Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
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Si quieres echarte unas risas lee las novelas de Patrick Dennis

Abran paso al rey del disparate inteligente hecho libro, Patrick Dennis. O, mejor dicho, Edward Everett Tanner III, su verdadero y pomposo nombre que, pese a lo que pueda parecer, en este caso no es sinónimo de origen aristocrático. Todo lo contrario.

Pero a día de hoy y sin ser aún un autor mediático ni mucho menos de masas, Patrick Dennis es uno de los grandes titanes del humor inteligente y definitivamente bífido de la literatura de todos los tiempos, y uno de los grandes bibliopatrones de la librería.

Así que aquí en reginaexlibrislandia somos patrickdennisianos devotos y confesos.

Y no podría ser de otra manera, porque es un autor capaz de armar tramas trepidantes que son bibliogéiseres de escenas y diálogos desternillantes, y de hacerte caer rendido a los pies de personajes memorables que te mantienen en una carcajada continua de principio a fin.

Y todo eso en novelitas muy ágiles y con capítulos breves que se leen en un aysss. Como La Tía Mame, que fue la que, tras haber sido rechazada la friolera de diecinueve veces, una vez publicada pulverizó cualquier expectativa: vendió más de dos millones de ejemplares en EEUU en 1965 y se parapetó ciento doce semanas en la lista de los diez más vendidos del New York Times.

Y por si eso fuera poco se llegó hubo semanas en las que vendía hasta mil copias diarias. Con semejante bombazo libresco sus siguientes novelas –fieles a la calidad, el estilo y el humor desopilante de la primera- trazaron la misma trayectoria estelar.

Y así es como Patrick Dennis pasó a ser icono de la bohemia neoyorquina de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, de sus novelas llegaron adaptaciones a múltiples formatos (películas, series televisivas, musicales, etc) y fue uno de los escritores norteamericanos más leídos del momento.

Y con razón, queridos. Con razón. Y por eso en reginaexlibrislandia lo prescribimos a discreción.

Y no me interpretéis mal: sé que cada cual tiene su sentido del humor perfectamente delimitado, pero cuando se trata de buena literatura hay títulos y autores que te pulverizan cualquier frontera emocional y acabas irremediablemente desternillado aunque no quieras.

Es el caso de Patrick Dennis. ¿La prueba? La tenéis en cualquiera de sus novelas editadas en castellano: La tía Mame, La vuelta al mundo con la Tía mame y Genio.

Las repasamos:

La Tía Mame. Patrick Dennis. Acantilado. No concibo que nadie pueda leer este libro sin haber soltado más de una carcajada ni caer rendido a los pies de uno de los personajes más carismáticos, divertidos, imprevisibles, glamurosos y entrañables de las letras anglosajonas. La novela cuenta cómo tras quedar huérfano a los 10 años el joven Patrick conoce a su tutora en su mansión neoyorquina justo antes del crack del 1929. Lejos de ser una solterona al uso, la tía Mame es una criatura divina y magnética con más pájaros en la cabeza que plumas en su boa pero con las cosas muy claras y encanto y tozudez a prueba de bombas y declives bursátiles. Por eso, el huerfanito no tarda en adorar a esta viuda chispeante, bífida y deshidratada, para quien las 9 am son “la mitad de la noche”. Rica, deslenguada y estilosa hasta lo imposible, tiene tanto fondo de armario como registros dramáticos, y las peripecias que vivirán sobrino y tía no tienen desperdicio. Muy, muy divertida.La Tía Mame

La vuelta al mundo con la Tía Mame. Patrick Dennis. Acantilado. Tras leer La tía Mame matarías por una de esas fiestas sofisticadas, un dry-Martiny, una boa bien tupida y una boquilla de veinte centímetros. Muy, muy divertida. Y si creías que no te podías reír más con las andanzas de Mame Dennis deja lo que estés haciendo y ponte con La vuelta al mundo con la Tía Mame. En él Patrick, felizmente casado y con un hijo, deja que Mame lleve de viaje por Oriente a su retoño durante las vacaciones a pesar de los recelos de su mujer y con la condición de que ambos regresen antes del inicio del curso. Pero como la Tia Mame vive en su propia temporalidad ya han pasado ¡dos años! desde que partieron y solo saben de ellos gracias a curiosas y crípticas postales enviadas desde lugares exóticos. Para tranquilizar a su mujer mientras esperan el regreso del dueto Patrick, que trata de ahogar sus recelos a copazos, le relata parte de una vuelta al mundo que él dio de joven con su tía antes de que estallara la IIGM. Digo parte porque si para su esposa edulcora y cubre con una pátina educativa sus andanzas por París, Londres, la Austria nazi, la Rusia soviética y el lejano Oriente, al lector sí le da la visión integral de lo que en realidad fue un disparatado viaje por los cinco continentes donde lector no para­rá de reír con la extravagante y deliciosa Mame, con profunda irreverencia y sus ganas de vivir a pesar de todo y de todos.

La vuelta al mundo con la tía Mame

Genio. Patrick Dennis. Acantilado.  En un Hollywood donde la mentira, el engaño y la ostentación son moneda corriente, el director de culto Leander Starr es capaz de engatusar al mismísimo diablo. Pero los años no perdonan ni a un genio como él, y aunque el público le adora, sus ex mujeres y el fisco terminan por cercarle. Por eso se fuga a México decidido a rodar una película que le permita recuperar el prestigio y la fortuna. Se trata de El Valle de los Buitres, y para materializarla solo necesita dinero y a un guionista. Por suerte conoce al candidato perfecto, Patrick Dennis, un escritor en plena crisis creativa. El encuentro del director y el escritor detona una lucha de egos y una hilarante sátira del disparatado mundo de las estrellas del cine clásico de Hollywood tan trepidante, divertida y asombrosa como pocas, sí, pero en la línea de su maravillosa Tía Mame.

