Descorche Descorche

Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

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Los 25 más influyentes: Mariano García

Mariano García nació en una bodega, Vega Sicilia, en la que después trabajó muchos años.

Jesús Anadón, el gran hombre de Vega Sicilia y para muchos el gran desconocido, le convenció de que tenía que estudiar enología y se marchó a la Escuela de la Vid de Madrid. En 1968, con apenas 24 años, hizo su primer vino en Vega Sicilia, siempre apoyado por Jesús Anadón. Así continuó, vendimia tras vendimia, hasta 30 después en que se produjo un triste desencuentro y salió de la bodega.

Para entonces ya tenía en marcha su proyecto personal. Juan Manuel Ibáñez, un buen amigo de Mariano, le había ofrecido unas viñas en Tudela de Duero. En 1978 Mariano elaboró con ellas su primer Mauro, 2.000 botellas que pronto se acabaron. Para comercializar el vino escogió el nombre de su padre.

Mariano García es hoy uno de los enólogos más respetados de España. Su nombre asociado a un vino es sinónimo de éxito comercial y es uno de los pocos casos en España en el que pasa eso.

A veces solo y otras veces con sus hijos, Alberto y Eduardo, con los que aparece en las fotos sacadas de una cata en Vila Viniteca, ha ido creando su propio imperio. Mauro, San Román, Aalto, Leda, Astrales, Paixar, son nombres ligados a la familia García.

Viajero impenitente, conductor apasionado que ama la velocidad, aficionado a la gastronomía al que es fácil encontrarse en los mejores restaurantes, capaz de disfrutar con un plato refinado pero enamorado de una buena tortilla de patatas, bebedor, además de catador, de buenos vinos, gran conversador, Mariano es querido por casi todos.

Conocedor a fondo de la viña de su Ribera del Duero, gran criador de vinos a los que aporta un estilo muy propio e identificable.

Tras muchos años de trabajo y en el momento de disfrutar de lo logrado su filosofía es fácil

Con los años lo que aprendes es que tienes que volver a los orígenes, hay que hacer vinos con menos técnica. A mi los vinos perfectos no me gustan por lo que la perfección técnica supone de pérdida de personalidad, prefiero que el vino sea más auténtico, que tenga ciertas imperfecciones

Los 25 más influyentes: Marcos Eguren

De todos los que incluí en su momento en la lista de los 25 más influyentes éste es uno de los que menos protestas puede generar. Yo creo que hay consenso en reconocer el papel de Marcos Eguren.

Marcos es la cabeza visible y el enólogo de todo el grupo Eguren, que incluye marcas como Sierra Cantabria, San Vicente, Viñedos de Páganos, La Nieta, El Bosque o Amancio y que incluyó hasta hace muy poco Numanthia y Termanthia.

La de ahora es la sexta generación de Eguren dedicados al vino viticultores. Los primeros aparecen en 1870, pero hasta 1957 no empiezan a comercializar vinos en botella bajo la marca Sierra Cantabria.

En 1980 Marcos Eguren se hace cargo de la elaboración de vinos familiares por entonces dedicada en exclusiva a los vinos de maceración carbónica. Su primer paso es sacar, dentro de esa línea, un vino de más calidad y aparece así Murmurón, que, junto con Artadi, representaba la puesta de largo de la maceración carbónica.

Sólo con maceración carbónica su padre había sacado un excepcional Sierra Cantabria Gran Reserva 1973, que nos acompañó a Maribé y a mí en muchas fiestas de aniversario de El Lagar, hasta que las botellas desaparecieron, devoradas por nuestros clientes y amigos. Hoy esa forma de elaborar forma parte del Sierra Cantabria Colección Privada.

Pero la familia no estaba dispuesta a quedarse ahí. Desde su llegada Marcos es consciente de que la clave de todo está en el viñedo. Cuando él llega a la bodega su padre, Guillermo, se centra en lo que de verdad le gusta, el viñedo.

