Archivo de marzo, 2016

Los 5 mejores sitios para practicar sexo. Y hacer el amor.

Querdid@s,

Si le aburre practicar sexo entre sus sábanas de siempre, en la cama de siempre y observa hastiado cómo las cuatro paredes de siempre flanquean su monótona vida sexual, váyase a dar un paseo y que le de un poco el aire. Si también han probado habitaciones de hotel, indudablemente más una sensación más estimulante y placentera que el clásico misionero en la cama, quizás le apetezca cogerme de la mano y repasar 5 de los mejores sitios para practicar sexo. Y hacer el amor.

Si en un momento de calentón improvisado, lo más lejos que ha llegado dentro de los límites de la vivienda es hasta el sofá…

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En la playa o bajo el mar

Amado y odiado a partes iguales, el sexo en el agua es un tema muy discutible. Algunas mujeres alegan que con el coito acuático se siente como sirenas sensuales y tremendamente deseadas. Cuando se trata de sexo, el agua es un plus, lo crean o no. Otras argumentan que no le ven la gracia. Yo soy de las que piensa que practicar sexo en la playa o el agua tiene su aquel. Sólo es necesaria un poco más de compenetración que la habitual.

Este apasionante paraje ofrece dos escenarios posibles: arena y agua. Tanto dentro como fuera del agua, practicar sexo en la playa es una pasada. Desde luego que bajo el agua no es lo más cómodo, pero vale la pena el esfuerzo.  El espumoso sonido de las olas, la agradable brisa marina, el tacto de la piel mojada, los olores y sabores del mundo marino y el morbo de que a uno le pillen metido en faena es una experiencia realmente grata.

Un polvo improvisado en la playa en una loca tarde o cálida noche de verano también es un lugar diferente al que ir. Yo conozco una en en particular en Vizcaya que tiene unas vistas acojonantemente preciosas. Se llama Meñacoz, ojo que sus piedras (en lugar  de la arena) dificultan de forma considerable la logística polvística. Pero el atardecer es el más espectacular que he visto jamás.

Si por el contrario es usted del interior, siempre puede hacerse con una bonita piscina. Eso sí, cuidado con los niños, los bordes y el cloro. Este último puede perjudicar seriamente su flora intestinal. Y las lumbares como se desmelenen y contorsionen demasiado.

Ojo con los domingueros, están por todas partes.

En las alturas

El avión es seguramente el lugar más famoso a la vez que abyecto para practicar sexo. Los baños de los aviones además de ser minúsculos son escandalosamente incómodos. Además de asquerosos y peligrosos en momentos de turbulencias. Así que si cuenta con tiempo suficiente para echar un polvo aéreo que pueda sublimar antes de toquen a la puerta, háganlo sin más dilación. Sólo espero que cierren el pestillo a conciencia y no abusen de las instalaciones.

En el coche

Aunque Los Inhumanos cantaban que era algo difícil hacer el amor en un coche que ya es más antiguo que la tos, ponerse como una moto a bordo de un cuatro ruedas es una sensación impagable. El hecho de que la parte de atrás tenga un espacio reducido es un factor importante para que la experiencia sea aún más deliciosa. Más pegaditos imposible, aunque tampoco debemos descartar la  opción de escoger uno de los asientos delanteros.

Practicar sexo en el coche es perfectamente viable. Lo que no está tan claro es buscar el lugar  idóneo donde aparcar y que ningún voyeur mirón te arruine el momento. Quizás no se les haya ocurrido nunca, pero pueden calentar motores en marcha – con cautela, que la práctica de sexo mientras se está conduciendo se considera una infracción y le podría caer una multa por pasarse de la raya.

Ojo de nuevo con los domingueros, siguen estando por todas partes. Son como hormigas.

En la ducha

Para los menos aventureros que prefieren quedarse en casa, hay muchos rincones del hogar que pueden ayudarle a reconducir su vida sexual hacia experiencias más apasionadas y menos manidas. No es necesario que se vistan de exploradores, pero atrévanse a indagar los recovecos de la casa. 

Si les pone que les vea el vecino, asómense al balcón o a la terraza y ámense como Dios les trajo al mundo. Y si a los vecinos les molestan sus efervescencias sexuales, que se fastidie. O invítenle a la fiesta, es una buena ocasión para limar asperezas  o conocerse mejor. La mesa del comedor o la encimera pueden ser el escenario ideal donde practicar alguna placentera postura del Kamasutra como la postura de la mariposa, Aprovéchese del ascensor (o del montacargas si le van los tamaños industriales) para los preliminares, ascienda o descienda hasta  el cuarto de los contadores para sus polvos más subrepticios y velados.

La ducha, el lavabo, el baño hasta el mismísimo suelo. Descubra la potencia de la alcachofa de la ducha y experimente en sus propias carnes lo que ese infravalorado chisme puede hacer por ustedes. Jueguen a médic@s y enfermer@s con las distintas presiones y temperaturas del agua. Incluso pueden hacerse con uno de los cientos de geles que ofrece el mercado para masajearnos y toquetearnos más y mejor. Eso sí, les aconsejo que cuando follen en el baño no se dejen llevar por las fieras que llevan dentro. Dejemos el sexo salvaje para otro momento menos resbaladizo.

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Afterwork

¿Le ha tocado trabajar hasta tarde? ¿Le ha tocado la misma suerte a alguien de su agrado y predilección? Tras un intenso día de trabajo, no lo dude y estrénese en esto de follar en la oficina. Hacerlo sobre el escritorio (si se atreve con la del jefe le presento desde ya todos mis respetos) es una fantasía erótica de muchos. Para que se fastidie, para vengarse de lo poco que tiene en consideración su trabajo. Si es usted el jefe reflexiones sobre si es un buen jefe o es usted auténtico capullo que  no valora a sus empleados. Sea como sea, tampoco nos volvamos locos y seamos realistas. No estamos en una película con un presupuesto de millones de euros donde podemos cargárnoslo todo y aquí paz y después gloria. La vida real no nos permite mandar a la mierda los ordenadores y revolver toda la papelería de la oficina. Asegúrense de que no haya cámaras. No querrá acabar de patitas en la calle por culpa de no poderse aguantar las ganas. No le de ese gusto al jefe.

¿Qué otros sitios se les ocurren a sus calenturientas y pervertidas mentes? Compártanlas con nosotros, se lo ruego.

Que follen mucho y mejor.

El sexo oral desde el otro lado: ¿En qué pensamos mientras la chupamos?

Querid@s,
Me alimento de facebook y otras redes social para machacar sin descanso a mis amig@s y lanzarles preguntas de índole amorosa y sensual por igual. Cada loco con su tema. La última de mis peticiones ha sido la de fisgonear la vida sexual de mis amistades y que me cuenten (en privado) en que cavilan sus cabecitas mientras se dedican al arte de mamar.

Probablemente lo suyo sería no pensar en absolutamente nada y permanecer – el tiempo que se demore la felación- concentrad@ en lo que se está haciendo y disfrutando del placer que se obtiene de la misma. Pero en muchas ocasiones es inevitable y nuestra mente vuela y se ensimisma en asuntos varios; desde cuestiones meramente cotidianas como esas goteras que siguen incordiando su hogar hasta divagaciones sobre la felación en particular.

