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Lee sí o sí ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’ antes de ver la serie de TV

Los jöeldikersianos del mundo están de enhorabuena: no solo ultiman el rodaje de la versión catódica de ese novelón llamado La verdad sobre el caso de Harry Quebert con Patrick Dempsey en la piel del atormentado y carismático escritor, sino que además Movistar + tiene los derechos de la producción de MGM para su emisión en España.

De momento se han filmado en Canadá nueve de los diez episodios de la más que prometedora primera temporada de la serie homómina. El estreno, aún sin fecha cerrada pero inminente, llega de la mano del lanzamiento de La desaparición de Stephanie Mailer, el nuevo thriller de Jöel Dicker que nos llega a los libreros el 21 de junio.

El suizo Jöel Dicker irrumpió en el panorama literario internacional con La verdad sobre el caso Harry Quebert que, publicada en español por Alfaguara en 2013, ha cautivado a lectores de muy distinto pelaje libresco en todo el mundo.

En mi caso reconozco que, aunque la leí con ciertas biblioreticencias y más por oficio que por querencia, no solo me convenció, sino que es un título que prescribo en reginaexlibrislandia.

De hecho, lo que suelo decir cuando me preguntan si vale o no la pena leer La verdad sobre el caso de Harry Quebert es:

No te resistas, querido. Léelo ya, sí o sí. No esperes literatura con mayúsculas, eso es cierto, pero te aseguro que estarás literalmente pegado a las 670 páginas. Es una de esas novelas de “absorción rápida”, porque una vez lo empiezas no puedes parar de leer. Y cuanto más avanzas, más quieres. Es entretenido y te mantiene en jaque hasta el final. Un final que, por cierto, no ves venir.”

Así que hazte un bibliofavor y lee La verdad sobre el caso de Harry Quebert antes de ver su adaptación a serie.

No te arrepentirás y, de paso, calientas bibliomotores antes de leer La desaparición de Stephanie Mailer, el nuevo thriller de Dicker que llega a las librerías el próximo 21 de junio, también en Alfaguara, y que también apunta bibliomaneras.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

Harry Querbert

Harry Querbert

La verdad sobre el caso de Harry Quebert. Joël Dicker. Alfaguara. Atrévete a intentar adivinar quién mató a Nola Kellergan, pero el taimado Joël Dicker no te lo va a poner fácil. A través de la relación entre dos escritores –Harry, una gloria literaria nacional con un único libro publicado que se dedica a la docencia; y Markus, su joven discípulo que tras un éxito aplastante con su debut está bloqueado y no logra ni escribir ni salvar el cerco de un editor rapaz que lo presiona y amenaza- nos adentramos en el misterio de la desaparición de una menor años atrás en Aurora, una localidad de New Hampshire. La trama detona cuando encuentran los restos de Nola en el jardín de Harry Quebert.  A partir de ahí el ídolo cae en desgracia y Markus decide llegar al fondo de todo para salvar a su maestro y para armar con la verdad su nuevo bestseller. Y así es como inicias como lector una trepidante caída en espiral donde nada es lo que parece y donde cada dos por tres te sientes como el conejo al que Dicker sorprende abrasándole las retinas con las luces largas. Ritmo frenético, escenas y diálogos de corte cinematográfico, un toque cómico con la impagable madre telefónica de Markus y un final de órdago al que llegas sin saber muy bien cómo.

Lee la novela ‘El Alienista’, de Caleb Carr, tanto si vas a ver la serie como si no

Ya perdí la cuenta de los bibliofavores que le debo a las series televisivas. En reginaexlibrislandia el más reciente tiene el nombre de una novela fantástica: El alienista, de Caleb Carr. Lleva en circulación desde mediados de los 90, y en reginaexlibrislandia nunca hemos dejado de recomendarla porque es de esas novelas con el que es difícil errar el bibliotiro.

(El alienista, 2018 / TNT)

(El alienista, 2018 / TNT)

¿La razón? La disparidad de bibliopatencias que satisface su lectura.

El alienista (editada por B de Books, en rústica, en bolsillo y digital) no solo es muy adictiva, que lo es, y mucho, sino que recrea de forma impecable un lugar, unos personajes y un momento en la historia en el que se avecinaban grandes cambios (no sólo en el campo de la criminología, sino en la ciencia y la sociedad en general) y donde los más lúcidos sabían que muy pronto casi nada iba a ser como hasta ahora.

Caleb Carr te clava en la Nueva York de 1896. Una urbe literalmente en construcción donde una oligarquía adinerada y todopoderosa se viste de etiqueta para atiborrarse de fastuosas cenas de seis platos mientras, unas calles más abajo, masas de inmigrantes hambrientos y helados sobreviven hacinados en lo que ya es una olla social a presión.

El Alienista

El Alienista

Ese es el paisaje urbano en el que andan sueltos Laszlo Kreizler, un alienista, o psicólogo dedicado al estudio y curación de enfermedades mentales; John Moore, un ilustrador de sucesos del New York Times que lo mismo frecuenta una fiesta de etiqueta que un antro de dudosa reputación, y Sara Howard, primera mujer policía de NYC.

Y junto a este peculiar trío los mellizos Isaacson, dos detectives apasionados de novedosas y polémicas técnicas de investigación: análisis de huellas dactilares, estudios grafológicos, autopsias y lesiones, etc.

Este grupo tan heterogéneo será a quien Theodore Roosevelt, gerifalte incorruptible y bienintencionado de la más que corrupta Policía de Nueva York, encargue la investigación de una serie de espeluznantes asesinatos de niños chaperos misteriosamente abducidos de sórdidos prostíbulos frecuentados sobre todo por hombres adinerados de la ciudad.

