Archivo de enero, 2014

A vueltas con la masturbación

Para hoy tenía pensado hablar de otra cosa. Pero ocurre que, como mucha gente, también yo leí ayer el artículo que ABC publicó en la llamada “aula de sexualidad” de su edición digital, en el que explicaba de forma supuestamente didáctica cómo evitar la masturbación.

El texto, elaborado por un equipo de profesionales de la Universidad de Navarra, del Opus Dei, alcanzó enseguida una gran repercusión en Twitter, pero para aquellos que no tuvieron ocasión de leerlo, os lo resumo brevemente. Comenzaba diciendo que “la masturbación no es ni buena ni necesaria para la salud” y que “decidirse por no masturbarse es una muestra de madurez y valentía”. A continuación, explicaba cómo luchar contra ella, para lo cual es esencial “protegerse de la erotización del entorno”.

orgasmo

GTRES

Señalan como factores peligrosos que inducen a ella “el aburrimiento, la soledad, el miedo, el estrés y el cansancio”. Para salir de su “círculo vicioso” recomiendan “protegerse del erotismo ambiental, tener un estilo de vida sano, elegir bien las amistades y ocupar constructivamente tu tiempo libre”. Como ejemplo de esto último, aconsejan buscar respuestas a “problemas como el aborto, la clonación o la eutanasia”. Vamos, que solo les faltó haber puesto para terminar aquel famoso vídeo de «Amo a Laura, pero esperaré hasta el matrimonio…”

Afortunadamente, cada cual puede pensar y tener las creencias que le de la gana, y me parece perfecto que todo aquel que así lo prefiera, por las razones que sean, opte por no masturbarse. Eso sí, siempre y cuando no traten de joder al que elige lo contrario ni intenten convencerlo de que son unos/as «débiles mentales, inmaduros y viciosos”.

Porque puestos a opinar, pues opinemos todos. Y como este blog es eso, un espacio de opinión, entre otras cosas, pues opino que de lo único que tenemos que protegernos es de gente como ustedes, señores profesionales del equipo de educación sexual de la Universidad de Navarra. Aunque he de reconocer que algo han mejorado el discurso, al menos ya no atemorizan al personal con que pueden quedarse calvos. Dejen de crear miedos, culpas y complejos con lo más natural que tenemos en esta vida. La sexualidad es inherente a las personas y cada uno es libre de vivirla como plazca.

Masturbarte no te hará ser más listo, pero desde luego, no te hará ser más tonto. No te hace mejor ni peor. Es simplemente una forma de conocerte, de experimentar con tu cuerpo, de explorar tu propia sexualidad y de darte placer. Y eso, señores, sí que es bueno. Se puede hacer solo o en pareja y no es exclusiva de los adolescentes. De hecho, debería formar parte de todas las etapas de la vida del ser humano, en mi humilde opinión. Hasta el 95% de los hombres y el 89% de las mujeres dicen masturbarse con frecuencia, según un estudio reciente efectuado en los Estados Unidos. ¿Eso los convierte a todos en débiles, cobardes, inmaduros y viciosos?

Varias veces he dicho ya que este es un espacio sin pretensiones, en el que solo se cuentan historias, puntos de vista y algunas reflexiones. No se pretende dar lecciones a nadie, ni mucho menos hacer proselitismo de nada. Pero hoy voy a romper mis propias reglas para hacer una sentida recomendación: antes de decir tonterías, prueben a hacerse una buena paja.

¿Qué es peor, una infidelidad carnal por sexo, o mental con amor?

Cuando la tentación arrecia, ¿qué es peor? ¿La infidelidad carnal, o la mental? ¿Consumar una mera aunque fuerte atracción física, o involucrarse sentimentalmente con alguien pero sin cruzar la línea? Antes de responder habría que ponerse en ambos lugares, en el del que sufre el engaño y en el del que lo comete. Seguramente la perspectiva cambie. O no.

solo una noche

Fotograma de ‘Solo una noche’

El debate viene de lejos, pero merodea por mi cabeza tras volver a ver Solo una noche, la intimista y honesta cinta de Massy Tadjedin. La película no juzga a los protagonistas, solo plantea el dilema. Joanna (Keira Knightley) y Michael Reed (Sam Worthington) son un joven matrimonio, guapos y triunfadores. Se quieren, sin duda, pero el exceso de trabajo los aboca a una crisis, y en esas están cuando él tiene que enfrentar la fuerte atracción sexual que siente por su sexy compañera de trabajo (Eva Mendes), que va a por todas. Ella, entretanto, se encuentra de imprevisto con un antiguo amor, alguien con quien fue feliz y a quien, de alguna forma, nunca ha olvidado.

