ahora que el sexo ya no es lo que era, ahora que ya no es tabú ni bandera que grita a la revolución, ahora que ya no es ese maldito que propagó como una indeleble pandemia aquel monstruo llamado sida, algunos siguen pasando olímpicamente de estas advertencias. En nuestros días es elevado el número de casos en los que potenciales papas y mamas toman la decisión de tener que interrumpir un embarazo. Las parejas o mujeres en solitario no solo abortan por no haber usado un anticonceptivo, sino también por un fallo de la píldora, usar preservativos que tienen más años que Matusalén o que se encuentran directamente en mal estado. Otras veces la culpa es de la colocación errónea o bien la utilización de preservativos baratos. Por Dios, en estos menesteres no se la jueguen.

Para terminar unos mini consejos bastante lógicos que quizás olvidan en los momentos del fulgor sexual:

o Respeten la caducidad y no usen preservativos caducados bajo ningún concepto.

o Tengan cuidado al abrir el preservativo con las uñas, dientes u otros objetos afilados. Los condones pinchados no valen.

o Desenrollen correctamente el preservativo.

o Dejen espacio libre o aire en la punta del preservativo.

o Cuidado con los piercings en los genitales. Pueden pinchar. De nuevo, los condones pinchados no valen.

NO olviden que ha de tenerse sexo seguro desde el inicio de la relación: Parece ser, según datos de la Sociedad Española de Concepción (SEC), que en el 39,4% de las relaciones sexuales en las que se usa el preservativo como método anticonceptivo se hace de forma incorrecta, una vez iniciada la relación”. Para que el preservativo sea eficaz se debe usar desde el principio. En otras palabras, antes de llover chispea. Si se encuentran entre los que les pone practicar sexo seguro en el agua, sepan que es posible practicarlo con preservativo para que la seguridad sea total. De nuevo, colóquenlo antes de sumergirse en el agua.

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Siguiendo todas estas recomendaciones, el sexo seguro está plenamente garantizado. Con los preservativos haga como con los detergentes. Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo. Y recuerde usar crema solar.

Que follen mucho y mejor.

Cuando no existían los condones, con pellejos de morcilla follaban los muy cabrones

Querid@s,

En tiempos de los Romanos cuándo no existían los condones, con pellejos de morcilla follaban los muy cabrones. Eso dicen. Quién te ha visto y quién te ve querido condón. Ha llovido mucho desde que aparecieron los primeros ejemplares hasta nuestros días. Los superdotados de los egipcios utilizaban fundas de tela sobre el pene.

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Cuenta la leyenda que un tal rey Minos, allá por el 1200 a.C, utilizaba vejigas de pescado o de cabra para retener el semen. Menos mal que se han invertido tiempo y esfuerzos, y se han sustituido las tripas animales por el látex. No sé yo si me introduciría la vejiga de algún animal en mi vagina, por muy vigoroso pene que envolviera en su interior. Ahora hay condones para todos los gustos, en todos los colores. Algunos vienen estampados, otros con formas anatómicas especiales para conseguir más placer. Hay más largos y anchos, hay ajustados. Más gruesos (extra fuertes) o más delgados (sensitivos). Con o sin lubricante, lubricados ligeramente, extra lubricados, etc, etc, etc. Como ven hay condones para dar y vender.

Y sabores de todo tipo, tantos que algunos los confunden con chicles. Tengo fe en que algún día alguien saque a la venta condones con sabor a pene. Se forran. En cuanto a los tamaños, también hay para todos los gustos. Si se puede elegir, yo prefiero caballo grande y que ande.