Marcos le indica a su padre que vaya seleccionando y marcando las cepas menos productivas de entre sus viñas para tenerlo en cuenta a la hora de plantar nuevas cepas en la finca La Canoca, en uno de los mejores parajes de San Vicente de la Sonsierra. Guillermo accede encantado, convencido de que Marcos las seleccionaba para no plantarlas. Imaginad su sorpresa cuando ve que ellas son las escogidas para la nueva finca.

Tímido y hablando siempre muy bajo, Marcos Eguren saca lo mejor de su sentido del humor cuando imita los comentarios y las risas que su padre tenía que escuchar en el pueblo cuando sus vecinos veían la nueva plantación

De todas las hectáreas a lo mejor llegas a 10 cántaras

Años más tarde, en 1991, nacía San Vicente, el primer vino de la nueva línea de Rioja, a la que no se que desafortunado calificó como de Alta Expresión.

Más tarde los Eguren se fueron a Toro y surgió Numanthia, el primer vino de Toro que se situó en las alturas del prestigio mundial.

Los Eguren relanzaron los vinos de maceración carbónica, demostrando que había sitio para la calidad, fueron los pioneros de los nuevos vinos de Rioja y los primeros que apostaron por Toro. Sólo por eso ya merecían estar aquí.

He personalizado en Marcos por ser el enólogo y diseñador de los vinos, pero sería injusto olvidarse de su padre, de su hermano Miguel Ángel, que en las fotos aparece con él, y de su cuñado, Jesús Sáez, una de las mejores personas que conozco en el mundo del vino y fuera de él.

Jiménez Landi, la esperanza de Méntrida

Ya hablé hace tiempo de Daniel Gómez Jiménez Landi a raíz de una magnífica conferencia que dio en Vejer de la Frontera. Hoy voy a hablar de su bodega.

Jiménez Landi es una pequeña bodega de corta vida, arranca en el 2004, situada en el pueblo de Méntrida, zona de gran historia pero poco presente.

Méntrida está en la provincia de Toledo, en el límite con las provincias de Madrid y Ávila, en un interesante triángulo vitícola. El clima viene marcado por inviernos largos y fríos, veranos calurosos y poca lluvia, en torno a los 350 mm/año.

La gran apuesta de la zona optó por renunciar a las variedades y estilo propio para apostar por uvas foráneas y estilo más internacional. Jiménez Landi no. Aunque sus primeros vinos iban en la línea más internacional en estos últimos años, sobre todo en la añada 2007, la apuesta está clara en favor de la Garnacha.

Tienen 27 hectáreas de viñedo, en numerosas parcelas, en propiedad, cultivadas de forma ecológica y están empezando a usar las prácticas biodinámicas. En la sierra de San Vicente, a una altitud que oscila entre los 750 y los 800 metros, tienen 7 pequeñas parcelas que suman un total de 8 hectáreas. Los suelos son silíceos de origen granítico y fueron plantadas en 1960 con Garnacha. Los grandes saltos térmicos entre el día y la noche permiten conseguir uvas que conservan el frescor y la elegancia.

El resto de viñedos están en el pueblo de Méntrida. La finca Pedromoro, de 9 hectáreas, se plantó en 1999 y La Dehesa es de reciente plantación.

La pasión de Daniel, que junto con su primo José Benavides, dirige la bodega, su profundo trabajo en el campo, su respeto a su terroir y su búsqueda de vinos auténticos, sin maquillajes convierten a Jiménez Landi en la auténtica esperanza para el resurgir de esta zona tan dormida pero de gran futuro.

De sus vinos hablaré otro día, merece la pena.

Los 25 más influyentes: Telmo Rodríguez

No es la primera vez que lo digo y espero que no sea la última. Telmo Rodríguez es mi socio y me une a él una muy buena amistad. Pero no son esas las razones por la que le he incluido en la lista de los 25 más influyentes.

Telmo es, junto con su padre Jaime, el impulsor de la Granja de Nuestra Señora de Remelluri, que es el primer proyecto de bodega basada en un viñedo propio que rodeaba el lugar donde se elaboraba el vino, siguiendo los parámetros más clásicos de los châteaux bordeleses. Un vino basado en un viñedo, algo que de aquella no abundaba precisamente en el panorama vinícola español.