Aunque la peli es de 2011, no quiero meter ningún spoiler, por si acaso, pero sí diré que, como consecuencia de lo anterior, ambos tendrán que replanteárselo todo. ¿Qué es más peligroso? ¿Qué duele más? ¿Qué es más difícil de perdonar? La propia Keira Knightley decía en una entrevista a ABC que, durante el rodaje, ella cambiaba de opinión cada cinco minutos, al igual que el resto del equipo.

Para mí fue la típica película sobre la que sigues dando vueltas horas después de salir del cine. En frío es fácil pensar en ello, pero supongo que, para poder resolver esa pregunta, hay que pasar por ello. Y cada uno tendrá su respuesta, en función de sus propias experiencias. En ambos casos, alguien lo pasará mal. Algunas parejas superarán eso, otras se romperán. Pero es algo que puede pasar en cualquier momento, y a cualquiera, ya sea a un lado o al otro. Nadie debería sentirse a salvo de eso. Sea como fuere, merece la pena meditar sobre ello, aunque yo, a día de hoy, sigo como Keira. Ahora pienso una cosa, y dentro de cinco minutos no.

 

La maldición del ex que ni come ni deja comer

No es nada nuevo. Hasta a Lope de Vega le dio para escribir una de sus míticas comedias, allá por 1618… Pero el perro del hortelano sigue a la orden del día. Ni come ni deja comer, el maldito. O la maldita, porque no entiende de sexos.

pelea de novios

GTRES

En este caso vuelve a mi mente por el caso de una amiga, de la que ya os he hablado anteriormente. Os resumo rápidamente: 10 años de pareja, dos de ellos casados. Están intentando tener un hijo y un día, de repente, él le dice que se ha dado cuenta de que no la quiere y adiós muy buenas. No hay margen para ningún intento de nada; el argumento es aplastante.

Lo de después ya lo imagináis. Lágrimas, psicólogo, descenso a los infiernos y un día, al fin, un poco de tregua. Y entonces, cuando empezaba a respirar, conoce a alguien. El mundo es un pañuelo y, a las pocas quedadas, alguien le va con el cuento al ex. Resulta que los ha visto de la mano entrando en el cine.

Dado lo poco que la quiere, es decir, nada, lo lógico es que no le hubiera importado. Es más, sabiendo como sabe lo mal que lo ha pasado, lo normal es que, aunque fuera por los años compartidos, se hubiera alegrado. Más que nada porque así aligeraría la culpa y el mal sabor de boca. Pero no, el tipo lo que siente es un ataque de cuernos como una catedral y empieza a dar por culo.

Aparece por la casa de ambos cuando ella está haciendo cajas, recogiendo sus cosas, sin previo aviso, y le pone ojitos mientras intenta por todos los medios cualquier acercamiento. La llama, le manda mensajes… Y cuando ella parece flaquear, se vuelve implacable de nuevo. Una de cal, otra de arena y así hasta la eternidad, mientras lo dejen, claro. No la agarra, pero tampoco la suelta. El resultado es ella vuelta loca y sin saber qué hacer, qué pensar ni qué decir. Entretanto, el otro ha dado un paso atrás, a ver si se aclaran. ¿Qué otra cosa podía hacer, el pobre? Así no hay quien pueda.

Cena por todo lo alto con vibrador incluido; morbo asegurado

El morbo residía, especialmente, en tener que disimular. Allí estaban ambos, rodeados de gente en un carísimo y moderno restaurante del centro de Madrid. Elegante y sexy ella, impecable él. Querían celebrar sus 10 años juntos. Animados por el vino y excitados por lo que solo ellos sabían, no se quitaban los ojos de encima, divertidos. Ella, que bajo el vestido llevaba una exquisita ropa interior negra, ocultaba entre las piernas un pequeño juguetito. Dentro, muy dentro.

huevo vibrador con control remoto

VIBRAFACCION.COM

Ni lo habría notado si no hubiera sido porque él, cuando consideraba oportuno, apretaba los botones del mando a distancia que guardaba en el bolsillo de la chaqueta. Dar placer a su voluntad… e interrumpirlo, arrebatarlo. “¿Más vino, señora?”, pregunta el camarero. Ella intenta mantener la compostura.