Genio

Así que, queridos, daréis un bibliopatinazo regino si no os tiráis como hienas a la caza de cualquier ejemplar de Patrick Dennis que tengáis a tiro.

Entre tanto os dejo con la primera de las adaptaciones cinematográficas de La Tía Mame, a la que siguieron series de tv, versión teatral y un musical. Una comedia hilarante que refleja bien el espíritu burlón del genio patrickdennisiano:

Hazte un bibliofavor y lee ‘Chesil Beach’ de Ian McEwan antes de ver la peli

Primero fue el Verbo impreso, luego la película, o cualquier otra adaptación posible. Es el primer versículo del biblioevangelio reginaexlibrislandiano, y aunque en la librería nos consagramos al dogma librero, nuestro bibliodogmatismo se redobla si de lo que se trata es de un libro sublime.

Es el caso de Chesil beach, de Ian McEwan, editado en 2008 por Anagrama y sobre cuya calidad hay consenso entre los libreros de reginaexlibrislandia. Una novela emotiva, absorbente, equilibrada y de una sutileza y sencillez demoledoras, cuya adaptación a celuloide es un hecho y su estreno en España inminente.

Una reginaexlibrislandiana asidua y muy, pero que muy cinéfila es quien nos ha dado la noticia:

Clienta: Oye, Regina, ¿Qué tienes de Ian McEwan?

Regina: ¿De McEwan? Solar, Amsterdan, Expiación, Sábado, Operación Dulce, El placer del Viajero y Chesil Beach. ¿ah, sí! Y los relatos Primer amor, últimos ritos

Clienta: Mmm, vale, veamos… Empiezo por los relatos y algún otro, pero estoy entre Solar y Chesil Beach, ya sabes, por lo de la peli

Regina: ¿La peli? ¿Qué peli?

Clienta: El 29 de junio se estrena «En la playa de Chesil», de Dominic Cooke

Regina: ¿Ya? Alguien nos lo comentó, pero creí que el proyecto iba para largo

Clienta: Pues ya ves, y tiene muy buenas críticas por lo que he visto. Supongo que ayuda el hecho de que el guíon es de McEwan

Regina: Ah, pues sí, eso seguro. Mimará más al original, espero.

Clienta: entonces, ¿qué, Regina? ¿Solar o Chesil Beach? Porque a la verla ya te digo yo que voy directa en cuanto la estrenen

Regina: ¿Qué QUÉ te digo? Pues que te hagas un bibliofavor y leas ‘Chesil Beach’ antes de ver la peli. Es un pedazo de novelón, en serio. Un novelón.

Y abandonó mis confines reginaexlibrislandianos con sus ejemplares de Primer amor, últimos ritos y de Chesil beach, a ver qué le parecen.

Por mi parte me abalancé sobre el ordenador para reforzar mi arsenal de ejemplares de Chesil beach de Ian MacEwan en Anagrama por si se produce el ‘efecto bibliollamada’ cuando «En la playa de Chesil” esté en cartelera.

Y sinceramente espero que así sea, porque es tan buena que ojalá la versión de celuloide descubra la novela original a legiones de lectores despistados que no saben que desean leerla hasta que la tengan delante. Palabra de Regina ExLibris.

 NOTA DE REGINA EXLIBRIS:

Chesil Beach. Ian McEwan. Anagrama. En la Inglaterra de inicios de los años 60 el sexo era todo un tabú: ni se hablaba sobre él ni, por supuesto, se practicaba antes del matrimonio. Y esa represión será precisamente la bomba de relojería que lleven en su equipaje Edward y Florence en su viaje de novios a un hotelito modesto en Chesil Beach, donde la promesa de una luna de miel idílica les estallará en mil pedazos. El deseo insatisfecho de él y la mezcla de repulsión y culpa de ella por no ser capaz de entregarse a quien ‘supo esperar’ durante todo el noviazgo volatilizan su relación y revelan otras diferencias insalvables de la joven pareja. Ian McEwan disecciona, entre aséptico, irónico y tierno, la desventura de los enamorados mientras dibuja un glorioso retrato de los claroscuros de una época. Sencillamente maravillosa.

Entre tanto os dejo con el trailer de «En la playa de Chesil”. Después de verlo la verdad es que, para mi, la película apunta maneras… ya veremos:

Por qué bibliopatinas (y mucho) si no lees El Secreto, de Donna Tartt

Si buscas un thriller gótico que te mantenga literalmente pegado a tu ejemplar hasta el punto y final (y más allá) deja lo que estés leyendo y hazte con El Secreto, de Donna Tartt. Palabra de Regina ExLibris.

Desde que lo descubrí allá por los noventa no he dejarlo de prescribirlo en reginaexlibrislandia. Y se lo recomiendo a paladares librescos muy heterogéneos.

Por mi experiencia en las trincheras librescas quien empieza El Secreto está irremediablemente abocado a engancharse a una trama de suspense ambientada en una exclusiva universidad y protagonizada por un carismático grupo de estudiantes de clásicas liderados por un magnético profesor, a quienes sus ansias de exprimir la vida y sus privilegios se les va de las manos, hasta que uno muere y se precipita la debacle emocional, moral y personal de todos.

Cuando la pongo sobre el escritorio como potencial lectura y me preguntan por qué, la conversación suele ser del tipo:

Cliente: ¿Y qué tiene de especial El Secreto?