(El alienista, 2018 / TNT)

(El alienista, 2018 / TNT)

Este peculiar quinteto se tendrá que enfrentar a un asesino que irá siempre parece ir un paso por delante de la investigación, sí, pero también a un cuerpo repleto de policías corruptos, a una alta sociedad más interesada en mantener sus privilegios que en atrapar al asesino, y a las mafias que controlan los burdeles y explotan a los menores.

Y con todos esos ingredientes Caleb Carr hilvana una trama trepidante y absorbente, con una fidedigna recreación de la ciudad y del momento donde mezcla con gran habilidad realidad y ficción, en la que personajes y hechos históricos coexisten con pura literatura, y que es, además, una memorable disección de las incursiones pioneras y a tientas en la mente de un asesino.

¿Alguien da más?

Así que, resumiendo en términos de biblioapetencias os diré que:

  • El alienista (Bolsillo)

    El alienista (Bolsillo)

    Si te gusta la intriga detectivesca, la novela El alienista te enganchará. 

  • Si te gusta criminología y la evolución de las técnicas y métodos de investigación, El alienista te encantará. 
  • Si buscas detalles del Nueva York de finales del S.XIX, con El alienista te darás un buen festín.
  • Si tienes ramalazos neoyorquinóticos, devorarás El alienista
  • Pero si simplemente aspiras a leer una historia que te absorba y entretenga El alienista no te defraudará en absoluto.

 

Y la serie homónima producida por Cary Joji Fukunaga tampoco está nada, pero que nada mal, queridos. Al menos los diez capítulos de la primera temporada.

Hete aquí el tráiler de la serie El alienista, para que vayáis haciendo boca:

«¿Qué novela es esa de la que hablan tanto, la que escribió el de Mad Men?»

Hay novelas que no están a la altura de las expectativas que el ruido mediático que las precede inocula en los lectores. Son tantas que muchos aplicamos de forma inconsciente la biblioregla a mayor maquinaria marketiniana mayor recelo lector. Y viceversa.

(Mad Men, 2007 / AMC)

(Mad Men, 2007 / AMC)

Pero por suerte eso no impide que en ocasiones me trague encantada mi suspicacia al caer rendida a los pies de esa gran novela del momento, de la que todo el mundo habla, y normalmente por motivos tan peregrinos como extraliterarios.

Es lo que me ocurrió hace un par de días, cuando acabé totalmente fascinada por la novelita que empecé a leer cargada de dudas por su vinculación tangencial a la exitosa y megapremiada serie televisiva Mad Men, y que hace un rato me pidió un cliente asiduo a mi librería, a quien a su vez le abrieron el biblioapetito a golpe mediático y de bibliocomadreo:

Cliente: Oye, Regina, ¿qué novela es esa de la que hablan tanto, la que escribió el de Mad Men?

Regina: ¡Ah, sí! Es Absolutamente Heather, de Matthew Weiner

Cliente: ¿Y la tienes? ¿Qué tal está? ¿Tiene algo que ver con la serie?

Regina: Sí, la tengo. A mí me ha encantado y, no, no tiene nada que ver con Mad men, que, por otra parte, es una de mis series favoritas, todo sea dicho.

Cliente: Pero el Matthew ese, entonces, ¿quién es?

Regina: Es guionista, director y productor de grandes series como Mad Men y Los Soprano.

Cliente: ¿Y también es novelista?

Regina: Ahora sí. Absolutamente Heather es su primera novela, y creo que es un novelón. No me la esperaba tan breve, tan abrupta, tan aparentemente simple ni tan sobrecogedora. Es una curiosa mezcla entre Patricia Highsmith, Shirley Jackson, Henry James, y quizás algo de Poe.

Absolutamente Heather

Absolutamente Heather

Cliente: ¡Uy! Pinta bien, ¿de qué va?

Regina: Está ambientada en Nueva York y, de entrada, dibuja dos ecosistemas sociales antagónicos. De un lado están los casi perfectos y adinerados Breakstone (Mark, Karen y su hija Heather). Y del otro está Bobby, un muchacho con una infancia atroz, naturaleza obsesiva y pulsiones psicópatas que tras su paso por la cárcel se reinserta como peón de obra. Y es en esa obra donde ambos mundos convergen, pero cuando saltan chispas es cuando Mark descubre a Bobby devorando con la mirada a su preciosa hija adolescente. Hasta dónde estará ese padre dispuesto a llegar para proteger a su familia de esa amenaza tan difusa pero a la vez tan evidente es el detonante de una trama demoledora que te mantiene agarrotado como lector hasta el punto y final.

Cliente: Mmm, pues es cierto, Regina, poco tiene que ver con Mad Men

Regina: En la trama no, pero sí que es cierto que, además de ser un thriller que se lee rápido y muy bien, tiene ese toque de guión que agiliza y descongestiona toda la trama. Nada sobra y nada falta.

Cliente: Ea, pues no se hable más, ¡me lo llevo y te cuento después!

No os voy a engañar: estoy deseando que mi reginaexlibrislandiano la termine y vuelva a comentarme qué le pareció el debut literario de don Matthew Weiner. Yo, por mi parte, he decidido leerla de nuevo. Sí, de hecho lo haré en un rato, en cuanto eche el cierre de reginaexlibrislandia.