¿En qué pensamos mientras la chupamos? Caballeros, dejen de mortificarse y descubran aquí y ahora, si es que sus  inteligencias aún no lo intuían, lo que piensan ellos y ellas mientras se dedican a tan antediluviana práctica sexual. He aquí las respuestas que muy amablemente me han brindado mis amistades. Gracias por mojaros.

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EMPODERAMIENTO: «Cuando estoy con el asunto en la boca me siento la reina del mambo, una Diosa del sexo. Para ellos su polla es lo más y en ese momento la tengo yo en la boca, todita dentro de mí. Yo mando, yo decido qué hacer con ella , cómo y cuándo. Tengo su tesoro entre mis dientes. Cuando la chupo me siento tan poderosa como la reina de Saba, como Helena de Troya. Eso sí, si se porta mal, ¡raca!».

DIENTES: «Yo me la gozo mucho cuando le hago una mamada a mi novio, pero siempre me da mucho yuyu hacerle daño. Así que me tiro  la mitad de la mamada, sobre todo cuando cojo carrerilla, concentrada en no hacerle daño con los dientes. Una vez me pasé de intensa y le hice una avería, pobre. Desde entonces voy con mucho cuidado y a veces mi novio se ríe recordando cuando me mira mientras se la chupo y parece que no tenga dentadura de lo que escondo los dientes.»

QUE NO HUELA MAL POR FAVOR QUE NO LE HUELA: «No tengo pareja y me gusta mucho el sexo oral. Más que recibirlo, darlo. Algunos se piensan que el coño es un helado. Al no tener pareja estable, nunca sé qué polla me voy a encontrar. Cuando la chupo siempre pienso si olerá mal o no. Me da mucho asco chupar pollas que no huelan a polla. Hay pollas que huelen rematadamente mal. Otras, en cambio, da gusto comérselas. Es muy importante oler bien. Ya se sabe, sin arcada….no hay mamada.»

¿CABALLO GRANDE ANDE O NO ANDE?: «Yo en este sentido me siento muy Samantha, la de Sexo en Nueva York. Lo siento pero a mí los penes me gustan grandes. Más que grandes, enormes, gigantes, a lo Nacho Vidal. ¡Qué gustirrinin! Cuanto más gorda y venosa sea, mejor. Un micropene no sirve para nada, ni siquiera para metértelo en la boca. Es como comerse un minimilk de esos de Frigo de cuando éramos chiquis.»

Y NOS DIERON LAS 10 Y LAS 11…: «Algunos tíos tardan muchísimo en correrse con una mamada. A mí no me motiva especialmente, pero si a ellos les gusta lo hago encantada de la vida. Pero como no me motiva en exceso, cuando veo que tardan en correrse me empiezo a desmotivar e incluso me pongo nerviosa. No quiero dejarles a medias, pero tampoco quiero que se me haga de noche con la mamada y acabar con la mandíbula desencajada. A veces me canso y sólo pido que se corran rapidito y a otra cosa mariposa.»

UN ALMA DEMASIADO SOLIDARIA: «Soy bastante inseguro y aunque me guío por los jadeos, por si me agarra de la cabeza o no, los movimientos, etc…siempre estoy más pendiente de que le guste cómo lo hago que de la mamada propiamente dicha. Sé que no debería, que tengo que relajarme y disfrutar, pero es lo que hay. Pienso demasiado en el otro, aunque casi todos sean unos egoístas. Tengo que  corregirlo porque no me la acabo de gozar del todo. Pienso demasiado en ellos y poco en mí.»

PURO AMOR: «Adoro a mi novio y cuando se trata de sexo, la forma que más me gusta hacérselo ver es haciéndole la mejor mamada de la historia de las mamadas habidas y por haber. Cuando se la lamo, se la chupo y se la como de arriba a abajo es como si me lo estuviera comiendo a él enterito. Como si lo estuviera devorando, comiéndomelo a besos. Incluso llego al orgasmo mientras se la chupo. ¿Eso es un poco raro no? Además de un sexo indescriptible, para mi chupársela es otra forma de expresarle y sentir a la vez lo mucho que le quiero. He dado sexo oral oral a otros chicos, pero nunca con tantas ganas y disfrutándolo tanto como con él.»

QUID PRO QUO: «Yo no me bajo al pilón hasta que me lo coman. Y como toca, no a medias. Es una regla no escrita que tengo cada vez que me voy a la cama con alguien.»

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PENSANDO EN MIS COSAS: «A mí se me va la olla mientras estoy haciendo una limpieza de bajos. Me gusta, pero de repente me da por pensar en lo que tengo que hacer mañana. No pienso en los  topicazos de la lista de la compra, pero si que mañana tengo que ir a correr, que tengo que llamar a mi madre sin falta, cosas de este estilo. No sé, me aburro chupándola, no acabo de estar entretenida.»

LA MAMADA NO BASTA: «Soy muy promiscuo y no le hago ascos a nada. Cuando empiezo a chuparla enseguida me paso al ano. Me encanta chuparlo también. Sé que algunas mojigatas pensaran que soy un guarro, pero a mi la mamada se me queda corta. De la polla me paso al culo. Meto el dedo y luego lubrico con la lengua. Y al que no le guste que no mire.»

YO NO ME LO TRAGO: «Cuando llega la cuenta atrás y está apunto  de correrse, me espanta la idea de que se me corra en la boca. ¡Que me avise! Cada uno que haga lo que quiera, por mucho que digan que el semen es bueno. Yo no me lo he tragado nunca ni se han corrido en mi boca y paso de estrenarme.»

¡QUE VOMITO!: «Mi novio tiene un pene que no es normal. Es gigante de verdad, no exagero. Yo se la chupo encantada, pero siempre acabo con la lágrima, más bien el lagrimón de la mamada. Así lo llamo yo. En cuanto me la meto en la boca, no hasta el fondo claro (que me asfixio), me toca casi la campanillas y me entran unas enormes ganas de vomitar. Una gracia. Estamos compenetrados y cada vez está más controlada la cosa, pero tiene que ir despacio porque sino me dan muchas ganas de vomitar. Malditas náuseas, con lo que me gusta a mi todo lo suyo.»

SE ME AMONTONA LA FAENA: «Yo no me la gozo, la verdad es que esto de la mamada no acaba de convencerme. Lo hago porque no me importa, pero lo de chuparla me parece una movida de dimensiones estelares. No hay quien se aclare. Que si los dientes, que si la estoy chupando bien, que si los dientes otra vez, respira no te vayas a ahogar, respira por la nariz, no te atragantes, mírale, pon carita de libidinosa y todo esto atenta no se vaya a correr y el tío no avise.»

PORNO STARS: «Soy bisexual y sé muy bien cómo chuparla y cómo me la tienen que comer. Intento estar siempre muy concentrado en el placer, pero muchas veces, a mitad mamada (dada o recibida), me da por pensar en películas porno o en imitar a las grandes. Stoya, Caprice o mi adorada Sasha Grey que la chupa como nadie. Y en mi exnovia Gloria, que tenía la boca más bonita que he visto en mi vida. Pensar en todas ellas me pone muchísimo.»

Y ustedes, ¿en qué piensan mientras a tan suculenta experiencia?

Que follen mucho y mejor

¿Prohíbe la Biblia el placer sexual?

Querid@s,

¿Prohíbe la Biblia el placer sexual?