Regina: La arácnida Donna Tartt imprime a su trama el ritmo de un thriller mientras inocula en el texto dosis justas de oscura melancolía que anestesia, paraliza y embota a un lector decidido a llegar hasta el final. Es la marca de la casa. Y eso mientras despliega la crónica de una juventud privilegiada que le pide demasiado a la vida sin saber bien qué entregar a cambio.

Cliente: Pero es un tochaco, ¿no se hace pesada?

Regina: Para nada. Está muy bien escrita, perfectamente ambientada y, desde luego, su punto fuerte es la construcción de unos personajes con los que el lector intima en las más de seiscientas páginas que dura esta experiencia lectora alucinante. Yo siempre que puedo la prescribo, porque es ideal para leer y desconectar.

Cliente: Vale, vale… Entonces, ¿mejor empiezo por esta antes que por El Jilguero, que es de la que me hablaron?

Regina: Mira, El Jilguero es, sin duda, otro novelón y, según dicen, llamada a ser un clásico de las letras norteamericanas del SXX. Por algo se llevó el Pulitzer hace cuatro o cinco años, y convenció a la crítica, que en cambio en su día tachó El secreto de “basura de calidad” tras su exitazo en ventas. Pero yo empezaría por El Secreto.

Suelen hacerme caso, y suelen comentarme de vuelta que El secreto cumple en mayor o menor medida las biblioexpectativas proyectadas sobre la novela. Puede ser o no ser, como dicen, “basura de calidad”. Pero es uno de los títulos que no dejaré de prescribir en la librería, porque vale la pena. Palabra de Regina ExLibris.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

El Secreto. Donna Tartt. Lumen. ¿Qué subyace bajo la sólida capa de armonía y rectitud espiritual de una prestigiosa universidad enclavada en la bucólica campiña de Vermont? Un turbador trasfondo de violencia, degradación moral y sexualidad reprimida que Donna Tartt explora en El Secreto con la caída en picado de cinco estudiantes que, guiados por su carismático profesor, profundizan en los misterios de la cultura griega antigua y afrontan el asesinato de uno de ellos. Colosal crónica oscura de una juventud malograda, disección implacable de ciertos círculos elitistas y lúcida reflexión sobre el carisma en un novelón trepidante e hipnótico de principio a fin.

Seis libros para leer y sucumbir al ingenio mordaz de G.K. Chesterton

Abran paso al príncipe de las paradojas, Gilbert Keith Chesterton. Un titán literario con una gloriosa querencia al género de detectives, creador del mítico Padre Brown y escritor todo-terreno movido por su obsesión por sanear las conciencias y las cloacas de las élites políticas de la Europa del cambio de siglo a golpe de ingenio y de humor.

En reginaexlibrislandia somos gekachestertonianos devotos y confesos y, como tales, hincamos la bibliorodilla ante este maestro de la intriga y del uso del diálogo ingenioso, corrosivo y humorístico.

A su paso “G.K.” dejó un reguero de textos penetrantes, inteligentes, venenosos, mordaces, hilarantes, inconformistas, lúcidos, escépticos e instructivos, que siempre encierran una ingeniosa paradoja sobre la condición de la sociedad, del pensamiento o de la naturaleza humana.

Su personaje insignia es el mítico Padre Brown, un sacerdote católico de apariencia entre ingenua y bobalicona, pero con una agudeza psicológica demoledora que hace de él un formidable detective, y que aparece en más de cincuenta historias publicadas entre 1911 y 1935.

Por sus métodos hay quien lo considera sabueso antagónico de Sherlock Holmes. Lo sea o no, en la librería siempre prescribimos sus biblioandanzas y adoramos a ese condenado curita del enorme paragüas, pero en el anaquel consagrado a G.K. Chesterton hay mucha bibliovida más allá del Padre Brown.

Así que cuando en reginaexlibrislandia nos preguntan por dónde empezar a leer a G.K. Chesterton nosotros siempre descargamos un arsenal de seis títulos fundamentales y representativos del universo gekachestertoniano.

¿Listos? Pues aquí van nuestros seis títulos para leer y engancharse a G.K. Chesterton:

1. Los relatos del Padre Brown. G.K. Chesterton. Acantilado
Permítanme invitarlos a la relectura de una de esas exquisiteces impresas que pocas veces defraudan: Los relatos del Padre Brown, de C. K. Chesterton. Caerán rendidos ante la silueta de ese párroco rechoncho y a veces atolondrado que, embutido en su sotana y aferrado a su enorme paraguas, se enfrenta a los más cruentos asesinatos, a los enigmas más opacos y a los crímenes más inexplicables con su mejor y más infalible arma: un conocimiento tan profundo de los claroscuros del ser humano que, cuando él lleva las riendas del caso, pone en jaque a la lógica deductiva propia, por ejemplo, del mítico Sherlock Holmes.

2. El arte del asesinato. G.K. Chesterton. Valdemar.
¿Qué tienen en común el padre Brown, Horne Fisher, Gabriel Gale o Mr. Pond? Pues que, aunque cada uno despliega su excentricidad a su manera, todos han sido tocados por el genio cuando se trata de resolver crímenes aparentemente irresolubles. Bueno, eso, que todos son hijos literarios de G. K. Chesterton y que algunas de sus andanzas aparecen recogidas en El arte del asesinato, 11 relatos de crimen e investigación. Este volumen es un impagable muestrario de su gloriosa galería de investigadores enredados a perpetuidad en tramas cargadas de suspense, humor e ingenio que son la marca de la casa del escritor inglés.

