No me preguntéis por qué, pero ayer soñé con la película Los Diez Mandamientos (The Ten Commandments, 1956). Quizá porque la tarea de organizar la librería me da tanto respeto y vértigo que ha adoptado en mi cabeza dimensiones bíblicas.
Quién sabe, si Moisés fue capaz de abrir el Mar Rojo en dos y en technicolor puede que yo salga de esta airosa, divina y estupenda. Y si a él ‘el Otro‘ le sopló las dos tablas con los Diez Mandamientos a vosotros el destino os trajo aquí para guiarme, ciberespacio mediante.
Y es que fiel a mi promesa de doblegarme a los designios de la empatía (más que librera creo que me he hecho empática profesional) me encuentro con un reto bicéfalo a la hora de estructurar la librería.
Claro, queridos, para los clientes ha de ser el lugar en el que encuentran el ejemplar que buscan con el mínimo esfuerzo, de forma que si acuden a mi es porque les apetece, pero nunca por desesperación.
Pero para el resto de libreros será donde pongan, repongan y busquen infinidad de títulos a la velocidad de la luz.Por eso que otro librero de rienda suelta a su creatividad al colocar implica que muchos libros se pierdan en este triángulo de bermudas.
Cada vez que fracaso ante un lector porque no tengo lo que busca me entrego a una orgía de lamentos, pero si resulta que luego aparece en otra balda entonces, queridos, a mi, como a la Hydra, me salen serpientes del pelucón y arde Troya.
Así que lo esencial es perfilar bien el esqueleto de la librería y asegurarme de que todos lo interpretamos correctamente. Además, una vez montada y pasados estos meses de rodaje no puedo liarme a ponerla patas arriba después.
Cuando comprendes eso el pánico cae sobre ti como una masa viscosa. De pronto todas esas líneas a seguir que antes parecían tan bien marcadas, casi palpables en el espacio, se desintegran en tu horizonte mental. Y empiezas a dudar de todo. Y aquí acudo a vosotros…
Por ejemplo, pongamos que Novela se divide en ‘Géneros’ (Histórica, Negra y policiaca, Terror, etc. ) y ‘Narrativa’, que iría separada en bloques por autores según su origen (españoles, hispanoamericanos, anglosajones, europeos y otros) y colocados por orden alfabético de apellido del escritor.
Más o menos y aunque discutible la cosa parece clara y mínimamente lógica, ¿no?
Pero, ¿dónde colocas a Amélie Nothomb? Por referencias quizás te lanzarías a buscarla en ‘narrativa/por autor/europeo’ ya que te puede sonar que escribe en francés. Pero resulta que nació en Japón y se nacionalizó belga…Así que si me pongo purista con las categorías pocos irán a buscarla al sitio adecuado.
O el caso de escritores que saltan de géneros, como el grandísimo H. Mankell, peso pesado de la novela negra negra pero con gloriosas incursiones en otro tipo de historias (sin ir más lejos su más reciente y fantástica Zapatos italianos). Bien, esas otras, ¿irían en las baldas de autores europeos o todas en intriga?
Vosotros como lectores, como gestores de vuestra biblioteca particular y como asiduos a librerías, ¿cómo organizarías vuestra librería ideal? ¿Cómo buscáis libros?
Y para no perder la costumbre, aquí va el trailer de Los Diez Mandamientos: