Fiesta ‘rave’ organizada sin permisos en el Calderón Hondo, un volcán de Fuerteventura.
Las ciudades históricas, los espacios naturales, los pueblos bonitos, están muriendo de éxito turista. Mientras los territorios se empeñan en una loca competición por atraerse cada vez a más mirones curiosos de las diferencias, vengan como vengan y hagan lo que hagan, este nuevo monocultivo económico arrasa los espacios, se lleva por delante culturas, banaliza los paisajes.
Nos hemos convertido en una sociedad puramente hedonista que no mira más allá de su selfi. En el caso de espacios naturales tan pequeños, exclusivos y frágiles como los de Canarias, el resultado es catastrófico. Mueren de éxito imbécil.
Carlos de Hita, grabando paisajes sonoros en el corazón de un bosque otoñal. Foto: Anaya Touring
Este otoño que no termina de llegar, que no acabamos de disfrutar, al menos nos ha traído una buena noticia. Carlos de Hita, el gran narrador sonoro de la naturaleza, ha dedicado a tan querida estación del año en vías de extinción un delicado libro lleno de belleza, sensibilidad, literatura, conocimiento pero, sobre todo, lleno de sonidos hermosos. De la berrea de los ciervos a las primeras nieves, a través de la caída de la hoja, el vuelo de las aves viajeras y otros grandes acontecimientos naturales.
Otoño. Estación de paso (Anaya Touring, 2023) es la última joya literaria y acústica de este escritor y artista sonoro que, no por casualidad, vive junto a un bosque emblemático, el segoviano de Valsaín.
Os lo cuento con más detalle a continuación. Y hablamos directamente con Carlos en una entrevista que suena a puro campito otoñal.
La Real Academia Española define catar como «Probar, gustaralgoparaexaminarsusaborosazón». Catamos buenos vinos, excelentes quesos, aceites de oliva e incluso jamones ibéricos y hasta chocolates. ¿Pero es posible catar un paisaje? Sin duda.
Como igualmente nos recuerda la Real Academia, «darse cata de algo» es sinónimo de percatarse de algo. Y nada más cercano en nuestro entorno que apreciar el paisaje que nos rodea, admirarlo pero sobre todo entenderlo, interpretarlo, descubrirlo con los cinco sentidos. También señala el diccionario que «echar cata» significa «mirar o buscar con cuidado«. Y es sin duda lo que hacemos cada vez que analizamos el entorno, mirarlo y buscarlo con cuidado, más allá de la foto rápida y casi automática que podamos hacer frente a un paisaje bello.
Durante años, tanto desde este blog como en una larga serie de programas radiofónicos en Radio5, os he transmitido mi pasión por catar los paisajes como si fueran maravillosos vinos. ¿A qué saben y huelen, cuál es su tacto o su sonido característicos?
Pero acabo de dar un nuevo salto en esta pasión por el conocimiento. ¿Es posible catar la música con los cinco sentidos?
Y aún más difícil: ¿Es posible catar con los cinco sentidos el paisaje que ha inspirado grandes composiciones musicales?
Estoy convencido de que sí. Por eso, en colaboración con el virtuoso Trío Artemisia, nos hemos subido a los escenarios para demostrarlo.
Un operario da los último toques a un arpa. Foto: Salvi Harps
Parece mentira que un instrumento tan complejo como el arpa tenga un origen tan antiguo. Hace más de 5.000 años, los seres humanos de África, Asia y Europa tenían ya un desarrollo musical tan avanzado que fueron capaces de fabricar las primeras arpas a partir de la madera de viejos árboles. Egipcios y griegos fueron los primeros arpistas de la historia.
He tenido la suerte de poder visitar una de las más importantes fábricas de arpas del mundo, la italiana Salvi. Me ha acompañado mi amiga y excelente arpista profesional Alessandra Magrini, miembro destacado del Trío Artemisia con quien colaboro en unas preciosas «catas musicales de paisaje«.
Te resumo la experiencia en este vídeo de mi canal en YouTube, Y también te la cuento con más detalle a continuación.
La naturaleza no deja de sorprendernos. Es mi frase favorita cada vez que un descubrimiento científico del mundo natural me deja boquiabierto. Por ejemplo, ¿cómo te quedas si te demuestran que los ratones cantan, a su manera, y lo hacen por la misma razón que las aves, para buscar sexo?
Investigadores de la Universidad de Duke, han publicado en la revista Frontiers of Behavioral Neuroscience un estudio donde demuestran que los ratones machos cantan canciones sorprendentemente complejas para seducir a las hembras, al estilo de los pájaros cantores. Son baladas de amor, pero ultrasónicas.
Alucinante ¿verdad? La pega principal es que nosotros no las podemos escuchar.