Me lo cuenta entusiasmada, con la risa nerviosa de una niña pequeña que acaba de cometer una travesura. “Lo mejor fue el polvo de después”, me dice. Y eso que llevan 10 años juntos. Claro, así cualquiera.

En cuestión de sexo, ¿con o sin pelos?

Pubis rasurados, ingles brasileñas o mata salvaje. Y lo mismo aplicado a piernas, axilas o torsos masculinos. Aunque seamos sinceros: el tema afecta mucho más y de lleno a las mujeres. ¿Tabú, moda, higiene, cuestión cultural? Sea como fuera, el debate al respecto, casi siempre polémico, no tiene fin y parece que está más candente que nunca.

maniquíes con pelo púbicoLa última vuelta de tuerca sobre el asunto la ha dado la firma American Apparel, que esta misma semana, para su campaña de San Valentín, ha vestido a los maniquíes de su tienda de Manhattan con sus prendas de ropa interior. Esto no tendría nada de especial si no fuera porque estas figuras mostraban una gran cantidad de vello púbico.

El objetivo, según los creadores de la campaña, es mostrar «la crudeza y el carácter real de la sexualidad”, cuenta The Hufftington Post. No digo yo que ese no fuera el objetivo, pero la firma es famosa por otras campañas publicitarias impactantes, y desde luego, esta vez han vuelto a conseguirlo. Los habitantes de la Gran Manzana se quedaron alucinados, y nadie que pasara por delante de los escaparates se ha mostrado indiferente. La gente se paraba a hacer fotos y el asunto saltó a las redes sociales, donde pronto se convirtió en el centro de comentarios a favor y en contra. Polémica servida y objetivo logrado.

vello púbico

GTRES

Más allá de lo estrictamente publicitario, el debate de fondo sigue siendo el mismo. ¿Mejor con o sin? «Invitamos a los transeúntes a explorar la idea de lo que es ‘sexy’, considerar cuán cómodos se sienten con la forma femenina natural”, decía la directora creativa de los escaparates. Pero, ¿es sexy lo natural? Cada vez son más los que creen que debería serlo. Paloma Goñi, una periodista y bloguera española, es una de ellas. Por eso decidió hace tiempo dejar de depilarse, como contó hace unos meses a 20minutos: «Lo más común es que me digan que soy una puerca y que es anti-higiénico lo que hago”.

El caso es que yo, por más que pregunto, no encuentro a una sola chica que haya optado por la estrategia de Goñi. Muchas por convicción, porque los pelos corporales y púbicos les horrorizan, pero una cantidad importante de ellas reconoce que es por falta de valentía. “No es fácil desafiar los cánones establecidos”, me dice una amiga. “Y si tienes pareja y confianza con ella todavía, pero si estás soltera y sales a ligar, no te digo nada…” Eso sí, todas reconocen que es un engorro.

En cuanto a los chicos, lo mismo. Alguno he encontrado que me diga que le da igual, pero la mayoría de aquellos a los que he preguntado reconocen que unas piernas y unas axilas femeninas llenas de pelos les tiran para atrás. En el pubis ya he encontrado más matices. Casi todos lo prefieren “recortadito”, pero los hay que se pirran por el rasurado completo. Y sí, también ha habido alguno al que dice ponerle “el felpudo de toda la vida”.

Por la parte que me toca, ni tanto ni tan calvo (nunca mejor dicho). Es un engorro, sí, maldigo a quien lo inventó, pero no soy tan moderna como para ir con las melenas al viento, que le vamos a hacer. Aunque el rasurado estilo barbie tampoco es lo mío. Tampoco me he apuntado aún a la depilación láser. Ya sé que es muy cómoda y tal, por eso de que es para siempre, pero es que cuando veo a la mitad de mis amigas con el asunto en plan bigotito de Hitler, pienso: ¿ ¿Y qué harán todas estas que se han depilado hasta el alma si dentro de unos años vuelve a ponerse de moda la mata?

Sexo en el coche, ¿un clásico por necesidad?