Años más tarde abandona la bodega familiar para hacer sus propios vinos, siempre en compañía de Pablo Eguzkiza. Tras unos primeros pasos a base de vinos de subsistencia la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez ha conseguido una magnífica colección de viñedos en diversas zonas.

Vinos como Matallana, Altos de Lanzaga o Pago La Jara se encuentran, para mí, entre los mejores de España.

Tampoco por eso le incluyo en la lista. Pero hay dos cosas que nadie puede negar. Telmo Rodríguez y Pablo Eguzkiza han hecho renacer el vino de Málaga, con su excepcional Molino Real.

En Málaga hay un antes y un después de Molino Real. Antes era el abandono del viñedo, el cierre de bodegas históricas, la nada. Después hay vida por delante. Nuevas bodegas surgen y van a surgir, para conseguir que esta zona histórica vuelva a ocupar el lugar que nunca debió de dejar.

Otra de las zonas que Telmo ha recuperado es Cebreros con su Pegaso Barrancos de Pizarra, del que ya hemos hablado. Cebreros era otra zona histórica condenada al granel, a la jubilación de los viticultores y al abandono de las viñas. Y aquí también Pegaso va a marcar un antes y un después. De momento Raúl Pérez y Daniel Jiménez Landi han sacado El Reventón y seguro que otros van a seguirles.

Dos zonas llenas de historia en las que Telmo Rodríguez vio la posibilidad de sacar grandes vinos, respetando esa historia y apoyándose en una viticultura tan heroica como olvidada.

Por cierto, en la foto de arriba está Telmo con Pablo Eguzkiza y la foto de abajo la he encontrado en internet, pero no se quien es su autor. La pongo porque dice Maribé que está muy guapo.

Los “bajos de la “Alta” Cocina, para reírse un buen rato

Estaba paseando por la red cuando me encontré con este comentario en el magnífico blog de pistoynopisto. Aproveché un pedido a la librería Aliana y me hice con el libro en cuestión.

Me he reído tanto que, a pesar de no ser un tema vinícola, he decidido contarlo en el blog.

El libro, en realidad un comic, se titula Los “bajos” de la “Alta” Cocina y está escrito por Álvarez Rabo en colaboración con Andoni Luis Aduriz, para celebrar el décimo aniversario del restaurante Mugaritz.

Álvarez Rabo, un gallego criado en Bilbao, es, aparte de dependiente de El Corte Inglés de Bilbao, uno de los historietistas más destacados de finales de los años 90. En la Guía del Cómic encontraréis más información sobre él.

Personaje rupturistas e inconformista, abandona su retiro, no hacía nada desde el 11 de septiembre de 2002, en lo que él denominaba como su suicidio creativo, para poner en marcha el encargo que le hace Andoni. Tarda 18 días, 3 más de lo que esperaba.

En el libro aparecen caricaturizados de forma para nada escondida cocineros como Ferrán Adriá, Sergi Arolo, Panti Santalucía, Martín Brasategui, Carne Ruscapella, Juan Mari Achak y el propio Andoni.

Junto a ellos la figura del crítico, con la demoledora sátira contra Santoña, tan fácil de identificar por otro lado. También el inspector de la Michelín, su suplantador, el cliente que se hace pasar por pobre que ahorra todo el año para poder comer allí, la familia Pastizabal, la tecnología y tantas cosas más que la lista se me hace muy larga.

Me costó 25 euros pero me reí de lo lindo. Por cierto, Álvarez Rabo empezó con un genial e irreverente blog que parece que ha abandonado pero que también merece la pena visitar.

Los 25 más influyentes: Verema

La relación vino e internet no se puede entender sin ellos, aunque no fueran los primeros en nacer. Si mi memoria no me engaña nació antes elmundovino. Pero Verema es el gran lugar de encuentro de los amantes del vino.

Son tres sus creadores: José Contreras, Paco Higón y Juan Such. Les conocí hace muchos años, antes de que la página estuviera en marcha. Vinieron a Burgos, creo que a un congreso, y se acercaron a la Vinoteca El Lagar, pues como buenos amante del vino no podían pasar por una ciudad sin ver sus vinotecas. Hablamos un buen rato y empezamos una relación que dura hasta ahora. Con los tres he coincidido en catas, cenas y amenas conversaciones.

