Ya lo dice el refrán, donde tengas la olla… Pero nadie escarmienta en cabeza ajena y la gente sigue recurriendo al lugar de trabajo como una de las principales canteras a la hora de encontrar pareja, una aventura o un simple revolcón. Y no es de extrañar. Jornadas laborales eternas, fiestas, comidas de empresa, viajes de negocios… Solemos pasar casi más tiempo en el trabajo que en casa, y aunque las tensiones formen parte del día a día, el roce hace el cariño y muchas veces, al final, pasa lo que pasa.
Las mujeres suelen estar más predispuestas que los hombres a intimar con alguien de su ámbito laboral, según los últimos estudios a los que he echado un vistazo. La revista Playboy, por ejemplo, entrevistó por correo electrónico hace unos meses a 10.000 trabajadores de ambos sexos. El resultado fue que el 80% reconoció haber flirteado con algunos de sus compañeros/as. La mitad de los varones admitió haber tenido alguna relación en este sentido, pero en el caso de ellas, el porcentaje se elevó a las dos terceras partes.
Por otro lado, Victoria Milan, una de las webs de citas que han proliferado en los últimos tiempos para tener una aventura entre gente casada o con pareja, preguntó el pasado septiembre a 3.256 mujeres usuarias de la web con quién tuvieron su primer affaire y quien les motivó a ello. Pues bien, un significativo 36% de ellas respondió que su primera experiencia infiel fue con una persona que había conocido en el trabajo. Si además uno se siente solo o está mal con la pareja, la predisposición a este tipo de escarceos aumenta, y es fácil pasar de una simple atracción al flirteo y de ahí, a un encuentro sexual, a una aventura o incluso a una relación.
Un viejo amigo (soltero) que acaba de embarcarse en una de estas aventuras me cuenta que está encantado de la vida. No está enamorado, dice, pero admite que el rollo de la clandestinidad, el tener que disimular ante el resto de compañeros, el riesgo a ser descubiertos, etc, les resulta a ambos de lo más morboso y excitante. Ninguno de los dos tiene despacho, así que tienen que conformarse con miradas maliciosas y besos furtivos en la cocina. Yo creo que al final los van a acabar descubriendo, porque esas cosas se notan y andan los dos con una sonrisa de oreja a oreja que no les cabe en la cara, según me cuenta.
A mí me parece estupendo, cada uno es libre de liarse con quien quiera, faltaría más, pero ojito porque a veces la historia, por muy excitante que pueda parecer en un principio, puede volverse en nuestra contra y provocar situaciones incómodas y difíciles de manejar. Ya es complicado fuera del trabajo cuando uno se involucra sentimentalmente y el otro no, pero si encima ocurre con alguien a quien tienes que ver cada día y con quien tienes que currar codo con codo, pues apaga y vámonos. Eso sin contar con que, a veces, el que se siente agraviado puede empezar a hacerle la vida imposible al otro, dando lugar a escenarios tan desagradables como estresantes.
Otra amiga cometió el error de enrollarse con su jefe, a quien ella creía divorciado, y del que al final acabó colgadísima. Aún sí, cuando se enteró de que todo era un rollo macabeo y de que el tipo seguía con su mujer, optó por cortar por lo sano. Al principio el susodicho intentó convencerla con buenas palabras, pero cuando comprendió que no daría marcha atrás, pasó a ponerle pegas a todo lo que hacía, a echarle broncas en público y a ponerle zancadillas cada vez que podía. Ella no soportó la presión y acabó negociando su despido. Cosas que pasan.
Está claro que en este caso el saber popular es claro, conciso y determinante. «Donde tengas la olla no metas la (gallina joven)»
Salu2
30 octubre 2013 | 17:25
Donde comes no cagues
30 octubre 2013 | 17:49
Los problemas y rollos que rodean al sexo están en el cerebro y las «culturas» que manejan.
30 octubre 2013 | 17:57
En este blog todo es inventado ¿no?
30 octubre 2013 | 18:26
Hay «seres humanos» que cuando hablan de sexo lo comparn con excrementos, cuando ven desnudos, insultan… Esos seres no son aconsejables para tener con ellos relaciones guapas. Si quieres disfrutar lindo no busques en los seres huraños.
30 octubre 2013 | 19:56
Pues suele tener mas inconvenientes que ventajas, por los malos rollos si hay ruptura, por el tener que ocultarlo a los compañeros y jefes y el peligro de perder el empleo. Yo aun asi me arriesgué, perdí mi trabajo y aun seguimos juntos, en fin un culebron pero mereció la pena. Si no tienes pareja o tu relacción no pasa por un buen momento es muy fácil enamorarse de alguien de tu trabajo, el roce hace el cariño…
http://www.lunaenpapel.blogspot.com
30 octubre 2013 | 19:59
Coletita…todo apunta a que no es una buena idea reconvertir a un compañero de curro en compañero de placer.
Pero de un fiel lector y seguidor no he visto nada en contra.
