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Otras 6 cosas extrañas que hacemos las mujeres cuando nos gusta un hombre

Querid@s,

Hace unos meses comentamos algunos actos un tanto raritos que perpetramos las féminas cuando alguno nos hace tilín. A aquella lista vengo a sumar ahora unas cuantas locuras más.

1. Mandas tus conversaciones con él a tus amigas

Esto ya es pasarse de la raya, amiga. Los amigos son como tener un as bajo la manga, deja de torturar a tus amistades con tu pequeña telenovela. A ninguna de tus amigas le interesa tus conversaciones con ese chico, te lo aseguro. No insistas, gracias.

2. Te conviertes en una especie de espía a lo Matahari

Vas a los lugares que normalmente frecuenta, te paseas por su barrio y siempre tienes preparada esa frase resorte que te salvará el pellejo cuando por fin se cumpla la profecía y te lo encuentres de morros. “¿Pero qué casualidad no? ¡Yo pasaba por aquí!”. Jaja, tendrás valor.

3. Pasarte de la raya y acosarle.

4. Te pillas un cabreo monumental y sientes celos

Si tienes mala pata de presenciar al que te mola hablando con una que sabes que no es amiga, ni prima, ni conocida, te dices a ti misma o preguntas a quien te pille más cerca ¿Quién es esa chica? De repente te invade esa imagen de él comiéndose el morro con esa chica, y ese monstruo viene a verte. Ese monstruo de los celos se apodera de ti. Entonces sientes como si alguien te clavara en el pecho un arma blanca, cualquiera vale, y no contento con haber metido el dedo en la llaga, gira un par de veces para asegurarse de que se te desgarra tu corazoncito. No lloras porque tienes dignidad, orgullo y un par de ovarios que están precisamente para estos momentos, pero sientes unos enormes deseos de abofetearlo, cagarte en él y meterte en la cama, llorar y dormir hasta el próximo siglo.

5. Roces casuales

Buscamos la forma de estar lo más cerca de él, pero siempre creyendo que no se nos nota. Qué ingenuidad, ¡si se nos ve a la legua! Y así como que no quiere la cosa, le tocamos el brazo, ese con el que desearíamos que nos abrazara, o la mano, esa con la que nos gustaría que nos tocara, o el paquete, ese con el que desearíamos que nos empotrara.

6. Antes de dormir imaginas cómo sería ser su novia

Si este es el pensamiento con el que te vas a dormir cada noche, estás rematadamente perdida. Yo no perdería más tiempo con estas mil y una chorrada y pasaría a la acción. Amiga, el toro hay que cogerlo por los cuernos y con la cabeza muy alta. Dile lo que sientes, y si te da calabazas, a otra cosa mariposa. Pero por favor que no se te vaya la olla, por favor que no se te vaya. Recuerda que no ser amado es una simple desventura, la auténtica desgracia es no saber amar. Lo dijo Albert Camus, por si no lo sabíais.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.