Salvo que estén casados por la Iglesia, lamento decirles que sí. Los únicos que pueden gozar del placer sexual y no ser catalogados como viles pecadores son los casados. Por la Iglesia, como es lógico. Igualmente espero que tampoco les importe demasiado y continúen haciendo lo que acostumbran.

La Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros” (Hebreos 13:4). Junto con todo lo que son para la Biblia ejemplos de inmoralidad sexual, las relaciones prematrimoniales son condenadas reiteradamente en las escrituras sagradas. La Biblia promueve la abstinencia antes del matrimonio, y pasarse esta norma por el forro de sus partes pudientes es tan malo como cualquier otra forma de inmoralidad sexual. Por su parte el catecismo de la Iglesia católica define y explica estas infamias de grave asunto sexual; a saber, la pornografía, la prostitución, la lujuria, la masturbación, los actos homosexuales, los anticonceptivos, el adulterio y el divorcio. Pecados todos ellos mortales que hacen de nuestra alma un alma impura y  pecadora, y nos alejan de Dios. Tampoco vale si a usted le ha casado en civil matrimonio un funcionario cualquiera o si mantiene usted una relación de hecho. Con estas uniones alternativas no va usted a ninguna parte. Ni falta que le hace.

Resumiendo, la teoría que viene a defender la Iglesia es bien sencilla; Dios diseñó el sexo como una práctica agradable exclusivamente reconocida a un hombre y una mujer casados. No olvidemos, sin embargo, que la finalidad primaria del sexo no es el placer, sino más bien la reproducción. La doctrina católica reitera que vida humana y sexualidad son inseparables, una unión sagrada. El catecismo cita literalmente (2351) que la lujuria es un deseo o un goce desordenados del placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de uniónAsí pues, un@ puede disfrutar el placer sexual siempre y cuando tenga como objetivo traer al mundo una bonita descendencia.

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Aunque ni siquiera dentro de los límites del matrimonio cualquier práctica está autorizada por las autoridades eclesiásticas. Las felaciones tampoco valen. El catecismo, compendio de la fe eclesial, no menciona en ningún momento la fellatio, no desciende a esos detalles. Del cunnilingus ni hablar, parece que ningún escrito sagrado concebía que una mujer se le permitiera obtener placer a través del sexo oral que su esposo le practicara. Una vez más, #micromachismo. Más bien, #maximachixmo. Ne se me ocurre mejor manera de aleccionar a la Humanidad que tergiversando un instinto tan primitivo y primigenio como la sexualidad humana tiñéndolo de preceptos machistas, entre otras lindeces.

Machismos aparte…según la moral oficial católica, la fellatio no se concibe ni dentro ni fuera del matrimonio; porque no hay reproducción posible. Por lo tanto, si usted es un@ felador@ fuera de esta institución se convertirá a los ojos de la Iglesia y los moralistas en un flagrante adúltero. Para avance de la Iglesia (aunque microscópico), la mayoría de los teólogos moralistas actuales consideran el sexo oral un comportamiento lícito dentro del matrimonio y un adulterio fuera de él. Igualmente ocurre con el arte de follar por detrás. Al ser imposible la reproducción vía penetración anal, esta práctica sexual queda inmediatamente condenada.

Rumorean los ambientes eclesiásticos que Dios no declaró ilegal el sexo fuera del matrimonio para quitarnos a sus semejantes el placer, sino para protegernos de embarazos no deseados y de niños nacidos de padres que no los desean o no están preparados para esta vital experiencia. Me pregunto y les pregunto si acaso un matrimonio no es susceptible de estas circunstancias.

¿Y si uno no cree en el matrimonio?

¿Y si a uno le pica y no tiene marido o mujer que le rasque?

¿Y si les sobran los motivos para quererse y también para casarse frente a un altar?

Mojarse las ganas en el café parece ser la única norma de conducta que impone Dios para no pecar cuando se trata de sexo antes y fuera del matrimonio. Los escritos, la Biblia y los sermones aparecen inundados de esta terminología ominosa. A los sacerdotes, cardenales, obispos y monjas se les inunda la boca hablando de fornicaciones, sexo oral, onanismo, placeres venéreos. No se pasen ustedes que igual les da por excitarse y empezar a cometer barbaridades infames. Y luego esos mismos predicadores pecaminizan todo lo que representa el sexo fuera del santo matrimonio.

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Escena del Vídeoclip The Next Day (David Bowie)

¿Qué opinan ustedes de todo esto?

Yo opino que Dios no dijo tanto, se me antoja que la Iglesia ha hecho y sigue haciendo de su capa un sayo y que no tienen derecho ni sabiduría para aleccionarnos sobre sexo, ni fuera ni dentro del matrimonio que un@ tenga a bien contraer o dejar de contraer. Hay que predicar con el ejemplo y dentro de la Iglesia, hay más de uno que mantiene relaciones sexuales, consentidas y forzadas. Y no con su desposada esposa precisamente. Por mucho que uno esté casado con Dios. Y por la Iglesia.

Que follen mucho y mejor.

Comer culos: la última moda en restaurantes japoneses

Querid@s,

Hace ya unas semanas les pregunté si se habían deleitado alguna vez comiendo un culo de su agrado o habían sido víctimas voluntarias y encantadas de un annilingus. Entiendo que la mayoría de ustedes sí se ha hartado de este delicioso manjar no apto para los paladares más delicados. Pues de culos trata también hoy el asunto. Si pensaban que con el porno japonés ya estaba todo más que visto, si creían que las películas porno niponas eran el no va más de las perversiones sexuales, nada más lejos de la realidad. Están ustedes muy equivocados. Prepárense porque pasamos a otro nivel del videojuego. Si ya la caja tonta del país del sol naciente nos dejaba entrever el grado de locura de las depravaciones, manías y vicios del día a día de estos irreparables adictos al trabajo y a su estrés consecuente, con esto se van a poner hasta el mismísimo culo.

Desde el exótico y erótico Japón nos llega la última perversión oriental. En un restaurante ya no se lleva pedir los manidos sushi y sashimi y llevárnoslos a la boca con los tradicionales palillos, no sin cierta torpeza, Lo que se lleva ahora es llevarse a la boca el trasero de una mujer nipona, un manjar para el que, para mayor comodidad del comensal, no es preciso utilizar palillos. Bienvenidos al nuevo concepto de restaurante japonés no apto para paladares escrupulosos. Lejos de servir sushi, los comensales comen culos. No  busquen el menú del día tradicional, no lo encontrarán. Los culos de las señoritas son el único plato de la carta.

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No se vengan arriba los que se estén sintiendo invadidos por una emoción inusitada, ni se indignen los que hayan puesto el grito en el cielo ¡Lo que faltaba! Aún no han llegado a España, pero en su país de origen, los restaurantes de culos ya son toda un revolución sexual. Y gastronómica.

¿Cuánto cuesta comerse un culo?

Si usted dispone de 100 a 250 puede ponerse las botas a base de culos. Parece que los billetes no faltan en Japón, donde estos inusuales lugares están abarrotas de ajetreados hombres de negocio que vienen en busca de algo de paz y un resorte a sus estresantes y delirantes vidas. El comensal podrá escoger el culo que más le apetezca comerse; nalgas tersas y jóvenes, apetitosos traseros depilados o suculentos culos trémulos y entrados en carnes. Está igualmente permitido y entra dentro del precio testar manualmente los culos. Como es lógico, podrá usted agarrar, amasar, acariciar y palpar las diferentes nalgas del menú para decantarse finalmente por uno. Considero que en estos casos es imprescindible tocar la comida antes de comérsela, por mucho que nos dijeran de pequeños nuestras madres que «la comida no se toca». También creo que es de vital importancia ir calentando motores. El culo – al menos uno desconocido y al que no se le ve la cara- no es un plato que deba comerse frío.

