Como un buitre leonado con pelucón, así llevo varios días, queridos. No hago otra cosa que sobrevolar en círculos la misma idea y a estas alturas hasta me resuena en la cabeza la música de cabecera de El hombre y la tierra, el mítico programa catódico de Féliz Rodríguez de la Fuente. Pero como no me decido a materializarla en reginaexlibrislandia y ya me estoy mareando he optado por acudir a mi consejo de sabios: vosotros.
Resulta que el divino Electronauta tuvo a bien enviarme una imagen que encontró colgada por algún rinconcito del ciberespacio. La foto es el fruto del ingenio del librero-fausto de algún país anglosajón, que materializó magistralmente en su tienda aquello a lo que yo no sabía cómo demonios dar forma: la recomendación de títulos silenciosa para aquella carnaza de reginaexlibrislandia que por timidez o principios no se arranca a preguntarme sugerencias de lecturas, pero que llegan a mis confines sedientos de letras.
La cosa va así: el tal librero-Fausto que, entre vosotros y yo, a buen seguro vendió su alma/biblioteca personal al mismísimo Diablo a cambio de la inspiración, divide cada balda de un mueble en dos bloques, y las forra en dos colores distintos, rojo y blanco.
A la izquierda, forrada de blanco, coloca un solo ejemplar por balda, y a la derecha dos o tres sobre forro rojo. Y en medio un doble lema: en la parte superior el que reza: «¿Te gustó éste?» en letras rojas sobre fondo blanco y con una flecha apuntando al ejemplar de la izquierda; y en la parte inferior y con la cromática inversa: «Prueba con éstos».
Es simple, efectivo y, para mi regio paladar, genial. No se si vosotros os topasteis con alguna cosa parecida en vuestros safaris libreros fuera de las tiendas electrónicas, claro. Yo, desde luego, no, y mentiría si no os dijera que cuando vi la imagen todo el peso de mi pelucón cayó sobre mi orgullo librero con un golpe seco y rotundo, zas, como el del mazo de un juez implacable.
Regina, cielo, ¿por qué no se te ocurrió algo así? ¿Qué demonios tienes bajo ese indomable pelucón, purpurina reblandecida? Contenta me tienes, bo-ni-ta. Tanto leer y tanto pensar y lo único que haces como los ángeles es darle al plumero, y eso sólo cuando te has atizado dos cafeteras y varias aspirinas…
Y ahora dudo si tomar la idea prestada para reginaexlibrislandia o no. Vosotros, carnaza de mi carne de tinta y papel, ¿qué pensais? ¿Qué os parecería toparos con algo así en una librería?
Tal como yo lo veo tan sólo utilizaría una librería de cinco baldas, dedicando cada balda a, por ejemplo, un género (narrativa, novela histórica, ciencia ficción, fantasía, cine, ensayo, etc) e iría ‘mudando’ el mueble una vez al més, más o menos.
¿Qué os parece, queridos? Iluminadme, por favor, que como siga aleteando alrededor de la idea voy a enloquecerrrrrr…