No sé quién pasó más vergüenza, si ellos o yo. Volvía de una noche de cena y copas con amigos por la Latina, y como tuve que esperar un buen rato para poder conducir, se me hizo bastante tarde. Llovía a cántaros, así que entré corriendo al aparcamiento de la Plaza de la Cebada. Me disponía a abrir la puerta para entrar en el coche cuando los vi. Estaban, ahí, en un escarabajo negro justo al lado, acometiéndose semidesnudos. Me quedé quieta, boquiabierta, durante no sé cuantos segundos. Entonces la chica abrió los ojos, giró la cabeza y me miró. Grita ella, yo doy un respingo, el tío me mira con cara de susto primero y de cabreo después, y justo cuando empiezo a hacer el gesto de pedir perdón con las manos mientras me meto a toda prisa en el coche, aparece a lo lejos el vigilante con cara de pocos amigos. Arranco y me piro. No está mal para terminar la noche.

sexo en el coche

GTRES

Luego, ya de camino a casa, me pongo a pensar. ¿No tendrían mejor sitio? Porque la garita del vigilante estaba llena de cámaras, y además de la pillada, qué incomodidad… que no eran precisamente quinceañeros. ¿O es que era tanta la urgencia? Me pregunté cuándo fue la última vez que yo lo hice en un coche y no pude evitar sonreír. Fue hace años, en verano, en un camino de tierra cerca de la playa. El episodio me recuerda bastante a aquella canción de Extremoduro, Que sonrisa tan rara. Disimula/que ha parado la guardia civil/dónde coño he puesto el pantalón/destrozaron nuestra intimidad/pa pedir la documentación… Pues más o menos igual.

Y así, echando la vista atrás, no pude menos que sentir hacia los coches una gran gratitud. No por ese momento en particular, sino por tantos otros en los que la ecuación juventud + falta de casa y de dinero convierte a cualquier vehículo de cuatro ruedas en tu mejor aliado. Mío, y de tantos otros. Y aunque muchas veces requiera poner a prueba el ingenio y la audacia, ¿cuántos deberían sentirse agradecidos por haber tenido en su día un coche a mano? “Dios bendiga al simca mil”, decía un amigo hace años. Nadie lo explicó mejor que los Inhumanos.

Pues eso, que a falta de pan, buenas son tortas. Aunque, ahora que puedo pagarme un alquiler, va a ser que me quedo con el pan.

A más nivel económico, ¿más satisfacción sexual?

Sí, lo sé, estoy un poco técnica últimamente con tanta investigación y tanto estudio, pero es que han salido uno detrás de otro de repente y no puedo dejar de comentarlos. Algunos por chorras, otros porque me parecen esclarecedores.

El último, por ejemplo, es un análisis realizado por un equipo de la Agencia de Salud Pública de Barcelona que ha publicado Annals of Epidemiology. ¿En qué consiste? Pues han cogido los resultados de la Encuesta Nacional de Salud Sexual de España y han analizado la influencia sobre ellos de diversos factores socioeconómicos. La conclusión ha sido que estos afectan enormemente a la satisfacción sexual, sobre todo, por lo visto, a las mujeres. Ojo que no lo digo yo, lo dicen estos chicos tan listos.

dinero

ARCHIVO

La investigación concluye que las personas, especialmente las féminas, cuanto más alto es su nivel socioeconómico, mejores relaciones sexuales dicen tener y más satisfechas se muestran. Y viceversa. Gracias a la encuesta, para la que se realizaron 9.850 entrevistas, se han detectado desigualdades socioeconómicas y de género en prácticamente todas las dimensiones estudiadas.

Habrá quien haga una interpretación sesgada y machista de estos resultados, alegando que esto es la prueba de que las mujeres son unas materialistas que solo buscan seguridad y dinero, y habrá quien vaya un poco más lejos y piense que solo pone de manifiesto las distintas sexualidades de unos y otros. Quizás a ellas les cueste más abstraerse de su entorno, de los problemas del día a día, quizás les cueste concentrarse en la faena si no pueden dejar de pensar en cómo pagar las facturas y llegar a fin de mes. Una situación socioeconómica jodida puede causar mucha angustia. Solo hay que echar un vistazo a cómo está el patio.

El estudio, por otro lado, afirma que los españoles están más satisfechos con las relaciones sexuales mantenidas con parejas estables… pero eso, mejor lo hablamos en otro post. No más estudios para la semana que viene, lo prometo.

Buen fin de semana a todos.