Y lo haré quizás porque, de una forma sutil y deliciosamente perversa, Absolutamente Heather sigue resonando bajo mi pelucón varios días después de haberla acabado. Y eso dice mucho de ella, porque la propia novela ha pulverizado las expectativas que el ruido mediático que la precedía me inoculó en la bibliofilia. Así que, bravo, Matthew Weiner. Regina ExLibris dixit.

6 personajes literarios marcados por alguna obsesión malsana

En cuestión de obsesiones sí o sí ostento el cetro regio.

(¿Qué fue de Baby Jane? / Warner Bros)

(¿Qué fue de Baby Jane? / Warner Bros)

La literatura me nutre, pero también me devora y fagocita cualquier aspecto de mi existencia. Ya sea en forma de ejemplares físicos, de personajes, de historias, de autores, de títulos o de esta irrefrenable querencia a buscar referentes literarios para todo… lo mío con las letras es fijación compulsiva.

Pero tanto mi bibliofilia delirante como cualquier otra obsesión puede resultar positiva si está bien canalizada y dentro de límites razonables.

El problema viene cuando se desdibuja la fina línea que separa la entrega apasionada de la compulsión enfermiza. Ahí ya se tuerce la cosa, y ese interés monotemático deviene en turbia fijación, cuando no en depravada perversión. Y a partir de aquí todo se enrarece más y más, porque cuando la obsesión domina a la persona las consecuencias pueden -y de hecho suelen- ser fatales.

Y esto, querid@s, es algo que tengo muy presente para mantener a mi bibliobestia atadita en corto en reginaexlibrislandia.

Y, claro, como supondréis el muro de contención que he levantado está hecho de novelas con personajes marcados por alguna obsesión. Periódicamente vuelvo la vista a la balda donde reposan, y no solo yo, sino que es un buen revulsivo incluso para mis libreros, porque la bibliofilia extrema se contagia como la peste en mi librería.

Así que ahí, van, mis 6 personajes literarios marcados por alguna que otra obsesión tirando a malsana. Sus novelas están prescritos tanto para quienes tenéis alguna querencia extrema que amenaza con desbocarse, como para simples bibliocuriosos porque las 6 son novelones de órdago.

¿Listos? Van:

1. Frederick Clegg. El Coleccionista. John Fowles. Cátedra. Es sin duda una de las novelas más perturbadoras que he leído. Frederick Clegg, un chico gris e introvertido que colecciona mariposas, está enamorado de una joven brillante a la que nunca podría acceder. Consciente de esa realidad, Frederick parece resignado a espiar a la chica y a llenar sus carencias emocionales con su interés entomológico. Pero todo cambia cuando gana un premio en metálico y decide secuestrar a la chica y encerrarla en su sótano. A partir de ahí cómo Fowles estructura la relación entre captor y cautiva es desconcertante, maquiavélica, enloquecedora, claustrofóbica y reveladora de la condición humana expuesta a situaciones límite. La maestría de Fowles te obliga a empatizar con el secuestrador primero para luego despertarte del atroz espejismo oyendo una voz entre angustiada y aterrorizada: la de la víctima. De los que ni se sueltan, ni se olvidan, y por algo se le considera el primer gran thriller psicológico moderno.

(Frederick Clegg / El Coleccionista)

(Frederick Clegg / El Coleccionista)

2. Jean-Baptiste Grenouille. El Perfume. Patrick Süskind. Booket. Para quienes tengáis la suerte de no haberos leído aún El Perfume, de Patrick Süskind, haceos con un ejemplar cuanto antes. En la novela Jean-Baptiste Grenouille no despide ningún olor, pero posee un olfato prodigioso que hará de él un afamado perfumista, cuyas creaciones enloquecen a media Francia, y cuyo sentido último de la existencia será crear la fragancia perfecta. Sin embargo, la consecución de esa esencia definitiva que le obsesiona exige el sacrificio de jóvenes vírgenes para licuar y destilar sus fluidos corporales y fragancias íntimas con otras substancias potenciadoras del aroma. Exquisita, inquietante e inesperadamente reveladora logra que uno no afronte con tanta ligereza el ritual cotidiano de elegir colonia.

(J.Baptiste Grenouille / El Perfume)

(J.Baptiste Grenouille / El Perfume)

3. Annie Wilkes. Misery. Stephen King. Debolsillo. Cínica, impredecible, obsesiva, salvaje, brutal, carente de cualquier atisbo de empatía y abrupta. Así es la enfermera Annie Wilkes, una de las encarnaciones del mal de carne y tinta más sobrecogedoras de Stephen King, que en Misery secuestra y atormenta con enfermiza devoción a un escritor de éxito para que retome una historia protagonizada por Misery Chastain, su personaje de novela romántica favorito, que en su última entrega el autor, cansado de su exitosa criatura, sacrificó para dedicarse a otro tipo de historias. El duelo entre víctima y verdugo en un espacio claustrofóbico es una bomba de relojería que explota en páginas contadas, pero su onda expansiva desestabilizará el sueño del lector más heroico muchos días después de haber sobrepasado el punto y final de la novela. Aterradoramente brillante y demostración negro sobre blanco de las consecuencias fatales de una obsesión desbocada.

