Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

Archivo de agosto, 2009

Borges y su Biblioteca de Babel

Si eres devoto de Borges sólo hay una cosa que puedes desear más que perderte por entre sus líneas: que el maestro te facilite su canon bibliófilo particular. Pues bien, él lo hizo, y hace apenas unas horas hablaba de ello con un reginaexlibrislandiano asiduo, que me preguntó:

 

Cliente: Oye, Regina, ¿Conoces una colección que llevó Borges en Siruela? Es que me gustaría completarla…

La historia es ésta: arrancaban los años 80 y la editorial Siruela propuso a Borges coordinar una colección de más de una treintena de títulos seleccionados y prologados por él.

Así nació uno de los tesoros bibliófilos más exquisitos y a día de hoy absurdamente inalcanzables de todos los tiempos: La Biblioteca de Babel, bautizada como el relato homónimo de Borges que hoy aparece recogido en Ficciones y que versa sobre una biblioteca infinita.

Con una edición impecable y unas ilustraciones maravillosas, los treinta y tres títulos salieron a la venta entre 1983 y 1987. Lamentablemente desde hace dos décadas es imposible hacerse con ejemplares sueltos en librerías como reginaexibrislandia, y en establecimientos de lance y en Internet alcanzan precios escandalosos.

Pero no desisto. Y así, inasequible al desaliento, un par de veces al año llamo a Siruela con la esperanza de recibir noticias de una inminente reedición. Hasta ahora sigo teniendo el NO por respuesta, pero en plena charleta con mi reginaexlibrislandiano sobre el tema tuve una revelación bibliófila:

 

– Cliente: Pues vaya, es una putada que se pierda…- Regina: Sí, y no ya sólo por la colección en sí con su edición original, sino porque es una auténtica guía de lectura borgiana.

– C.: ¡Anda, claro! ¿Quién mejor que Borges para sugerirte libros?

 

Así que aquí estoy, a punto de revelar los treinta y tres títulos elegidos por Jorge Luis Borges para su Biblioteca de Babel, misión a todas luces imposible de no haber sido por la inestimable labor de ‘Los Conseguidores’ de La Tercera Fundación, que en su día recopilaron las portadas y los textos de las contras de todos los títulos.

¿Listos? Pues allá vamos:

 

 

Las muertes concéntricas, Jack London; Venticinco agosto 1983 y otros cuentos (Borges y VVAA); El cardenal Napellus, Gustav Meyrink; Cuentos descorteses, León Bloy; El espejo que huye, G. Papini; El crimen de Lord Arthur Saville, Oscar Wilde; El convidado de las últimas fiestas, Villiers de l’Isle-Adam; El amigo de la muerte, Pedro Antonio de Alarcón; Bartleby, el escribiente, Herman Melville; Vathek, W. Beckford; La puerta en el muro, H.G. Wells; El invitado tigre, P’u Sung-Ling; La pirámide de fuego, Arthur Machen; La isla de las voces, R.L. Stevenson; El Ojo de Apolo, G.K.Chesterton; El diablo enamorado, Jacques Cazotte; El buitre, F. Kafka; La carta robada, E.A. Poe; La estatua de sal, Leopoldo Lugones; La casa de los deseos, Rudyard Kipling; Las mil y una noches según Galland; Las mil y una noches según Burton; Los amigos de los amigos, Henry James; Micromegas, Voltaire; Relatos científicos, Charles Hinton; El gran rostro de piedra, N. Hawthorne; El país del Yann, Lord Dunsany; La reticencia de Lady Anne, Saki; Cuentos rusos, Dostoievsky, Leon Tolstoi, Leonidas Andreiev; Cuentos argentinos, VVAA; Nuevos cuentos de bustos Domecq, Bioy Casares y Borges; Libro de sueños; Borges A-Z, Borges y A. Fernández Ferrer.

 

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿conocíais la existencia de La Biblioteca de Babel? ¿Cómo llegasteis a ella? ¿Os gusta Borges?

Como borgiana sugeriría a quienes aún no os habéis adentrado en el universo literario del genio argentino que empezarais por El Aleph, aunque hablando de Borges cualquier texto es soberbio, palabra de Regina.

Y como broche, homenaje y rareza hete aquí la primera de las diez partes de una mítica entrevista a Borges en TVE allá por 1976:

 

 

Si queréis ver toda la entrevista la encontraréis fraccionada en varios episodios desde aquí.

