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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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En la Comunidad Valenciana estudian aves a cañonazos

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Este país nuestro se empeña a seguir aferrado a la pandereta como mejor sistema de gobierno. Sólo así se entiende la ridícula actuación de los políticos de la Comunidad Valenciana, empeñados en mantener la matanza de aves migratorias protegidas como una actividad tradicional.

El parany es un método de caza de aves con pegamento que ya ha sido prohibido por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Pero siguen sin aceptarlo. Por su culpa mueren millones de aves al año. El Gobierno valenciano intentó primero justificar el parany como un sistema para evitar daños a los cultivos y los tribunales lo rechazaron. Luego trató de autorizarlos invocando la tradición, y también fue desestimado. Ahora van más lejos en el disparate al acogerse al presunto interés científico del parany para el estudio de la migración, incluso en aves que nos son migratorias. Todo con tal de saltarse a la torera las directivas europeas y las leyes nacionales.

¿Investigar embadurnando pajarillos en pegamento? ¿Sin señalar siquiera el tipo de marcaje? Tan sólo se exige la liberación de las aves una vez se les haya quitado el pegamento. ¿Con plumas o sin ellas? Eso se llama querer estudiar aves a cañonazos. Docentes e investigadores de los centros universitarios de la Comunidad Valenciana con reconocido prestigio nacional e internacional en el estudio de las aves silvestres ya se han manifestado decididamente en contra de tamaña barbaridad.

Desde hace un siglo existen métodos inocuos para la obtención de estos datos internacionalmente reconocidos y científicamente validados. Los supuestos científicos coordinadores de este desaguisado, que avalan 33 de estas instalaciones de la muerte, son dos profesores del Departamento de Ingeniería Rural y Agroalimentaria de la Universidad Politécnica de Valencia. Ocultan que este departamento no tiene ninguna relación con el estudio de la biología y migración de las aves, y que esos profesores carecen de artículos científicos relacionados con estos temas. Parece ser que el único currículo es su apoyo ciego a las más crueles tradiciones.

Tradición significa: Si siempre lo hemos hecho ¿por qué ahora no vamos a poder matar pajaritos con liga, alancear toros, tirar las cabras desde la torre de la iglesia, arrancar el cuello a los gallos, apedrear perros, hacer fumar a los murciélagos, bailar a los osos, apalear a los caballos?

Quien así se lo pregunte debería mirar un momento el calendario: Año 2013. Siglo XXI. Europa occidental.

¿Te parece una exageración? Pues echa un vistazo a estos terribles vídeos, si es que puedes. Yo no los he podido terminar. Te descubren, con toda la crudeza de la realidad, cómo funciona este salvaje método de captura de pajaritos. Crueldad máxima para nutrir unos tristes guisos de arroz, eso sí, muy tradicionales.

Sin más razón que la testicular, 28 paranys, todos ellos en la provincia de Castellón, están este otoño matando aves protegidas. Han sido detectados y denunciados ante la Guardia Civil por voluntarios de diversas asociaciones valencianas (GECEN, GEPEC, GER-Ecologistas en Acció y Acció Ecologista-Agró), quienes los han localizado y georreferenciado en el sitio Paranymaps.

En Change.org puedes firmar en contra de esta atrocidad.

ACTUALIZACIÓN (11/11/2013): La Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente ha suspendido hoy cautelarmente la resolución que emitió el pasado 1 de octubre autorizando la actividad de 33 paranys con el argumento de que iban a utilizarse para estudiar la migración de las aves. Finalmente se ha impuesto la cordura y el sentido común al paralizar una errónea resolución que no tenía argumentos que la sostuvieran.

En la foto superior, cadáver de un pobre petirrojo, especie extrictamente protegida en toda Europa, muerto en esas trampas mortales de pegamento conocidas como parany (© SEO/BirdLife).

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Asesinados en España cuatro millones de cantantes al año

¿Lo habéis notado? La llegada del otoño coincide con la llegada del silencio al campo, y seguramente por eso nos pone tan tristes esta recién estrenada estación.

Los pájaros cantores, que tantas alegrías de espíritu nos han dado durante la primavera y el verano, han enmudecido. O están camino de África o se han quedado como invernantes, pero sin la imperiosa necesidad de criar ya no malgastan energías en maravillosos trinos. Yo al menos los echo de menos.

Sin embargo, de acuerdo con la particular percepción de algunos supuestos amantes de la naturaleza, esta época es ideal para dar rienda suelta a sus instintos más primitivos, los de capturar, enjaular, matar y comerse millones de pajaritos.

Sólo en España se calcula que cada año mueren con técnicas ilegales de caza más de cuatro millones de aves, cuatro millones de excepcionales cantantes asesinados sin razón. La mayoría son petirrojos y currucas cuidados con primor en el norte de Europa, que cuando llegan a nuestro solar patrio se encuentran con pegamentos, redes, escopetas de balines y cepos especialmente diseñados para saciar nuestras ansias gastronómicas. Con jilgueros y pardillos la situación es diferente. Se autoriza su captura por decenas de miles para abastecer esa extraña tradición ornitológica de enjaularlos para disfrutar de su canto en la terraza de un piso. Una actividad incontrolada pues prácticamente ningún agente supervisa el respeto a los cupos máximos, la captura de otras especies, de jóvenes y hembras, ni si al final muchos acabarán en la sartén.