3. El hombre que fue jueves. G.K. Chesterton. Valdemar.
El detective y poeta idealista Gabriel Syme trabaja en Scotland Yard para luchar contra el anarquismo que corroe la Europa de cambio de siglo. Cuando logra infiltrarse en la entraña del anarquismo organizado, y ocupa el puesto de Jueves en su consejo supremo detona un trepidante devenir de aventuras encaminadas a evitar un magnicidio en Paris, pero que en realidad son la vía que Chesterton utiliza para tipificar y pulverizar las corrientes de pensamiento emergentes, con Schopenhauer y Nietzsche a la cabeza. Con un toque filosófico y absurdo y gran sentido del humor, El Hombre que fue Jueves arrastra al perplejo lector en una comedia alegórica sobre el mal y el libre albedrío que le obliga a balancearse entre la realidad y la fantasía onírica. Brutal.

4. El hombre que sabía demasiado. G.K. Chesterton. Acantilado.
Pasen y lean esta gloriosa colección de relatos detectivescos bajo la que subyace un tratado político encubierto tan colosal y lúcido como corrosivo. El nexo de unión entre las historias son dos personajes: Harold March y Horne Fisher. El primero es un periodista que derrocha ingenuidad. El segundo, sin oficio conocido, carece de la ingenuidad que a March le sobra. A través de sus ojos se van dibujando las turbias bambalinas de la escena de la política británica de principios del siglo XX. La combinación de estas dos visiones antagónicas y complementarias surge efecto para desenmascarar sin aspavientos a las élites políticas, formadas por corruptos, débiles, mentirosos y cobardes, y movidas por casi cualquier cosa menos el bien común. Escrito en 1922, El hombre que sabía demasiado mantiene toda su vigencia y su lectura debería ser obligatoria… al menos en los tiempos políticos que corren.

5. La esfera y la cruz. G.K. Chesterton. Valdemar.
De entre los elegidos para que sus genios literarios destilen humor, filosofía y suspense en proporciones áureas, G. K. Chesterton sobresale por méritos propios materializados negro sobre blanco. La esfera y la cruz narra las disparatadas aventuras de un católico y un ateo que recorren el mundo en busca de un lugar en el que puedan batirse en duelo a muerte sin que las autoridades se echen encima de ellos para impedírselo. De una lucidez y una ironía a prueba de bombas.

6. Cómo escribir relatos policíacos. G.K. Chesterton. Acantilado.
Como ha quedado demostrado a librazos el ingenio bibliodetectivesesco de Chesterton iba mucho más allá de su ya legendario Padre Brown. Tanto que, como conocedor y estudioso del género policíaco, consagró diversos ensayos y artículos periodísticos al género, que fueron publicados en muy diversos lugares. En este volumen se reúnen todos ellos. El lector encontrará un manual entusiasta, culto y espiritoso del perfecto escritor de relatos de misterio, donde uno de sus más titánicos creadores analiza, comenta y disecciona con su colosal inteligencia y su modalidad a prueba de balas el llamado a ser uno de los géneros literarios más leídos en todo el mundo desde el S.XIX. Instructivo, hilarante y demoledor recorrido, donde pone en jaque incluso a Auguste Dupin y a la astuta señorita Marple. ¿Algún devoto del género da más?

De Philip Roth empieza por leer su espléndida ‘Pastoral Americana’

Los bibliófagos del mundo estamos de luto. Ha muerto Philip Roth, uno de los grandes de la literatura norteamericana contemporánea. Tal cual. Dotado de un espíritu tan crítico como acerado y provocador, con un punto de empatía que sobrecoge y conmueve, y que destila cuando quiere un tipo muy particular de humor entre corrosivo, desenfadado y canalla.

Un grande ante el que hincamos la rodilla en reginaexlibrislandia sin titubeos, que además tiene en su haber el Premio Pulitzer de Literatura y el Príncipe de Asturias de las Letras, entre otros.

Tanto los premios literarios como la adaptación a celuloide de algunas de sus novelas inocularon, en momentos puntuales y gracias a la repercusión mediática, el apetito lector por un autor cuya obra pivota sobre tres ejes esenciales: los problemas de asimilación e identidad de los judíos de distintas generaciones en EEUU, la naturaleza del deseo sexual, la madurez y la identidad personal.

En la librería la bibliofilia se nos iluminaba como un neón del Strip de Las Vegas cada vez que, en plena cresta de la ola mediática piliphrohtiana, un lector se adentraba en nuestros confines librescos en busca de “algo de ese tal Philip Roth”.

Y es curioso cómo la Providencia Librera quiso que, con el tiempo, el título por el que suelo recomendar entrarle a Philip Roth fuera el más conocido por obra y gracia del celuloide.

Tanto que la siguiente escena con un reginaexlibrislandiano asiduo ha sido bastante recurrente en los últimos seis años en la librería:

Cliente: Hola, ¿qué me leo de ese tal Philip Roth?

Regina: Empieza por Pastoral Americana

Cliente: Pero, ¿hay una peli, no? Una reciente

Regina: Sí, dirigida y protagonizada por por Ewan McGregor, y con Jennifer Connelly, entre otros.

(Pastoral Americana, 2016 / Lionsgate)

(Pastoral Americana, 2016 / Lionsgate)

Cliente: Sí, sí, sí… es verdad. Demoledora, ¿eh?

Regina: Más bien… pues ponte a leer la novela. Es bibliocanelita en rama, querid@

Cliente: ¿Empiezo por esa, entonces?