¡Vuelve Savage, el padre de Firmin!

Los bibliófilos con desviaciones biblio-bulímicas estamos de enhorabuena. Sam Savage, el padre literario de la ya mítica rata Firmin que más de uno acogeríamos de buena gana en nuestras librerías, regresará a nuestros anaqueles reginaexlibrislandianos por partida doble en apenas dos semanas.

Sí, queridos, sí, porque el día 4 de septiembre desembarca la esperada edición de bolsillo de Firmin (en Booket, a 6,95 euros), y apenas cinco días después sale a la venta El lamento del perezoso, lo último en español del autor norteamericano que, al menos yo, espero con ansiedad lectora. Llamadme ilusa, pero previendo el tsunami de novedades otoñales ‘de encargo’ que pronto sacudirá Reginaexlibrislandia este título brilló como una perla varada en hojarasca por entre la montonera de catálogos de títulos por venir…

Aquí va la sinopsis de Seix-Barral que, hasta que lea mi ejemplar y venga rauda a emitir mi veredicto regino, es lo único que os puedo adelantar:

La vida de Andrew Whittaker se derrumba: la revista literaria que dirige está a un paso de la bancarrota, el edificio que posee se cae a trozos y su mujer lo ha dejado. Sin embargo, Andrew no abandona. Es una máquina de crear proyectos, ilusiones y deseos vanos. Y escribe sin parar: bocetos de relatos o novelas; cartas de rechazo a aspirantes a escritores, a periódicos fi ngiendo ser otro, a antiguos compañeros con más éxito que él; listas de la compra; carteles para sus incívicos vecinos…

El lamento del perezoso se compone de los textos que Andrew escribe durante cuatro intensos meses. De ellos emerge el retrato de un entrañable visionario, un verdadero Don Quijote de nuestros días, empeñado en ser feliz y en defender pluma en mano su visión del mundo. Con este tragicómico relato, Sam Savage celebra el poder de la escritura para vencer la soledad. Una novela divertida, pero con un trasfondo serio, literario, que retrata la soledad y la búsqueda de la felicidad.

 

 

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿os gustó Firmin? ¿Cómo llegásteis a él? ¿Leeréis El lamento del perezoso? ¿Qué os parece la sinopsis?

Capote en Un cadáver a los postres

Cuando tres de las cosas que más me gustan convergen en un mismo punto mi pelucón irradia más destellos luminosos que el Faro de Alejandría en sus mejores tiempos. Así que cuando mi haz de luz sensorial se topó hace años con Truman Capote, una trama de intriga detectivesca y una parodia inteligente casi me inmolo de emoción contenida frente a la pantalla que me proyectaba la mítica Un cadáver a los postres (Murder by death).

Nadie me había advertido de que aquella curiosa película de 1976 con un reparto de escándalo era lo que en efecto es: una gloriosa comedia policíaca que esconde una brillante disección del género detectivesco a través de los clásicos de tinta hechos celuloide. Risas, risas y más risas, palabra de Regina.

Pus bien, llevaba años sin pensar en ella hasta que hace unas horas un reginaexlibrislandiano asiduo me la despertó de su letargo mental. Hablábamos, como no, de la literatura de Capote, de cómo reinventó el periodismo literario con A Sangre fría o le dió una nueva dimensión al arte de perfilar personajes a palabras en sus Retratos:

 

– Cliente: Sí, me impactó sobre todo el perfil de Marlon Brando en su hotel de Japón mientras rodaba Sayonara. O Marilyn Monroe…- Regina: La verdad es que para eso Capote tenía un don.

– C.: Con la lengua bífida que tenía fijo que si vive ahora hasta tendría su propio talk show, ¡ja, ja, ja!

– R.: Mmm, pues tal y como está el patio catódico no sé si me gusta la idea…

– C.: Lo que me extraña es que no escribiera algo para el cine, ¿no?

– R.: Pues yo creo que no, aunque algún cameo sí que hizo.

– C.: ¿Un cameo? ¿Capote?

– R.: Si, en una comedia buenísima llamada Un cadáver a los postres, o Murder by death, de 1976. Y, bueno, fue más que un cameo: le nominaron a los Globos de Oro como mejor actor secundario…

– R.: Alucino…

– C.: UY, pues hazte con ella, es una de mis favoritas. Es suna parodia de las tramas clásicas de intriga detectivesca, pero muy bien hecha y con un repartazo.

