Me acabo de encontrar esto por internet y la verdad es que me ha partido de risa.

Si alguna vez habéis hecho de disc jockey lo entenderás a la perfección (aunque haya sido en el último antro de las fiestas de tu pueblo)… si eres de los que sale de fiesta con habitualidad, también lo entenderás. Y si no lo entiendes deja que te lo explique:

Cuando a un profesional de la música y la fiesta le plantean pinchar en un lugar (sea el que sea), si es profesional (hemos partido de esa base, pero a veces hay que recalcarlo), habrá que primero pararse a entenderle antes de hacer ninguna petición.

Lo habitual es que los DJ’s vengan de casita con sus sesiones preparadas, con una estimación de qué es lo que van a ofrecernos esa noche. Y cuando digo «preparadas», me refiero a que se habrán molestado por conocer el tipo de público que habrá en el garito, a qué tipo de música están acostumbrados, tiempo y duración de la sesión, etc…

Pinchar no se trata de poner una canción tras otra, eso nos lo hace spotify divinamente, se trata de tener el arte, y conocimiento, suficiente como para saber crear una pieza de duración determinada que tenga sentido y evolución, que mezcle y haga las transiciones mejores posibles entre canción y canción y que a lo largo de  la noche nos lleve al clímax musical.

A mí, también me gusta cuando en medio de una selección de éxitos internaciones me sorprenden con el Yo Quiero Bailar de Sonia y Selena, pero me gusta más pensar que ha sido todo una estrategia del pinchadiscos para hacerme un poquito más feliz sin que nadie le haya dicho cómo tiene que hacer su trabajo.

Para los que entienden a lo que me refiero, y para los que no, aquí tienen este preciado documento:

Y dicho esto… que sepáis, DJ’s del mundo, que pese a que nunca me cansaré de pediros el Wannabe de las Spice Girls, ni el Yo Quiero Bailar de Sonia y Selena, prometo tener muy en cuenta los aspectos anteriormente tratados y recogidos en el documento adjunto.