Viagra femenina, ¿un remedio milagroso para la falta de apetito sexual?

Orgasmos. Tan placenteros, tan anhelados y, en ocasiones, tan difíciles de conseguir. Eso y que, a veces, la falta de libido se convierte en un auténtico tormento para muchas mujeres de todas las edades. Es lo que se conoce como trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH), algo por desgracia demasiado común. Según los datos, una de cada cinco féminas sufre ese o el trastorno orgásmico, popularmente conocido como anorgasmia, en algún momento de su vida.

GTRES

GTRES

Los especialistas opinan al respecto que, salvo los casos diagnosticados médicamente, que son los menos (10%), la mayoría de estos trastornos tienen una base psicológica. Estrés, ansiedad, miedos, inseguridades, complejos, problemas de pareja… La lista es interminable. El caso es que ahora, después de un largo historial de intentos y fracasos, una empresa británica acaba de anunciar que para el año que viene espera poder sacar a la venta la ORL101, una supuesta pastilla para aumentar el apetito sexual de las mujeres, más conocida como la viagra rosa.

Los responsables de la firma se llenan la boca con las pretendidas virtudes de la “revolucionaria” píldora. La clave, según ellos, es la melatonina, una hormona que se encuentra en el cuerpo de forma natural y que, sintetizada, ya se vende en forma de tratamientos homeopáticos. Normalmente se usa para ajustar el reloj interno del cuerpo y combatir trastornos del sueño. Sin embargo, en este nuevo fármaco contribuiría, según aseguran los representantes del laboratorio, a un correcto balance entre determinados neurotransmisores para lograr unos niveles aceptables de deseo sexual. Y encima solo tendría un único efecto secundario: que disminuye el apetito, con lo que además las mujeres que la usaran adelgazarían. Toma ya, operación de marketing perfecta.

Para rematarlo, afirman que podrá aumentar la libido durante dos horas si se toma entre cinco y 15 minutos antes del acto sexual. O sea, que da igual lo jodida que estés y lo miserable que te sientas, tómate una de esas pastillitas y, durante 120 minutos, serás una loba salvaje y lujuriosa capaz de satisfacer a un ejército de machos hambrientos de sexo. No sé, igual es que tengo un mal día, pero a mí me parece un insulto a la inteligencia. Que no digo que no puedan ayudar en algunos casos de, como decíamos antes, problemas médicos y orgánicos diagnosticados; pero no hay pastillas que curen una mala relación de pareja, ni los prejuicios, ni problemas emocionales, de abusos o de educación.

No es la primera vez que las farmacéuticas intentan hacer negocio con esto. Hay un largo historial de ensayos, de distintas firmas. En 2010, la FDA, la agencia encargada de analizar cada nuevo fármaco que sale en el mercado estadounidense, no dio la autorización a un medicamento similar de otra empresa por las muchas dudas que existían sobre su seguridad y, fundamentalmente, sobre su eficacia. No obstante, ahora parece que la cosa ha mejorado, según nos cuentan, y a lo largo de este año esperan hacer los estudios clínicos pertinentes y obtener las autorizaciones de comercialización. El objetivo: que llegue a las farmacias en 2015 con un precio aproximado de 15 euros. Teniendo en cuenta que la viagra de Pfizer ha sido recetada a más de 37 millones de personas desde que salió a la venta en 1998, el negocio no puede ser más redondo. No sabemos cómo le irá a la rosa si sale finalmente adelante, pero la azul mueve 1.250 millones de euros anuales.

En fin, que puede ser un avance en la compresión biológica y neuroquímica de la sexualidad de las mujeres, una materia tan compleja como ellas mismas, pero que, a mi juicio, la clave de nuestra satisfacción sexual radica en cambiar nuestras vidas y nuestras cabezas, no en conseguir una pastillita milagrosa.

PD: A las escépticas y escépticos os recomiendo ver el documental de Liz Canner ‘Orgasm Inc’

La erótica del poder

“El poder es el mejor afrodisíaco”, dijo Kissinger. Y seguro que sabía de lo que hablaba, que por algo ha sido uno de los políticos más influyentes y poderosos del siglo XX. Estos días, viendo las noticias que llegan del Elíseo, no he podido evitar acordarme de aquello. En esta ocasión, se trata de un nuevo escándalo privado/sentimental con el presidente de la vecina república como protagonista y que ha acabado con la todavía primera dama, Valérie Trierweiler, ingresada debido al “fuerte golpe emocional”. La razón: los presuntos amoríos del susodicho con la actriz Julie Gayet, publicados el viernes por la revista Closer.

