Poco a poco, muy lentamente, va mejorando. Aunque tiene sus días, claro. Lo que más me sorprende es que, asumido ya que él no la quiere y que la decisión de divorciarse es irrevocable, lo que la obsesiona es si él lo está pasando mal, o no. “Necesito saber que también está sufriendo, que esto no le sale gratis”, me repite.
No puede soportar la idea de no dolerle, de no importarle, de no escocerle. Siente que, de otra forma, su vida a su lado habría sido una gran mentira y se pone enferma de solo pensarlo. “¿Cómo es posible dar ese paso, de un día para otro, sin mirar atrás, sin que te tiemble el pulso, sin una duda”?, dice una y otra vez. Ella piensa con su lógica, pero olvida que cada uno tiene la suya propia, y que si sigue por ese camino acabará volviéndose loca. No malgastes tu tiempo y tu energía en especulaciones sobre lo que piensa o siente, eso solo lo sabe él, le digo, pero no sirve para nada. Qué fácil es hablar cuando ves la historia desde fuera…
De alguna manera el dolor de él, cuando cree que lo padece, la alivia. Pero cuando al otro lado solo encuentra indiferencia, su historia se reduce a la nada y se siente vacía, estafada. Entonces, tras el hundimiento inicial, le sobreviene una oleada de rencor, un rencor tan intenso que casi puedo tocarlo. Su cabeza no puede parar de imaginar situaciones en las que él está feliz con sus amigos, con una nueva mujer, con una nueva vida, indolente. Y es ahí cuando no puede evitar desearle lo peor, querer verlo desahuciado, solo y hundido. Un despecho tan grande que asusta.
Anoche, tras una agotadora sesión de llantos y ataques de odio a partes iguales, me acordé de una canción de Albert Pla incluida en la banda sonora de Carne Trémula, una peli de Almodóvar. Se llama Sufre como yo y dice algo así: Yo quiero que tú sufras lo que yo sufro/y aprenderé a rezar para lograrlo/yo quiero que te sientas tan inútil/como un vaso sin whisky entre las manos/Que sientas en tu pecho el corazón/como si fuera el de otro y te doliera/yo te deseo la muerte donde tú estés/y aprenderé a rezar para lograrlo. Heavy, pero real como la vida misma. Aquí os dejo la escena completa (la canción empieza en el segundo 52).
Me gusta el artículo.
Realmente, tocas un punto que es peligroso. «Sufro tanto que tengo que hacerle sufrir. Quiero destruirle para que sufra lo que yo, y haré lo que sea para conseguirlo»
De ahí a una denuncia falsa por malos tratos (Que, encima, es humillante para las verdaderas maltratadas) hay un paso tan tenue que puede darlo sin despeinarse.
Espero, Lilith, que puedas guiarla de vuelta hacia una vereda luminosa. Suena muy a george lucas, pero una vez que entras en el camino oscuro, este gobernará tu destino para siempre.
Las parejas se rompen o por una traición, o por falta de sentimientos. No hay ningún otro motivo.
Por tanto, es completamente normal. Lo que debería plantearse tu amiga no es «le soy indiferente», sino «ahora lo soy… y en algún momento no lo fui».
Cuanto antes se libre de la sensación de engaño, mejor le irá. Que no la ame ya no implica que nunca la amara, incluso si se lo dice.
Todos sabemos que en una creciente conversación llena de rabia, decimos mentiras para herir a los demás.
Ella, mejor que nadie, debe saber si la amó alguna vez. Es algo que se sabe con una sola mirada.
Suerte y sigue escribiendo así. Se nota que eres una mujer con las ideas claras, ojalá te copiaran algunas 😛
11 noviembre 2013 | 14:24
Lo cierto es que cuando una historia termina y eres la ‘dejada’ y por lo tanto la perjudicada molesta mucho y enfurece ver cómo el otro, el que ha sido parte de tu vida hasta hace nada, se olvida de ti por completo y se entrega a una nueva historia lleno de ilusión y ganas. Es muy humano tener la necesidad de verl@ sufrir o al menos tener la certeza de que en algún momento le importaste y ‘sentir’ su bajón, un poco de desánimo…. Me parece muy duro desear que le vaya mal o la muerte, eso no, eso me parece horrible, pero desearle que le vaya fatal con su nuevo amor y que no le dure nada, lo he deseado con todas mis fuerzas en alguna lejana ocasión ¬¬
11 noviembre 2013 | 14:37
Hay un dicho popular que me gusta mucho y dice que: «no es lo mismo caerse de un burro que ver cómo se caen los demás». Quiero decir que es más fácil opinar sobre la ruptura de otros que la de uno mismo, porque parece que somos más objetivos, que podemos aportar más, pero cuando esa realidad la debemos padecer nosotros mismos, las cosas cambian, los conceptos adquieren valores diferentes y sólo podemos reaccionar de la manera que mejor somos capaces de hacer. Ya sea gritando, odiando, resignándose, etc.
