La Junta de Castilla-La Mancha y la Diputación de Toledo han comenzado las obras de construcción de un macro-vertedero que afecta gravemente a una de las más importantes nuevas poblaciones de águila imperial ibérica de España, que es lo mismo que decir del mundo.
El proyecto de Dehesa Aceituno amenaza con truncar la recuperación de la especie conseguida gracias a un ingente esfuerzo de todos y a grandes aportaciones de fondos europeos, según ha denunciado Ecologistas en Acción, que intenta parar las obras mientras se pronuncian los tribunales.
La planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos ocupará 107 hectáreas en pleno corazón de la principal zona de expansión del águila imperial ibérica. Una zona de dehesas y monte mediterráneo, la mejor y más extensa del término municipal de Toledo. Tan sólo en un radio de 15 kilómetros alrededor del futuro vertedero habitan cinco parejas de águila imperial y dos de águila perdicera.
La ejecución del proyecto es contraria a las directrices de la Estrategia Nacional del Águila Imperial Ibérica y del Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica en Castilla-La Mancha, que establecen la necesidad de preservar los hábitats de la especie y favorecer su recuperación. Además se han rechazado los informes técnicos que proponían otros emplazamientos menos agresivos, así como las alegaciones presentadas e incluso una reciente sentencia que dictamina que no se realizó un adecuado estudio de alternativas.
El vertedero compromete las cuantiosas inversiones realizadas por las Administraciones destinadas a proteger los hábitats y aumentar la población de la especie en España. Sólo en fondos Life, la Unión Europea ha movilizado una inversión de 8,7 millones de euros para recuperar el águila imperial en España. De esos fondos, 3,7 millones corresponden al último Life en ejecución, denominado Priorimancha, y del que la Junta de Castilla-La Mancha es único beneficiario.
¿Por qué se ha elegido la ubicación de más impacto ambiental y mayor coste? Los ecologistas aseguran que el proyecto sólo se justifica por intereses especulativos y políticos. Según Ecologistas en Acción, se eligió este encinar «para no entrar en conflicto con los desmesurados desarrollos urbanísticos que se han aprobado en el nuevo Plan de Ordenación Municipal de Toledo».
Ya hay en marcha una ciberacción para tratar de parar el grave daño ambiental, crítico e irreversible, que supone la construcción del nuevo vertedero de Toledo en la finca Dehesa Aceituno. Pincha en este enlace y une tu firma para que las excavadoras dejen de arrancar cientos de encinas, destruyendo el futuro de una de las rapaces más emblemáticas y amenazadas del planeta.
A continuación os dejo algunas de las terribles fotografías que ha distribuido Ecologistas en Acción de la destrucción de un paraje que debería de estar protegido pero que está siendo arrasado ahora mismo por las máquinas.
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