(Annie Wilkes / Misery)

(Annie Wilkes / Misery)

4. Luke Rhinehart. El hombre de los dados. George Cockcroft. Malpaso. Luke Rhinehart (proyección literaria de George Cockcroft, el autor, que firmará con el nombre de su protagonista) es un exitoso psiquiatra neoyorquino que, en la cima de su carrera, entra en crisis y empieza a desmoronarse hasta el punto de poner en duda los métodos que lo han convertido en una eminencia. Esa incertidumbre lo llevará a optar por el azar como paliativo para la neurosis y, más en concreto, por los dados como antídoto contra el estrés de la libertad de elección cotidiana. Así que Luke Rhinehart se abandona a una alegre espiral de sexo, droga, violencia y mentira que, paradójicamente (o no), le abre de nuevo las puertas del prestigio social: miles de chalados lo admiran con devoción religiosa y se convierte en el mesías de una secta descabellada. Y lo que para él empezó como un juego acaba en infierno y para nosotros en una catarata de risas. ¿Moraleja? Tal vez no hay respuestas inapelables; tal vez debemos aprender a vivir con nuestros demonios; o sea, a convivir con nosotros mismos. O tal vez ocurra lo opuesto. Aunque lo más probable (dentro de lo aleatorio) es que no tengamos ni la más remota idea. Si un médico de almas no lo sabe, ¿nosotros sí?

(Luke Rhinehart / El hombre de los dados)

(Luke Rhinehart / El hombre de los dados)

 5. Lady Macbeth. Macbeth. Shakespeare. Alianza. Compuesta entre 1605 y 1606, Macbeth es una de las cumbres de Shakespeare. En ella, el genial dramaturgo nos adentra en un mundo oscuro y fantasmagórico dominado por la discordia y regido por el miedo y la desconfianza, en el que Lord Macbeth, fiel vasallo del rey Duncan, es arrastrado a la traición, la deslealtad y el crimen por la codicia obsesiva que su ávida esposa, Lady Macbeth, personifica. Así pues ella, llevada por la envidia y la ambición del cetro regio, insta a su marido a cometer regicidio, ocupando el trono de Escocia con las manos ensangrentadas tras apuñalar al monarca e incriminar a los sirvientes. Pero el precio que ambos pagan será la infelicidad absoluta materializada en remordimiento, paranoia, alucinaciones y un sentimiento de culpa insoportable, que en Lady Macbeth asomará en forma de obsesión compulsiva por lavarse unas manos que para ella nunca dejan de estar ensangrentadas. De ahí su ya legendaria cita: «¡Fuera, maldita mancha

(Lady Macbeth / Macbeth)

(Lady Macbeth / Macbeth)

6. Mrs. Danvers. Rebeca. Daphne Du Maurier. Debolsillo. Nadie que conozca la película habrá olvidado la voz en off con la que que arranca la obra más lograda de Daphne du Maurier. “Anoche soñé que volvía a Manderley“. Así comienzan los tortuosos recuerdos de la segunda señora De Winter, que la transportan a la mansión de la húmeda y ventosa costa de Cornualles. Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este caserón que, aunque hermoso e imponente desde el exterior, oculta una atmósfera inquietante y opresiva. Desde que se instala, la joven va a ser inexorablemente fagocitada por la fantasmal presencia de la primera señora De Winter, la hermosa Rebeca, muerta pero nunca olvidada. Su habitación permanece intacta, sus vestidos listos y su sirvienta, la siniestra señora Danvers, en su día niñera de Rebeca, aún le profesa una devoción obsesiva materializada en el empeño perverso de mantener intacta su memoria. Con la creciente hostilidad de Danvers cercándola y con el presentimiento de que algo maligno le está aprisionando el corazón, la joven comienza a investigar el verdadero destino de Rebeca: el oscuro secreto de Manderley. Impresionante narración que es, a la vez, drama psicológico, novela de terror gótico y relato de suspense. Un artefacto literario perfecto que clava al lector en el ennegrecido corazón de Manderley para acompañar a su protagonista por el angustioso calvario de sus recuerdos. Brutalmente buena.

(Mrs. Danvers / Rebeca)

(Mrs. Danvers / Rebeca)

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6 novelas para inocular literatura en vena a doctor@s y enfermer@s

Hay novelas más adictivas que un pelotazo de «Gin-Lorez» (un chorrito de ginebra con una o dos cápsulas de Lorazepam).

(Pearl Harbor, 2001 / Touchstone)

(Pearl Harbor, 2001 / Touchstone)

Y si la trama escarba en los orígenes de la medicina y la cirugía, o se levanta en entornos hospitalarios el lector, aunque sin vínculos profesionales con la medicina, está abocado a ser un yoqui del subgénero de doctores, clínicas y enfermeros. Probadlo y luego me decís.

Sí, querid@s, sí. O bien caes rendid@ a los pies de los orígenes del saber, la ciencia y las prácticas que nos mantienen con vida -por muy truculentas que fueran las primeras cirugías y desde aquí ya os digo: ¡que la Providencia Librera bendiga los sedantes contemporáneos!-, o bien te entregas con perverso placer al oscuro arsenal de historias, personajes, extrañas enfermedades, tragedias y pasiones -más bajas que altas- que laten las 24horas en ese glorioso microuniverso que es un Hospital.

Lo curioso del caso es que observo desde mi atalaya librera cómo este tipo de novelas pasan desapercibidas para muchos profesionales sanitarios, mientras son lo que yo llamo clásicos del boca-oreja de lectores ajenos a la Medicina.

Algunos de esos títulos entran y salen constantemente de reginaexlibrislandia sin necesidad de campañas mediáticas ni otros ardides publicitarios. En otras palabras: se venden mucho, se recomiendan bastante y se leen más. Y a mi eso, como comprenderéis, me llena de gozo libresco.