Todos los culos del menú se sirven bien perfumados y están dispuestos para que el comensal incruste su cara en ellos. Cada retaguardia viene acompañado de un letrero que dice: All you can eat (Todo lo que pueda comer). Hasta que sus papilas gustativas se den por saciadas y su lengua acabe agotada de chupar, lamer el bendito culo en cuestión. El comensal está autorizado a propinar alguna que otra azotaina, incluso hasta dejar los cachetes rojos. Pero sin pasarse, que no es usted el Marqués de Sade.

A diferencia de cualquier otro restaurante al que ustedes y yo estamos acostumbrados a sentarnos a comer, el culo no se sirve en plato. Lo curioso del lugar es que para degustar este manjar no le quedará otra que incrustar la cara entre los dos cachetes del culo que sale de una suerte de lavadora sin tapadera. Una vez su cara esté acoplada en el lugar adecuado, lo que procede es comenzar a comer el culo a discreción. Está claro que por mucho culo que se coma usted, saldrá con más hambre que cuando sale uno de comer sushi. Eso sí, se pondrá morado de chupar los escondrijos y recovecos más recónditos de una mujer con el culo en pompa para que usted se lo coma enterito. Está usted en el paraíso, disfrútelo.

Sobre cada uno de los orificios desde donde asoman los traseros, se puede observar la foto de la propietaria de las posaderas acompañado de una carta de presentación de la supuesta dueña y señora de las nalgas que va usted a paladear. Todo un detalle, pues es conveniente para el comensal conocer la procedencia de lo que se va a a comer y ponerle cara al culo que se va a catar. Algo un tanto absurdo teniendo en cuenta que los ojos de los comensales están cubiertos con antifaces.

Más allá de este revolucionario concepto de restaurantes, Japón siempre se ha caracterizado por ser un país donde el culto al sexo roza en ocasiones el límite de las parafilias. Sobre alguna de ellas hablamos en perversiones raras de la A a la Z. No nos escandalicemos demasiado, que siempre habrá alguien más perverso.

Dicen que somos lo que comemos. Espero que las señoritas niponas que ofrecen sus nalgas a precio de caviar hayan aplicado el protocolo higiénico que corresponde para estos menesteres. Llámenme tiquismiquis, pero no quisiera yo comerme un culo en mal estado y de mala gana, tener que montar un número y pedir explicaciones al maître. Si alguna vez se embarcan en tan suculenta experiencia gastronómica, les recomiendo que tengan los ojos bien abiertos – a pesar del obstáculo que supone el antifaz- para no trompicar con ningún tropezón. Bon appetit. Y no se dejen nada en el plato. Disculpen, culo.

Que  follen mucho y mejor.

Los peligros del “sexting” y cómo evitarlos

Querid@s,

El ciberacoso al igual que el acoso a secas existe. Y es una de las consecuencias más graves del “sexting”. Si ustedes son padres de criaturas adolescentes y jóvenes que empiezan a asomarse al mundo adulto y especialmente al sexo, esto les interesa. Ahora, a veces, se liga como antes, pero también se liga de una forma que antes no existía. Los tiempos cambian. En los últimos años, el término “sexting” se ha extendido rápidamente entre los adolescentes y jóvenes de todo el mundo. Este fenómeno potencialmente peligroso, que consiste en intercambiar datos íntimos a través de aplicaciones como WhatsApp, Viber, Snapchat, Skype o a través de redes sociales, puede conllevar graves consecuencias para sus usuarios. Con datos íntimos me refiero a mensajes calientes, fotografía y vídeos desnudos, tocándose, etc… Todo esto está muy bien, siempre que se haga con conocimiento de causa, pero si este intercambio se realiza entre menores que no tienen ni idea de las consecuencias que un mal uso del sexting puede tener, el pastel puede ser bien distinto.

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El otro día yo misma utilizaba una aplicación de ligoteo y tuve un magnífico crash con un chico que no es una celebrity, pero sí es un personaje conocido. Empezamos a hablar y nos pusimos cachondos enseguida. El me mandó varias fotos que me sonrojaron y que me excitaron bastante. El tipo no se cortó un pelo y me mando una foto desnudito y tocándose. Estaba muy bien dotado. Aunque algunos de ustedes no lo piense, soy una persona en mis cabales y discreta. Otros no lo son. ¿Qué puede ocurrir con la foto? Si hubiera querido actuar de mala fe la hubiera publicado de mil formas o hubiera llamado a un medio de comunicación casposo para vender la exclusiva. Pero yo no soy así, aunque muchos sí lo son. Ese es el quid de la cuestión. Nunca se sabe quién está realmente al otro lado, nunca se sabe si a la persona a la que le manda usted (o sus hijos) esos pedacitos de tu intimidad le va a jugar una mala pasada.

Los canales de comunicación de hoy en día no piden permiso para colgar sus fotos o vídeos en Internet. Además operan a la velocidad del mismísimo rayo y permiten un intercambio instantáneo de todos ellos. No es de extrañar que esos datos que confiamos «que quede entre nosotros» pierdan ipso facto su privacidad e incluso lleguen a manos de extraños y degenerados. Y no tienen ni puta gracia. Maldita la gracia que le puede hacer a un@ verse de cierta guisa en páginas web pornográficas. Incluso en la deepweb, en páginas de pornografía o pedofilia. Sólo de pensar que un pederasta mostoso se la está cascando mientras ve en la pantalla a esa hija que no tengo, se me llevan los demonios.

sextingggComo le ocurrió a Angie Varona cuando tenía 14 años. Por darle gusto a su novio, colgó fotos en bañador, bikini  y ropa muy pequeña en la plataforma Photo Bucket a la que sólo podían entrar ella y su novio. Algún listillo le hackeó la cuenta y en cuestión de poco tiempo sus fotos privadas y otras 89,000 más supuestamente suyas se propagaron por las páginas más sórdidas de internet y de la deepweb. Se convirtió en una de las niñas más buscadas en internet. Por si fuera poco, la acosaban en el colegio, la cambiaron de colegio hasta dos veces, la amenazaban con abusar sexualmente de ella, hasta iban a buscarla a su casa. Se convirtió en un símbolo sexual y su imagen se t¡utiliza sin su consentimiento en anuncios emergentes para paginas de contenido sexual. A pesar del infierno por el que ha tenido que pasar esta chica, no se puede hacer nada. Las fotos no pueden retirarse de la web porque no son pornográficas ni sexualmente explícitas. Para más INRI, a Angie le decían que todo lo que le había ocurrido se lo merecía, le decían que la iban a violar porque lo iba pidiendo a gritos. Tócate los cojones. Malnacidos.