Qué duda cabe que los condones son un coñazo para todos. Cuando uno está en pleno calentón y deseando dar rienda suelta a las bajas pasiones, lo que menos apetece es tenerse que poner a buscar el condón y ponérselo. Es una jodienda. Pero vale la pena hacer ese pequeño esfuerzo en un determinado momento a cambio de no pillar alguna enfermedad sexual desagradables hasta de pronunciar o provocar un embarazo no deseado. Eso sí es una jodienda. Por alguna razón, ya no están de moda los anuncios de televisión para concienciar a los más jóvenes e insensatos sobre las imperiosa necesidad y las múltiples ventajas de ponerse el condón. Antes formaban parte de nuestras cotidianas vidas frente al televisor. Recuerdo mis viejos tiempos cuando la televisión y el gobierno de España nos bombardeaban con anuncios de condones. Volvamos por un momento la vista atrás. Tod@s recordaran el mítico Póntelo Pónselo. Cómo olvidarlo. Para los más olvidadizos, aquí lo tienen.

Ahora los niños aprenden lo que es el sexo seguro de la mano de sus profesores de biología o educación sexual, imagino. Navegando por la red en busca de hilarantes e insólitos anuncios de condones he encontrado un porrón de ellos. Hay tantos que no sé ni por donde empezar. Por ejemplo este que tiene varios eslóganes impagables.«Aquí no hay fiesta sin globo.», «Si nos vas a forrarte, vete a casa a tocarte.»

O este que deja bien claras las instrucciones de uso y cómo se ha de proceder cuando se trata de colocar el condón. Pensaran tod@s ustedes que ya son mayorcitos y que es algo fácil, pero algun@s no se aclaran a la hora de colocarse la gomita. Tal era el caso de un ex amante que tuve que se hacía la picha un lío cuando tenía que enfundarse la pistola. FYI y a modo de repaso, consultemos el manual de instrucciones de los condones:

Después de abrir el envoltorio con los dedos (nada de tijeras o boca), póngase-o que se lo pongan- el condón en el pene cuando esté erecto y sólo cuando esté erecto. Y disfruten todo lo que puedan, que para algo nos hemos puesto la gomita. Sé que piensan que estos pequeños detalles están de sobra, pero los anuncios pretenden informar amplia y extensamente a l@s usuari@s de preservativos sin dar nada por sentado. Especialmente dirigido a los más ahorradores y ecológicos son los vídeos en los que dejan muy claro que la gomita es de un solo uso y que en estos menesteres aquí no toca reciclar. Estos amenos vídeos también incluyen como parte del manual de instrucciones comprobar en el envoltorio la fecha de caducidad antes de usar y asegurarse de que el condón no sea del siglo pasado.

Para los condones no hay que escatimar y siempre hemos de exigir un mínimo de calidad. El condón debe estar impepinablemente homologado por la Unión Europea. No me sean ratas en estos asuntos y no compren condones en el chino, que el dinero está para algo. Busquen el símbolo CE en el envoltorio. Una vez finalizada la faena, hay que retirar el condón inmediatamente después de la eyaculación, cuando el pene todavía esta erecto. Así evitaremos riesgos innecesarios. Y luego…a la basura. Nada de tirarlo al retrete, pues acabarán flotando en las aguas de nuestro ríos y nuestros mares. Aunque no sea activista de Greenpeace, quiero mis ríos y mis mares libres de plásticos. Y de semen ajeno.

Ámense pero siempre con protección. Diga lo que diga el Papa, que sigue sin justificar el uso del preservativo y no hablará de él hasta que no estén resueltos los «grandes» problemas: malnutrición, trabajo esclavo, explotación, falta de agua potable o tráfico de armas. Osea, nunca. Y para terminar, échenle un ojo a este desternillante y didáctico vídeo en el que hasta cuatro condones de colores nos hacen bailar al ritmo de la música bollywodiense. Desde el punto de vista del amigo condón, sus protagonistas indios cubren todos los temas posibles como preservativos para mujeres, incomodidad, como ponérselo y como le protegerá contra el SIDA y otras enfermedades, pero también toca un asunto que jamás he visto en una campaña publicitaria: sexo anal entre homosexuales. Con un par.

Que follen mucho y mejor.

Una píldora antes y después del sexo reduce la infección por VIH

El preservativo. Ese es a día de hoy el gran y más eficaz aliado a la hora de prevenir la infección por VIH. Conviene no olvidarlo, entre otras cosas porque además de ayudar a combatir el sida, hace lo propio con el resto de enfermedades de transmisión sexual, que aunque todos crean que es cosa de otros, se dan “hasta en las mejores familias”, como dice mi madre.