Pero el gozo es aún mayor cuando algún reginaexlibrislandiano se materializa ante mí con alguna petición en la línea de la de esta mañana:

Cliente: Hola, Regina

Regina: ¡Ah, hola!

Cliente: ¿Qué novela le regalo a mi sobrina, que es médico? Mira que es lista la chica, pero no logro que lea literatura. Y digo yo que un poco de ficción no le vendría mal. Que bastante estrés tiene, todo el día de turnos y guardias.

Regina: ¿De alguna temática en particular?

Cliente: Sí, quiero que vayan sobre su profesión. ¿Qué me recomiendas?

Y por su puesto le dí mi prescripción Regina Exlibris con 6 novelas para inocular literatura en vena a doctor@s y enfermer@s:

1. El médico. Noah Gordon. Roca. Tres décadas después de su publicación este apasionante novelón de mil páginas -que se devora como si fueran cien- sigue por las librerías tan lozano y apetecible como si acabara de salir de imprenta. Y no me extraña, porque el viaje iniciático de Rob J. Cole, un joven londinense dotado para la sanación por Europa y Asia en el siglo XI para estudiar medicina en la madraza de Ispahán y aprender los secretos del maestro Avicena, padre de la medicina moderna, es un relato impecable y cautivador de la lucha del apasionado Cole por vencer la enfermedad, el dolor y la muerte, pero también es una novelización magistral de la historia de la medicina.

El Médico

El Médico

2. Dr. Arrowsmith. Sinclair Lewis. Nórdica. Si pensabas que el Dr House es implacable reventando desde dentro el submundo de la medicina deberías pasar un rato con su antepasado literario, el Dr Arrowsmith, y lo pasarás en grande. Martin Arrowsmith es el protagonista de una novela homónima de Sinclair Lewis que es, además, una de las cimas más altas de las letras norteamericanas del SXX, Premio Pulitzer en 1926. Pionera en diseccionar con salvaje ironía las entrañas del microuniverso hospitalario, de la investigación y de las mafias farmacéuticas, describe de forma magistral todos los vértices de la vida activa de un médico -desde su formación a las consideraciones éticas-, y nos muestra, con un tono satírico a prueba de anestesias, las envidias, presiones y negligencias asociadas a esta profesión. Lewis, que conocía de primera mano este ecosistema, sutura con precisión quirúrgica una trama donde la picaresca y el humor inteligente son los ingredientes principales.

Dr. Arrowsmith

Dr. Arrowsmith

3. Doctor en Irlanda. Pat Taylor. Espasa. Ballybucklebo. Así se llama el remoto pueblo de la Irlanda rural al que llega por azar el joven y recién licenciado en medicina general doctor Barry Laverty. A pesar de sus buenas intenciones y su poca experiencia, pronto tendrá que reconocer que le queda mucho por aprender. Por suerte para él, se topa con Fingal Flahertie O’Reilly, un médico veterano cuyos métodos son de todo menos ortodoxos, pero que acude al rescate del doctor sin tablas. Aunque también es cierto que, más que el oficio, se volcará en enseñarle, sobre todo, a lidiar con los excéntricos vecinos que acuden a su consulta y que hacen de cada día una aventura de final incierto. Divertidísimo anecdotario de los inicios de un médico rural en la profunda Irlanda.

Doctor en Irlanda

Doctor en Irlanda

4. El cirujano de Al-Andalus. Antonio Cavanillas de Blas. Esfera de los Libros. Ésta es la historia de Abul Qasim, el médico personal del califa Abderrahmán III y, probablemente, el cirujano español más notable de todos los tiempos. Hace diez siglos, este genio andalusí, gracias a su intuición y apoyándose en revolucionarias técnicas inventadas por él -algunas de las cuales siguen aún hoy en uso-, ya operaba con éxito cataratas, hernias y bocios; hacía traqueotomías, trepanaciones, amputaciones e, incluso, intervenía cólicos misereres. El también cirujano Antonio Cavanillas de Blas nos traslada con inigualable maestría a la mágica Córdoba del siglo X, la ciudad más populosa de Occidente, en la que se reunía todo el saber de su tiempo. Y nos lleva a contemplar, a vivir casi, las intervenciones de Abul Qasim, así como las aventuras del harén, el aroma del zoco, el esplendor califal o el largo viaje a Bagdad en busca de conocimiento.

El cirujano de Al-Andalus

El cirujano de Al-Andalus

5. Alguien voló sobre el nido del cuco. Ken Kesey. Anagrama. Sobrecogedor retrato de los hospitales psiquiátricos de la norteamérica de los años 50 que es, más allá de su brillante adaptación cinematográfica homónima, una novela de culto. En ella Randle McMurphy finje estar loco para esquivar la cárcel y termina confinado en la sala del hospital psiquiátrico que dirige con mano de hierro Ratched, la sádica Gran Enfermera. McMurphy, vital, generoso, amoral y rebelde, librará desde su llegada una guerra sin cuartel contra la Gran Enfermera y su sistema represivo. Las batallas serán divertidas y cruentas; algunos internos perderán en ellas la vida, y otros descubrirán los encantos del sexo, la bebida, la libertad y la rebelión permanentes. Maravillosa crónica de un momento y un lugar que es a ratos espeluznante, a ratos tierna y otros incluso divertida.

