Cómo detectar a los narcisistas, esos vanidosos que no saben amar

Querid@,

«NO SER AMADO ES UNA DESVENTURA, LA VERDADERA DESGRACIA ES NO SABER AMAR»

¿A quién no le han roto el corazón alguna vez? Sin, embargo, otra cosa muy distinta, es padecer de exactamente lo contrario. ¿Tiene usted la desgracia de no haber amado nunca? Entonces es usted un narcisista, y eso sí es realmente triste. Por el contrario, ¿Esta enamorado de alguien que no tiene ni pajolera idea de lo que es querer? Andese con ojo y lea.

NARCISO

Amar es un arte, innato, que rebosa y asoma cuando menos te lo esperas, un sentimiento al que ningún ser humano puede resistirse. «Los seres humanos somos capaces de sentir amor, odio, alegría, miedo, es decir, experimentar sentimientos y emociones, gracias a un cerebro que lo hace posible, tanto estructural como funcionalmente, así como a relacionar dichos sentimientos con estructuras que hacen posible su verbalización, su materialización en forma de palabra», explica Pablo Duque San Juan, Coordinador de la Sección de Neuropsicología de la SEN. Pero, «Si se nace con alguna una anomalía en zonas cerebrales que se encargan de analizar y formular las emociones, o se produce alguna lesión que interrumpa el circuito de conexión entre estructuras, es cuando se puede generar la imposibilidad de verbalizar e identificar sentimientos».

Estas personas existen; se llaman narcisistas y la mayoría de ellos parecen como usted y como yo. Pero no es oro todo lo que reluce, ya ve. No pueden enamorarse de nadie porque están enamorados de sí mismos. Algo así, escuche.

El narcisismo es el amor que el sujeto dirige a sí mismo tomado como objeto. Alude al mito de Narciso, amor a la imagen de uno mismo y su mecanismo. Parece que el joven Narciso no tenía abuela. Dotado por la naturaleza de especial hermosura, se enamoró endiabladamente de su propia imagen reflejada en el agua. La leyenda, según Wikipedia reza que

A lo largo de su vida, Narciso provoco en hombres y mujeres, mortales y dioses, grandes pasiones, a las cuales no respondió por su incapacidad para amar y reconocer al otro. Según el relato de Ovidio, entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de todo cuanto se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor por él, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando Narciso preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, él le gritó: «¡Ven!». Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. El canalla de Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor. Maldito. Tentado por la Afrodita, al contemplar su imagen en el espejo de la superficie del agua, el flipado de Narciso sintió una fascinación por su propia imagen de la que no pudo sustraerse. No podía tocar ni abrazar al ser que veía reflejado en el agua, pero tampoco podía apartar su vista de él.

Narciso, subyugado por la bella imagen de sí mismo que le devolvía el río, se retrajo de toda posible relación amorosa con otros seres, e incluso de atender sus propias necesidades básicas. Su cuerpo se fue consumiendo para terminar convertido en la flor narciso, una flor tan hermosa como pestilente. Mientras tanto, la pobre Eco, consumida de melancolía, se retiró a una cueva donde su cuerpo también se consumió, quedando de ella solo una voz sin forma que repite, en la lejanía, la última frase o sílaba que se pronuncie.

Menudo panorama. Si es usted una Eco que se ha pillado por un Narciso (hablo de usted, si es que es usted uno de ellos), he aquí las señales para tener el mejor radar para detectar narcisistas,. Y ya de paso, ahorrarse el disgusto.

1. La experiencia es un grado, desde luego. Si es usted primerizo en esto de toparse con narcisistas y vanidosos, igual lo tiene difícil a la primera, pero todo es ponerse. Si usted se ha enamorado por primera vez de un uno de estos especímenes es fácil que se ofusque y no sea capaz de percibir la realidad. Le advierto que una persona que no sabe amar puede ser encantadora, hermosa e, incluso, generosa. Pero todas esas cualidades no se las dedica a usted, ni están ahí por usted. El motivo es que simplemente desean sentirse bien consigo mismos.

2. Se dice que los narcisistas no pueden enamorarse de nadie porque ya se enceuntran enamorados de sí mimos, pero esto no es del todo cierto. Se odian, aunque tienen unos egos enormes que están dañados. Los narcisistas poseen unos egos enormes que están dañados. Estas personas requieren urgentemente de la admiración, la atención, y el amor de los demás para alimentarse de él y así poderse tolerarse a sí mismos.

Los narcisistas tienen un trastorno de la personalidad que no les permite ser sinceros consigo mismos. Si lo fueran, se darían cuenta de que no saben amar y de que su comportamiento es tremendamente infantil. Son como niños sensibles que consideran que son el puto ombligo del mundo, que o son el centro o ni hablar del peluquín. Si no se les baila el agua en todo momento se ofuscan, se enfurecen y acaban deprimidos y frustrados en su particular danza miserable. De este modo suelen pasarse media vida cabreados con los que le rodean, y odiándose (en el fondo y en la superficie) a sí mismo por ser así. Vamos, ni Falcon Crest.

3. El narcisistas realmente no le ve por lo que es, no le valora, usted le importa un miserable comino. Esto no quiere decir que no le entienda; es solo que, aunque le entienda, no les importa nada. Esto ocurre porque, a los ojos de un narcisista, usted está ahí para él. Sí, está ahí para él y, además, es usted un reflejo suyo. Como el narcisista se odia a sí mismo (algo encuentran para echárselo en cara de por vida), desea que usted sea mejor que él y sentir que alguien mejor le quiera, le consienta, se preocupe y lo ame. Paradójicamente, si esto ocurre, le juzgará por el hecho de que usted le quiera. Si usted cree que ese narcisista es lo bastante bueno para usted, entonces el narcisista pensará que usted no es lo bastante bueno para él. ¿Cómo se queda? No entiende nada, no. No lo intente, o acabara como las maracas de Machín.