EFE

EFE

Una versión posmoderna de El príncipe y la corista, solo que con cuernos de por medio. Claro que no sé por qué se sorprende la afligida Valérie, porque es exactamente lo mismo que le pasó a la socialista Ségolène Royal, madre de los cuatro hijos de François Hollande y su esposa durante 30 años, cuando allá por el 2007, estando todavía casados, se lió con ella. Quien a hierro mata a hierro muere, que diría mi madre, aunque ya os he dicho otras veces que mi madre es una chunga.

Más allá del tema cuernos, con todo el jaleo que se ha montado, no he podido evitar mirar una foto del causante de tanto revuelo y pensar: ¿cómo demonios se las arregla este hombrecillo con pinta de oso amoroso para ser un auténtico fucker? Porque la lista no se queda en la glamourosa periodista ni en la conocida actriz francesa; antes hubo bastantes otras, casi siempre mujeres más jóvenes y hermosas. Y así, pensando en estas cosas, me acordé de su predecesor, Nicolas Sarkozy, y de sus flamantes zapatos con tacón, al más puro estilo Fary, junto a la siempre bella y enigmática Carla Bruni.

¿Pero cómo es posible? Y ahí es donde las palabras de Kissinger reaparecen en mi cabeza con una vigencia absoluta. Y no, no se trata solo de políticos ni ricachones. Actores, jefes, profesores… el poder se ejerce en cualquier ámbito de la vida y funciona como un imán, una especie de piedra filosofal capaz de convertir al más anodino de los seres en objeto de profunda atracción y deseo. ¿Misticismo?, ¿idealización?, ¿fantasía? Sea como fuere, es algo real. El poder embriaga. Lo que pasa es que luego hay que tener cuidado con la resaca.

Sexercise, o cómo ponerse en forma practicando sexo

Siempre se ha dicho, pero resulta que ahora lo acaban de demostrar: el sexo adelgaza. Bueno, en realidad no es que adelgace, sino que equivale a una sesión considerable de ejercicio físico. Concretamente, a 30 minutos de jogging, running, o cómo demonios se llame ahora a salir a correr, ya sea en el parque o en una máquina de esas en las que siempre estás en el mismo sitio. Claro que, para eso, tienes que estar una hora dándole que te pego. ¿Quién narices aguanta tanto?

Así se desprende del estudio que un equipo de investigadores de la Universidad de Quebec en Canadá acaba de publicar en The Public Library of Science. Según sus descubrimientos, los hombres gastan 120 calorías durante una media hora de sexo, mientras que las mujeres consumen 90 (¡¡¿quiere decir esto que ellas se mueven menos??!!). Esto es casi la mitad de lo que quemarían en una marcha a buen paso de 30 minutos. O lo que es lo mismo, 4,2 calorías por minuto de sexo para ellos y 3,1 para ellas. Es lo que llaman Sexercise.

GTRES

GTRES

Para llegar a semejante conclusión eligieron a un grupo de 21 parejas sanas con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, que tuvieron que mantener relaciones sexuales una vez a la semana durante un mes. Además, corrían moderadamente sobre una cinta durante 30 minutos semanales. La relación sexual en sí, según el estudio, comprendía los llamados juegos preliminares, el coito y al menos un orgasmo por parte de uno de los miembros de la pareja. Resultado: “El sexo puede ser considerado un ejercicio físico significativo”, concluyen los investigadores.

“La actividad sexual es una actividad importante y relevante para la vida humana y parece tener un impacto en la salud mental, física y social, así como la calidad de vida del individuo. Considerando que puede ser una de las actividades más practicadas regularmente durante toda la vida de las personas, parece importante llevar a cabo investigaciones sobre este tema”, añaden.

Pues que sigan investigando, que está muy bien, pero vamos, que digo yo que no hace falta invertir mucho para saber que follar implica ejercicio físico. La novedad de esta investigación, eso sí, radica en que han cuantificado por primera vez hasta qué punto, con el número de calorías y todo ese rollo. Por cierto que, para terminar, los participantes hicieron saber al equipo de investigadores que el sexo les resultó más placentero que el ejercicio puro y duro… Nos ha jodío.