Macho de mirlo cantando en la ciudad. Foto: Pixabay
Nunca olvidaré ese silencio espeso de la ciudad confinada por la pandemia donde cantaba potente un mirlo como diciendo, no te preocupes, la vida sigue y es hermosa. Qué lejos queda ese recuerdo, y apenas han pasado dos años.
Pensábamos que de algo así saldríamos mejores, pero evidentemente hemos salido igual o peores. Las ciudades han vuelto a recobrar su ruidosa actividad disparatada de prisas, malos rollos, malos humos y atascos. Y el mirlo flautista, el carbonero chichipán, la golondrina parlanchina, el estornino silbador han vuelto a enmudecer.
En realidad siguen ahí, pero nuestra contaminación sonora oculta sus gorgoritos. Y también, hay que reconocerlo, hace mucho que no hemos vuelto a salir al balcón o a la terraza tan solo para escuchar el viento o sonreír al vecino.
Pero por fin llegó la primavera, tan viva y deseada como siempre. ¿Y si volviéramos a prestar atención a nuestras aves del barrio? Tampoco es tan difícil. Te doy a continuación algunos consejos que harán más sencilla esa búsqueda activa de la belleza sonora de unos pájaros que, está más que demostrado, curan el espíritu herido y nos hace más felices. Lee el resto de la entrada »
Desde hace medio siglo, los toledanos no pueden bañarse en el contaminado río Tajo.
El 19 de junio de 2022 se cumplirán cincuenta años de la prohibición oficial de bañarse en el río Tajo a su paso por Toledo. «Medio siglo de infamia», según lo califica sin tapujos la Real Fundación de Toledo.
Esta ciudad y otras ribereñas como Talavera de la Reina se han convertido desde hace medio siglo en «la gran alcantarilla de Madrid«, critica la entidad. Tienen la culpa los vertidos sin depurar al Jarama, río que desemboca con toda su mierda en el Tajo aguas abajo de Aranjuez.
Para colmo de males, pocos años después de esta prohibición, la puesta en marcha del trasvase Tajo-Segura agravó el problema, pues merma hasta en un 65 % la llegada del agua limpia.
Hacía falta un aldabonazo para concienciar a la población de este grave problema ambiental. Y el mejor aldabonazo puede ser musical, como defiende la Real Fundación de Toledo. Con este espíritu reivindicativo nace “Música por el Tajo”, un proyecto de concienciación ecológico-cultural sobre el drama del río Tajo con motivo de los 50 años de la prohibición del baño a su paso por Toledo que, aún hoy, sigue vigente. Lee el resto de la entrada »
La naturaleza nunca deja de sorprendernos. Salgo al campo a última hora de la tarde y me encuentro nubes negras moviéndose rítmicamente por el cielo. Son estorninos.
Un puntito negro, algo más grande que los demás, parece marcar cual director de orquesta el hipnótico movimiento de formas que se abren y cierran dibujando formas extrañas en los aires. Es un halcón peregrino.
Macho de hubara canaria cantando. Foto: Inmaculada Abril-Colón
La creíamos muda, incapaz de cantar. Algunos habían registrado su reclamo con mucha paciencia y sofisticados sistemas de grabación, pero prácticamente nadie la había escuchado en el campo, como se puede oír a la madrugadora alondra, el vocinglero alcaudón o la machacona abubilla. Y sin embargo, la rara y muy amenazada hubara canaria, Chlamydotis undulata fuertaventurae, canta. Pero lo hace sobre todo en noches de Luna llena, cuando el silencio permite llevar muy lejos sus quejidos amorosos. Lee el resto de la entrada »
En estos largos y angustiosos meses de confinamiento (que esperemos nunca vuelvan) las ciudades se hicieron silencio y el canto de las aves se pudo escuchar claro y fuerte por primera vez en décadas. ¿Qué pájaro es el que canta así?, me preguntaron decenas de lectores y amigos en esos días.
Mirlos, carboneros, pinzones, gorriones, agateadores, herrerillos, urracas, cornejas,… ¿Es que nadie conoce a sus vecinos alados? Identificamos miles de melodías con solo escuchar sus primeros compases, no sabemos las letras, conocemos todos los detalles de quienes las cantan a pesar de que vivan en la otra punta del planeta, pero desconocemos quién y cómo es ese pajarito cantor que todas las mañanas nos alegra con sus trinos.
Pero todo esto se va a acabar gracias a Avefy, una app gratuita para identificar y aprender jugando los cantos de las aves que acaba de desarrollar SEO/BirdLife. Disponible en Android e IOS, permite practicar con la identificación de las 140 especies de aves más comunes de España. Lee el resto de la entrada »