– C.: No me digas que Capote es el mayordomo…

– R.: ¡Ja, ja, ja! No, verás, Capote es Lionel Twain, un excéntrico millonario que organiza una cena en su mansión e invita a la élite de los investigadores: Sidney Wang de China, Dick Charleston de Nueva York, Jessica Marbles de Inglaterra, Milo Perrier de Bélgica y Sam Diamond de San Francisco. ¿Te suenan?

– C.: Sí, pero ¿no les cambiaron los nombres?

– R.: ¡Claro! Son parodias de Miss Marple, Hércules Poirot, Sam Spade, Nick y Nora Charles, y Charlie Chan con sus inseparables ayudantes…

– C.: ¡Tiene un pintón! ¿Y quienes actúan?

– R.: Pues junto a Capote ni más ni menos que Peter Sellers, David Niven, Peter Falk, James Coco, Elsa Lanchester, Maggie Smith, Alec Guinness, Eileen Brennan, Nancy Walker, James Cromwell y Estelle Winwood, orquestados Neil Simon.

– C.: Pues sí que es todo un cartel, sí. Iré a buscarla, que con estos calores una buena carcajada nocturna no viene mal, y si de paso veo a Capote ‘en vivo’ mejor que mejor…

– R.: !Pues ya me contarás qué tal!

Y se fue con la promesa de volver en un par de días a conterme qué tal su visionado de Un cadáver a los postres. En cuanto a mi me ha entrado el apretón de verla de nuevo y, de paso, de releerme algo del mítico Sam Spade de Dashiell Hammett… Así que, además de un rato divertidísimo igual la película logra despertar a alguien más el apetito lector por los mejores sabuesos de tinta.

De momento y como homenaje regino aquí os dejo el tráiler original de Un cadáver a los postres, para abrir boca:

 

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿Visteis Un cadáver a los postres? ¿Qué os pareció? ¿Os gusta la literatura de Capote? ¿Leísteis intrigas protagonizadas por Miss Marple, Hércules Poirot, Sam Spade, Philip Marlowe o Charlie Chan?

«¿Me leo Guerra y Paz abreviada?»

Que Tolstói me perdone. A mi, a quien si Anna Karénina me cautivó, Guerra y Paz me consagró como madre superiora de la santísima orden bibliófila de los tostoianos de corazón. En su día, me la leí en una edición de Aguilar de aquellas encuadernadas en papel-biblia que me enseñó qué era eso de la pre-lectura: las hojas eran tan finas y la tinta tan basta que cuando leía una página alcanzaba a ver entre líneas el contenido de las siguientes. Toda una experiencia lectora, queridos.

Ahora en reginaexlibrislandia tengo dos ediciones en rústica de la obra inmortal de León Tolstói: la editada por Taller de Mario Muchnik, y la de Mondadori en su colección de Clásicos, amén de alguna que otra formato de bolsillo (Alianza, Debolsillo, Cátedra). La diferencia entre las dos citadas de tapa dura es que, además de distintos traductores y editores, una tiene 671 páginas más que la otra.

A nivel personal no le había dado más vueltas al asunto, hasta que hoy la Providencia librera decidió tocarme a Tolstói y sus dos ediciones materializándose ante mi en la forma de uno de mis más queridos reginaexlibrislandianos asiduos:

 

– Cliente: ¡REEEGINAAA!- Regina: ¡Hola! ¿Qué haces aquí, te pensaba en la costa?

– C.: Sí, me fui, pero he regresado sólo para marcharme de nuevo.

– R.: ¡Ja, ja, ja! NO esperaba menos de ti

– C.: A ver, que quiero por fin sentarme con Guerra y Paz y veo que tienes dos ediciones, de Mondadori y de Mario Muchnik.

– R.: Así es, ¿y bien?

– C.: ¿Cómo que ‘y bien’? ¿Que cuál me llevo? Me gustan ambas, pero ¿por qué una tiene 1855 páginas, y la otra 1184?

– R.: Escabrosa cuestión… Verás, teóricamente circulaba un manuscrito de Guerra y Paz en su primera versión, sin una edición cuidada y sin que Tolstói hubiera trabajado sobre ella lo suficiente. Más adelante, la publicó de nuevo con notas y revisiones suyas, y ya se montó el lío: los más puristas dicen que ‘el bueno’ es la versión más breve, mientras que otros afirman que si él escribió esos añadidos a posteriori y los publicó esa habría de ser ‘la definitiva’.

