Su último y recién lanzado disco es un fracaso. En su primera semana solo ha logrado vender 33.000 copias físicas (45.000 si contamos los streamings) y ha sido claramente superado por Shania Twain, que pese a llevar 15 años sin publicar un nuevo álbum, ha superado en las listas a los nuevos lanzamientos de Miley y a Demi Lovato.

Es cierto que las ventas físicas de discos han bajado, que nadie vende lo que se vendía antes, que la industria ha cambiado pero… ¿No llegar a las 50.000 copias? ¿Miley? Pero si esto es muuucho peor que los estrepitosos recientes fracasos de Katy Perry, Lady Gaga o Fifth Harmony… Se ha desnudado, se ha reformado… pero nada ha servido para que su Younger Now se cuele en lo más alto.

El caso es que para seguir promocionando su disco, Miley Cyrus ha participado esta semana en el Carpool Karaoke de mi admirado James Corden (recuerda que también puedes seguir la serie en Apple Music). En el programa, en confianza y entre canción y canción, Miley ha confesado cosas tan interesantes como que estaba «completamente drogada» durante la grabación de su videoclip más famoso y polémico, el de Wrecking Ball.

Habla de anécdotas en La Voz, de que ha dejado de fumar marihuana (pero la echa de menos) y de si estaba drogada o no en los momentos más icónicos de su carrera como su presentación en los VMA’s…

Sobre el vídeo de Wrecking Ball asume que en una escala de 0 a 10 estaba en el tope de colocada, y que en las imágenes que se la ve llorando desconsoladamente era porque estaba pensando en la reciente muerte de su mascota.

No te pierdas esta interesante entrevista en la que, entre pregunta y canción, puedes descubrir un poco más a esta Miley sobria que, pese a no vender tanto como cuando se abrazaba a la polémica, tanto me gusta.

Venderá o no discos pero Miley es una artista de matrícula de honor. Una voz impecable (hasta cantando en el coche) y una actitud digna de una gran estrella para bien, y en ocasiones no tan bien.