11 noviembre 2013 | 14:45
Por cierto, en una ocasión una amiga estaba separándose de su pareja y para hacerle la vida imposible se acostó con el mejor amigo de su marido. Pero tubo tanata mala suerte que cuando su pareja vino a casa y la descubrió en la cama con el mejor amigo, era para decirle perdón y para que siguieran juntos. En fin, nunca se puede tener todo controlado.
http://interesproductivo.blogspot.com.es
11 noviembre 2013 | 14:59
Es muy duro y triste a la vez, cuándo ves que la persona con la quién compartías todos tus secretos, amor, intimidad, tu tiempo… esta con otr@ o «simplemente» ya no te quiere y tú seguias tan enamorad@ como el primer día. Cuándo ves una foto y tiene la misma mirada que cuándo eras tú quién se la hacías mientras observabas con tu cálida mirada, inmortalizando ese recuerdo que a día de hoy te machaca una y otra vez, que darías lo que fuera para que el tiempo retrocediera de nuevo. Llevo 4 meses en el que cada mañana me encuentro igual que el día siguiente cuándo ella me dejó. Es difícil dar un consejo porque el dolor no es como una experiencia que puedas compartir. Pero también se agracede cuándo tienes a alguien a tu lado con quien poderte desahogar. Duele cuándo uno no tiene fuerzas ni para mirarse al espejo o salir a la calle y ves que la otra persona hace su vida como si no existieras. Tiempo al tiempo.
«A aquel que yo entregué mi amor, me recompensa con dolor, traición, venganza y ambición.Tranquilo, que tu frustración no se apodera de mi ser».
11 noviembre 2013 | 15:49
Si las mujeres ya son «víboras» de por si, no quieran imaginar cuando están despechadas. Su único objetivo es joder al hombre y no les importa utilizar a los hijos. Lo mejor es no caer en la trampa que nos pone la sociedad de estar siempre con una persona. Lo mejor es la promiscuidad, miren ustedes: http://xurl.es/v5xe8
11 noviembre 2013 | 15:50
por desgracia en mi caso es el contrario, he sido yo al que han dejado, y pienso que si realmente has querido y sigues queriendo a esa mujer que te ha dejado no quieres que sufra, quieres lo mejor para ella (aunque eso sea no verla mas y tu pasarlo fatal) solo piensas en que su vida mejore sin ti, en apartarte de su camino para no estorbar.
11 noviembre 2013 | 16:02
Es muy difícil la situación que describes, por mucho que hayas amado o precisamente por eso, se te abren las carnes si sabes que tu todavía amor sale y entra como si jamás hubieras existido en su vida y si además ya tienes «sustituta» el duelo se complica y es terriblemente más doloroso.
He llegado a desearle de todo no a él, si no a las chicas que pasaron por su vida después de mí.
11 noviembre 2013 | 16:19
Para Dice ser VÍBORAS:
Que tú hayas conocido a una zorra así no quiere decir que las demás seamos iguales 😉
Si a mí me pasa eso, yo sufriré, lloraré, me subiré por las paredes… pero de lo demás ya se encargará la vida de ponerle en su sitio si es que me ha jodido…
11 noviembre 2013 | 17:34
Yo llevo ocho meses rezando para que mi marido deje a la víbora con la que se fue a vivir y por la que me dejó totalmente tirada en un momento dificilísimo de mi vida. Ella en el fondo sabe que no está a salvo de nada si no es idiota tienen que verlo. Un hombre que fue capaz de dejarnos a nosotros, a nuestro hijo y a mí embarazada de mi segunda hija, ¿qué no va a ser capaz de hacer con ella cuando se le pase la novedad? No le deseo a nadie el dolor por el que he pasado, pero me voy a sentar a disfrutar del momento cuando ella pase a ser su ex y él quiera regresar a casa. Ese día está cada vez más cerca, mi hija tiene cinco meses y el viene todos los días a vernos a los tres, cada vez son más largas sus visitas y más grandes sus ganas de quedarse, le cuesta regresar a su nidito y me ha pedido alguna noche por favor que lo dejara quedarse. Le voy a dar un poco más de cuerda para que se ahogue y se la voy a devolver igual de fuerte a los dos y en toda la cara. Ahora me toca a mí reír.