Alguien voló sobre el nido del cuco

Alguien voló sobre el nido del cuco

6. La vida es suero. Historias de una Enfermera Saturada. Plaza y Janés. Enfermera Saturada es de una generación de mujeres que aprendió a coser heridas antes que botones, por eso es capaz de recuperarse con más facilidad de una relación amorosa complicada que de una cremallera rota en esos tejanos de temporada que tanto le ha costado encontrar. Se define como una enfermera española que busca su hueco en la sanidad. Empieza su turno en planta, baja a la UCI, sube a prematuros y termina en urgencias. Esta enfermera se maneja como pocas en las redes sociales, desde donde cada día decenas de miles de personas ven cómo repasa, con humor y descaro la actualidad de su hospital, de cualquier hospital de España. Bienvenida al primer tomo de sus andanzas en un mundo -el hospitalario- donde el delirio se mezcla con el humor, a veces negro y siempre muy fino, pero donde el día a día siempre supera a la ficción.

La vida es suero

La vida es suero

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«¿Por qué leer El cartero siempre llama dos veces si ya vi la película?»

Cuidaos de novelitas ligeras de aspecto inofensivo y argumento cautivador.

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

Sí, querid@s, son lo que yo llamo las femme fatale de la literatura, y las carga el Diablo. A lo Lana Turner.

A veces, adentrarse en ellas a la ligera es sinónimo de engancharse y de llegar maltrechos al punto y final.

Suelen reflejar escenas cotidianas de cualquier época y localización con protagonistas comunes pero, eso sí, llevados por las circunstancias, el deseo, la avaricia o la necesidad a situaciones límite.

Para mi, el ejemplo más claro de este tipo de «novelle fatale» es, sin duda, El cartero siempre llama dos veces, de J.M. Cain. Con ella el aún autor novel entró por la puerta grande en 1934 al Olimpo de las deidades del género negro, a codearse con sus coetáneos Raymond Chandler y Dashiell Hammett. Ahí es nada.

Apenas dos años después de su primera edición se adaptó a celuloide con Lana Turner y John Garfield. Y cuatro décadas después volvería a filmarse con Jessica Lange y Jack Nicholson. Por algo será…

De hecho, varias veces al comentar esta novela con reginaexlibrislandianos de pro he tenido la misma respuesta que me enerva el pelucón:

Regina: Llévate El cartero siempre llama dos veces, te encantará…

Clientes: ¿Y por qué leerla, si ya he visto las películas?

Pues porque, querid@s, es una novelita que, en apenas cien páginas, te pone la bibliofilia al rojo vivo. Porque leerla supone deslizarte en espiral a una velocidad vertiginosa, y el sonido de tu cráneo al reventártelo contra el suelo al tocar fondo en la última página es absolutamente estremecedor.

A mi, que me la he leído varias veces, no me salva del mamporro ni el efecto amortiguador de mi regio pelucón, y pese a eso en cuanto puedo la prescribo en Reginaexlibrislandia a discreción.

El cartero siempre llama dos veces

El cartero siempre llama dos veces

En la novela, ambientada en un punto remoto y polvoriento de Los Ángeles en plena Gran Depresión Americana, un buscavidas llamado Jack va a parar a un café de carretera regentado por un griego y su mujer, Cora, un bellezón sinuoso mucho más joven que él, fría y calculadora y tan harta de su marido como del tugurio en la que vive.

Jack y Cora se lían y, en pleno frenesí, ella deja caer que si su marido desapareciera ambos podrían quedárselo todo y empezar de cero en otro lugar. Así que matan al marido y, cuando empezaban a saborear el éxito y la riqueza, descubren el cadáver y cae sobre ellos a plomo la policía y la fiscalía, cuya estrategia es enfrentar a la pareja para que se delaten mutuamente. Dos víboras en la misma cesta. Y aquí, querid@s, empieza el rock&roll…

La novela está contada en primera persona por Jack en un estilo muy directo y está cargada de diálogos que te atizan como latigazos. Además, la trama está perfectamente aderezada con una mezcla explosiva de sexualidad y de violencia contenidas -nunca explícitas- que te cortan el aliento de principio a fin.

Según dicen las malas lenguas del mundillo literario James M. Cain se inspiró en La bestia humana de Zola para engastar ese microuniverso de maldad, de crimen, de turbias pasiones y de fatalismo en la América más castigada por la Depresión. Un aire tiene, no nos vamos a engañar. Pero la de Cain es redonda per se.

Así que si buscáis una novela para pasar un par de horas de frenesí libresco endemoniadamente brillante dejad lo que estéis haciendo y corred a por un ejemplar de El cartero siempre llama dos veces. Da igual si habéis visto alguna de las películas o las dos. La novela es uno de esos clásicos que deben ser leídos sí o sí, porque es sensacional.

Palabra de Regina ExLibris.

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

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¿Por qué debería leer La verdad sobre el caso Harry Quebert?

Cuando un reginaexlibrislandiano se adentra en mi librería pueden plantearse tres escenarios distintos. Que sepa qué libro quiere leer y me lo pida. Que no tenga claro qué puede leer y se encomiende a mis prescripciones. O que la Providencia Librera esté acosándole para imponerle una lectura a la que él se resiste por un motivo u otro.

(Damned Don’t Cry / Warner Bros.)

(Damned Don’t Cry / Warner Bros.)

En este último caso acude a mi para que le libere, bien sugiriéndole que baje los brazos y lea el libro, bien reforzando su resistencia y contribuyendo a que le de el esquinazo definitivo a ese título acosador. Aquí la presión pasa directamente de su bibliofilia a mi pelucón, y en décimas de segundo debo pronunciarme sobre la idoneidad de ese libro para ese reginaexlibrislandiano.

