No sé en la piel de quién me he sentido hoy más fracasada, queridos, si como librera o como Celestina.
Embutida en mi pellejo de devota de la letra impresa he sido incapaz de prescribir una lectura adecuada al mal de un cliente. 
Ni siquiera lo logré metamorfoseándome en la piel de la gloriosa, retorcida y sagaz alcahueta de la Tragicomedia de Calisto y Melibea, por entre cuyas líneas he correteado incansablemente y cuyas dramatizaciones he disfrutado entre crítica y voraz en varias ocasiones.
Y todo, ¿para qué? Para que el instante en que debía presentarme ante el infortunado cliente como ese majestuoso ser bicéfalo dispuesto a verbalizar la sugerencia de un título adecuado a él me quedara muda y reseca, como la momia de la mismísima Nefertari.
Aquí va la escena: Andaba yo correteando como un polvorín por entre mis confines plumero en mano cuando entró un caballero de unos cincuenta y muchos en la librería.
Vestía de oscuro, y como noté que me buscaba con la mirada sin atreverse a dar el paso desplegué mi ‘táctica-gato’, o, lo que es lo mismo, me acerqué a él lo justo para que me ‘oliera’ y perdiera alguna que otra capa de miedo y otra de desconfianza.
Funcionó. Primero carraspeó, y después me taladró con unos ojos celestes absolutamente opacos que me erizaron los pelos del pelucón. Fue inquietante y aterrador, como asomarte a un lago helado en una noche cerrada y sin luna.
Entonces su voz irrumpió en mi cerebro con una cadencia metálica, pero cargada de melancolía y desesperanza:
– Cliente: Buenos días, señorita.- Regina: Buenos días, ¿puedo ayudarle?
– C.: Espero que sí… Verá, quiero uno o varios libros que me enseñen cómo puedo encontrar a una mujer y lograr que me ame por como soy.
– R.: Pero, en fin, está pensando en una novela o en algo más científico, quiero decir, algún libro de psicología…
– C.: No sé, solo quiero un libro para aprender a conocer mujeres, saber cómo tratarlas y lograr que me quieran, eso es todo. ¿Lo entiende?
No supe qué decirle, queridos. En ese mismo instante la que se había vuelto opaca era yo. Tanta corona y tanta verborrea y fui incapaz de darle una receta de letras a este pobre hombre. El caso es que me excusé un segundo para meditar su petición con el socorrido pretexto de consultar el ordenador.
Dentro de mi cabeza, bajo el pelucón, brillaban algunos neones:
Nena, me dije, háblale de El Aleph, de Borges, para que se lea el relato La casa de Asterión y se de cuenta que es él quien ha de abrirse al mundo por muy grotesco que se vea; o Madame Bovary, para que descubra retazos de una pasión insatisfecha; o El Palacio de la Luna, de Auster, para que sepa que es cierto eso de que cuando menos lo esperas aparece alguien; o… ¿qué se yo? Regina, cielo, ¿qué libro no trata sobre el amor con este u otro rostro? Pero lo que él quiere… ¿existe? ¿está escrito?
Dio igual, porque para cuando regresé al sitio donde estaba él solo me topé con su ausencia. Y al girar sobre mis talones para deshacer mi camino a la mesa me llamó la atención un ruido extraño, como de cristales rotos. Era lo que quedaba de mi autoestima librera, que debió haberme estallado poco antes de pura impotencia.
Me pasé el resto de la tarde recogiendo los pedazos por si me hacen falta para otra ocasión y dándole vueltas a la petición del pobre señor… Pero nada.
Y a vosotros, ¿se os ocurre algo, queridos? ¿Qué le recomendaríais a quien os pide una lectura para encontrar, conocer y cautivar ala amor de su vida?
A ese señor de 50 años lo del ligoteo rollo chulopiscina se le ha pasado, así que cosas como «el método» o «cómo ser un sinvergüenza con las mujeres» no le van a servir (y tampoco creo que lo que busque sea eso).A esa edad lo tiene muy jodido. Las pocas alternativas que tiene ahora son las webs de contactos y los bares de puretas, donde la gente de su edad va a lo que va.Claro que igual acaba siendo un caso de esos que va con veinteañeras y bastón, pero mejor ser más práctico.Lo de que la mujer le llegue a amar ya no tiene una solución única. Va a tener que pasar unas cuantas decepciones hasta que dé con una, si es que da.