En el peor de los casos, esos contenidos pueden ser utilizados por ciberdelincuentes que chantajean a sus víctimas. No pretendo ser alarmista, pero puede ocurrir y ocurre que algunos adolescentes se conviertan en objeto de acoso por parte de sus compañeros. Según un reciente estudio de Kaspersky Lab, el ciberacoso es la mayor preocupación para más de la mitad de los padres españoles. Además, casi la mitad de estos progenitores cree que las amenazas online hacia los más pequeños siguen aumentando y cerca de un 35% piensa que no tiene control sobre lo que sus hijos hacen en Internet. Aunque los padres estén al loro de internet, el comportamiento de los adultos con este medio es diferente al de los adolescentes. El problema no es la falta de conocimientos tecnológicos de los padres, sino la falta de información sobre cómo y para qué utilizan los adolescentes las tecnologías, cómo utilizan las redes sociales, qué riesgos corren.

De nuevo, creo que la solución, si es que existe, es educación para los más jóvenes y tolerencia 0 con esa gentuza de ciberdelincuentes y ciberacosadores. He aquí algunos vídeos que disuaden a los más jóvenes de entregarse al sexting sin medir las consecuencias.

Para ellos y para ellas:

Kaspersky Lab recomienda algunos consejos para evitar las graves consecuencias del “sexting”:

  1. No intercambies fotografías íntimas. Tampoco con extraños, aunque te insistan a hacerlo.
  2. No envíes contenidos privados para atraer la atención de otra persona. Es probable que comparta esas imágenes o vídeos solo por diversión.
  3. No bromees con este tipo de imágenes o vídeos. Te traerá problemas.
  4. No publiques fotos íntimas en las redes sociales. Siempre habrá alguien que las pueda usar en tu contra.
  5. Instala una solución de seguridad que ponga especial atención en estos peligros, como Safe Kids de Kaspersky Lab.

Si los contenidos se hacen públicos:

  1. No comentes las imágenes o vídeos publicados en las redes sociales. Así se evitará atraer mayor atención.
  2. Es posible nivelar las consecuencias negativas mediante la publicación de contenidos positivos en las redes sociales. La mejor forma de hacer frente a esta situación es ignorar todos los comentarios que tengan que ver con el incidente.
  3. Independientemente de la plataforma donde se hayan publicado estos contenidos personales, se recomienda ponerse en contacto con el administrador para informarle que esas imágenes o videos fueron publicados sin consentimiento de la persona. En este caso, la plataforma se verá obligada a eliminarlos.
  4. Si estas recomendaciones no son suficientes, lo mejor es contactar con un abogado además de estudiar la legislación en materia de protección de datos personales y distribución de pornografía infantil.
  5. Denunciar  el delito ante los organismos pertinentes: Policía Nacional (Brigada de Investigación Tecnológica) o la Guardia Civil para poner punto final al problema. Los correos electrónicos a los que dirigirse son: delitos.tecnologicos@policia.es y denuncias.pornografia.infantil@policia.es

Y uno último consejo de cosecha propia. Más que un consejo es una aportación. Que nadie se sienta culpable. Ni padres ni adolescentes. Cuando uno tiene 14 años muchas veces no sabe lo que hace. Quieren comerse el mundo, creen que lo saben todo, pero se equivocan. Al igual que se equivocan ustedes como padres. Muchos pensarán que no tiene nada de malo hacerse fotos de este tipo. Pero insisto, la cuestión no es lo que se fotografía, sino los ojos que lo miran. Y cómo lo miran.

Que follen mucho y mejor.

El Speed Dating más grande del mundo en Madrid

Querid@s,

La primavera la sangre altera. Sé que no es original, ni siquiera me lo he inventado yo. Pero es una verdad como la copa de un pino. También es verdad que ayer se celebró el equinoccio de primavera y en Madrid unos cuantos motivados que siguen creyendo en el amor lo celebraron por todo lo alto en lo que ya se conoce como #ElSpeedDatingMásGrande. No sé si estarán de acuerdo conmigo, pero a mí no se me ocurre mejor forma de pasar un domingo que hacerlo escuchando música bailonga, bebiendo cervecita fresca (y gratis), mientras picotea usted algo rico (también gratis) y conoce gente (del sexo o de los sexos que más le gusten) en un apasionante speed dating. Y si entre todos batimos el récord mundial, mejor que mejor.

Esto es lo que ocurrió ayer en el Palacio de Cibeles de Madrid. Bajo el lema de encontrar al otro medio limón, 780 personas participaron en el speed dating más grande del mundo organizado por la versión más cítrica de Heineken. La clara Amstel Radler. Y lograron batir el récord. Cada speed dater puso su granito de arena, dándose la friolera de 7.800 citas en una hora.

amstel

Cómo han cambiado los tiempos, cómo hemos cambiado. Cuánto ha llovido desde aquella florista que iba con la falda arremangá y sonriendo descará por la calle de Alcalá. Por entonces lo que se llevaba era que el caballero regalara nardos a la mujer para convencerla. Muy cerquita de ahí, pero casi cien años después, ayer (primer domingo de primavera) el Palacio de Cibeles se convertía en un meeting point para ligar tod@s con tod@s. A las 10.30 de la mañana se dio el pistoletazo de salida para este acto de récord de libro que ya figura en el libro de los récords.

El sarao lo presentó Dani Mateo y los asistentes estaban diferenciados por colores según su edad y sexo. Después, se distribuían por zonas según su orientación sexual. Mientras los asistentes al guateque se refrescaban con su clarita tuvieron la oportunidad de conocer a 10 personas diferentes en citas rápidas de 3 minutos. A elección de los asistentes, podían llevar una camiseta amarilla que rezaba ¿Te gusto y no estoy en tu sector? Encuéntrame aquí (seguido de un espacio blanco para poner lo que a cada uno le venga en gana). Me hubiera gustado asistir, pero me fue imposible. Lo único que no me convence del todo es el timing de las citas. ¿Por qué tres? ¿Por qué no cinco, siete o diez? Creo que tres minutos es demasiado poco para que uno pueda formarse una impresión crítica del interlocutor. En tres minutos, salvo que un@ sea un auténtico zoquete, un mendrugo, una loca, todos intentaremos dar lo mejor de nosotros.

Sepan ustedes que en España hay un buen número de empresas que se dedican a estos menesteres celestinos. Basta con que introduzcan speed dating y el nombre de su ciudad para encontrar la oferta disponible cerca de usted. El speed dating es un sistema de citas rápidas y cada empresa establece el tiempo que una pareja ha de dedicar a conocerse. En este mundo en el que vamos a todo correr, el tiempo es oro. Para encontrar pareja también nos meten prisa y las empresas de speed dating hacen de alcahuetas aceleradas en encuentros -que duran entre una hora y una hora y media dependiendo de los asistentes-en los que, a toque de corneta, las citas duran de 3 a 8 minutos estrictos. 

Por supuesto que existen speed dating para gays, pero no he asistido a ninguno. Me limitaré a hablar de lo que sé. En el caso de encuentros entre singles heterosexuales, la cosa funciona normalmente del siguiente modo. El número de participantes puede variar, pero siempre es el mismo número de hombres y mujeres por aquello de que ningun@ se quede esperando mientras los demás se están conociendo.  Nosotras, las féminas, nos sentamos en una mesa cada una. El primero de los hombres que conoceremos esa velada se sienta en nuestra mesa y comienza la cita. El tiempo para cada encuentro varía de tres a ocho minutos, tiempo más que suficiente, afirman los expertos, para saber si quiere o no seguir conociendo a esa persona, si lo que le cuenta le resulta interesante o le aburre soberanamente. Y viceversa.