– C.: Ya veo, ya…

– R.: La de Mondadori sería esa primera versión, mientras que la de Mario Muchnik es la segunda. Además, en el original ruso Tolstói incluye frases y expresiones en francés con toda la intención, y eso lo ha respetado la de Muchnik. El problema es que tienes que ir cada dos por tres a un glosario francés-castellano para no perderte, y para muchos es muy incómodo.

– C.: ¿Francés?

– R.: Claro, date cuenta que en Guerra y Paz Tolstói retrata la Rusia en pleno choque apocalíptico con la Francia de Napoleón, y muchos de los aristócratas que echaban pestes de los galos y aireaban su nacionalismo ruso adoptaron a velocidad titánica modos, modas, poses y expresiones francesas… ¡Se afrancesaron! Con ese detalle Tolstói te dice mucho de cómo estaba el patio… Así que al dejar intactas esas formas de hablar la de Mario Muchnik gana veracidad con respecto del original, pero si no sabes francés resulta pelín pesado…

– C.: Ahh, pero, oye, ¿y tan gordo es ese glosario de expresiones, que ocupa casi 700 páginas?

– R.: ¡No, qué va! Es que esa versión incluye notas, comentarios y revisiones del propio Tolstói… Él la remató, vamos.

– C.: Pues no sé cuál llevarme, la verdad.

– R.: Pffff, a ver, aunque quizá sea menos manejable yo, de meterme a leer algo tan grande como Guerra y Paz, me decantaría por la íntegra, por la de Mario Muchnik. Pero es algo personal…

– C.: Sí, eso pensaba yo. ¡Todo sea que muera de sobreingesta de Tolstói!

 

Y sí, se llevó Guerra y Paz en la edición del Taller de Mario Muchnik… Ahora su versión Mondadori me observa desde su balda con ademán rencoroso…

A los que aún no os hayáis perdido por entre las líneas del maestro ruso sólo os diré una cosa: una vez os hayáis internado en la Rusia de letras dibujada a palabras por Tolstói no querréis abandonarla, de forma que hasta lo descomunal de sus novelas os parecerá una bendición. Regina Dixit.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿leísteis Guerra y Paz, de Tolstói? ¿En qué edición? ¿Cómo os dio por leerla? Si os planteáis leerla, ¿escogeréis la de Mondadori o la del Taller de Mario Muchnik? ¿Por qué una y no otra?

 

Para terminar os dejo el trailer de la adaptación homónima a celuloide filmada en 1953 por King Vidor y protagonizada por Audrey Hepburn, Henry Fonda y Mel Ferrer:

 

¿American Cisco o American Psycho?

Tomar tanto café es malo, pero bebérselo con hielo en las trincheras libreras puede ser peligroso si te pilla en plena encerrona de la Providencia Librera. Os lo digo yo, que casi me asfixio con un cubito esta mañana…

Veréis, me afanaba yo en succionar con intachable discreción restos del café del condenado hijo de un glacial cuando un hombre se materializó ante mi para decirme:

 

– Cliente: Buenas, ¿Tiene American Cisco?

Y claro, me lo tragué. No me preguntéis cómo supe que lo que buscaba el caballero era un ejemplar del American Psycho de Bret Easton Ellis, pero así fue, y por eso cedí al instinto y perdí el control sobre mi gélido huésped.

Ahí fue cuando pasé de hierática librera a estrambótico protagonista de Teatro Kabuki japonés, y así, entre espasmos y balbuceos, terminé por acertar a susurrar:

 

– Regina: ¿American Cisco o American Psycho?- Cliente: Pues a ver, un segundo, que llamo a mi hijo, que es quien me lo ha encargado.

Al minuto vuelve a mi:

– Cliente: Mire, me dice que es «AMERICAN PSYCHO, de B.E. Ellis«

– R.: Justo, pues va a ser difícil, apenas hay ejemplares en circulación y yo no tengo ahora.

– C.: ¿Y si me lo pide?

– R.: Es que, verá, ni en la editorial tienen. A menos que les de por sacar una nueva hornada… Igual suena la flauta, pero no me resultará fácil y llevará su tiempo, se lo digo por si le corre prisa.

– C.: Pues si, porque el chico se lo quiere llevar de vacaciones. Vale, pues nada, adiós y gracias.