30 noviembre -0001 | 0:00
Cuando estaba leyendo el post me recordaba a una de las frases que tengo más subrayada de Las Horas de Michael Cunninngham:»Se trata de regalarle el libro de su propia vida, el que le sitúe, le tutele, le fortaleza para los cambios».Una vez anoté al lado: «Yo también lo quiero».Este libro puede ser una buena opción para tu cliente (si regresa).
30 noviembre -0001 | 0:00
[Muy bien, Eva, ahí, publicando tu comentario en el sitio más adecuado… si has sido igual de descuidada en el resto de comentarios que te han borrado, poniéndolos donde no vienen a cuento, puede que tengas el motivo de ese borrado.]Regina, si encuentras ese libro que sirva de gps emocional, no dejes de comentarlo…
28 marzo 2008 | 2:22
¿Qué tal «El Método», de Neil Strauss?En realidad no trata directamente sobre cómo conocer mujeres, sino que lo hace de forma indirecta. Su protagonista es un don nadie que ingresa en una comunidad de artistas del ligoteo y su vida cambia radicalmente.Pero lo bueno del libro es que los miembros de esta comunidad existen de verdad, y sus métodos funcionan… por lo menos para llegar a conocer mujeres. Que te amen es otra cosa.
28 marzo 2008 | 2:30
Su post sugiere muchas cosas, Regina ex.No hay que sentirse mal, porque el cliente llegó a su tierra con una cuestión que va más allá de la literatura. Sin embargo, Armstrong quiere ayudarle a recoger cristales.Armstrong le recomendaría por ejemplo, «El turista accidental»de Anne Tyler o uno de sus favoritos, «El amante de Lady Chatterley» de D.H.Lawrence y «Cuentos de Canterbury» de Chaucer y concretamente «La mujer de Bath» dentro de los cuentos de Chaucer.Al contrario que la frase de «todos los hombres son iguales», con las mujeres es justo al revés»todas las mujeres son diferentes, un misterio»
28 marzo 2008 | 8:34
Hola,Creo que ese señor lo que necesita es un libro de autoayuda, algo así de «cómo vencer la timidez» eso en caso de que no pueda pagarse unas cuantas sesiones de sicoterapia que le ayuden a conocerse, o también podría leer las memorias de Casanova.Un saludo,
28 marzo 2008 | 9:11
A ver… si es facil… simplemente «Como hacer feliz a una mujer», es instructivo y no es lo que aparenta el titulo. Es mas bien una alegoria de como hay que hacer para que una mujer agradezca tu compañia, frases, tono de voz, temas de conversacion… caricias, forma de tratarla en la cama… yo creo que ese seria ideal.
28 marzo 2008 | 9:15
Creo que lo más lógico sería mostrarle libros que le ayuden a conocerse a sí mismo y lograr amarse, porque esa es la base. Y creo que no deberían ser libros de autoayuda o de psicología, sino de cualquier otro género donde aparezcan personajes íntegros e interesantes que pueda tomar como modelo.
28 marzo 2008 | 9:46
Muy bien, cuando encontreis un libro que de desparpajo en la vida me avisais por favor.PD: A lo mejor a la que queria conocer de verdad es a la librera… 🙂
28 marzo 2008 | 10:19
Yo le recomendaría que dejase de leer y empezase a probar. Por mucho que nos guste la lectura me temo que hay cosas que solo se aprenden con la experimentación, la prueba y el error, y la paciencia para buscar mucho.
28 marzo 2008 | 10:57
Querida librera:Entiendo perfectamente lo de los cristales rotos, porque ¡vaya petición la de ese señor! Siempre he pensado que todo o casi todo se encuentra en los libros, pero desde luego no creo que el amor de una buena mujer esté en ellos. Me adscribo a los libros de autoayuda, pero sobre todo, la receta es salir al mundo.Si acaso, ahí está Ovidio con su Ars Amandi que, a pesar del tiempo que ha pasado, sigue funcionando, porque sus consejos son de lo más moderno. Pero no soy partidaria del engaño, porque los tiros acaban saliendo por la culata para quien no juega limpio.Y como ha apuntado «Mequetrefe», lo mejor es el «conócete a tí mismo» y no desesperes.Y a pesar de que se me ocurren libros que hablan de bellas historias de amor, y otras desgraciadas (¡cuánto se ha escrito sobre él!) me resulta imposible pensar en un libro que hubiera satisfecho a tu cliente. Sería una especie de Santo Grial de los libros. Algo mítico, lejano, imposible, como los sueños.