Cuando transcurre el tiempo establecido para la cita, a golpe de DONG o de RING el hombre se traslada a la mesa de al lado y se sienta el siguiente. Y así sucesivamente hasta que se completa la ronda en la que tod@s han hablado con tod@s. Más rápido imposible. Al finalizar el speed dating, cada uno a su casa (o no) y Dios en la de todos. 24 horas después sabrá si al que le ha gustado a usted, le gusta usted también. Toca esperar.

Si no encuentra usted novi@ así, mal vamos.

Que follen mucho y mejor.

Feliz Día Del Padre: Por los PQMF con los que (casi) nunca habrá sexo

Querid@s,

Feliz Día del Padre a todos los que son papás. Recuerdo esas tertulias ardientes y calenturientas que tuve otrora con una de mis amigas. El tema en cuestión: los PQMF (Padre Que Me Follaría). Quién no recuerda esa mítica escena de American Pie (malérrimo film donde los haya, pero todos y digo tod@s lo hemos visto) en el que el amigo asiático de la díscola pandilla desvela el significado de esas cuatro letras en su versión femenina y acaba atizándole un morreo a la foto de la madre de Stifler. La misma MQMF con la que Finch pierde la virginidad, ese sobrevaloradísimo rito de paso de adolescente a adulto para el que todos los protagonistas del film se convierte en una angustiosa cuestión de vida o muerte.

Pues también en nuestra sociedad, entre nuestros vecinos, amigos, conocidos y no tan conocidos existe cierto número de padres que me follaría. Un PQMF es un padre buenorro, enrrollado, molón, educado y que sólo de verle se le cae a una la baba y no puede usted dejar de poner cara de boba. Porque la pone usted. Si tiene mujer, la respeta (o no) pero si pudiera, se lo tiraba ahí mismo. ¿Saben de lo que hablo? Son esos hombres que siguen vistiendo como siempre y que siguen haciendo las mismas cosas que hacían antes de casarse. Para ellos no pasa el tiempo, y aunque pase, les sienta como un guante. Salen con sus amigos, van a conciertos, viajan, se van de cañas (con su mujer o sin ella, según la ocasión). Y en cuanto a su faceta de padre, se le vuelve a caer a usted la baba cuando ve el pedazo padrazo que es, cómo le quieren sus hij@s y el cariño con el que trata a su mujer.

Entonces, en este punto, sin contemplaciones, con premeditación y alevosía, una piensa en un arrebato indigno de una misma. ¡Que le den a su mujer, me lo follaba! Y tanto que se lo follaba. Aunque tenga casi 50 años, esté casado con la mismísima Angelina Jolie y tenga más hijos que el Barón Von Trapp. Otra cosa es que él se fije en usted o en mí, porque ese PQMF encima es un buen hombre y no tiene ojos para nadie más que para su mujercita. Lo siento querid@, no tiene usted ninguna posibilidad de follárselo. Y en el fondo se alegra (o no), porque lo que más mola de los PQMF es que nunca nos lo vamos a poder meter en la cama.

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Y es que todo lo prohibido nos mola, nos pone. A santo de qué iban a jugarse Adán y Eva el paraíso por una miserable manzana. Porque estaba terminantemente prohibido por el mismísimo Dios. Salvo que estén divorciados/separados, los PQMFs sólo nos sirven para montárnoslo en la cabeza. Podemos pensar que nos hacen todas las guarradas que queramos, que somos víctimas y cómplices a la vez de sus mil y una fechorías sexuales. Pero todo quedará en nuestra mente en forma de una fantasía perfecta.

Ahora que recuerdo, en una ocasión tuve un affaire con un PQMF. Eso sí, estaba divorciado. Les cuento. Mientras yo andaba pensando en las musarañas, él fue directo al grano. No vaciló cuando me dijo «Esta noche vamos a cenar unos amigos. Va ser divertido. ¿Te apetece venirte?» No lo dudé un instante. Ese madurito cuarentón era tremendamente apetecible (yo por entonces tendría 28) y me lo acababa de poner en bandeja de plata. Le dije a mi jefa que no me esperara despierta. Estaba de viaje de trabajo y suerte que al día siguiente ella se iba pronto por la mañana y no tendría que darle ninguna explicación de no haber pernoctado en el hotel. Como para irme a dormir al hotel esa noche estaba el Andreu. Así es cómo se llamaba.

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Al verle de nuevo en plan informal, simplemente su olor provocó que me temblaran las piernas. Me dio dos besos mientras me agarraba hacia él de la espalda. Cenamos en un restaurante del puerto marítimo de Barcelona. Una pena que no cenáramos solos, pero nos sentamos juntos. De todo esto hace ya mucho tiempo, así que no recuerdo con exactitud qué nos dijimos ni qué nos contamos. Sí me viene a la memoria mientras repaso lo que ahí aconteció que me dijo que llevaba unos meses divorciado. ¡PQMF! me dije al instante.

La cena terminó pronto y era obvio que ninguno de los dos quería irse, al menos no sin el otro. Teníamos algo pendiente, un polvo para ser exactos. Le dije si le apetecía que nos tomáramos algo y me dijo que conocía un bar de copas tranquilo y acogedor. Me pareció una idea perfecta, aunque no pudimos terminarnos las copas. Teníamos muchas ganas el uno del otro. Fuimos a su coche y me dijo que me iba a llevar a un sitio precioso, pero antes pasamos por una farmacia. Tenía que comprar condones. Aparcamos en un mirador. Sabiendo lo que iba a ocurrir, esas vistas impecables y el aire en la cara, me sentí muy feliz. De la felicidad pasé a estar muy cachonda en 0, cuando Andreu me besó sin más trámites y con mucha delicadeza me reclinó sobre la parte delantera del coche mientras echaba mis brazos hacia atrás y separaba mis piernas con con suavidad aunque inquietante. No había más coches, así que follamos e hicimos el amor (creo que fue una combinación de las dos cosas) encima del coche y después en el suelo. Todo esto ocurrió mientras veíamos como hacía años que habían muerto algunas estrellas y otras tantas brillaban como nunca.

Empezó a refrescar y volvimos al coche. Aquel hombre tenía mucha potencia y muchas ganas de que me siguieran temblando las piernas. Fue tremendamente incómodo pero muy tierno. Fue como volver a los tiempos en los que éramos miserablemente pobres y tocaba follar en el coche porque no había ni casa ni pasta. Acabé con las rodillas ensangrentadas. Y es que Andreu era un empotrador como la copa de un pino. De esos que son tiernos y te ofrecen su hombro sobre el que llorar cuando toca y luego te estampan contra la pared y te arrancan las bragas de un mordisco cuando procede. Y esto, a decir verdad, es mucho más de lo que se puede esperar de un PQMF.

Feliz Día del Padre a todos. En especial a los PQMF.

Que follen mucho y mejor.

Hagamos una peli porno

Querid@s,

Les propongo rodar su propia película porno. No se me asusten, vayamos por partes. El porno, a pesar del esfuerzo de muchos, desgraciadamente sigue siendo un tema del que a la gran mayoría le cuesta hablar. Al género masculino el porno le cautivó irremediablemente en los albores de sus vidas, cuando eran adolescentes imberbes y estaban salidísimos. Las mujeres en cambio nos subimos al tren del cine porno algo más tarde y seguramente no de una forma tan liberada, independiente y libre de culpas como ellos. Coqueteamos con films eróticos y sensuales, nos asomamos para ver en la pantalla porno vainilla y algunas se atreven con el porno mainstream de toda la vida con un mínimo diálogo, pobre y deficiente que más le habría valido ahorrarse al director.