GTRES

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Dicho esto, un estudio realizado por la Agencia Nacional Francesa especializada en el sida (ANRS) acaba de ser presentado en Estados Unidos y ofrece resultados muy alentadores en cuanto a prevención. El ensayo clínico, realizado entre 400 hombres homosexuales, reveló que un fármaco utilizado para combatir el VIH, una píldora llamada Truvada, también puede servir para prevenirlo cuando se consume antes y después de tener relaciones sexuales de alto riesgo entre varones gays. En concreto, el riesgo de transmisión del virus entre ellos se redujo un 86%.

La Truvada es una pastilla que combina dos medicamentos, los retrovirales tenofovir y emtricitabine, y se usa actualmente de forma preventiva contra la infección por VIH en personas de alto riesgo a través de su ingesta diaria. Sin embargo, este estudio ha demostrado que el fármaco es más efectivo cuando se saltan algunas dosis. A los 400 sujetos participantes en el ensayo se les dieron placebos o Truvada y se les pidió tomar dos pastillas entre dos y 24 horas antes de tener relaciones sexuales, y una tercera píldora 24 horas después, así como una cuarta pastilla 48 horas después de la primera dosis. El resultado fue dos nuevas infecciones entre los que tomaban Truvada y 14 entre los que estaban con el placebo. Es decir, los que tomaron Truvada fueron un 86% menos propensos a contraer el virus.

De momento, tanto investigadores como médicos han sido muy cautelosos a la hora de presentar el medicamento por miedo a que la gente lo interprete como un “preservativo químico” y deje de utilizar los mejores y más efectivos métodos de prevención, que son, como hemos dicho, los condones de toda la vida.

El semen, fuente de felicidad

Cuanto más semen, más felicidad. Eso es al menos lo que se desprende de un reciente estudio de la State University de Nueva York que ha sido publicado en la prestigiosa Archives of Sexual Behavior. La investigación, centrada en los efectos que los componentes bioquímicos del semen tienen sobre el estado de ánimo femenino, comparó la vida sexual de 293 mujeres y su salud mental.

Los investigadores concluyeron que el fluido seminal contiene elementos como oxitocina, estrona, cortisol y melanina, que elevan el humor, aumentan la capacidad afectiva y mejoran el sueño, respectivamente. También incluye varios antidepresivos naturales como la hormona liberadora de tirotropina y serotonina, este último quizás el neurotransmisor antidepresivo más conocido.

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Observaron, además, que las mujeres que mantenían sexo de forma regular sin protección y estaban por tanto más en contacto con el semen estaban significativamente menos deprimidas y obtenían mejores resultados en distintos test y pruebas cognitivas. Otro hallazgo destacable del estudio es que las mujeres heterosexuales activas sexualmente que usaban preservativos mostraban los mismos síntomas depresivos que aquellas que practicaban una abstinencia sexual total.

Vamos, que según estos eminentes científicos, casualmente todo hombres, la felicidad no están en follar o no o en la calidad de la relación sexual, sino en “los niveles de semen dentro del cuerpo”. Ahí es nada…

Pues hombre, no sé, qué queréis que os diga, pero a mí estos estudios me parecen un despropósito. Que no te digo yo que no sea verdad, que lo será, y está bien saberlo, pero creo que analizar sus resultados fuera de contexto es vivir al margen de la realidad. Porque vale que los condones cortan el rollo, pero más lo corta estar dos años a dos velas, y pillarte un herpes genital o cualquier enfermedad venérea, ni te cuento. Y no es lo mismo ser monógamo y con pareja estable, que follar de pascuas a ramos o tener la misma vida sexual que David Duchovny en Californication. Porque métodos anticonceptivos hay muchos y cada uno los usa en función de su situación personal… o no. Allá cada cual, que ya somos mayorcitos.

Pero en definitiva, que si estás de bajón y el invierno te deprime, ya sabes. Pon un poco de semen en tu vida.