28 marzo 2008 | 10:57
Pues un libro que trata sobre ese tema en particular, aunque no creo que esté en alguna librería (no conozco la razón, pero creo que es porque el libro «…queda declarado de dominio público por su autor, Arturo Robsy. Todos pueden copiarlo y difundirlo sin limitaciones de ningún tipo. En su versión etiquetada de origen o en su transferencia desde el BBS 2.001, no se cobra nada por él.»), aún así, el libro en cuestión esCómo ser un Sinvergüenza con las Señoras de por Arturo Robsy, en el se narran diferentes formas de «mostrarse a las mujeres». Aquí está en diferentes formatos (.pdf entre ellos) http://www.speccy.org/websromero/varios/sinverguenza/Aún cuando no puedas venderle un libro, si no lo encuentras, podrías ayudarle con su poblema, en el supuesto de que vuelva.Saludos y espero haberte sido de ayuda de algún modo
28 marzo 2008 | 11:47
Yo lo que le diría es que desde luego no leyera el libro de Aznar.
28 marzo 2008 | 13:59
Pues yo diría que probase leyendo la sección de contactos de (¿porqué no?) este mismo periódico..(pero hoy tengo el día un poco cínico…así que igual no le hace gracia :P)
28 marzo 2008 | 14:04
No creo que ni el amor ni los seres humanos tengan un «manual de instrucciones». Personalmente, lo siento mucho, no creo en los libros de autoayuda. Están basados en generalidades y experiencias personales, y cada persona tiene sus circunstancias, con lo que ha valido para uno no tiene por qué valer para otro. Puede ser instructivo leerlos para comprobar que lo que nos parecen problemas que sólo tenemos nosotros son universales, pero de ahí a que nos den una solución…no creo, la verdad.Además, a este señor por lo visto le preocupa encontrar a una mujer y que se enamore de él. Y él, ¿no piensa enamorarse? ¿Le da igual una que otra, con tal de que le quiera por lo maravilloso que es? Lo primero es que ames tú, tal vez sea ese su problema.
28 marzo 2008 | 15:32
Realmente los comentarios son muy acertados. Os felicito. El tema muy interesante. Está bien conocerse a sí mismo y amarse. No hay recetas. Cada persona es diferente.Pienso que la felicidad está en el interior de la persona, cuando encuentra su paz, es más fácil relacionarse, principalmente porque tendrá mucho que ofrecer porque transmitirá esa luz y se reflejará en los demás. Y eso se consigue con la madurez. Hay que crecer personalmente.Yo soy mujer y como realmente me gusta que me trate un hombre, sobre todo al principio, es como persona, después como mujer, de la forma más natural posible; es decir, con respeto. Es cierto que hay algo que surge, la química, hay quien inspira y hay quien no, según a quien, claro. Entonces, los esfuerzos, las presiones, los estudios, los análisis, son inútiles. Aunque leer enseña. Si un hombre se fija en mí, me mirará de forma diferente, yo lo notaré, puede que sonría sin proponérmelo, las miradas se cruzan, es un primer paso, para continuar conociéndose, el deseo sólo no basta para conservar una relación, la amistad viene con el conocimiento de la persona, con el trato, ¿cómo conocer a la otra persona? -Mediante la observación, estar pendiente, los gestos, las palabras…, y, cómo no, la sinceridad, la expresión de los deseos y sentimientos. Es bonito decir: Me gusta cómo me miras, me gusta cuando me dices…. Contigo me siento… Así, todo tan natural, no hay que darle tantas vueltas, si intentamos mostrarnos como no somos, al final la otra persona se sentirá engañada, porque un día conocerá nuestros defectos.Otra cosa que he aprendido es que hay muchos fracasos en las relaciones cuando se va cambiando de étapa, no aceptamos los cambios, queremos que todo sea como al principio, reprochamos la falta de afectividad o cariño, exigimos que nos hagan lo que antes nos hacían. Todo eso resulta negativo y lleva al deterioro y la muerte de la relación. Nos cuesta adaptarnos a los cambios, ir creando una nueva fórmula y hablarlo con la otra persona.Siento haberme extendido tanto.Agradezco vuestra atención y espero haber servido de algo.Un saludo,Isabel
28 marzo 2008 | 22:34
Sin quitarle un ápice de valor a los clásicos amatorios y sobre las artes de la «Gaya Ciencia» hay un libro que resulta tremendamente instructivo en el acercamiento al bello sexo. Se trata de «Sex Code» de Mario Luna. Altamente recomendable a quien quiera dar un paso adelante y enriquecer su vida social.Espero que sea de ayuda.
