Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

Entradas etiquetadas como ‘animales’

¿Sabes qué novela te ayudaría a llevar mejor los eventos con tus parientes?

La literatura es gloriosamente imprevisible.

(La familia Addams, 1991 / Paramount)

(La familia Addams, 1991 / Paramount)

Si no lo fuera sería imposible que las vivencias de un niño apasionado de la fauna y la flora correteando por una isla mediterránea deviniera en la biblioterapia perfecta para sobrellevar con humor según qué encuentros familiares.

Porque, seamos sinceros, esos idílicos lazos familiares a veces más que unir nos atan, y según disminuye el grado de consanguinidad aumentan el temor, la pereza y el recelo a un evento con parientes de todo pelaje.

Y hay ocasiones en las que, por mucho que te esfuerces en mantener el tipo, por mucho alcohol que ingieras para diluirte la bilis y por mucha cara medalla (léase rostro angelical ligeramente ladeado con leve caída de párpados y sonrisa derrite-icebergs) que pongas ante terceros, la cosa se te va de las manos. Sí, demasiada presión, demasiado alcohol y demasiado mamarracho ilustrado a la vista. Una combinación letal que, bien agitada, logra abrir una grieta en tu cara medalla por la que asoma imparable tu verdadero rostro hasta mostrarse en todo su inflamable y venenoso esplendor. Y entonces abres la boca y, con ella, la puertas del Averno.

Así que sí, quizá haya sido por pillarme tratando de sacudirme las secuelas del maratón de comilonas y encuentros familiares múltiples navideños (zum, zum, zum), pero no he titubeado cuando uno de mis libreros me ha dado pie hoy:

Regina: Y, bueno, librero, ¿qué tal fueron las fiestas?

Librero: BIEN. MUUUY BIEN. DE MARAVILLA. ¿POR QUÉ?

Regina: No sé, te noto un poco… ¿tenso?

Librero: ¿TENSO? ¿YO? Igual es que te has pasado tú con el café, ¿no?

Regina: ¡jajajajaja! Pues igual. Pues, nada, nada, olvídalo.

Librero: Vale, no, sí, quizás un poco sí. Es que te juro que una movida familiar más y mato a alguien. ¡Diossss!

Regina: Pero, hombre, eso nos pasa a todos. Con tanto personaje suelto hay quien que te saca de tus casillas, y esos encuentros son bombas de relojería. Opiniones gratuitas, preguntitas inoportunas, rencores, puyas, alcohol… ¡Ahh, la fammmmilia!

Librero: Por no mencionar a los pegaos, la familia política. Eso si que es un bonus de cojones, Regina. Porque los otros, quieras que no, son lentejas, pero ¿esos?

(La familia Addams, 1991 / Paramount)

(La familia Addams, 1991 / Paramount)

Regina: ¡JAJAJAJAJAJA! Ahí es donde te duele, ¿eh, querido?

Librero: No me hagas hablar. Pero solo te diré que no soportaré una sobremesa más.

Regina: Mmmmm, ¿sabes qué novela te ayudaría a sobrellevar de otra manera a tus parientes? Da igual el grado, me refiero a parientes en toda su dimensión.

Librero: No, ¿cuál?

Regina: Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell.

Librero: ¿Sí? Pues me averguenza decir que no la he leído aún… pero, ¿no iba de animales?

Regina: Sí y no. Es desternillante y lo que te enseña entre líneas es a mirar con otros ojos y de otra manera a los tuyos. A observarles desde la distancia para analizar sus virtudes y defectos con ternura y humor. Si lo logras te aseguro que hasta desearás que llegue el próximo encuentro.A mi me pasa.

Librero: Mmm, pues me lo llevo hoy. Espera, que hay tres. ¿Cuál es el primero?

Regina: Sí, es la Trilogía de Corfú. Son: Mi familia y otros animales, Bichos y demás parientes y, por último, El jardín de los dioses.

Trilogía de Corfú

Trilogía de Corfú

Librero: ¡Oido cocina! Me llevo Mi familia y otros animales.

Regina: Ah, y ese si que tiene un bibliobonus… Gerald Durrell era el hermano menor de laurence Durrell, autor del colosal Cuarteto de Alejandría. Pues bien, aquí Gerald retrata a su hermano mayor como un escritorcillo en potencia con ínfulas de intelectualoide y te partes. El joven Lawrence y la madre son de lo mejor del clan. Aunque los lugareños de Corfú y hasta todo tipo de animalejo tienen su momento de gloria. te va a encantar.

Librero: Nada, nada, si me convenciste hace un rato. Luego lo empiezo.