Regina: Es la que te recomiendo para empezar. Con ella arranca su colosal Trilogía estadounidense, que continua con Me casé con un comunista y La mancha humana. Brutales las tres. Pero quizás podrías intercalarlas con El mal de Portnoyo con El animal moribundo. Pero, lo dicho, empezaría por Pastoral Americana

Novelas de Philip Roth

Cliente: Pues no hay más que hablar, Regina, me llevo Pastoral Americana y veremos a ver qué tal

Espero que bien. Porque es un novelón y porque Philip Roth merece ser leído, porque es un autor ferozmente conmovedor en cualquiera de las tramas que articule, y porque destila entre líneas lucidez, empatía y provocación. Palabra de Regina Exlibris.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

Pastoral Americana. Philip Roth. Debolsillo. Si te planteas leer a Philip Roth empieza por Pastoral americana, una crónica brillante de la vacuidad del sueño americano encuadrada en los años sesenta, cuando a un respetable ciudadano medio –último eslabón de tres generaciones varadas en el gueto judío de Newark y decididas a tragarse el sutil antisemitismo reinante en pos de su prosperidad– le revienta en la cara el american dream el día en el que su hija se revuelve contra todo en torno a lo que gravita su existencia para sumarse a las revueltas contra la guerra de Vietnam. Retrato demoledor de la relación amor-odio que enmarca a muchos atrapados en el centro del triángulo de la sociedad estadounidense, la identidad personal y el sueño americano con el que ganó el Pulitzer.

Pastoral Americana

Pastoral Americana

Y para ir haciendo boca os dejo el tráiler de la adaptación homónima de Pastoral Americana que Ewan McGregor dirigió y protagonizó en 2016:

  • Y vosotros, queridos, ¿qué novela recomendaríais para entrarle a Philip Roth? 
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Trivial: ¿Cuánto sabes de ‘El guardián entre el centeno’, de J.D. Salinger?

Un adolescente cercado por su fracaso escolar, la rigidez de su familia, la muerte de su hermano, el sexo y las dudas, decide pasar una semana solo en Manhattan antes de volver a casa tras su expulsión del internado. El guardián entre el centeno es su confesión a quemarropa y sin tapujos, y la radiografía de Salinger de un adolescente devorado por contradicciones.

Si eres de los que sí leyó la novela atrévete con el bibliotrivial ‘El guardián entre el centeno’ de Regina ExLibris. ¿Listo para demostrar lo holdencouldfieldiano que eres? ¡Vamos!

 

Trivial: ¿Cuánto sabes de la novela ‘Cumbres Borrascosas’, de Emily Brönte?

(Cumbres Borrascosas, 1992 / Paramount Pictures)

(Cumbres Borrascosas, 1992 / Paramount Pictures)

La épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en escenarios sombríos y desolados, constituye una asombrosa visión del amor, del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada en 1847, la novela pulveriza los cánones del decoro que la Inglaterra victoriana. Una historia totalmente aparte como novela y como relato de terror, que sobrecoge tanto con sus vívidos paisajes como con las vidas atormentadas y violentas que alberga entre líneas.

Si eres de los que sí leyó el libro demuéstralo en el trivial “Cumbres Borrascosas” de Regina ExLibris. ¿Listo para demostrar lo heathcliffinano que eres? ¡Vamos!

 

Seis novelas de Evelyn Waugh para leer y disfrutar de la mejor prosa mordaz

Se cumplen 52 años de la muerte de Evelyn Waugh, otro santo bibliopatrón de mi librería y uno de los titanes de las letras anglosajonas del SXX. Escasamente admirado como ser humano pero venerado como escritor y como cronista despiadado de la frívola generación de entreguerras, yo siempre pensé en él como en una flapper atrapada en el cuerpo de un católico converso, gruñón, soberbio, misógino y snob de bofetón con la mano abierta, pero con un talento portentoso para la literatura.

Evelyn Waugh

Evelyn Waugh

Alguien atormentado por una feroz lucha interna y en perpetuo pie de guerra contra el mundo que implosionó en artefactos literarios cargados de veneno, de ironía y de verdad. De ahí que la ‘marca Waugh’ se materialice en novelas divertidas y alocadas con espacio para el desencanto y la crítica, pero, eso sí, de forma perversamente sutil.

Adoro su obra, su sentido del humor, su lucidez mordaz y esa gloriosa lengua bífida con la que describe esos entornos en los que se maneja como pez en el agua: la aristocracia con toda su pompa, los círculos diplomáticos y las corruptelas, el ejército y los conflictos bélicos, la flema universitaria y la prensa.

Así que con ese bibliocuadro entenderéis por qué siempre que puedo prescribo sus novelas a discreción.

Y ahora más que nunca, puesto que con la biblioefeméride de peineta atornillada al pelucón me he venido arriba y he montado un escaparate evelynwaughiano con seis novelas de Evelyn Waugh que ningún lector debería perderse según Regina ExLibris. No están todas las que son, pero si son todas las que apuntalan su universo literario al completo.

¿Listos? Van:

1. Retorno a Brideshead. Evelyn Waugh. Tusquets. La vuelta de Charles a la elegante mansión de lord Marchmain, convertida ahora en cuartel por la guerra, le devuelve a un pasado en que recorría embelesado sus jardines y salones, y se dejaba seducir por sus singulares habitantes, en especial por el ambiguo y cautivador Sebastian y su fascinante hermana, lady Julia, y el misterio que envuelve a toda la estirpe. Un libro soberbio, se mire por donde se mire. Cuenta con una ya mítica adaptación catódica de la BBC británica y, ya en los 2000, una película homónima.

Retorno a Brideshead

Retorno a Brideshead

 

2. ¡Noticia Bomba! Evelyn Waugh. Anagrama. Un magnate de la prensa de Fleet Street llamado Lord Copper presume de la infalibilidad de su olfato para descubrir talentosos reporteros que inundan de exclusivas su tabloide y ganarle así lectores a la competencia. Sin embargo, a causa de una confusión de apellidos, envía a «cubrir» la guerra civil en una remota república africana a uno de los periodistas más improbables para tal misión. A partir de ese equívoco, Evelyn Waugh se lanza a una feroz y desopilante sátira sobre el mundo del periodismo, los enviados especiales, la información, la desinformación y la confusión. Considerada como una de las grandes novelas de humor del siglo XX, es también un vívido y corrosivo retrato de la profesión y del sector que arrancará las carcajadas tanto de quienes la sufren a diario como de los ajenos al mundillo.