28 marzo 2008 | 22:36
escuchala y entiendela, no hay más
28 marzo 2008 | 23:22
Yo he leido libros ,, pero no para ajudarme en nada como no fuera cuidar plantas ya que limpio jardines a señoras . Como ligar como aser el amor no me a hecho falta gracias a dios . Bueno si puse unos anuncios a revistas para conocer chicas ,, ami esposa la conosi gracias a un anuncio puesto en lecturas ace años . Teneis razon para que te amen ati tu tienes que demostrar vales la pena como persona . Cuando se necesita un libro es malo ,, esque no tienes confianza en ti mismo en tus posibilidades ,,,, SI DUDAS DE TI MISMO ESTAS VENCIDO DE ANTE MANO ,,, PENSARLO ESTO . TENER MUCHA CONFIANZA EN VOSOTROS MISMOS DE QUE SOIS FANTASTICOS HIR ALEGRES ,, PERO SIN AJUDA DEL ALCOHOL CLARO ESTA .
29 marzo 2008 | 1:05
Yo la verdad mas que la ajuda de un buen libro que siempre esta bien leerlos el saber es bueno . Pero mi familia mas de libros necesitaria ajuda economica del ajuntamiento ,, de la Generalitat de Catalunya ,, o del Govierno Español ,, que no tengo ninguna de estas ajudas y somos familia numerosa catalana . Los libros no alimentan a tus hijos ,, por mucho leer si no comen sufren mucho igualmente . Si soy partirario que los libros de texto fueran gratis ,,,mas bibliotecas publicas y faciles de hir las personas tambien los que ban en sillas de ruedas puedan entrar facilmente . De que le sirbe a una persona un libro que le diga como deberian estar los edificios ,, para que los que ban en sillas de ruedas pudieran hir ,, pero la realidad esque no estan hechos para ellos ni los bancos ni cajas ni los comercios ni muchas tiendas . LOS LIBROS MUCHAS VECES SON MUY BONITOS TANTO QUE NO REFREJAN LA REAQLIDAD ,, LA VIDA DEL DIA A DIA ESTA LEJOS DE LO QUE PONEN MUCHOS LIBROS ,,, UNA COSA ES DECIRLO EN UN LIBRO OTRA ACERLO REALIDAD VERDAD ESTO YA CUESTA MUCHO MAS .
29 marzo 2008 | 7:03
Ya veo Duka que «te interesan» las mujeres. Creo que esto tampoco va con el tema. Deberías ser borrada y aniquilada por tus comentarios misógenos, sectarios y fuera de lugar. ¿Quién te crees ser para juzgar a nadie por su comentario? Me parece que ese no es el fin de esta tira. Vamos que un poco más egoísta y solo podremos leerte a tí «doña importante».
29 marzo 2008 | 9:08
AQUI ESPAÑA SOBRAN LIBROS Y FALTA TRABAJO ,,, A UN PARADO NO LE DARA DE COMER A SU FAMILIA VERDAD . ,, FALTAN HOSPITALES Y SOBRAN LIBROS A UN EMFERMO NO LO CURADA UN LIBRO PERO SI TIENE UN HOSPITAL SERCA ,,,,, FALTAN GUARDERIAS PUBLICAS Y SOBRAN LIBROS ,,, UNA MADRE NO LE SIRBE DE NADA TENER UN GRAN LIBRO ,, SI NO TIENE UNA GUARDERIA PUBLICA DONDE DEJAR A SUS HIJOS ,,,. SOBRAN LIBROS DE PAGO Y FALTA QUE LOS SOCIALISTAS HAGAN GRATIS LOS LIBROS DE TEXTO PARA LAS FAMILIAS DE LOS TRABAJADORES . FALTAN MEJORES TRENES QUE FUNCIONES BIEN Y LUEGO UN BUEN LIBRO PARA LEERLO EN EL TREN . ,,,, Y ESTOY DE ACUERDO QUE LEER LIBROS ES MUY IMPORTANTE ES CULTURA ES CONOSIMIENTO ,,, PERO ANTES QUE EL LIBRO ESTAN MUCHAS MAS COSAS MAS IMPORTANTES SIN ELLAS NO PODRIAMOS VIVIR .
29 marzo 2008 | 16:38
También sobran mayúsculas en el comentario anterior.Y a tí te faltó plantarle un beso de tornillo al desconocido de ojos azules y haberos jurado amor eterno ahí mismo (E invitar a tus lectores a la boda)Si, soy peliculero 😛
04 abril 2008 | 16:38