No os voy a mentir: estoy deseando que se lo ventile y me cuente qué tal. Y no me malinterpretéis, no espero su opinión por temor a que no le vaya a gustar. Nada más lejos de mi Regina realidadMi familia y otros animales es de esos títulos que recomiendo a quemarropa independientemente de la edad, el sexo, los intereses o el paladar bibliófilo del destinatario. Y nunca falla. Es uno de los pocos que prescribo a ciegas. Es un relato ameno, ilustrativo, desternillante y lúcido, cargado con un irresistible poder sensorial: te traslada literalmente a Corfu a ver, tocar y oler su fauna y flora. Palabra de Regina.

Lo que espero es ver cómo mi librero empieza a desear que le convoquen a cualquier evento familiar para darle ese nuevo toque geraldurrelliano a su experiencia.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

Mi familia y otros animales

Mi familia y otros animales

Si lo que buscas es codearte a carcajadas con una impagable galería de personajes estrafalarios y encantadores, caricaturizados con inteligencia y ternura que se pasean por una isla griega maravillosamente descrita no lo dudes y corre a por un ejemplar de Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell. Novelista, naturalista, conservacionista, zoólogo, presentador de televisión y hermano de Lawrence Durrel, autor de El cuarteto de Alejandría, abrió con este divertido e inolvidable título su Trilogía de Corfu, a la que siguen Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses, igualmente recomendables. Ironía, genio y mucho humor naturalista en un fresco colosal de la flora y la fauna de Corfu, que es también el desternillante retrato de las aventuras y desventuras cotidianas de una galería de personajes inolvidables. Tanto que casi todos sus lectores hemos aprendido a sobrellevar con dignidad e ironía según qué eventos con parientes y a mirar con otros ojos a nuestros familiares. Una maravilla apta para cualquier paladar bibliófilo.

¿’Bichos en Caravana’ o ‘El viento en los sauces’?

No falla: título que acapara sus ‘quince minutos’ de fama warholiana en los medios, referencia cuya demanda se dispara. Así que, como librera, veo en la prensa, la televisión, la radio e Internet cuatro grandísimos aliados en lo que a despertar el apetito lector respecta.

Pero, eso sí, de entre todos ellos el más temido a este lado de los anaqueles es, sin duda, la radio. La razón es simple: mientras que un recorte de prensa, la referencia a una página web o incluso la aparición catódica de una portada son pistas relativamente sencillas para dar con el título que busca sin saberlo el reginaexlibrislandiano de turno, cuando el apetito lector se le ha despertado a golpe de onda herziana la cosa se complica hasta niveles surrealistas.

Sí, queridos, porque el baile de palabras y referencias es tan frenético y confuso que una no sabe por dónde empezar a devanarse el pelucón.

La última de estas me pasó poco antes de echar el cierre regino, cuando estaba yo en pleno festín de papeleos varios y una mujer de mediana edad irrumpió a la carrera en mis confines:

– Clienta: ¡Buenas!- Regina: ¡Hola!

– C.: Mire, ayer hablaban en la Ser de un libro que parece ser que es un clásico y lo quiero.

– R.: ¿Y de qué libro se trata?

– C.: Pues es algo de una mujer, o de unos o bichos en una caravana, de Kenneth

– R.: ¿En una caravana?

– C.: Sí, debe ser muy finito, y hay una caravana. Se tiraron un buen rato hablando del libro, y me picó la curiosidad. ¿Lo tiene?

– R.: Mmmm

– C.: ¡Ish! No recuerdo nada más, iba en el coche y no apunté nada… supongo que creí que sería más sencillo de localizar.

– R.: A ver, veamos, déme un segundo…

Y aquí activé todos mis resortes bibliófilos de emergencia para que de epidermis para adentro no se hiciera otra cosa que centrifugar las pistas: kenneth, caravana, clásico, bonito, animales…. kenneth, caravana, clásico, bonito, animales…. kenneth, caravana, clásico, bonito, animales….

… hasta que, ¡PSSSZZZZZZ!

Un fogonazo frenó en seco my frenesí neuronal:

– R.: ¿No será EL VIENTO EN LOS SAUCES, de KENNETH GRAHAME?- C.: Uy, pues ahora que lo dice… sí, creo que es ese.

– R.: Es un clásico de la literatura infantil anglosajona

– C.: Ah, pero, ¿es para críos?

– R.: Sí y no, es ese tipo de lecturas para niños que cualquier adulto con sensibilidad disfrutaría…

– C.: ¿Y va de una caravana?

– R.: En parte… Verá, está protagonizado por ratón, un topo, un tejón y un sapo. Resulta que el sapo, que es rico, se hace con una caravana e invita a los otros tres a irse por ahí en busca de aventuras…

– C.: Sí, sí, sin duda es ese del que hablaban.

