Es la nueva ganadería industrial. Los nuevos tiempos de producción masiva de carne y leche barata. Se acabaron las granjas donde una familia criaba un puñado de cerdos, un rebaño de ovejas, un par de vacas y medio centenar de gallinas que en su mayor parte alimentaban con piensos cultivados por ellos mismos o sus vecinos. Todo eso se ha acabado. Las granjas son ahora gigantescas fábricas de proteína animal donde lo de menos es el bienestar de esos pobres bichos cosificados. Lo único que importa es la producción y el margen de beneficio económico obtenido.
Este nuevo modelo ganadero tiene una ley de oro: cuanto más grande y automatizada sea la explotación mayor rendimiento económico logrará. Y tenía que pasar. Las empresas se han agigantado, alcanzando tamaños inconmensurables. Pero hay un problema, la gestión de los desechos, toneladas de mierda generada cada día que es necesario eliminar. Contaminación, malos olores, plagas de insectos y roedores, utilización masiva de antibióticos, superbacterias, enfermedades, consumo salvaje de agua y energía. Y aquí es donde surge el auténtico problema. ¿Dónde ponemos estas macrogranjas? Lee el resto de la entrada »