11 noviembre 2013 | 17:38
Es duro olvidar, pero no hay pena que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. Ella tiene que pasar su luto. Cuanto dura un el luto ??? ni idea, yo lo deje/me dejo hace 3 meses y no me apetece salir ni relacionarme con nadie pero mentalmente estoy bien.
Todo pasa …
11 noviembre 2013 | 17:57
Que fina es la linea qe separa el amor del odio, que retorcido es el alma humana que es capaz de causar dolor a quien amó solo por el meroresarcimiento de la venganza…
http://www.lunaenpapel.blogspot.com
11 noviembre 2013 | 19:29
No soy capaz de odiar a quien ha compartido momentos maravillosos de mi vida,si se tiene q acabar sera pq una de las dos partes no esta todo lo feliz q desea, así q lo único q me quedaría es desearle toda la felicidad del mundo y poder recordar solo lo bueno.
Supongo q si me ha querido en algún momento,intentara hacerme el menor daño posible.
Además aquí estamos de paso,y odiar no esta en mis planes a corto plazo.
12 noviembre 2013 | 00:08
Supongo que la naturaleza de cada cual también juega un papel importante. Nunca he tenido una ruptura especialmente dolorosa, pero cuando ésto ha sucedido, mi medicina es hacer desaparacer a mi ex de mi vida por todos los medios, por aquello del «ojos que no ven…»
Nunca entenderé tantos esuerzos en el placer insano de espiar al ex, en desearle lo peor a quien se supone amaste y quizá aún ames. Que haya rehecho su vida, sólo significa que es más inteligente que tú, punto.
12 noviembre 2013 | 08:25
Totalmente de acuerdo, a quien no le ha pasado. A mi lo que me gustaría es hacer el amor y no la guerra con estas chicas http://www.alprimertoke.com/p/blog-page.html
12 noviembre 2013 | 10:27
No la puedo odiar,como lo voy hacer si la quiero y quiero lo mejor para ella.
y para quien quiera tener a su lado.. ( de verdad )
«Eso si, no me gustaría conocerle».
Estoy en la fase de creer saber que estoy de más y
solo me queda esperar que pasen los días.
Rosas Blancas o Amarillas para ti.
Pero nunca Negras.. o si.
http://youtu.be/jR-q1GKlt70
12 noviembre 2013 | 10:48
No malgasto mi tiempo y energía en según que cosas, procuro ser más práctico que todo eso. Odiar, pasársela rumiando, gestando rabia, desearle al otro, a la otra, a la de más allá la peste negra, un ataque apendicitis aguda, estar pendiente de todo lo que hace, con quién, si sube, baja, es feliz como codorniz o está llorando como Zarzamora, noooo, puf, qué perezón. No sirve de nada y las patas de gallo se acentúan -prefiero me salgan por las risas. Con esa postura vital tan negativa, no se avanza ni queriendo. Hay que vaciar la mochila de las piedras que más pesan y seguir caminito, que para luego es tarde. Pensar en singular y venga que nos vamos.
No sé si me desearon mal alguna vez -peor para ellas si fue así- aunque ya se sabe que hay que tener cuidadito con lo que se desea, se nos vaya a volver en contra; pero yo siempre que dije hasta luego o hasta la vista -adiós no me gusta decir- deseé de todo corazón, les fuera bonito y mejor que bien. Ellas bien, yo cojonudamente.
Si has querido de verdad, no puede ser de otro modo. A mí al menos, no me entra en la cabezota.
12 noviembre 2013 | 11:30
Hola a Todos muy buena web sigan Adelante aprovecho para invitarles a mi pagina web http://www.dedicame.biz/ dedicatorias de amor espero que la visiten cuidence y sigan adelante suerte.
03 diciembre 2013 | 17:48