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Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
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Bibliofilia a la neozelandesa

Desde ya ondean dos banderas en el portón de reginaexlibrislandiana, la propia y la de Nueva Zelanda. Y todo por un anuncio que el divino Electronauta tuvo a bien poner en bandeja virtual a éste mi regio pelucón hace unas horas.

Se trata de la campaña de promoción de la lectura lanzada desde el Consejo del Libro de Nueva Zelanda (New Zeland Book Council), desarrollada por Colenso BBDO y animado por Andersen M Studio. Antes de nada, hétela aquí:

 

No se cómo se os habrá quedado la bibliofilia tras el visionado, queridos, pero yo sólo tengo una cosa que añadir: BRAVO. BRAVÍSSSIMO. BRAAAVO.

El mensaje es tan fuerte, las imágenes tan impactantes que entiendas o no el inglés de la voz en off al menos a mí el spot me atiza directamente en todo el pelucón.

Con esta iniciativa los neozelandeses demuestran que, cuando de lo que se trata es de utilizar la propia experiencia lectora como cebo para revitalizarnos la bibliofilia o inoculársela a los menos receptivos a zambullirse en estos mares de letras, son los reyes.

 

 

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿habíais visto el anuncio? ¿Cómo llegasteis a él? ¿Qué os parece? ¿Qué os sugiere? ¿Echáis de menos campañas semejantes en España?

De cómo la BMW me dispara las ventas de On the Road, de J. Kerouac

Desde que un artefacto catódico-publicitario llamado BMW-On The Road explotó cerca de reginaexlibrislandia nada ha vuelto a ser igual ni en mis confines ni bajo mi pelucón.

Esta regia entidad librera que teclea febrilmente no sabe si uno de los últimos spots del gigante de los coches ha disparado las ventas de su modelo Serie 1, pero lo que si sé es que la onda expansiva del anuncio está reventándome la demanda de ejemplares de On the Road, de Jack Kerouak, traducido en España por Anagrama como En el camino.

Si, queridos, así es. Cada día desde hace un par de semanitas salen de mis confines una media de tres o cuatro ejemplares diarios, tanto en inglés como en castellano, y hay incluso quien se lo lleva en ambas ediciones. Es una auténtica barbaridad.

Y yo, que brindo por la BMW a la salud de uno de los clásicos de la contracultura made in yankilandia y de mis cuentas de resultados, he de reconocer que hay momentos en que siento cómo la estupefacción se abre paso a través de la euforia y me paraliza de los pies al pelucón.

Regina, cielo, me digo, mira que eres faulkneriana. Relájate y disfruta, tesoro, olvídate del 2007 y de lo que le deslució a Kerouak el 50 aniversario de su novelita…

Y ahí está la clave de mi ambivalencia emocional. Durante todo el año pasado especialistas de todo el planeta celebraron cada uno a su manera el 50 aniversario de la primera edición de On the Road, pero éste a duras penas abrió el apetito lector de la gente, al menos el de mis reginaexlibrislandianos, ni los de pro ni los esporádicos.

Por mi parte consagré al padre de la genereción beat y sus vástagos un rinconcito en mis confines, pero fuera de algún que otro ejemplar furtivo la obra de Kerouac se vendió como cualquier otro título de fondo: a trompicones.

Pero justo cuando estaba a punto de desmontar el altar kerouaciano va la BMW y me lanza catódicamente su obús-spot. Y aquí estoy, vendiendo En el camino como churros.

Para quienes no lo hayáis visto, hételo aquí, el anuncio:

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Y a vosotros, queridos, ¿os desató la BMW un deseo irrefrenable por devorar On the Road, de Jack Kerouac? ¿Recordáis algún que otro anuncio con novelita detrás?