Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

De unas uñas de color verde al origen literario de Cabaret

Es curioso cómo la mente encadena elementos. Ha bastado con que hoy se pasara por reginaexlibrislandia una clienta con las uñas pintadas de color verde para que a mi se me llenara el pelucón con una de las novelitas más gloriosas que he tenido la oportunidad de leer.

La buena señora venía a por Travesuras de niña mala, de Vargas LLosa. Cuando se ha ido con él en la mano yo ya estaba totalmente abstraída y con el pelucón vuelto hacia el Berlín de finales de los locos años 20.

Impulsado por la intriga, otro librero me ha devuelto a mis confines:

– Librero: ¿Tanto te asustaron esas uñas, Regina? Eran un poco excesivas, nada más.- Regina: ¿Qué? ¡Ah, no! Las uñas de la señora me parecieron divinas. Es sólo que me recordaron a uno de mis personajes literarios y cinematográficos favoritos.

– L.: ¿A cuál?

– R.: Es el de una exiliada británica que llega al Berlín de los Cabarets para convertirse en una gran estrella. Lleva las uñas verde esmeralda, es inocente y caprichosa, pero también es una depredadora nata embotada por el alcohol, el sexo y toda suerte de excesos. Damas y caballeros, les presento a la mítica Sally Bowles. O como escribía su creador, C. Isherwood:

«Al marcar el número me di cuenta de que llevaba las uñas pintadas de esmeralda, un color muy mal escogido porque hacía fijarse en sus manos, que las tenía amarillentas de nicotina y tan sucias como las de una niña pequeña. Por lo morena podía haber sido hermana de Fritz y su cara, larga y delgada, estaba empolvada con polvos blancos. Los grandes ojos castaños eran demasiado claros para hacer juego con su pelo y con el lápiz de las cejas.»

– L.: Mmmm, esto me suena, pero no me viene a la cabeza ningún libro. ¿El Ángel azul, quizás?

– R.: No, Sally Bowles es uno de los personajes de Adiós a Berlín -también publicado, junto a otros relatos, como Historias de Berlín– del británico Christopher Isherwood.

– L.: Ah, pues no lo conocía, la verdad. Pero, ¿y la película?

– R.: Cabaret, que primero fue musical.

– L.: ¿Que Cabaret viene de un libro de relatos? No tenía ni idea.

– R.:Si, querido.

Y aquí, como siempre me puse a parlotear de la novelita como una posesa.

C. Isherwood disecciona en relatos que parecen las instantáneas de una polaroid cómo él, un escritor británico que viaja a Berlín en 1930 en busca de aventuras y que tratará de ganarse la vida como profesor de inglés, cae en medio de una soberbia galería de personajes que burlan sus apuros y decadencia a golpe de excesos, mientras la peste nazi lo envuelve todo y a todos como una masa gelatinosa que los engullirá.

Son los seres que pueblan una ciudad que es ahora todo bajos fondos, donde las grandes damas de la ópera se codean con prostitutas y los personajes de mala reputación y dudosas intenciones abarrotan los cabarets de la ciudad, mientras la aristocracia aria se va pegando al Partido nazi y la judía aún no se toma en serio las amenazas.

Como lector, respiras el ambiente cargado de los tugurios, y sientes en tu paladar un amargo regusto a tabaco, ginebra y champagne, en cockteles gloriosamente agitados que son antídotos fugaces a la escasez y la desesperanza.

Pero la grandeza del relato estriba en que, por debajo de ese inmenso fresco de una ciudad y de una época, subyace una nueva realidad emergente, el nazismo, que marcará la Historia Moderna, y que tú eres testigo de la manera en que Hitler cautivó a los berlineses, como una suerte de grotesco Flautista de Hamelín.

De uno de sus relatos, Sally Bowles, salió el guión original del musical Cabaret en Broadway en 1969. Tres años más tarde se estrenaría su mítica adaptación cinematográfica, a la que a su vez seguirán infinitas versiones sobre las tablas y alguna que otra más en celuloide.