 

Y él se fue, pero su frase volvió a mi como un glorioso neón que flotaba en el limbo polvoriento de reginaexlibrislandia: «¿TIENE AMERICAN CISCO?»

Y reventé a carcajadas justo cuando entraba en mis confines otro de mis libreros:

– Librero: ¿Qué te pasa, mujer?- Regina: «¡AMERICAN CISCO! ¡AMERICAN CISCO!» Ja, ja, ja.

– L.: ¿Eh?

– R.: Que me pidieron AMERICAN CISCO por AMERICAN PSYCHO.

– L.: ¡No jodas! ¡Ja, ja, ja, ja!

– R.: Sí, lo malo es que no tenemos.

– L.: ¿Te lo encargó?

– R.: Le dije que sería difícil de localizar. En 1993 lo editó Ediciones B, que vendió los derechos al Grupo Santillana en el 2000, y ellos lo sacaron en bolsillo en Punto de Lectura con la cubierta del cartel de la película homónima que estrenaron ese año. Pero ya no tienen stock, así que como no lo reediten…

– L.: BRRRR, ¡Ya estamos! Pues creo que es un libro que muchos deberían leer… Vale que no es una obra maestra, pero el mensaje es demoledor. ¿No crees? Un yuppie asqueroso que lo tiene todo de día y de noche un psicópata que viola, tortura y mata porque sí, y nadie le pone freno.

– R.: Hombre, pues sí. Aunque hay que tener estómago para leerla, la verdad, porque es un festín de violencia osbcena y gratuita no apta para según qué sensibilidades. Entre eso y que es una guía completísima de moda y complementos de los pijos de los 80: marcas, tratamientos, restaurantes, clubes… Pero lo que me enganchó del libro era precisamente eso, que lo mismo lees cómo va a la oficina, se da un masaje, liga o hace gimnasia como de pronto tortura, viola y mata a una prostituta con un sadismo extremo y se sienta tranquilamente a ver la tele y a fumarse un puro. Pero todo narrado en el mismo tono. Breat Easton Ellis no juzga a su Patrick Bateman, hace algo más efectivo: engarza su sadismo sobre su rutina como para decir que su depravación está en sintonía con el entorno en el que se mueve. ¡Es demoledor!

– L.: Justo, esa es la clave. Eso y que la carencia total de empatía del tío te deja seco, oyes. Tener en su nevera una cabeza no le hace ni pestañear, pero le angustia no estar seguro de poder llevar mocasines con traje, o tirantes si va de sport.

 

Y así seguimos un rato destripando American Psycho, un libro que atrae irremediablemente a muchos bibliófilos aún a sabiendas de que se trata de uno de los textos más desagradables y sanguinolentos que se hayan escrito en los noventa, porque su mensaje aséptico te golpea en el subconsciente con más intensidad que cualquier crítica directa al mundo en el que vivimos.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿leísteis American Psycho? ¿Os gustó? ¿Y alguna otra novela de Bret Easton Ellis? ¿Visteis su adaptación cinematográfica?

Como colofón va el tráiler y una cita del libro: «EN EL FONDO, ELLA ME ESTÁ PROVOCANDO«.

 

A sus pies, Budd Schulberg

La bandera de reginaexlibrislandia ondea a media asta en señal de duelo. Se nos fue Budd Shulberg, alias el príncipe de Hollywood, un hombre siempre a caballo entre el celuloide y la pluma a quien muchos bibliófilos de corazón debemos uno de los testimonios más fieles y reveladores del momento en el que la industria del cine norteamericana fagocitó a la literatura.

Atrás quedaron los dorados años 20 y, más allá de la catarsis del 29, escritores sin rumbo mudaron de costa y de plumaje empezando a trabajar a sueldo para la todopoderosa máquina de sueños hollywoodiense. Era el principio del fin de una época, y el amanecer de otra en los mares de letras.

Luego vendrían cazas de brujas, traiciones, politiqueos y vilezas poliédricas, y el nombre de Schulberg quedaría marcado para la posteridad por sus aportaciones al cine y su affaire quebrado con el comunismo.