¡Noticia Bomba!

¡Noticia Bomba!

3. Izad más banderas. Evelyn Waugh.  RBA. Tanto si aún no han leí­do a Evelyn Waugh como si sólo se perdieron por las páginas de Retorno a Brideshead o de Noticia bomba no dejen de hacerse con Izad más banderas, y les aseguro que caerán rendidos ante el particular y acerado sentido del humor con el que el escritor inglés recrea sus propias experiencias y desventuras en el frente en la II Guerra Mundial. Así, a través de su carismático y caradura Basil Seal, levanta a palabras un fresco del periodo en el que Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Hitler, incidiendo en el desconcierto generalizado que supuso tanto para la sociedad -especialmente la alta, que es el ecosistema natural de Waugh- como para el ejército pasar de la euforia inicial a un baño de realidad y crudeza con las primeras derrotas del bando aliado. Realismo, humor y un giro de tuerca a los acontecimientos verí­dicos hacen de este libro un artefacto narrativo de alto voltaje y risa continua.

Izad más banderas

Izad más banderas

4. Un puñado de polvo. Evelyn Waugh.  RBA. Cuando se trata de diseccionar la decadencia de la alta aristocracia británica de los años veinte no hay lengua más bífida que la de Evelyn Waugh. Ya fuera con una exquisita melancolía o con un hilarante sentido del humor, el trasfondo siempre era el mismo: las grandezas y miserias de quienes añadían a su martini varios lingotazos de cinismo e hipocresía. Pues bien, con Un puñado de polvo. Waugh depura su tema, su técnica y su estilo para ofrecernos un cóctel de infidelidad conyugal: la de Lady Brenda Last que, tras siete años de aséptico matrimonio, tiene un tórrido affaire con una sanguijuela social mientras el cornudo Tony trata de encajar el golpe emprendiendo una huida en compañía de un lector que se dará de bruces con un final tan inesperado como demoledor.

Un puñado de polvo

Un puñado de polvo

5. Una merienda de negros. Evelyn Waugh. Anagrama. Destructiva farsa colonial que ataca tabto a los salvajes de la jungla como a los de las ciudades modernas, y en la que abundan personajes inolvidablemente cómicos como el inepto y petulante embajador inglés o las dos damas que se presentan para observar el tratamiento dado a los animales en ese país «bárbaro». En ella Seth, el nuevo emperador de Azania, «tirano de los mares y licenciado en Oxford», ofrece a su antiguo condiscípulo Basil Seal –insolente, sofisticado y amoral, una perfecta garantía contra la estabilidad– el cargo de «ministro de modernización» de su africano país. A partir de ahí se emprenden las más descabelladas innovaciones, provocándose un sinfín de intrigas tribales y diplomáticas que desembocan en la anarquía y el caos, y en un auténtico festín caníbal absolutamente despiadado, hilarante y veraz.

Merienda de negros

Merienda de negros

6. Cuentos completos. Evelyn Waugh. RBA. Si lo que buscas es una dosis reconcentrada de hastío, crítica mordaz, esnobismo caricaturizado y satirización extrema de personajes hazte ipso facto con los Cuentos completos de Evelyn Waugh. Son 39 relatos del escritor británico que pulverizó la escritura decimonónica con un estilo literario que marcará toda la novela del siglo XX y en el que, con su prosa estilizada e incisiva pero siempre inteligente, no deja títere con cabeza mientras arranca cada relato con frases-garfio que enganchan al lector al texto sin darle opción a abandonarlo hasta el punto y final.

Cuentos Completos

Cuentos Completos

“¿Qué novela me leo de Paul Auster antes de meterme con su libraco ‘4321’?”

Es muy difícil sustraerse al embrujo narrativo de Paul Auster, siempre enredando con el destino, el deseo, el amor, el azar, la identidad y su Nueva York natal.

Paul Auster es un ilusionista literario, un bibliomago de lo cotidiano que, apenas con unas cuantas palabras y un par de trucos muy sencillos, transforma lo banal en milagroso ante la mirada entre incrédula y fascinada del lector.

(El Ilusionista, 2006 / Yari Film Group)

(El Ilusionista, 2006 / Yari Film Group)

Y yo, por muy librera y por muy Regina ExLibris que sea también soy humana, a veces incluso demasiado humana para mi gusto.  Y como tal siento una irrefrenable debilidad por según qué escritores. Y como Paul Auster encabeza esa lista, exhibo sin complejos mi paulausterianismo extremo dentro en reginaexlibrislandia, y más allá. Tanto que cuando leo y releo cualquiera de sus novelas me siento como la sinuosa cómplice del genial biblio-ilusionista.

Así que, como ya supondréis, cuando un reginaexlibrislandiano acude a mi formulando las palabras mágicas (“Algo de Paul Auster”) a mí se me desata la bibliofilia y siento que nada puede salir mal.

Pero reconozco que la de hace un rato ha sido la más inesperada y curiosa de las peticiones de biblioguía paulausteriana que me han formulado nunca en la librería:

Cliente: Oye, Regina, ¿qué me leo de Paul Auster antes de meterme con 4321, el último libraco que sacó?

Regina: ¿Perdona?

Cliente: Sí, que llevo tiempo teniéndole ganas y se habla muy bien de 4321, pero creo que, al menos para empezar con él, es un poco demasiado. ¿No crees? Es que es muy, muy tocho y no quiero desanimarme.