Isherwood abandonará la ciudad y el país en 1933, justo cuando Hitler se hace con la victoria electoral, por su aversión al nuevo régimen y espantado por la intuición del inminente horror nazi.

Historias de Berlín o Adiós a Berlín es la gran desconocida, una pequeña gran novelita que nunca decepciona, por escalofriante y enternecedora a partes iguales.

Y vosotros, queridos, ¿Conocíais Adios a Berlín? ¿Algo de Isherwood quizás? ¿Sabíais de los orígenes de Cabaret?

Como homenaje, va el trailer de la película de 1972, con Liza Minelli como Sally Bowles:

12 comentarios

  1. Dice ser panter

    Lo de Isherwood es una novelita brillante. Pero los artículos de Tucholsky o Roth, algunos de los cuales retratan esa misma misma atmósfera, aunque más secamente, también son brillantes. Yo prefiero a estos antes que a Isherwood para regresar a la Alemania de entreguerras.

    30 noviembre -0001 | 0:00

  2. Dice ser Black Dalia

    No, pero siempre hay un libro que titula con un adios a alguna ciudadhttp://www.nosolosexo.com.es

    19 agosto 2008 | 9:28

  3. Dice ser Juan Carlos

    Me encanta conocer los orígenes literarios de los mitos cinematográficos. No conocía este cuento de Isherwood, en realidad no conozco la obra de este autor, pero me has traído a primer plano una película fascinante que hace mucho tiempo que no veo.Un saludo

    19 agosto 2008 | 11:31

  4. Dice ser blaudemar

    No sabía de dónde había «salido» Cabaret!. Y por lo que cuentas, de qué van las historias, y, sobretodo, que transcurre en Berlín en una época que me apasiona, creo que me gustará. Lo buscaré!

    19 agosto 2008 | 13:04

  5. Dice ser sonrisa radiante :)

    No sabía que provenía de este autor que no conocía.Gracias por culturizarme Regina,se agradece.Feliz día a todos.Abrazos:S.R. 🙂

    19 agosto 2008 | 15:12

  6. Dice ser Ariadna

    Anda, pues no tenía ni idea de que Cabaret se basara en una novelita… Por lo que cuentas, especialmente de Sally Bowles, bien vale la pena ‘una leida’. ¡Me haré con él!Y sobre la época y para comprender el horror nazi a pie de calle os diría un relatoescalofriante: Paradero Desconocido… Aunque ahora no me viene el autor que, en realidad, era una autora firmando como hombre, creo.¡buen día!

    21 agosto 2008 | 7:54

  7. Dice ser Hoteles Caceres

    Muy bueno este articulo, me ha encantado.

    21 agosto 2008 | 11:24

  8. Dice ser armstrongfl

    Hola, este día triste de regreso en la Isla.Un abrazo, Mi ReinaArmstrongfl

    21 agosto 2008 | 18:26

  9. Dice ser Lorenzo

    Bueno…Regina he de decirte que me he hecho con Historias de Berlín y me está cautivando… ¡Impresionante! Ya era fan de la película, pero los relatos, especialmente el de Sally, me están encantando.Y todo lo de los nazis por detrás….¡Gracias por la recomendación!

    26 agosto 2008 | 22:24

  10. Dice ser EVA

    Sally Bowles era americana, no bitánica. Al menos en la película, por

    27 agosto 2008 | 14:34

  11. Dice ser EVA

    Perdón. Decía que porque el libro no tenía el gusto, lo buscaré. GRACIAS!

    27 agosto 2008 | 14:34

  12. Dice ser Regina ExLibris

    Eva, querida,efectivamente en la adaptación cinematográfica Sally Bowles (Liza Minelli) era norteamericana. Pero en la novela original tanto ella como el protagonista (alter ego de Iserwood) eran británicos.Si finalmente te decides a leerte con la novela y tienes un rato, pásate por aquí y coméntanos qué te parece.Gracias y mares de letras,Regina ExLibris

    27 agosto 2008 | 19:23

Los comentarios están cerrados.