Los viajes pueden ser agotadores, y los de los artistas que cambian de país sin cesar debido a sus apretadas agendas llenas de conciertos, eventos promocionales, etc… deben de ser de órdago.
Siempre intento ponerme en su lugar, trato de entender cómo de cansados deben estar e imaginarme cómo sería yo en su lugar. No se vosotros pero yo estaría insoportable.
A veces se les critica por su carácter, por no pararse a saludar a sus seguidores por no dar besos o firmar autógrafos y yo…, yo soy de los que pienso que un artista tiene derecho a su vida privada y a su intimidad. Que tiene momentos, tales como firmas de discos, conciertos, meets&greet…, en los que por trabajo debe de reunirse con sus seguidores y estar a tope con ellos pero… ¿en un aeropuerto? ¿a la salida de su casa? ¿cuando está en un restaurante? No se, pero yo entiendo que en esos casos algunos no se paren ni siquiera a saludar.
Estos hechos suelen ser noticiosos, suelen generar titulares en los medios a lo largo y ancho del planeta pero ¿qué pasa cuando los artistas son simpáticos? Pues que vende menos. La cuestión es que Camila Cabello, que acaba de llegar a nuestro país porque hoy tiene concierto en Barcelona y mañana en Madrid, se encontró ayer a su llegada a España con un montón de seguidores que se morían de ganas por saludarla. Ella fue súper simpática y no solo se detuvo para abrazarles y tomarse una foto grupal con ellos, si no que también se ocupó de que pudiesen ir a su concierto aquellos que se habían quedado sin entradas.
Camila me ha abrazado😭 es super maja, super guapa y huele super bien!!! DIOS no me lo creo aún😭 @Camila_Cabello pic.twitter.com/POqxkNoH7i
— Maia Jauregui 🥝💡 (@cc_hasquestions) June 25, 2018
¿Marketing? Pues claro, pero una vez más del bueno.
Qué pena no poder ir a sus conciertos…
Esta mañana me ha tocado madrugar… El año pasado 
Cansancio, agobio, nervios y tensión. Así ha sido esta mañana la llegada de Gemeliers al aeropuerto de Madrid.
Lleva muchos años en el mundo de la música y es más famosa por sus polémicas que por sus éxitos. 
Decepcionante, así fue el paso de 
Igual que estuve con ellos para despedirles, hoy he vuelto al aeropuerto para recibirles y felicitarles por la 
Pese a que conozco a Edurne desde hace más de diez años (antes incluso de OT), cuando el piloto de la cámara está encendido, es difícil sacarle declaraciones que no hayamos escuchado ya desde que