Pero, engarzado sobre ese pasado sembrado de relieves y claroscuros ideológicos, en Reginaexlibrislandia nos quedamos con El Desencantado, una maravillosa novela, y su ensayo De Cine. Memorias de un príncipe de Hollywood, ambas editadas en España por El Acantilado, a las que en su día dediqué un post:

 

Es un libro absolutamente fascinante en el que un F. Scott Fitzgerald alcohólico y arruinado se ve obligado a trabajar a sueldo para Hollywood. Es un relato impecable del mundo del cine, los locos años veinte y la gran Depresión, en el que el genio y un joven coescriben un guión y enfrentan, sin saberlo, dos épocas irreconciliables.C.: Si, algo dijeron de Fitzgerald, pero no pensaba que estuviera relacionado…

R.: Digamos que Schulberg habla de él sin citarlo, pero es que Fitzgerald encarna divinamente a toda una generación de plumas gloriosas que se sienten perdidos en la nueva década, y como necesitan dinero venden su talento a la industria del cine. Además era una época y un entorno que Schulberg conoció de primera mano, porque su padre era uno de los fundadores y magnates del cine. De hecho también se ha publicado en España De Cine, Memorias de un príncipe de Hollywood, donde ahonda en el tema…

 

Héte aquí el resto del citado post: «De librera a ‘flapper’ para irme de fiesta con F. Scott Fitzgerald y Budd Schulberg»…

Ahora, además del luto oficial en mis confines, tenemos un rinconcito consagrado a esos dos libros, pese a que nunca nos cansamos de hacerlos circular. Porque, queridos, si os gustan las buenas letras y os atrae esa América de los años treinta y cuarenta, cualquier momento es bueno para leer a Schulberg. Palabra de Regina.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿leísteis El Desencantado o De Cine? ¿Os gustó? ¿Conocíais a Budd Schulberg?

Playboy publicará al Nabokov inédito

Dimitri Nabokov vuelve a la carga, y nada menos que de la mano del ideólogo de la revista Playboy. Tras anunciar hace unos meses que, por el bien bibliófilo general, desobedecería la orden explícita de su padre de quemar las 138 fichas de su inacabada The Origin of Laura, ahora llega el bombazo mediático: parte del texto aparecerá en la revista masculina del polémico Hugh Hefner, según The Wall Street Journal. Y en reginaexlibrislandia al enterarnos hemos dejado de ser un gallinero bibliófilo para metamorfosearnos en conejitas y conejitos de una mansión tan mítica como de dudosa reputación.

Al publicar parte del manuscrito de Nabokov, Hefner, que ya publicara en la década de los sesenta una entrevista a Nabokov y más tarde fragmentos de su novela Ada o el Ardor, pretende rescatarel acento literario que en su día tuvo Playboy, cuando recogiera textos de Normal Mailer, Henri Miller, adelantos de las novelas de Ian Flemming protagonizadas por James Bond, cuentos de Alberto Moravia y hasta un debate textual a doce voces entre Truman Capote, Lawrence Durrell, James T. Farrell, Allen Ginsberg, Le Roi Jones, Arthur Miller, Henry Miller, Norman Podhoretz, Georges Simenon, Isaac Bashevis Singer, William Styron y John Updike.

 

 

The Origin of Laura, que quedó inconclusa en 1977 a la muerte de Nabokov, disecciona la tristeza de un hombre que, abatido por la escandalosa promiscuidad de su esposa, se refugia en el recuerdo de una entumecida obsesión de antaño por una muchacha mucho más joven que él.

El texto, que aparecerá en el número de Playboy de diciembre de 2009, también saldrá a la venta en formato libro unos días antes, el 17 de noviembre, editado por Alfred Knopf, según lleva Amazon anunciando varios meses en su web.

 

 

Así que a nosotros en reginaexlibrislandia, que ya en su día nos revolvíamos ante la desobediencia de Dimitri con respecto a la voluntad de Nabokov sobre su incloncluso parto literario, nos humean hasta nuestras orejas de conejitos. Porque el hijo, amparándose en el bien bibliófilo general, primero saca a subasta el texto y ahora, además, negocia publicar parte del texto en Playboy.

No se trata de dónde aparezca The Origin of Laura, queridos. Cuando se trata de leer un texto, cualquier soporte es bueno, sea en formato libro o seriado en periódicos y revistas. En mis confines libreros lo que cuestionamos es el proceder del tal Dimitri.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿qué opináis del quehacer de Dimitre con respecto de la inacabada y póstuma novela de su padre? ¿Conocíais el ramalazo literario de Playboy? ¿Os gusta leer Literatura en revistas y periódicos?