Y, claro, eso es es justo lo que me ha pasado hace un rato, cuando un reginaexlibrislandiano entró y me disparó sin titubear:

Cliente: “Oye, Regina ExLibris, ¿Por qué debería leer La verdad sobre el caso Harry Quebert? Llevo resistiéndome desde que salió, ya lo sabes, pero es que entre que no paran de recomendármelo y que lo sigo viendo hasta en la sopa… ya no sé qué demonios hacer. ¡Me persigue!”

Regina ExLibris: No te resistas, querido. Léelo ya, sí o sí. No esperes literatura con mayúsculas, eso es cierto, pero te aseguro que estarás literalmente pegado a las 670 páginas. Es una de esas novelas de “absorción rápida”, porque una vez lo empiezas no puedes parar de leer. Y cuanto más avanzas, más quieres. Es entretenido y te mantiene en jaque hasta el final. Un final que, por cierto, no ves venir.

Cliente: Pues entonces ya está todo dicho, Regina. Me lo llevo. Estaré unos días fuera y se va a venir conmigo. Todo sea que lo lance al agua ¡ja, ja, ja!

Regina ExLibris: Ya me contarás después, pero dudo que acabe en remojo. Que conste que en su día yo también tuve mis recelos… pero al final caí en la trampa del amigo Joël Dicker. Me enganchó y el desenlace me pilló por sorpresa. Ese es su logro. Me lo ventilé en un fin de semana y fue una lectura antioxidante. Palabra de Regina ExLibris

Y se fue con su ejemplar bajo el brazo. El sonido de la puerta al cerrarse me solidificó en el pelucón la certeza de que él volvería como harryquebertiano. Por dos motivos: creo firmemente que, más allá de las trampitas de la Providencia Librera, son los libros los que buscan a sus lectores. Y porque, queridos, La verdad sobre el caso de Harry Quebert (Alfaguara) es una muy buena novela.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS:

Harry Querbert

Harry Querbert

Atrévete a intentar adivinar quién mató a Nola Kellergan, pero el taimado Joël Dicker no te lo va a poner fácil. A través de la relación entre dos escritores –Harry, una gloria literaria nacional con un único libro publicado que se dedica a la docencia; y Markus, su joven discípulo que tras un éxito aplastante con su debut está bloqueado y no logra ni escribir ni salvar el cerco de un editor rapaz que lo presiona y amenaza- nos adentramos en el misterio de la desaparición de una menor años atrás en Aurora, una localidad de New Hampshire.

La trama detona cuando encuentran los restos de Nola en el jardín de Harry Quebert. A partir de ahí el ídolo cae en desgracia y Markus decide llegar al fondo de todo para salvar a su maestro y para armar con la verdad su nuevo bestseller. Y así es como inicias como lector una trepidante caída en espiral donde nada es lo que parece y donde cada dos por tres te sientes como el conejo al que Dicker sorprende abrasándole las retinas con las luces largas. Ritmo frenético, escenas y diálogos de corte cinematográfico, un toque cómico con la impagable madre telefónica de Markus y un final de órdago al que llegas sin saber muy bien cómo.

  • Y vosotros, queridos, ¿leísteis La verdad sobre el caso de Harry Quebert? ¿Qué os pareció? 
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«¿No editaron acá ‘Rosario Tijeras’?»

Como la Providencia Librera aprieta pero no ahoga hoy tuvo a bien darme de bruces con una de esas novelas que, sin estar aún descatalogadas, se consiguen a cuentagotas el el submundo editorial. Vamos, que no quedan muchos ejemplares en circulación, y por eso en reginaexlibrislandia nos encomendamos a todo el santoral bibliófilo rogando por una pronta reedición en bolsillo del la referencia en cuestión.

En bolsillo o como sea. Pero una reedición. ¿Por qué? Porque del primero al último caímos años atrás rendidos a los pies del escritor colombiano Jorge Franco Ramos y su bendita y letal Rosario Tijeras. Ni su homónima traducción a celuloide logró darle a la tirada de turno un empujoncito digno de la calidad del texto original. Así que así estamos, esperando un milagro bibliófilo, y más aún cuando irrumpen en mis confines lectores en busca de un ejemplar más.

Como hace unas horas, cuando dos veinteañeros se materializaron frente a mi escritorio. Uno era español, el otro, según capté, era colombiano y estaba de vacaciones en España. Buscaba un libro que su amigo tenía , según él, que leer:

 

– Cliente: Oiga, disculpe, ¿no editaron acá Rosario Tijeras?- Regina: ¿La de Jorge Franco Ramos?

– C.: ¡Esa, si!

– R.: Pues sí, hace cinco o seis años, creo. De hecho tengo por aquí un ejemplar con la portada original, porque con su reedición le cambiaron la cubierta.

– C.: ¿QUE LA TIENE?

– R.: Sí, aquí está.

– C.: Uff, mirá que casi la di por imposible. Llevo buscándola en las tres ciudades españolas en las que he estado para regalársela a mi amigo porque seguro que con eso le redescubre el gusto a leer, y nada… Por eso le preguntaba si acá la editaron o no…

– R.: Pues si, pero ya es difícil de encontrar. Como no la saquen en bolsillo…

– C.: Vaya, macho, hemos tenido suerte.

– Cliente 2: Pero, ¿seguro que no es un rollo?

– C.: Que no, tío, que vas a ver. Mira, sólo tienes que leerte el arranque:

 

«Como a Rosario le pegaron un tiro a quemarropa mientras le daban un beso, confundió el dolor del amor con el de la muerte»

¿Qué? ¿No me vas a decir que no se te agarraron las ganas de leer, verdad?