José, Paco y Juan representan la pasión por el vino, gente que, aunque sus caminos profesionales les llevaron por otro lado, decidieron robar parte de su tiempo al día para dedicarlo al vino.

Verema es hoy una de las páginas de vino más visitadas del mundo. Tiene uno de los foros más activos, con muchos temas nuevos. Un foro en el que participan bodegueros, enólogos, tenderos y, sobre todo, aficionados.

Su sección de catas es también muy dinámica. Participan en ella gente muy diversa, no puedes coincidir en gustos con todos, pero para personas como yo es muy interesante ver la opinión de los vinos que tiene la gente de la calle, los aficionados. Hay catas antológicas, alguna de las cuales he citado aquí y varias más que citaré pues me encantan.

Tienen también una larga lista de blogs, con colaboradores tan destacados como Eugenio Saénz, Jordi Melendo, Mario Estévez, César Ruiz o Gerry Dawes, que escribe en inglés pero que conoce a la perfección el viñedo español.

Pero el gran secreto de Verema está en todos sus participantes. Los 3 fundadores han conseguido que su página se una página abierta, dinámica, participativa, un lugar de discusión, de contraste de gustos y de ideas.

Suelo entrar en Verema todos los días y cada día aprendo algo. Para los profesionales como yo que, a veces, estamos un tanto alejados de la realidad entrar en Verema es un enorme ejercicio de humildad y una oportunidad de aprender y compartir.

Si hoy escribo este blog es en gran parte debido a ellos, a José, Paco y Juan, que fueron capaces de transformar un sueño en una brillante realidad.

Château Rayas, la garnacha convertida en mito

Es uno de los vinos que me producen más emoción. Conseguir importarlo para España fue uno de mis momentos más felices. Una bodega diferente, incluso extraña en una época como esta.

La historia la comienza Albert Reynaud, notario en los alrededores de Avignon, que se queda sordo a los 45 años y decide retirarse al campo. En 1880 compra Rayas para practicar su afición favorita que era la caza.

Pero el auténtico creador de Château Rayas es su hijo Louis, que ya en 1920 embotella el vino de la propiedad. Aunque no tiene ninguna tradición vinícola que le haya transmitido su padre, Louis Reynaud desde el principio, y a pesar de su juventud, está dispuesto a hacer algo diferente. La orientación de las tierras en las que planta es norte, con lo que consigue una maduración más larga y suave. El bosque que rodea las viñas le da sombra y crea un microclima muy particular.

Los suelos son de arcilla fina, calcáreos y con arenas, pero sin los habituales cantos rodados, “galets roulées”, que él quita personalmente a mano de sus tierras. Y de las trece variedades autorizadas en Châteauneuf-du-Pape planta únicamente Grenache, Garnacha.

Cuando Louis muere, en 1978, le sucede su hijo menor Jacques, que no solo aumenta el prestigio de la casa sino que se hace famoso por su peculiar carácter y su falta de respeto absoluto a las normas burocráticas.

Espíritu libre que no se doblega ante las presiones ni de los burócratas de las denominaciones ni de los periodistas con gran capacidad de influir en los mercados. Es famoso su encuentro con Robert Parker, al que no deja entrar en su bodega a catar los vinos por presentarse tarde a la cita.

Sin embargo, el vino es cada día más demandado y los buenos aficionados buscan las escasas botellas con ahínco. En los accesos a la bodega no se encuentra ni un sólo cartel, pero todos los días se ve gente buscando el sitio.

Los rendimientos son muy bajos, de 15 a 18 hectolitros por hectárea, las uvas se recogen muy maduras, casi al borde de la sobremaduración, sin despalillar se vinifican lentamente, utilizando métodos completamente tradicionales. En la bodega no hay ni acero inoxidable, ni control de la temperatura, ni nada de roble nuevo. La crianza se hace en una curiosa colección de viejos fudres de diferentes tamaños y edades, aunque todas muy avanzadas.

