Por Dani Mateo
La figura del alero estrella LeBron James brilló más que nunca al convertirse en el gran héroe de las Finales de la NBA que ganaron (4-3) los Cavaliers de Cleveland al vencer (89-93) en el séptimo partido a los Warriors de Golden State.
La hazaña deportiva, histórica para los Cavaliers y la ciudad de Cleveland, no ganaban un título de liga desde el año 1964 cuando lo consiguieron los Browns de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), fue posible por la aportación de James que en el séptimo partido fue de un triple-doble (27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias).
Si algo se puede destacar por encima de su gran partido a nivel general es su tapón al escolta Andre Iguodala a falta de un minuto, que fue el que impidió que los Warriors se pusiesen por delante en el marcador cuando estaba empatado a 89-89.
El tapón de la temporada 15-2016
— Minuto7 (@MinutoSiete_7) 20 de junio de 2016
Pero el jugador de los Cavs logró otro título, este más personal. La mediática hija de Curry, Riley, protagonista en 2015, fue destronada esta madrugada por la de James, que se convirtió en el centro de atención de aficionados y medios.
«Our fans, they ride or die. This was for them.» #OneForTheLandhttps://t.co/vT0XZDQoxe
— Cleveland Cavaliers (@cavs) 20 de junio de 2016
James concluyó las Finales con unos promedios de 29,7 puntos; 11,3 rebotes y 8,9 asistencias, que le permitieron ser elegido de forma unánime ganador del premio de MVP, después de haber tenido dos partidos consecutivos, el quinto y el sexto, 41 puntos.
Todos los honores para esta bestia del baloncesto.
26pts. 10reb. 11ast. This is @KingJames‘ 16th playoffs triple-double, 7th in an #NBAFinals game #StriveForGreatness pic.twitter.com/kU2QAe2nGW
— Cleveland Cavaliers (@cavs) 20 de junio de 2016
