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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Las fotos de Naturaleza más impactantes

La naturaleza es una caja de sorpresas, tan maravillosas como bellas. Antes a través de la pintura y ahora gracias a la fotografía, esas imágenes robadas de un instante a la vida natural no dejan indiferente a nadie.

Por eso en La Crónica Verde, donde tanto hablamos de Medio Ambiente, de Biodiversidad, no podíamos pasar por alto el hacer un pequeño homenaje a los trabajos fotográficos más impactantes de los últimos meses, aquellos que han logrado alzarse con algunos de los premios más prestigiosos del mundo. Porque, por si no lo sabías, los mejores fotógrafos de la naturaleza son españoles. Muy probablemente por influencia de nuestro llorado y admirado Félix Rodríguez de la Fuente, quien también fue un excepcional fotógrafo de la vida salvaje.

El cántabro Juan Carlos Muñoz es uno de los más reconocidos internacionalmente, cuya labor ha logrado el premio Gerald Durrell Award for Endangered Wildlife 2009. Su foto nos muestra a un amenazado elefante pigmeo asomando por entre el cañaveral y bajo una lluvia torrencial, fotografiado desde un bote en medio del río Kinabatangan, en la isla de Borneo.

Y la fotografía con la que ha logrado el Fotografía Nature’s Best 2009 es aún más espectacular. Dos osos panda gigantes bajo la nieve en la Reserva Natural Wolong de Sichuan, China. Esta imagen fue elegida entre las más de 20.000 presentadas y ahora se expone en el Museo de Historia Natural Smithsonian en Washington.

Por otra parte, Àngel Pujol ganó el Concurso de Fotografía Naturalista de Girona con un impactante grupo de ñús.

Otro gran fotógrafo, uno de los primeros y mejores de nuestro país, es el abulense José Luis Rodríguez. Al parecer por haber usado un animal semidomesticado le han retirado el premio del Wildlife Photographer of the Year 2009, el más prestigioso del mundo y que por primera vez había ganado un español. Al margen de la polémica, la imagen es espectacular.

Y aunque sea de un inglés ¿qué os parece esta foto que se ha alzado con el primer premio de fotografía científica del Consejo de Investigaciones de las Ciencias Biológicas y Biotecnología del Reino Unido? Es una hormiga asiática colgada boca abajo y levantando con sus mandíbulas un peso de 500mg, 100 veces su peso. La envidia de Iñaki Perurena.

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Multas y premios por reciclar basuras

Para una sociedad terriblemente generadora de basuras como la europea, productora de 1,3 millones de toneladas de residuos al año, el reciclaje se ha convertido en una cuestión de interés supranacional.

Reducir la contaminación, aligerar los vertederos, ahorrar energía y recursos naturales, empequeñecer una destructiva huella ecológica superior a las 4,9 hectáreas por habitante, es una prioridad en las políticas medioambientales de Europa.

En nuestro país, la conciencia cívica de separar para reciclar en multicolores contenedores es algo reciente. Cuando yo era pequeño recuerdo como algo común ver cómo en los pueblos se tiraba la basura a barrancos y ríos, para luego prenderle fuego o esperar a que el tiempo la fuera consumiendo. Por suerte hoy es algo impensable, aunque todavía este fin de semana me encontré en el campo dos bolsas de basura que unos domingueros habían abandonado en una cuneta «para que alguien la recoja».

Desgraciadamente, no estamos verdaderamente concienciados del problema que supone gestionar las ingentes cantidades de basura que producimos diariamente. ¿Cómo lograrlo? Con educación, aunque algunos Ayuntamientos tienen sus propias ideas sobre ello.

En Madrid, inspectores de Medio Ambiente de la capital revisan los contenedores de los portales para comprobar si las comunidades de vecinos reciclan correctamente sus basuras, multando hasta con 750 euros al edificio que no lo hace.

Por el contrario, Oviedo es la primera ciudad de España que ha decidido bonificar a las comunidades de vecinos que reciclan sus basuras bajándolas los impuestos, labor que igualmente controlarán, cubo a cubo, los inspectores municipales.

Multas o premios, el eterno dilema. ¿Cuál os parece a vosotros que es lo correcto?

Personalmente estoy en contra de las prohibiciones de todo tipo como única medida disuasoria, quizá efectiva pero siempre represora. Sin embargo, premiar por no ensuciar me parece igualmente equivocado, por cuanto hablamos de una obligación cívica. Y además, como señalan acertadamente en el blog de ‘Hoy empieza todo‘, ¿os imagináis a lo que se podría llegar en España con medidas de este tipo? Un país donde no sería raro que acabáramos pasando a hurtadillas nuestra basura al contenedor del vecino, denunciándonos unos a otros en ácidas reuniones de propietarios, espiándonos, mirando de refilón el contenido de la bolsa del residuos de la del sexto,…? De locos.