En 1997 Jacques muere y su sobrino Emmanuel Reynaud, en la foto de arriba con las viejas cepas que están delante de la bodega, se hace cargo de la dirección de la bodega. Sigue con el máximo respeto los métodos de trabajo de su tío.

Château Rayas tiene 11,8 hectáreas de Grenache y 1,8 hectáreas de uva blanca, que se reparten a la mitad entre Clairette y Grenache Blanc.

Vinos excepcionales, voluptuosos y con gran capacidad para envejecer.

Los 25 más influyentes: Juancho Asenjo

Había pensado seguir con el orden alfabético, explicando las razones de la inclusión de cada persona en mi lista de las 25 personas más influyentes, pero para evitar lo previsible, he decidido saltarme el orden y seguir uno más aleatorio.

Y voy a saltármelo por primera vez con Juancho Asenjo, cuya presencia en la lista pareció molestar tanto a uno de los lectores.

Las razones de su inclusión para mi son muy claras y es uno de los nombres que en ningún momento puse en duda.

Juancho Asenjo es una de las personas que más ha influido en la formación de muchos sumilleres y camareros de España, sobre todo de Madrid. Ha sido profesor de numerosos cursos oficiales. Hasta que fue apartado del curso de la Cámara de Comercio de Madrid, porque sus organizadores no soportaron la crítica que Juancho hizo en una revista, era uno de los profesores más valorados. Ha dado, en muchos casos de forma gratuita, charlas sobre vinos a camareros de los lugares más peculiares.

Muchas de las mejores cartas de vinos de los restaurantes de Madrid llevan su mano, directa o indirectamente. Conoce el mercado como pocos pues lleva años vendiendo vino.

Por si todo lo anterior fuera poco, escribe en elmundovino y en varias revistas especializadas. Sus artículos son siempre didácticos, pretenden acercar sus conocimientos de un tema a los menos expertos, trasmitirles también su pasión.

Tuve la suerte de coincidir con él en Italia, la foto en la que estamos los dos se hizo una noche en Verona, y me di cuenta de que allí es una persona respetada y querida, prácticamente el único español del que se puede decir eso.

Juancho Asenjo es, además, mi amigo y no voy a negar en ningún momento algo de lo que me siento muy orgulloso. Pero no es la amistad un valor añadido para estar en la lista. Juancho tiene méritos de sobra y todos los que le conocen lo saben.

Donn Reisen, presidente de Ridge, ha muerto

Me lo acaba de decir Telmo Rodríguez, un gran amigo suyo, y me cuesta creerlo. Donn Reisen ha muerto. Tenía 59 años y era el presidente de Ridge Winery, la gran bodega californiana.

Fue este lunes día 26 en Palo Alto, muy cerca de la bodega.

La última vez que estuve personalmente con él fue en abril del 2007, cuando se acercó a Madrid para catar las últimas añadas de sus vinos. Comimos en Cuenllas y allí esta hecha esta foto en la que aparecen Donn y Maribé.

Con nosotros estuvo Amaya Cervera de Todovino, que lo contó tan magníficamente como lo cuenta todo. De esa entrevista he sacado la foto de abajo en la que está con Paul Draper.

Ridge es una de las bodegas más antiguas y con mayor prestigio de California. Creada en 1885 cuando un médico italiano, Osea Perrone, compra 75 hectáreas de terreno cerca del risco, en inglés ridge, de Monte Bello, para construir la bodega Monte Bello Winery. Con ese nombre saca su primer vino en 1892. Pero la Ley Seca de 1919 da al traste con todo el trabajo y deja la bodega totalmente abandonada.

Donn le explicaba a Amaya que

Lo peor de la prohibición no fue tanto que no pudiéramos beber vino, sino que perdimos la costumbre de tomarlo en las comidas. La comida rápida y el sistema de puntuación de vinos de 100 puntos son algunas de las terribles consecuencias de aquello

El momento clave la de la historia de Ridge llega en 1969 cuando se incorpora a la bodega Paul Draper, un graduado en filosofía, que había tenido su primer contacto con el mundo del vino en Chile. Admirador de la forma de hacer las cosas de los franceses y profundo conocedor de sus vinos, desde el primer momento impuso sus leyes, intentando intervenir lo menos posible en la elaboración, reduciendo la producción de sus viñas y dejando que cada vino sea el reflejo del suelo de donde procede.