Regina: ¡Jajaja! Bueno, sí, pensándolo bien quizás 4321 sea demasiado para empezar con Auster. Veamos, para los no iniciados cualquiera de sus libros previos es bueno, aunque siempre que me insisten yo recomiendo cualquiera de estos seis títulos, que pueden leerse en este orden, o no…

Y aquí le saqué las seis novelas de Paul Auster cuya lectura prescribo para adentrarse (y muy probablemente engancharse) en el universo literario del titán narrativo:

1. El palacio de la luna. Paul Auster. Booket. En los albores de la era lunar y de su madurez, Marco, desorientado, se abandona a una indigencia que lo hubiera devorado de no ser por la bella Kitty Wu, su empleo como biógrafo y el omnipresente astro plateado. Paul Auster maneja con esos tres hilos narrativos los movimientos de Marco por El palacio de la Luna mientras desvela cómo alguien puede frenar en seco su propia caída si se alinean algunas pequeñas casualidades. Una fábula deliciosa y demoledora en la que asistimos a la reconstrucción emocional y espiritual de un joven a quien la realidad desintegró, pero que renace por entre sus cenizas avivado por el deseo por escribir y por la pasión que siente por una chica. Una pequeña gran obra maestra.

El palacio de la luna

El palacio de la luna

2. Viajes por el Scriptorium. Paul Auster. Booket. En Viajes por el Scriptoriumn, Paul Auster radiografía su forma de ficcionar a través de un relato sobre Mr. Blank, un hombre que amanece amnésico y encerrado en un cuarto y al que la visita de personajes ayuda a construir y deconstruir su identidad. Una nueva clase magistral de narrativa que, sin embargo, quizá no sea apta para los no familiarizados con el escritor neoyorquino. Para el resto, una bibliodelicia.

Viajes por el Scriptorium

Viajes por el Scriptorium

3. Brooklyn Follies. Paul Auster. Booket En Brooklyn Follies, el mago de lo cotidiano y demiurgo de personajes con un magnetismo sobrecogedor que es Auster nos introduce a Nathan Glass, un hombre quebrado que, tras sobrevivir a un cáncer y a un divorcio agónico, regresa al vecindario donde creció para apurar su ridícula existencia escribiendo sobre disparates y locuras ajenas. Pero a medida que empieza a escribir conoce a una troupe de personajes que pulverizan sus planes y de cadáver inminente pasa a ser un hombre casi enamorado, con mucho que hacer y muchas ganas de vivir. Una novela magistral, Auster en estado puro.

Brooklyn Follies

Brooklyn Follies

4. El libro de las ilusiones. Paul Auster. Booket Un escritor y profesor de literatura ya no es ni la sombra de sí mismo. Es una criatura absolutamente devastada que se pasa los días bebiendo y cavilando sobre el último instante en que su vida aún podría haber cambiado, aquel en que su mujer y sus hijos aún no habían subido al avión que estalló. Hasta que una noche, mirando casi sin ver la televisión, y por primera vez tras seis meses de deambular peligrosamente sobre un alambre emocional en el vacío, algo lo hace reír.

El libro de las ilusiones

El libro de las ilusiones

5. Invisible. Paul Auster. Anagrama. Cuando una se ventila las casi trescientas páginas de Invisible en apenas una tarde y lo único que alcanza a balbucir más allá de su punto y final es un «Diosssss», no cabe duda: Paul Auster se ha vuelto a superar. Así, sin más, porque el mago de las tramas imposibles ha refinado su técnica para legar al mundo una novela cargada de intriga, erotismo y giros inesperados, y al tiempo poblada por personajes de un magnetismo tan sobrecogedor y tan al límite de sus espirales emocionales que desarman: Adam Walker, un joven aspirante a poeta de alma quebrada, se topa en Nueva York con una pareja de parisinos maduros que le desdibujarán su destino. Cuatro décadas después, un Walker terminal contacta con un amigo de la universidad para que coescriba su historia, y así será como asistiremos al relato de su vida en lo que es una gloriosa y caleidoscópica fábula sobre la pérdida, la identidad y la sexualidad en estado puro con un final demoledor.

Invisible

Invisible

6. Sunset Park. Paul Auster. Anagrama. Como paulausteriana no puedo evitar que, con cada nueva novela del escritor, me invada el vértigo y no sepa si el genio de la metanarrativa se ha superado una vez más o si por el contrario su genio se empieza a desinflar. Pues bien, atrincherada en la última página de Sunset Park apenas doy crédito a la maravilla que acabo de devorar: el mejor Auster en un relato cargado de pequeñas historias hilvanadas en torno al de Miles, un casi treintañero que, a la espera de que su novia sea mayor de edad, regresa a Nueva York tras años de autodestierro físico y emocional para reconciliarse con su pasado y detonar las vidas de su familia y de sus compañeros okupas en Brooklyn. Vital, cómica, trágica, realista y magnética.

Sunset Park

Sunset Park

Y para los iniciados una rareza: El país de las últimas cosas, tan inquietante como cautivadora. Palabra de Regina ExLibris.

Porque, efectivamente y como comentaba mi reginaexlibrislandianano, la colosal 4321 puede ser demasiado para una toma de contacto con la literatura de Paul Auster. Sí, puede ser demasiado, porque lo cierto es que 4321 es biblioharina de otro costal literario, queridos. Y también de otro post.

(El Ilusionista, 2006 / Yari Film Group)

(El Ilusionista, 2006 / Yari Film Group)

 

 

 

 

 

«¿Sabes en qué novela un fiscal defiende a su hijo, acusado de matar a un amigo?”

Otro día grande en reginaexlibrislandia.