Total, que se la llevaron. Disfruté como una loca viendo cómo se las ingeniaba el colombiano para convencer a su amigo de que leyera Rosario Tijeras. Y que sepáis que aunque me costó, juro por las teclas de mi Underwood que no abrí la bocaza. Ni falta que hizo, claro. El chico fue tan letal como la mismísma Rosario Tijeras con su truco de utilizar el reclamo una de las primeras frases más impactantes que leí jamás.

¡Bien por él! Solo por eso y desde ya le nombro ‘Caballero’ reginaexlibrislandiano. Porque él lo vale…

Así que mientras yo me las ingenio para hacerme con otro ejemplar de Rosario Tijeras para llenar su vacío en mis anaqueles mataré la espera con vosotros, mis reginaexlibrislandianos de pro, ¿leísteis Rosario Tijeras? ¿Qué os pareció? ¿Tenéis aún vuestro ejemplar? ¿Visteis su adaptación cinematográfica?

NOTA DE REGINA: Poderío y bravura cinceladas en piel canela, brutal y tierna, así es la sicaria más letal del Medellín engullido por el narcotrafico. Así es la Rosario Tijeras que Jorge F. Ramos te siluetea a balazos en la imaginación, disparando diálogos a quemarropa para contar una historia de amor y muerte de esas que se te quedan dentro. Soberbia.

Y para hacer boca, el traíler de su película de 2005:

¡Coge tu Millenium 3 y corre!

Para ser una larssonadicta confesa desde hace casi un año y pese a ser un humilde eslabón en la cadena del mercado editorial he de confesar que las cifras que bailan al son de Millenium 3 me dejan total y absolutamente petrificada.

Si cuando me enteré de que la tirada inicial de La Reina en el Palacio de las corrientes de aire iba a ser de 500.000 ejemplares casi me da un colapso múltiple, saber que el día de su lanzamiento en España -el pasado jueves 18 de junio- se vendieron 200.000 unidades me sacó los globos oculares de sus cuencas, literalmente.

Y más si me paro a pensar que en reginaexlibrislandia mi flamante arsenal de 100 ejemplares voló de mis confines dos horas antes de echar el cierre. Sí, queridos, así es.

La estupefacción se apoderó de mi bibliofilia con tal intensidad que hasta hoy he sido incapaz de reaccionar y racionalizar. Para mi desgracia, Reginaexlibrislandia no optó ayer al reparto de una nueva remesa, así que aquí me tenéis hoy, esperando al repartidor metamorfoseada en una gárgola como las de Notre Dame de París, mirando al vacío esperando un milagro.

No sé cuántos de vosotros tendréis ya vuestro ejemplar ni si os habréis abalanzado sobre él, pero lo que no he dejado de pensar es en esos 200.000 afortunados perdidos en las páginas de La Reina en el Palacio de las corrientes de aire al unísono…

… Mmm. Es, cuando menos, inquietante, ¿no creeis, queridos?

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿os hicísteis ya con vuestro ejemplar de Millenium 3? ¿Os costó? ¿Os llamó la atención la compra masiva del día 18? ¿Qué tiene Millenium?

No vuelvo a mi desquiciante espera de ejemplares de MIllenium 3 sin deciros que, en cuanto a mi, ya me zambullí en La Reina en el Palacio de las corrientes de aire y que, en la línea de los dos previos –Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina– de momento me tiene enganchada. Palabra de Regina. Solo espero que su punto y final constituya mi tercera renovación de votos en la orden de los larssonmaniacos y milleniumadictos de pro.

Nuevo baile de fechas con Millenium 3

Creí que no era posible, pero patiné. Me dicen desde la editorial Destino que la tercera y última entrega de la saga Millenium del malogrado Stieg Larsson llegará a las librerías de hoy en un mes, es decir, el próximo 18 de junio, en lugar del 23 de junio, que era la última fecha cerrada por el Grupo Planeta para el lanzamiento de La Reina en el Palacio de las corrientes de aire.

Aquí os reproduzco el escueto comunicado de Destino:

 

 

Y yo que pensaba que, de mover la fecha de lanzamiento del libro que esperan ansiosos miles de lectores en España (según Destino de Los hombres que no aman a las mujeres y de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina ya se han vendido un millón de ejemplares aquí, en la piel de toro) sería para adelantarlo a una fecha entre el 29 de mayo y el 14 de junio o, lo que es lo mismo, en plena Feria del Libro de Madrid para reventar ventas en una de las citas bibliófilo-libreras más importantes del año…

Pero no, ellos van y lo mueven cinco días ‘tontos’ del 23 de junio, martes, al 18 de junio, jueves.

¿Alguien sería tan amable de iluminarme llevando de la mano ‘HACIA LA LUZ’ a esta pequeña Caroline-regina-Librera perdida en este aterrador y confusoPoltergeist editorial?

Porque lo que es yo, visto lo visto mejor dejo de pensar esas cosas, queridos, que me agoto infructuosamente porque cuando se trata de anticiparme a los marquetinianos del mundillo editorial lo cierto es que no doy una.

Y por cierto que, en la página web de la Serie Larsson la editorial no adelanta la sinopsis de La Reina en el Palacio de las Corrientes de aire, sino que en su lugar cuelga un mensaje para los stieglarssonmaniacos que reza:

 

 

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿cómo recibís ese nuevo baile de fechas en el lanzamiento de Millenium 3? ¿Y eso de no adelantar ni la trama de La Reina en el Palacio de las corrientes de aire?