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El ABC para hacer un buen chupetón de esos que se daban antes

Querid@s,

Dicen por ahí que los chupetones, esos inocentes mordisquitos en el cuello, pueden ser como los chupitos de arsénico, mortales. Un joven de 17 años, llamado Julio Macías González, falleció a causa del chupetón que le hizo su novia de 24 años en el cuello. Este acto de pasión provocó un coágulo de sangre que viajó hasta el cerebro, causando un accidente cerebrovascular mortal, explicaba el año pasado el periódico Independent.

A pesar de este accidente extraordinario, echo de menos a rabiar hacer y que me hagan chupetones, incluso descubrirlos en los cuellos de la gente mientras se tapan y hacen como si nada hubiera ocurrido. Cuando yo he dado un chupetón para mí ha sido mi particular mordisco de amor hacia esa persona, porque no me puedo aguantar las ganas, ni quiero. Pero no sé que pasa últimamente que la gente anda  a otras cosas, ¿Acaso está pasado de moda eso de morder cuellos amados dejando huella y una mordidita en forma de chupetón que a nadie pasa desapercibido? Además de subir la temperatura, es una manera un tanto salvaje de marcar territorio. Como cuando los perros mean o cuando los ganaderos marcan sus reses a fuego. Es una forma más de decir eres mío o mía y que lo sepa todo el mundo.

¿Qué es exactamente un chupetón?

La sugilación, comúnmente llamada chupetón, chupón, chuponazo, chupado, chupetechupetazo es un tipo de hematoma denominado esquimosis. Este vampírico ósculo también conocido como “mordida de amor” o “marca de beso” es esencialmente un moretón que resulta de succionar o besar agresivamente la piel del otro. Suelen surgir en episodios de frenética actividad sexual y la pasión entre dos (o más) personas a plena luz del día o en plena noche.

¿Dónde se hacen los chupetones?

Generalmente se hacen en el cuello, aunque puede hacerse en cualquier parte del cuerpo y según el vigor y el ímpetu con el que se haya hecho el chupetón, el morado puede tardar hasta varios días en desaparecer. Al principio es de color rojo, debido a la rotura de los vasos sanguíneos debajo de la piel, para luego entrar en acción todo el arco iris. Como dato técnico, la evolución cromática es la siguiente: negro, morado, azul, verde, anaranjado y amarillo. Dura aproximadamente 15 días.

Pasos para hacer un buen chupetón

  1. Antes que nada, pida permiso. Soy de las que opina que en esta vida es infinitamente mejor pedir perdón que permiso, pero un chupetón es una marca sexual, y aunque el amor que como amartelados se profesen sea ciego, el resto no lo somos. Es posible que no sea una marca discreta con la que personarse en el trabajo al día siguiente, así que no debería usted marcarse un chupetón sin consultarlo. ¿Puede hacerte un chupetón? no suena precisamente apetecible, pruebe mejor susurrándole al oído formulas más sexys.

    2. Reflexione, sin pasarse, sobre las razones por las que quiere hacerle un chupetón al otro. Además de una cuestión de pura apetencia, los chupetones son una huella incontrolada de pasión, de querer beberse la piel del otro y comerle entero. Por lo general, se hacen en deliciosos arrebatos y por el irrefrenable deseo que se tiene de poseer a la otra persona. Hacerle un chupetón a alguien es como marcar que esa piel es tu territorio, es cantarle al mundo que esa persona es suya, sólo suya, suyísima. Como Risto Mejide a su amada novia.

    3. Vaya poco a poco. Esto es como todo, no vaya  directamente a la yugular y propine de sopetón el chupetón. Primero, entretángase un buen rato besando. Cuando llegue el momento acerque los labios hacia su cuello.

    4. Escoja su ubicación. Los chupetones son más efectivos en la piel fina y delicada, por eso se suelen hacer en el cuello. La piel de la parte inferior del codo y los brazos, o la parte interna del muslo también son lugares óptimos. Si su pareja es tímida y reacia a pasearse por la vida con un chupetón que salta a la vista, esmérese con la logística y descubra un buen sitio que pase desapercibido. La parte posterior del cuello es una buena opción si su pareja tiene el cabello largo. Otras opciones curiosas son las muñecas, el pecho, el abdomen, la clavícula o cerca del hombro para que cuando se vista no se vea.

    5. Separe los labios ligeramente y colócalos en su piel. Imagínese que lo pretende es dibujar con sus labios una O o un cero, según sea de letras o ciencias. Una vez defina la forma, presiónelos firmemente sobre su piel y selle con rotundidad y una buena dosis de alevosía. Compruebe que no se deja ningún hueco por el que pueda escaparse el aire.

    6. Succione la piel. Ha llegado el momento de la verdad, el de la succión. Recuerde que al igual que ocurre con el noble arte de mamar, cuando uno se entrega a los chupetones siempre ha de mantener los dientes fuera del camino. La succión debería de prolongarse unos 20 o 30 segundos para dejar huella. Si considera que 30 segundos es demasiado para el cuerpo, practíquelo en varias series. Trate de succionar durante 10 segundos, bésele, y succiona otros 10 segundos en el mismo lugar. Y así hasta que se canse, o hasta que aparezca el moretón.

    Controle la cantidad de saliva en boca. Póngase en la piel del otro y piense que no es agradable que a uno le dejen el cuello lleno de babas. Succione, trague saliva, succione, trague saliva. La clave del asunto es succionar lo suficientemente fuerte como para romper los vasos capilares que se encuentran debajo de la piel, pero no tan fuerte como para rematarle o convertirle en la comidilla del día siguiente.

    7. Finiquite el chupetón con ternura. Cuando termine su obra, bésele otra vez. Suavemente mejor. Bésele vuelvan a la normalidad, sea lo que sea que la normalidad sea para ustedes.

Para curar un chupetón con mayor celeridad , coloque una cuchara mojada en el congelador. Cuando se haya congelado, recupérela y deje que se descongele poco a poco hasta que esté bien fresquita. Presione la cuchara contra el chupetón para bajar la hinchazón. Luego, use un cepillo de dientes de cerdas suaves y cepille la zona del chupetón desde fuera hacia adentro para que la sangre fluya y cure los vasos capilares. Aunque yo soy de las que lo luciría.

 Que follen mucho y mejor.