Todas estas prácticas son contrarias a la normativa europea y estatal, pero las administraciones autonómicas gustan de hacer la vista gorda por eso de llevarse bien con sus electores más primitivos.

Por suerte (y por cultura) cada vez son menos los matadores y encarceladores de pájaros. También porque hay asociaciones como SEO/BirdLife empeñadas en acabar con estas salvajadas en los tribunales, pero especialmente en la calle. Organizando actos de exaltación de las aves en libertad, como el amplio programa que este fin de semana se desarrollará en toda España con motivo de la celebración del Día de las Aves.

Una ocasión perfecta para acercarnos a estos hermosos animales con prismáticos. Porque como recuerda el lema de esta edición, “nacieron para volar libres”.

Actúa y denuncia estas trampas mortales

La nueva web de SEO/BirdLife www.cazailegalaves.es, además de ofrecer información, documentación, imágenes y recursos sobre estas técnicas ilegales, pone a nuestra disposición una herramienta novedosa para que podamos denunciar el parany, responsable de la matanza de millones de aves insectívoras en el Levante español. Consiste en atrapar aves cuando se posan en árboles-trampa impregnados con pegamento o liga, impidiéndoles el vuelo, para después darles muerte aplastándoles el cráneo con los dedos.

Las denuncias se pueden hacer a través de la red y tienen como objeto colaborar con las fiscalías de Tarragona y Castellón para perseguir judicialmente estos delitos.

Por cierto, resulta imposible ver el vídeo de la campaña y no sobrecogerse ante tan salvaje matanza de unos seres maravillosos.

 

El enfilat es otra barbaridad parecida cuya finalidad consiste en enjaular aves salvajes para «enseñarlas» a cantar. Aquí unos silvestristas celebran la captura de 30 jilgueros de un golpe. Evidentemente, los cupos legales no existen.

Y para terminar y que no quede dudas, os incluyo este tercer vídeo, aún más terrible. En él se ve perfectamente cómo se matan 6 pardillos en una sola redada. Fue filmado el año pasado en Castellón, durante el més de octubre. El paisano les va aplastando la cabeza uno a uno y luego se los lleva para comérselos.

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¿Qué lugar de España permite matar millones de aves protegidas?

La Comunidad Valenciana, especialmente Castellón, es el único lugar de España donde se permite la matanza de millones de aves protegidas. ¿La razón? Una vez más, la tradición es la excusa para justificar este tipo de salvajadas. Y en Castellón cazar pajaritos con liga (pegamento) para luego comérselos es, según algunos políticos y otros lumbreras, cultura. Como los toros.

Lo llaman «parany de tords» que significa trampa para tordos (zorzales). Al no ser un método de caza selectivo, además de tordos en sus pegajosas ramas caen todo tipo de aves insectívoras protegidas como petirrojos, currucas, mosquiteros e incluso rapaces nocturnas.

Según un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia se estima que en el mes que dura este tipo de caza, ahora en octubre, se matarán entre 1,5 y 3 millones de aves protegidas.

El Tribunal de Justicia de la UE ya condenó a España por autorizar esta práctica. A pesar de ello, las Cortes Valencianas (con los votos del PP, del PSPV y del Bloc) han aprobado una modificación que declara el parany como modalidad de caza tradicional valenciana, considerando que se trata de una técnica selectiva y no masiva. Lo cual es una falsedad manifiesta.

En estos momentos ya hay más de 4.500 paranyers aplastando las cabezas de pajaritos, método tradicional, pero terriblemente cruel, de sacrificio de las aves capturadas. Esos mismos pajaritos que con mimo y delicadeza han sido cuidados en jardines europeos durante su época de nidificación y que al llegar a Iberia ¡zas!, los echamos a la sartén.



Vídeo realizado por el grupo GECEN sobre la cruel realidad de la caza con parany en la Comunidad Valenciana.


Si este método de caza te resulta intolerable, entra y firma en esta página.

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Legalizada la caza de pajaritos con pegamento

Resulta tan inadmisible como vergonzoso. La Generalitat Valenciana, gracias a los votos del PP, PSOE y BLOC, y con los votos en contra de Esquerra Unida (EU) e Iniciativa del País Valencià, ha sacado adelante la reforma de la ley de caza valenciana que ampara el parany (la captura de aves con liga, un tipo de pegamento) como método cinegético tradicional.

La nueva normativa fue publicada ayer lunes 26 de octubre en el Diario Oficial de la Comunidad a sabiendas de su ilegalidad (tres instancias judiciales así lo han declarado, entre ellas el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea), en un acto de clara rebeldía institucional.

Con esta decisión puramente política se abre la puerta a la matanza de millones de aves migratorias por parte de unos salvajes y crueles paranyeros, amparados en la supuesta tradición de este sangriento divertimento que también llaman deporte.

