Hay días en que amanezco milenaria, como si alguien me hubiera cardado el pelucón con una laca que condensara todos los pecados y dolencias espirituales de la humanidad.
Su peso es tal que literalmente me va aplastando, y a eso de media mañana deambulo por reginaexlibrislandia como un alma en pena, todo pelambrera y dos piececitos sobresaliendo tímidamente por debajo como cabezas de tortuga.
Mis movimientos se ralentizan y me cuesta un imperio realizar la más sencilla de las tareas.
Así estaba yo hoy, tratando de decidir cómo cauterizarme la melancolía y desembotarme los sentidos, si con café intravenoso o una tortilla de aspirinas, cuando opté por aliviarme con una prescripción librera de las mías: ¡Ojo! Con el pequeño Nicolás, la primera de una serie de aventuras inéditas del pequeño tunante galo creado por ese tándem inmenso del humor francés: René Goscinny y Jean-Jaques Sempé.
Hacía días que me llegó el pedido a reginaexlibrislandia, pero no me había parado a ojearlo.
Regina, me dije, deja que Nicolás te levante el día.
Y así lo hice. Me atrincheré en mi mesa y me olvidé del mundo… Nicolás me hablaba y oía gritar a Clotario, soltar mamporros a Eudes, zampar sin tregua a Alcestes. Correteaba con ellos por el patio del colegio huyendo de El Caldo cuando una voz me devolvió a la librería:
– Cliente: Disculpe, llevo un rato observándola…
– Regina: Uy, perdone, ¿puedo ayudarle?
– C.: No, es que veo que no para de reír y me preguntaba qué es lo que está leyendo.
– R.: Pues Una aventura de El Pequeño Nicolás, no sé si lo conoce
– C.: Pero, ¿eso no es para críos?
– R.: Bueno, depende. Yo siempre lo recomiendo para peques, pero también creo que es para todos… es un cocktail explosivo de humor, ternura y travesuras absolutamente delicioso. Yo los leía de pequeña y, ya ve, de vez en cuando vuelvo a ellos. Este en concreto lo acaban de editar en españa.
(El caballero desliza su mirada de mi cara al libro que tengo en las manos entre escéptico y curioso)
– C.: ¿Y realmente es tan gracioso?- R.: Imagino que no para todos, pero a mi me encanta. Léase algún capítulo y decida usted…
– C.: La verdad es que no tengo prisa, ¿me lo presta un segundo?
Al final se llevó ese y otros tres previos: El pequeño Nicolás; Las vacaciones del pequeño Nicolás y Los amiguetes del pequeño Nicolás. Mientras cogía su paquete me me dijo:
. Pero son para mis nietos, ¿sabe?
Aunque me guiñó un ojo antes de desaparecer…
Y a vosotros, queridos, ¿os gusta El pequeño Nicolás? ¿Qué leéis cuando os asalta la melancolía?