4. Parecen el hombre o la mujer ideal.

Cuando tenga una cita con un narcisista, ocurrirá lo siguiente. Se mostrará altamente interesado y encantador, ahí está el quid de la cuestión, la letal. Depende de usted salir airoso de su engañosa maquinación, porque el narcisista no puede evitar ser así. Como el rebelde, que lo es porque el mundo le hache así. ¿Me entiende? Se trata de un trastorno de la personalidad que al parecer no tiene cura ni tratamiento. Nadie dice que sea fácil resistirse al embrujo de un narcisista, pues ahí reside su único gran talento. Durante los primeros compases de una relación, pocas personas serán tan convincentes como un narcisista, que más bien engatusa con sus malas artes.

5. Al final, solo usted puede protegerse del terreno pantanoso que supone pillarse por un narcisista. Que le quede dejo muy clarito que, una vez que comience una relación con alguien así, jamás saldrá de ella a menos que él acabe hasta el pirri de usted. Recuerde que para el narcisista usted directamente no existe como ser humano, no significa nada. No es de extrañar que le día menos pensado le deje tirado como una colilla en medio de una cuneta. Y sin que le tiemble el pulso, ni el corazón. Sin mirar atrás. Nada hará que esa persona vuelva: ni lo que les haya unido el tiempo que haya malgastado su tiempo junto a ese ser vanidoso, ni pasta, ni hijos que alimentar o educar, ni leches en vinagre. Y mucho menos, ni, mucho menos, súplicas o lamentos en los que usted le muestre con desgarro su maltrecho corazón. No se apiadará de usted, recuerde que usted ni siquiera existe. Solo le miraran con desprecio y hastío. Ni se le ocurra humillarse,  por la gloria de su madre. Respétese, valórese y no derrame ni una lágrima por aquel al que jamás le importó, aquel que jamás supo verle, y mucho menos quererle.

Y si es usted uno de estos diamantes en bruto, identifíquese de inmediato y no haga perder el tiempo.

Que follen mucho y mejor.

11 comentarios

  1. Dice ser Mariajose

    Yo conoci uno de ellos y no les importa nadie solo ellos y quien les admire menos mal que supe salvarme de el yo y mi hijo y mas vale tarde que nunca
    Nunca reconocen lo que han echo porque ellosnunca han echo nada

    20 septiembre 2016 | 12:17

  2. Dice ser Urtz

    Me ha encantado el puntazo del tono sereno sazonado derepente con un «el puto ombligo del mundo» jajajajaj.

    Tristemente he conocido gente asi a patadas….muy triste. Cuando les dices «como vas a querer a alguien si no te quieres ni a ti mism@??» responden «ya…» y siguen comiendo pipas

    20 septiembre 2016 | 12:30

  3. Dice ser Deliranta

    Están los narcisistas y Sheldon Cooper. El no va más del egocentrismo. Y también conozco un narcisista. Son terriblemente buenos porque han desarrollado un encanto arrebatador. Te dicen la palabra que deseas oír… coinciden con tus puntos de vista… ah, y los malos siempre están afuera. A los cuales critica sin piedad.

    20 septiembre 2016 | 14:09

  4. Dice ser Anonimo

    Si es un defecto al nacer, como la escritora del artículo puede juzgarlo así? Y cómo juzga a los niños con síndrome de down entonces? Y si tengo este defecto y leo esto, ¿Qué debo sentir respecto a esta escritora? Quizá estas respuestas se encuentren en otro blog…

    20 septiembre 2016 | 14:26

  5. Dice ser un primor

    @Anónimo
    Tu comentario excede el nivel intelectual del blog y pasará desapercibido.

    Otra vez he engañado al captcha. 🙂

    20 septiembre 2016 | 20:27

  6. Dice ser DULCE

    Es bueno quererse a uno mismo, saber que lo más importante en la vida es la felicidad y placer propia. Pero también hay que saber apreciar y amar a los que tenemos alrededor, en algún momento de nuestra vida los necesitaremos.

    21 septiembre 2016 | 11:16

  7. Dice ser narciso flores

    Hablas de sobredosis de narcisismo, porque narcisistas somos todos desde que somos seres individuales.

    Y menos mal, porque llega el próximo narcisista y te hunde en la miseria.

    21 septiembre 2016 | 12:00

  8. Dice ser Susana

    Sí casi todos somos un poco ególatras hermosa, es lo que hay y pobres de nosotros si no fuéramos así, se nos comerían el resto. Llevado al extremo no conozco a nadie pero no dudo de que existan algunos en esta selva en la que habitamos, si no me los cruzo mejor.

    Aprovecho el comentario para felicitar el cumpleaños a un tío de puta madre que venía a veces por aquí, Taxus o como molaba más: Lobo, aunque ya no esté entre nosotros sigue siendo su cumpleaños, así que felicidades al cántabro.

    21 septiembre 2016 | 14:47

  9. Dice ser kolere

    rekiem por el anchoero

    21 septiembre 2016 | 23:09

  10. Dice ser Susana para kolere

    Nada de requiem, kolerete, no te emociones. El cántabro no está entre nosotros por el blog, pero sigue en este mundo vivito y lozano mal que le pese a alguno por lo que parece. Siento mucho haberme expresado de forma que diera lugar a pensar en semejante desgracia, quede claro.
    y que a Colère no le haría ni puta gracia que usaras su viejo nick en plan mamoneo, ya puestos a decir jomío….

    22 septiembre 2016 | 00:21

  11. Dice ser kolere

    ke kortita eres xuxana

    22 septiembre 2016 | 00:48

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