Afortunadamente hay otro porno.

Ahora es su turno, si les apetece. Les toca tomar las riendas del cine porno y grabar su vídeo casero. Que decidan divulgarlo por internet y compartirlo en las redes sociales, youtube,  etc… es decisión suya. Creo que es mejor que no lo hagan, estas cosas siempre deben quedar en la intimidad si quieren evitar posible escándalos futuros online. Yo lo he probado un par de veces y me ha encantado. A él le excitó muchísimo la idea tanto que me dijo que «era como darme el poder, devolverles a los 14 años cuando era un adolescente calenturiento que veía clandestinamente porno con sus compañeros de clase.»

Ingredientes básicos para rodar una buena película porno:

– No se olviden del placer femenino, por ello practiquen mucho el cunnilingus.

VanillaPorn

Estética, calidad de imagen y decorados , vamos lo que viene siendo el atrezzo de toda la vida. Esto es tan importante como el mismísimo polvo, pues se trata de crear una proyección que sea capaz de excitar a través de la vista y en todos los sentidos. No es lo mismo un hostal de mala muerte que una habitación con velas, incienso, decorada con gusto y música sugerente sonando de fondo.

– Procuren incluir en la película muchas escenas eróticas antes del sexo explícito, que también lo tiene que haber obviamente. Que haya una dosis considerable de preliminares.

– Narren una mínima historia coherente, porque la leyenda urbana del fontanero que llega a casa y a los cinco minutos nos tiene a cuatro patas y mirando a la Meca no se lo traga nadie.

– Un mínimo diálogo. Dejen volar su imaginación.

Despierten esos leones que llevan dentro. Suéltense la melena y entréguense a la causa. 1,2,3 Porno acción.

Que follen mucho y mejor

Cosas que no sabía de la píldora del día después

Querid@s,

Ayer me tuve que tomar la pastilla del día después. El condón se nos pinchó de tanto usarlo. Los accidentes ocurren. Desde 1996 la Organización Mundial de la Salud declaró que la píldora del día después es “un medicamento sin contra indicaciones absolutas”, y en nuestro país se vende libremente, aunque a muchos se les haya antojado emprender su propia batalla para restringir su venta en este país.

Desde el otro lado del mostrador la farmacéutica me la dispensó sin dignarse a mirarme a la cara. Imagino que no le parecería de buena ciudadana eso de comerse una pastilla para no quedarme preñada. Me sentí juzgadísima por esa señora que me miró con desprecio en cuanto pronuncié la píldora mágica y me retiró la mirada en un gesto de absoluta desaprobación cuando no tuvo más narices que entregármela de mala gana. 20 euros me costó la bromita. Ni que me la regalara usted señora. Sentí que me estaba crucificando, sentí esa mirada de superioridad y pude leer en su fruncido ceño frente que ya me había juzgado. Pecadora, indigna, asesina.

 Esta experiencia mía me recordó a aquel fallo del año pasado del Tribunal Constitucional (TC), en el que con el voto contrario de tres de sus magistrados, se dictó a favor de un farmacéutico (entiendo yo que hiper religioso y conservador) que se negó a dispensar la píldora poscoital en un farmacia de Sevilla amparándose en el derecho a la objeción de conciencia. Esta nueva decisión venía a invalidar la sanción que la Junta de Andalucía había impuesto al católico boticario por valor de 3.300 euros y reabrió el viejo debate sobre la conveniencia de regular la figura del objetor de conciencia si el farmacéutico en cuestión ostenta preceptos morales individuales que le impiden prestar servicios de interés público.

Que yo vendo en un supermercado y viene usted y quiere usted comprar carne, pues me niego a vendérsela porque soy vegetariana.

Que trabajo en una tienda de alimentación y quiere usted comprar vino, pues me niego porque no me parece correcto que usted beba.

No sé, no lo acabo de ver claro del todo. ¿Cómo lo ven ustedes?

¿Sería más adecuada su venta si fuera bajo prescripción médica? ¿Cabría establecer un máximo de veces que se puede dispensar esta pastilla a una misma mujer? ¿Qué ocurrre con las memores de edad?

Está claro que tomar esta píldora a la ligera no es ninguna tontería. Pero esto es de  una lógica aplastante. No creo que nadie en su sano juicio apoye que dos amantes jueguen a ser kamikazes y después de cada polvo sin protección ella vaya a la farmacia y se atiborre a pastillitas para no quedarse encinta. Además de que supone un chute de hormonas de tres pares de narices, acudir de forma sistemática a la pastilla del día después después de haberlo hecho sin preservativo y sólo para prevenir un embarazo no deseado es toda una declaración de intenciones descabelladas. En el sexo, más que el hecho de salir con un bobo o no de un polvo accidentado, el quid de la cuestión es evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Para ello, como siempre, la solución es una correcta educación al respecto. Pero en situaciones normales, en un escenario estándar, creo que nadie más que la mujer que se tome la píldora ha de juzgarla. A cada una el honor de comerse o no la pastilla.

Debates aparte, es la primera vez que me veo en la tesitura de la píldora del días después y había cosas que ignoraba y que quiero compartir con ustedes. La verdad es que me da igual si les parece bien o no que me la haya  tomado. Para aquellas mujeres que en algún momento de sus vidas sexuales necesiten recurrir a las píldora del día después, que sepan que no necesitan tomarla la mañana después de los hechos. Puede usted tomarla esa noche o incluso un par de días después. Ha de tomarse dentro de las 72 horas del imprevisto sexual. Eso sí, cuanto antes se la tome más efectiva será. Pero la píldora no es Magia Borrás. Nada lo es.

Imagino que lo saben, pero la píldora del día después no es lo mismo que la píldora abortiva. El primero retrasa la ovulación y, en algunos casos, evita que un óvulo que está fertilizado se implante en el revestimiento del útero. Lo que no hará es terminar con un embarazo existente.

¿Y después de la píldora? Es posible sentirse fenomenal después de haber tomado la píldora poscoital. Los efectos secundarios más comunes son náuseas y pérdidas de sangre. Entre los efectos secundarios menos habituales le puede tocar vómitos, fatiga, dolor de cabeza, dolor en los pechos, mareos y calambres. Pero también puede ocurrir que no se padezca ningún tipo de efecto secundario.

Una última advertencia antes de terminar. Tomar la píldora del día después no les protegerá de otras relaciones sexuales si no utilizan protección. De manera que si una tiene un imprevisto y se toma la píldora…ante la pregunta del millón ¿Puedo ponerme a follar como una loca y seguir estando protegida? Ningún estudio se ha pronunciado al respecto, pero será mejor que no tiente a la suerte. Haga lo que haga, especialmente con desconocidos, decídase por un método seguro. La pastilla del día después no protege de las enfermedades de transmisión sexual. Ningún remedio es efectivo 100%, así que usted misma. Milagros a Lourdes.

Que follen mucho y mejor.

