Sólo hay algo más tonto (y cruel) que poner puertas al campo. Ponerle vallas, concertinas, alambre de espino, cuchillas al monte. Encarcelar a los animales en cercados de donde no pueden salir. Ganado o caza, da igual.
En algunas regiones como Castilla-LaMancha o Andalucía hoy es imposible pasear por muchos montes sin tener que sortear alambradas y cancelas. Si las ves vas bien, pero como no las veas estás en peligro. Algunas son trampas invisibles para la fauna salvaje, para el ganado, para nuestras mascotas e incluso para nosotros mismos. Varias veces he acabado enredado en algunas de ellas. También me he encontrado cabras enganchadas por los cuernos y hasta búhos reales estampados contra estos alambres. Lee el resto de la entrada »