Me postulo como candidato (^_^)
30 octubre 2013 | 20:14
Lo mejor es ser Jefe porque muchas te vienen dispuestas a todo. Yo lo aproveché mientras pude hasta que llegó la mujer que me cambió la vida: http://xurl.es/bcpng
30 octubre 2013 | 22:08
Nada como tener una buena compañera de trabajo.
Tonterías de refranes trasnochados. Si los dos son consecuentes con el tema, nada que decir.
El sexo, ya deberíamos saberlo, es para disfrutarlo, no para comprometerse.
Si ambos tienen los conceptos claros, …a disfrutar.
30 octubre 2013 | 22:17
Depende…yo pasaba por un mal momento con mi pareja. Mi compañero de trabajo era guapo, cariñoso, simpático y estaba pendiente de mi, cosa que mi pareja no hacía desde hacia muuucho tiempo. No paraba de sonreirme, tocarme la mano, hacerme bromas..y nunca me habló de que tuviera novia. Yo tendría que haberle preguntado pero como nunca habló de que hubiera otra persona pues dí por sentado que estaba solo, ya que el se cuidó muy mucho de mencionármela…Total, que me enamoré, claro…El no lo sé, se le veía muy interesado pero ya no sé…El caso es que cuando yo empecé a dar signos de interés por él, fue el momento en que él empezó a mencionar a «minovia-minovia-minovia» a cada momento…yo intenté aclarar las cosas con él pero soy muy tímida y me daba corte, aparte que estaba enfadada conmigo misma por haber caido en algo tan tonto..Al final se terminó mi contrato y para mí fue un alivio, ya que lo estaba pasando muy mal. He tardado casi un año en olvidarle…
31 octubre 2013 | 00:33
Yo al contrario de otras opiniones pienso que hay que meter la polla por donde se pueda porque el mañana no lo ha visto nadie y el siguiente disfrute puede tardar en llegar o no llegar nunca.
31 octubre 2013 | 00:42
Aventuras,si,pero con compañeros de trabajo,ni de coña,no hay q mezclar el trabajo con el placer, q horror,sería lo ultimo, si luego te cansas tener q verle el gepeto todo el día,vamos,ni hablar,pero aventuras en horario laboral, todas.
31 octubre 2013 | 07:15
Se me ocurren pocos lugares peores que el curro para tener una aventura, aunque cada cual es muy libre de aventurarse donde mejor le parezca. Si te sale bien -que puede ser perfectamente- compartir larga jornada laboral y después vida personal, puede ser contraproducente y la relación desgastarse de forma prematura por el exceso de contacto con tacto. No desconectas. No hay distancia para echarse de menos; falta tiempo material para ello y las sobredosis del querer, abruman al más pintao.
Y si te sale mal…que puede ser lo más probable, mamita qué miedo. Con lo maravilloso que es poder poner tierra de por medio cuando las cosas se cruzan y ya no tienen solución posible, tener que seguir viendote día tras día con todas sus horas y con los inevitables roces laborales, tiene que ser de un estresante horroroso. Disimulo fatal y terminaría desayunando tortilla de valerianas para hacer frente a la jornada laboral, si no me planteaba un traslado indefinido a Alaska.
**La foto es cojonuda. Las manos al pan bajo una mesa de cristal transparente…Interesante y discreto, ejem. Y el piececito de ella? Santo Océano! Un 45 por lo menos. Horrour.
31 octubre 2013 | 10:25
Y si se comparte con un poquito de Jamón?
Jamones
31 octubre 2013 | 11:18
Una de mis mejores historias personales la viví dentro y fuera de mi ‘oficina’. El morbo de disimular delante de los compañeros, en las reuniones de departamento era muy grande… actuar como si fuéramos casi desconocidos nos ponía a cien a los dos jejeje Terminó bien por causas naturales, yo a mi vida y él a la suya. Me ascendieron cambié de edificio a otro más apartado y seguimos un tiempo con nuestra historia fuera de las horas laborales ¬¬. Estaba casado y teníamos claro los dos lo que nos unía, #Antonio lo ha explicado bien, el sexo es para derrochar sin complicaciones si sabes separar las cosas se puede tener un buen compañero de trabajo y a su vez, de cama.
31 octubre 2013 | 12:47
Es el peor sitio, sea cual sea el desarrollo o final de esa relación.
31 octubre 2013 | 13:02
Lo lamento por los trabajadores y trabajadoras de los espectaculos y peliculas porno, a ellos no les dejan alternativa, se lo han de montar entre compañeros de trabajo, y seguramente en casa no les dicen nada.
¿los que trabajan en su propia casa, (cada dia hay más), si se lo montan con su pareja y compañera de faena, tambien vale lo de la olla?
Y es que hay trabajos, que para estas cosas no valen, mi amigo que hacia de portero en un Puti-club, siempre decia que cuando intentaba algo con alguna compañera, estas siempre le reclamaban la tarifa.
31 octubre 2013 | 17:01
Muy interesante el artículo… hay otro muy interesante sobre como publicar tu CV en http://www.aboutalloow.blogspot.com.es/
28 noviembre 2013 | 09:36