El retraso en la aprobación de la ley no ha impedido que la mayoría de los parayeros se hayan lanzado masivamente a cazar hace semanas. El Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (GECEN) ha contabilizado la existencia en estos momentos de unos 2.500 paranys activos sólo en la provincia de Castellón, con lo que la matanza de aves protegidas este año puede ser bestial.

Una ilegalidad más, absolutamente abominable, que para colmo de males cuenta con el beneplacito de la administración regional que debería ser quien velara por la protección del medio ambiente. Además, para facilitar esta tradicional barbaridad, ha ordenado a los agentes medioambientales que no denuncien más de una vez al mismo parany. Eso en román paladino se llama prevaricación:

«Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario».

¿Por qué es ilegal el parany? Pues por que no es, ni nunca lo podrá ser, un método de caza selectivo. Es masivo. Y cruel.

Se quiere autorizar para cazar zorzales, pero resulta imposible impedir que en esas ramas repletas de la famosa liga marca “El Tordo» (calidad especial) no queden atrapadas multitud de aves insectívoras y pequeñas rapaces. En concreto, se calcula que por este método, además de cientos de miles de zorzales de todas las especies, morirán (y acabarán en la sartén o la cazuela) entre 1.5 y 2.5 millones de pajaritos estrictamente protegidos en apenas un mes.

Los políticos valencianos se muestran a favor de este tipo de caza por tratarse de una actividad que forma parte, aseguran, de la cultura regional. Discrepo. Eso no es cultura, el parany es salvajismo. Por la misma razón, mañana legalizarán el lanzamiento de cabra desde los campanarios. Si eso da votos, no lo duden.

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P.D. Muchas gracias al GECEN, junto con Acció Ecologista Agró y Ecologistas en Acción, por estar plantando cara a políticos y cazadores en su lucha por erradicar para siempre el parany de la Comunidad Valenciana. La pelea es desigual, pero tienen a la razón de su parte.

El Gobierno valenciano quiere matar 1,5 millones de aves protegidas

Vuelve el parany, si es que alguna vez se había ido. ¿No sabes lo que es el parany? Se trata de una técnica de caza ilegal, por no ser selectiva, practicada en la Comunidad Valenciana y en el sur de Catalunya, también conocida como Barraca. Consiste en atrapar aves que se posan en árboles trampa, donde se colocan varas impregnadas de pegamento o liga para que queden pegadas en ellas, a las que se atrae con reclamos eléctricos prohibidos.

Pues bien. La Conselleria de Territorio y Vivienda de la Comunidad Valenciana pretende legalizar este otoño el parany gracias a la modificación de la actual ley regional de caza, ajena a que ha sido declarada ilegal en repetidas ocasiones por los tribunales.

El Gecen (Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales) ha denunciado ante la Comisión Europea esta pretensión por suponer una vulneración de numerosas leyes nacionales y europeas.

A pesar de estar prohibida esta práctica desde el 2002, el Gecen estima que durante el mes que dura este tipo de caza (entre octubre y noviembre) los parayeros ilegales dan muerte de manera furtiva a 1.5 millones de aves protegidas (principalmente aves insectívoras) junto a millones de zorzales.

Así explicó un viejo paranyero al presidente de este grupo conservacionista, Francisco González Babiloni, el cruel método de muerte del parany:

“Se sujeta por el dorso con la mano izquierda y con los dedos índice y pulgar de la mano derecha se les aprieta en la base del cráneo, por detrás del pico y fuerte hasta que se oye un crujido crac, crac, crac; entonces suelen tirar algo de sangre por los oídos y te mancha algo las manos al tiempo que el pájaro o tordo se deja caer al suelo y en unos segundos quedan muertos”.

Terrible ¿no os parece? Pues a algunos les parece una maravilla, como al vicepresidente primero del Gobierno valenciano y conseller de Presidencia, Vicente Rambla, quien sigue argumentando que el parany es «una modalidad de caza tradicional ya reconocida en el año 1237». Y quien asegura sin sonrojarse que si cae alguna especie protegida, se le puede quitar el pegamento y soltarla sin problemas. Señor político: menos tradición y más sentido común. Si es ilegal es ilegal, además de atroz, por mucho que a algunos de sus más salvajes votantes les guste sentir el crujido de miles de cráneos cuando los aplastan con sus manos.

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Abdenda. Me comunica Enric Amer Blanch, presidente de Acció Ecologista-Agró, que entre las diferentes actuaciones que los grupos ecologistas valencianos (Gecen, Seo-Birdlife, Acció Ecologista-Agró y Ger- Ecologistes en Acció, entre otros) están desarrollando para impedir el dislate del Parany, han solicitado al comisario europeo de Medio Ambiente su intervención decidida.

La campaña o ciberacción la coordina un grupo de ecologistas europeos, pues media Europa está escandalizada con esta propuesta valenciana de matar más de 1,5 millones de aves protegidas. Con ella pretenden recoger 10.000 firmas de todo el mundo y nos piden ayuda. ¿Les echamos una mano? Sólo tienes que añadir tu firma en este enlace: http://www.thepetitionsite.com/1/stop-parany-trapping.