Donn Reisen pronto forma parte del equipo de Paul Draper. Deja su carrera de psicología y se integra plenamente en la bodega, en la que llevaba 32 años y de la que llega a ser presidente.

Siempre amable y sonriente, siempre con un gran sentido del humor que le permitía acercarse a sus interlocutores con facilidad. Todavía recuerdo su cara de felicidad cuando, el día en que Telmo nos lo presentó a Maribé a mi, nos bebíamos una botella de Mazis-Chambertin 1998 del Domaine d’Auvenay en el restaurante El Chaflán de Madrid.

Si Ridge ha llegado a donde está hoy no es sólo gracias a Paul Draper, ni a Montebello, sino también a gente como Donn Reisen, capaz de dejar amigos en todas las esquinas del mundo.

Desde aquí quiero rendirle mi pequeño homenaje a este gran hombre.

Alejandro Fernández, un pionero

En la gran evolución del vino español de los últimos 30 años Alejandro Fernández ha sido un personaje fundamental. Sin él ese cambio se hubiese dado también, pero, posiblemente, más tarde o de forma más lenta.

Pesquera de Duero era, en 1932 cuando nació Alejandro Fernández, un pueblo como casi todos los de Castilla. La agricultura era su base y entre ella destacaba con brillo propio el vino.

Alejandro Fernández nació en una familia sencilla y nunca desperdició la oportunidad de demostrar su enorme creatividad. Fue carpintero, herrero y creador de máquinas para el campo. Todavía hoy tiene dos patentes de máquinas para recoger la remolacha. Él las hacía en su taller de Pesquera y él se encargaba de venderlas y cobrarlas.

Incluso en los momentos más difíciles siempre tuvo el vino como objetivo. Cuando la situación económica se lo permitió, Alejandro decidió hacer su sueño realidad. Se pone a plantar viñedos en un momento en que todos los arrancaban para poner en su lugar remolacha, menos trabajosa y más rentable.

Es así como nace Tinto Pesquera. Enamorado de su pueblo, cuando en 1975 comercializó su primer vino escoge para presidir sus botellas el arco y la torre de Pesquera.

No es posible hablar del actual vino español sin reflejar el papel determinante que ha jugado Alejandro Fernández en su configuración. Cuando aparece Tinto Pesquera los vinos que se bebían en España no se parecían nada a los que ahora bebemos. Estaban en la línea de los riojas clásicos, poco color, escaso cuerpo y marcada presencia de la madera.

El vino que crea Alejandro es de un estilo diferente. Color más intenso, en la línea de los granates y no de los tejas. Un vino concentrado, con predominio de la fruta sobre la madera, tánico y concebido para vivir muchos años en botella. Embotellado sin filtrar, siempre tuvo posos, que en esa época muchos no entendieron.

Las causas que llevan a Alejandro Fernández a sacar un vino tan diferente las explica de forma sencilla

En Pesquera desde siempre se hacían los vinos así, con más color y más cuerpo, y yo quise seguir con ese estilo, pero haciendo las cosas mejor. Vendimiando a tiempo, seleccionando la uva, elaborando bien y cuidando que la madera no mate a la fruta

En una época en la que las grandes bodegas españolas, con alguna escueta y honrosa excepción, despreciaban la viña por la facilidad de encontrar a buen precio uvas de buena calidad, Alejandro siempre apostó por el viñedo propio.

También abrió muchas puertas en el exterior y mientras la legislación aérea se lo permitió siempre viajó junto a sus botellas que daba de probar, ante el asombro de todos, en el avión a compañeros de viaje.

Recuerdo cuando presentó sus vinos a un grupo de bodegueros de Burdeos, entre los que se encontraban los propietarios de Angélus, L’Eglise Clinet o Valandraut. Fue hace casi 20 años. Hoy sus vinos se encuentra en las mejores cartas de vino de todo el mundo.