Las 15 mejores escenas de sexo real del cine

Querid@s,

En un afán mío por reivindicar lo auténtico, lo real, aquellos algos y esos alguienes que existen de manera verdadera y efectiva, en este blog de vicios canallas y ocultos nos deleita -acaso agita- ver en la pantallas escenas de sexo reales. Como nuestra vil existencia. La creencia popular es que el único sexo real en el cine es de las películas porno. Pero esto no es -ni de lejos- cierto. Algunos directores se obsesionan con obtener en sus escenas el máximo realismo posible para sumergir al espectador en un nivel de intensidad más allá. Ay, esas escenas eróticas sin trampas ni cartón, en las que ambos amantes se curiosean los sexos de verdad, en la que las embestidas son tan auténticas como los rugidos de sus fieras y los orgasmos llegan de verdad.

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No neguemos que nos gustan, nos excitan y nos incomodan. Cuando visionamos una escena más tórrida de lo tolerable, lo que hace cualquier hijo de vecino es sonreír si se está en la soledad de su intimidad. Todo lo contrario acontece cuando nos acompaña un segundo espectador  (quizás una abuela o tía abuela octogenaria, confieso que ese ha sido mi caso) en ese tentador visionado y optamos por revolvernos en el asiento. La que no estaba incómoda era mi tía Isabelín, Dios (si es que existe) la tenga en su gloria o donde la tenga que tener. A su edad, sin vergüenzona, me espetó mientras carcajeaba con vergüenza ajena Hija mía, en esta vida se hace de todo.

En cualquier caso, lo mejor es disfrutar del espectáculo y no hacerse el loco intentando disimular que nos agita la sangre y nos complace contemplar cómo otros follan, convirtiéndonos sin remedio en una suerte de voyeurs ocultos en nuestro lado de la pantalla. No pocos son los directores que no graban con prejuicios las escenas simuladas e irremediablemente apuestan por hacerlas de la única manera que saben. De verdad. Polvos que no son de cine -ni falta que hace-, sino reales, polvos que no encierran en sus enredos ni trampa ni cartón. En uno de los más inmensos (en todo el significado de la palabra), además de forma controvertida, si no directamente criminal. Juzguen ustedes.

El último tango en París

El caso de El último tango en París es paradigmático por el abuso que supuso. En la que es una de las escena más perturbadora del cine, el actor, Marlon Brando, sodomiza realmente a la actriz Maria Schneider con la mantequilla.

«Aquella escena no estaba prevista en el guion, aunque digan otra cosa. Pero no pude decir que no. Debería haber llamado a mi agente o a mi abogado, porque nadie puede ser obligado como actor a hacer algo que no esté en el guion. Pero en ese entonces yo era muy joven y no lo sabía. Así fui obligada a exponerme a lo que creo fue verdadera violencia. Las lágrimas que derramo en esa película son verdaderas: son lágrimas de humillación», contó ella en una entrevista en Daily Mail en 2007.

El propio Bertolucci rebatió a la actriz de la siguiente guisa: «Son cosas graves, pero las películas se hacen así. Las provocaciones son a veces más importantes que las explicacionesSe nos ocurrió a Brando y a mí mientras estábamos desayunando, cuando él comenzó a untar una baguette con mantequilla y de pronto nos miramos cómplices«.

Esa complicidad de dos monstruos de la gran pantalla, le ha costado a María Schneider, que entonces apenas había cumplido 19 primaveras, un peso a soportar toda la vida.

El imperio de los sentidos

Ambientada en el Japón de los años 30, la película está basada en la verdadera historia de Sada Abe, una cortesana japonesa conocida por asfixiar eróticamente a su amante, cortarle los genitales y ponerlos a buen recaudo en su bolso. Todo el sexo recogido en este film es real,  In the Realm of the Senses el sexo es real; el asesinato y la extirpación de genital, gracias a Dios, no.

Calígula

Calígula, dirigida por Tinto Brass, retrata la vida del tirano, déspota y depravado emperador romano Calígula. película fascinante, aún sin las escenas de sexo explícito a lo largo de la cinta. Pero más allá de eso, el director contempló y rodó escenas con una alta carga erótica, fue  la injerencia del productor del largometraje Bob Guccione, fundador de la revista Penthouse, quiso añadir escenas explícitas de sexo. Las rodó por su cuenta y las añadió aposteriori a la edición aprobada por Tinto Brass. Algunos actores se retiraron del rodaje cuando se dieron cuenta  del tinte que estaba cobrando el proyecto que muchos califican como porno.

Cruising

Pocos han entendido Cruising que fue tildada de homofóbica. Este thriller, protagonizada por un jovencísimo Al Pacino que interpreta a un detective de policía que se infiltra en el sórdido ambiente gay de la ciudad de Nueva York para cazar a un asesino en serie que mata a homosexuales tras practicar juegos sexuales con ellosPresenta escenas de sexo gay reales  y un ambiente tan perturbados que el director William Friedkin tuvo que presentarla a la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos unas 50 veces, pagar 50 mil dólares y eliminar 40 minutos del metraje original par que la puritana asociación le diera el visto bueno.

Los Idiotas

Romance

La directora francesa Catherine Breillat continúa explorando la sexualidad en su filmografía. En Romance, Marie busca la satisfacción sexual fuera de su relación. Cuenta con el famoso actor porno italiano Rocco Siffredi que tiene escenas de sexo real con su compañera de rodaje.

Baise-moi

El títulos de Baise-moi ha sido traducida como Kiss Me (Bésame), Fuck Me (Fóllame), y Rape Me (Viólame). La trama de este thriller gira en torno a una historia de venganza y violación, por lo que está lleno escenas violentas que no son reales, pero las de sexo sí lo son.

Intimacy

Inspirada en El Último Tango en París, aunque más undergrund que su musa, todas las escenas de sexo son reales. Cuenta la historia de Jay (Mark Rylance) y Claire (Kerry Fox) , dos extraños que se reúnen una vez a la semana para tener sexo y acaban desarrollando lentamente una necesidad emocional el uno por el otro.

9 Songs

La película 9 Songs incluye tomas en conciertos reales de bandas como The Dandy Warhols, Black Rebel Motorcycle Club y Franz Ferdinand. Pero aquí no queremos engañar a nadie, la trama del metraje es el constante sexo (real) entre los dos protagonistas. Magnífica.

Anatomía del Infierno

Otra película de Catherine Breillat en la que interviene de nuevo el portento italiano. Anatomy of Hell explora los secretos retorcidos y extraños y el lado más oscuro de la sexualidad humana, tanto de hombres como de mujeres.

Shortbus

El film se ubica en a ciudad de Nueva York, en un club underground llamado Shortbus al que acuden jóvenes para disfrutar del sexo con otras personas hasta experimentar delirantes dosis de placer. La mayoría de los actores eran nóveles y aceptaron rodar escenas de sexo real. Una de la mejores escenas es sin duda la de Sofía y su huevo vibrador.

Anticristo

 En este film también de Las Von Trier, una pareja fornica en la ducha y no es una escena simulada. Eso sí, los actores utilizaron dobles para las escenas explícitas..

Nymphomaniac

Lie with me

En este filme canadiense con alto y gráfico contenido sexual, las escenas de sexo son completamente reales y protagonizadas  por los actores que lo protagonizaron. La película va más allá con una trama en la que el sexo es parte fundamental de la vida.

Que follen mucho y mejor.