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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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El Hayedo del Moncayo, nueva arboleda singular aragonesa

Hayedo del Moncayo. © Eduardo Viñuales

El Gobierno de Aragón ha anunciado su intención de declarar próximamente arboleda singular al Hayedo del Moncayo, uno de los bosques de hayas más meridionales de Europa.

Esta masa forestal se localiza en el término municipal de Tarazona (Zaragoza). En el Parque Natural del Moncayo, en las inmediaciones de las fuentes del Sacristán y de los Frailes, en altitudes comprendidas entre los 1.225 y los 1.453 metros. Dividido en dos rodales forestales, este viejo bosque a proteger ocupa una superficie de 6’21 hectáreas de gran interés ecológico debido a la edad y madurez de la arboleda, así como a la rareza y estructura de la misma.

El hayedo del Moncayo es una masa pura, de extensión considerable, situada en el Sistema Ibérico. Representa una de las localizaciones más meridionales de esta especie, gracias a las características climáticas del macizo montañoso, lo cual le confiere unas características ecológicas y un interés muy especial. Lee el resto de la entrada »

Soria apuesta por el ecoturismo de naturaleza y estrellas

Observatorio astronómico de Borobia.

Observatorio astronómico de Borobia.

Los caminos de Soria son los del ecoturismo, esa forma alternativa de viajar que privilegia la sostenibilidad, la preservación del paisaje, el cuidado del patrimonio natural y cultural, que sensibiliza a los viajeros haciéndoles partícipes de sus riquezas como uno más y no como un turista despistado.

Cruce natural entre la meseta castellana y el valle del Ebro, la provincia de Soria, tan castigada por el éxodo rural a las grandes ciudades, ofrece unos lugares únicos cuya contemplación bien se merece un viaje. Y no es sólo por visitar la Laguna Negra, el Cañón del Río Lobos o la Fuentona de Muriel. Cuenta con el Moncayo y sus hayedos, bosques de ribera acompañando al padre Duero, los acebales más grandes de la Europa meridional, inmensos mares de pinos excepcionalmente bien cuidados, circos glaciares, sabinares con ejemplares milenarios, encinares, robledales y especialmente unos cielos nocturnos limpísimos, sin contaminación atmosférica ni lumínica, ideales para disfrutar de algo tan maravilloso pero cada día más difícil como es la contemplación de las estrellas. Lee el resto de la entrada »