– R.: Es una delicia, la verdad, y muy, muy divertido.

– C.: ¿y lo tiene?

– R.: Sí, en la edición de Valdemar, que viene con las ilustraciones de Rackham y de Shepard, que es el ilustrador de Winnie-the-Pooh…

– C.: ¡Anda! Venga, me lo llevo…

Y se fue con su ejemplar de El viento en los sauces, de Kenneth Grahame, y yo eché el cierre recordando la tarde que me perdí con los señores Topo, Ratón, Tejón y Sapo rumbo al Bosque Salvaje y más allá, al Ancho Mundo, y pensando en cómo me cautivó en su día el libro de Grahame, que es una de esas maravillas inesperadas que muchos adultos se pierden y que todos deberíamos leer al menos una vez, porque es divertida, tierna, reveladora, brutal a veces y sorprendente a cada salto de línea.

Por todo ello desde aquí mi agradecimiento regino a ese alguien que, desde el otro lado del micrófono, ha logrado arrastrar a esa mujer (y espero que a algún que otro afortunado más) hasta las páginas que guardan el glorioso rumor de El viento en los Sauces.

Y vosotros, regianexlibrislandianos de pro, ¿conocíais El Viento en los sauces, de Kenneth Grahame? ¿Os gustó? ¿Alguna vez escuchando la radio os despertaron el apetito lector por un libro cuya referencia olvidaisteis y con el que no llegasteis a dar nunca?

Ponga un Firmin en su librería

Si tuviera que elegir una mascota para reginaexlibrislandia no titubearía ni un segundo, queridos: pondría un Firmin en mi librería o, lo que es lo mismo, una rata de biblioteca con alma de bibliófila que se alimentara el cuerpecillo de papel y el espíritu de palabras.

He llegado a esa conclusión de la manera más tonta esta mañana: mirando, por fin, el correo postal que tenía acumulado. Por entre la montonera de cartas y papelotes -y aquí me río yo de la Era Digital esa en la que dicen que estamos- asomaba la publicidad de una empresa especializada en el exterminio de insectos y roedores.

Al verla sobre mi escritorio, otro de los libreros abrió la veda:

– Librero: ¿Has visto ésto, Regina?- Regina: ¿El qué?

– L.: La publicidad de la empresa de fumigación con esa asquerosa cucharacha ahí dibujada… da repelús.

– R.: ¡Pues no la mires y tira el papelito!

– L.: Ish, es que me dan mucho asco las cucarachas

– R.: Pero, ¿has visto aquí alguna?

– L.: No

– R.: ¿Entonces?

– L.: Nada, nada… ¿y ratones? ¿has visto algún ratón por aquí? ¿o ratas?

– R.: Noooooooo.

– L.: ¿Y si hubiera alguna?

– R.: Pues la adoptaría y la llamaría Firmin.

– L.: ¿Estás loca, lo dices en serio?

– R.: Pues claro, sería una rata bibliófila, como la de la novelita de Savage.

– L.: ¿Qué novelita?

– R.: ¿No conoces Firmin?

– L.: Pero, ¿no te acabo de decir que NO? ¿Es buena?

– R.: UY, es un novelón. En ella Sam Savage nos presenta a la rata que habita las entrañas de una librería de viejo en Boston, y para quien lo que arranca siendo una pulsión devoradora de libros en sentido literal, deriva en un apetito lector voraz que sacia frenéticamente y que le va modelando el alma y el ánimo a palabras. Es así como Firmin se convierte en un ser glorioso, bibliófilo, entrañable y quijotesco con delirios de voyeur, tics kafkianos y un espíritu shakesperiano que exuda ternura y sarcasmo a mares. ¡Es deliciosa!

– L.: ¿Y la tenemos?

– R.: A Firmin por aquí… no, pero si te refieres al libro, sí. Está en tapa dura, anglosajones por la ‘S’: segunda balda empezando por abajo.

Él se la llevó para leérsela, y conociéndole estoy segura de que Firmin le cautivará, como me cautivó a mi. Además es una de esas novelitas que no dejan de circular y aún no me he topado con alguien a quien le dejara indiferente.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿habéis leído Firmin? ¿Conocéis a alguien que la haya leído? ¿Si es que sí, ¿cómo llegó el ejemplar a vuestras manos? ¿Conocíais a Sam Savage?

A quienes aún no la habéis leído, haceros un favor como ávidos lectores y bibliófilos de corazón y corred a poner un Firmin en vuestras librerías. ¡Palabra de Regina!