(Blue Jasmine, 2013 / Warner Bros)

(Blue Jasmine, 2013 / Warner Bros)

De esos en los que una echa el cierre con la bibliofilia desatada, el pelucón desmadejado y esta sonrisa entre traviesa y radiante que me da vuelta a la cara. Y todo por un simpático reginaexlibrislandiano que se adentró en mis confines a la caza de un título esquivo y pilló por banda y totalmente desprevenido a uno de mis libreros.

Cierto es que ambos arrastrábamos con más cafeína que ánimo el agotamiento post-inventario con el que inauguramos el año nuevo contable en la librería. Y cierto es también que pilló al pobre infeliz a tortas con el maldito tóner de la impresora, y, peor aún, siguiendo mis más que confusas instrucciones a partir del manual. Y no es menos cierto que yo, todo malicia, di un discreto pasito atrás para salir del plano justo cuando intuí que una nube en forma de biblioadivinanza se cernía sobre nuestro escritorio, para así relajarme y disfrutar de la escenita libresca que iba a protagonizar mi librero mí en tres, dos, uno…

Cliente: Ejem, buenos días

Librero: ¿QUÉ? ¡Ah, sí, perdón, buenos días!

Cliente: A esas impresoras las carga el diablo, ¿eh?

Librero: ¡Qué me va usted a decir! Siempre acabo embadurnado de tinta para nada. ¡Brrr! En fin, ¿en qué puedo ayudarle?

Cliente: ¿Sabes en qué novela un fiscal defiende a su hijo, acusado de matar a un amiguito? Es que el otro día en el AVE escuché a dos chicas hablando de una novela, pero no recuerdo el título. Y, oye, hablaban tan bien que me dije “Esta tengo que leerla”

Librero: ¿Y no recuerda el título? ¿El autor? ¿La editorial?

Cliente: Mmm, no. El caso es que si cierro los ojos veo la portada, que creo que era blanca, o clarita, con letras rojas. Pero poco más

Librero: ¿Y qué recuerda de la conversación?

Cliente: Pues que la novela iba de un tipo que era fiscal, abogado o juez en un pueblo americano y llevaba un caso de asesinato. Habían matado a un crío, pero resulta que empiezan a acusar a su hijo. ¡Al hijo de este hombre! Eran compañeros de colegio. Y ahí se lía todo, claro.

Librero: Mmm, me suena, me suena mucho

Cliente: Decían que se leía muy rápido porque te enganchaba, no solo por el asesinato y el proceso, sino por cómo lleva la familia el tema y por hasta qué punto uno conoce a su prole o no.

Librero: ¡ish! ¿No será una de John Grisham?

Cliente: No, no. A ese le conozco, y al autor que mencionaron ni me sonaba. Sí te digo que, por cómo hablaban del libro, muy reciente no debe de ser. Pero, eso sí, según ellas tenía un final de infarto la novelita. ¡Qué rabia no haberme apuntado el título, de verdad!

Librero: Bah, eso nos pasa a todos, caballero. Veamos, ¿y si es del autor de Presunto inocente? otro clasicazo del género thriller jurídico.

Cliente: ¿Y cómo se llama ese autor?

Librero: Scott Turow

Cliente: No, no me suena para nada. ¡Qué rabia!

Y justo ahí el título y su autor me atravesaron el pelucón como un fogonazo… Irrumpí en escena aferrada al maldito manual y solté:

Regina: DEFENDER A JACOB, DE WILLIAM LANDAY. Usted busca DEFENDER A JACOB.

Librero: ¡CLARO! ¡MALDITA SEA, CÓMO SOY TAN TORPE!

Cliente: ¡Ese, ese! ¡Defender a Jacobo! ¡Ese es, sí señor!

Regina: Esa novela es canelita en rama, queridos. Literalmente no puedes para de leer y, como decían sus misteriosas prescriptoras sobre raíles, el final es brutal. Aún me dan escalofríos al recordarlo.

Cliente: ¿Y la tenéis? Decirme que SÍ, que me la quiero llevar ahora

Y sí, la teníamos en stock en reginaexlibrislandia.

De hecho es uno de esos títulos que prescribo bastante a menudo porque sí, es trepidante y porque, efectivamente, se lee muy bien. Una lectura más que recomendable para dejar que su trama te absorba y así pegarte unas bibiovacaciones de tu propia realidad.

Así que nuestro reginaexlibrislandiano abandonó mis confines con ella bajo el brazo no sin antes apostar conmigo un café a que no era capaz de adivinar el final antes de terminar de leer Defender a Jacob, de William Landay (Esfera de los Libros). De alguna manera puedes verlo venir, pero os aseguro que, aún así, el desenlace os dejará petrificados.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

Defender a Jacob

Defender a Jacob

Cuando descubren el cadáver de un adolescente en un bosque con tres puñaladas en el pecho, la idílica comunidad de Newton entra en shock. El ayudante del fiscal del distrito, Andy Barber, se hace cargo del caso hasta que su hijo Jacob, compañero de clase del chico, es acusado del crimen. Andy no sólo perderá su trabajo, sino que verá cómo todo su mundo se desmorona. Con algún recelo, agobiado por un secreto del pasado y convencido de que su hijo ha sido injustamente acusado, buceará en Facebook, interrogará a escolares, se enfrentará a su esposa y hará lo imposible para hallar un culpable que devuelva la inocencia a Jacob y devuelva la paz a sus vidas. Magistral thriller legal que cuestiona los límites del sistema judicial estadounidense en el que los niños son tratados como adultos y que es también una soberbia novela que plantea la escalofriante pregunta de hasta qué punto los progenitores conocen realmente a sus hijos. Brutal.