La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘moda’

¿A dónde va la ropa que ya no usamos? A liarla parda

Ropa usada amontonada en un vertedero. Foto: Greenpeace

Casi un millón de toneladas de ropa salen de nuestros armarios todos los años con destino incierto. El 88% va al cubo de la basura y acaba en vertederos, según el informe Análisis de la recogida de la ropa usada en España. El otro 12% lo llevamos a esos contenedores de ropa usada gestionadas por ONG solidarias donde se supone que las mejores tendrán una segunda vida y el resto irá a modernas plantas que seleccionarán las prendas para ser recicladas. Pero no es así.

La mayor parte de la ropa usada no llega a tener una segunda vida, según una investigación realizada por Greenpeace durante meses con geolocalizadores en 29 prendas depositadas en contenedores municipales y tiendas de Zara y Mango.

El estudio concluye que solo una de esas 29 prendas de ropa usada fue adquirida en una tienda de segunda mano en Rumanía.

Tras cuatro meses de seguimiento, muchas prendas siguieron moviéndose y habían llegado a su último destino, aunque recorrieron miles de kilómetros a lugares tan lejanos y diversos como Chile, Pakistán, India o Togo, o se encuentran en almacenes en polígonos industriales de España.

Lee el resto de la entrada »

Víctimas de la moda basura: cada vez compramos más ropa, la usamos menos y se rompe antes

Cada vez compramos más ropa que usamos menos. Foto: Pixabay

La moda basura es un gigante que come nuestros recursos y los del planeta. Nunca antes en la historia de la humanidad habíamos producido, consumido y tirado tanta ropa en el mundo. Y nunca antes en la historia de la humanidad la ropa fue tan insulsa, estándar, fugaz e idéntica en todo el mundo. Bienvenido al consumo textil de usar y tirar. Bienvenido a la insatisfacción permanente y al desastre ambiental planetario.

Hemos caído en la trampa de la moda compulsiva en continua renovación, del estreno en temporadas cada vez más cortas, de la ropa barata y de mala calidad, del bombardeo publicitario empeñado en que compres, compres, compres constantemente, sea lo que sea, pero compra, no te pongas todos los días la misma ropa, que te miran, te critican, te señalan como repitas modelo.

Es una presión brutal que nos crea permanente ansiedad, agudiza nuestros complejos y nadie es capaz de reducir. Un sistema con enormes impactos medioambientales, dentro y fuera de nuestras fronteras, pero la pela es la pela, manda el negocio y nosotros somos sus víctimas.

Lee el resto de la entrada »

Conoce a la muy fina gaviota picofina

Gaviota picofina. Foto: SEO/BirdLife

Tengo una vecina de lo más fina (y rosa). Se llama gaviota picofina y no tiene nada que ver con esas gaviotas patiamarillas tan grandotas, devoradoras de basura y algún que otro bocadillo playero. Tampoco con la cachonda gaviota reidora, de negra cabeza, famosa por las incultas risas que le dedicó Ana Botella cuando era concejala de Medio Ambiente de Madrid.

No verás a la gaviota picofina por las Castillas ni en las costas cantábricas; a ella le va el Mediterráneo y también el maravilloso litoral de Huelva. Es la reina de salinas y lagunas costeras como las que disfruto este año muy cerquita de casa, en el Parque Natural de Molentargius de Cerdeña.

Armado con mi cámara, he grabado estos días un pequeño vídeo dedicado a tan grácil avecilla que espero te guste tanto como a mí [y de paso te suscribas a mi canal].

Lee el resto de la entrada »

El coronavirus ha aumentado nuestro interés por reciclar la ropa vieja

Mercadillo de ropa de segunda mano. Foto: Pixabay

Uno de los (escasos) aspectos positivos de la actual pandemia de la covid-19 es el cambio de actitud que hemos tenido hacia los textiles viejos y la forma de reciclar la ropa.

El confinamiento nos ayudó a organizar nuestros armarios con cuidado y de forma respetuosa con el medio ambiente, eliminando mucho de todo lo innecesario que almacenábamos en ellos, pero haciéndolo de manera cívica.

En lugar de tirar a la basura toda esa ropa estamos recurriendo a los centros de reciclaje para deshacernos de ella. De hecho, la empresa británica End of Tenancy Cleaning Services informó recientemente de un aumento del 500% en las búsquedas de Google como «cuándo abrirán los centros de reciclaje» después de que muchos se cerraran debido al coronavirus.

Pero, ¿qué país de la UE se ha visto más inspirado por esta repentina necesidad de organizar los armarios y reciclar la ropa vieja?

Una vez más, san Google tiene la respuesta. Lee el resto de la entrada »

¿Se parecen los dueños a sus perros?

Detalle de una de las imágenes de la exposición Instinto Animal. © César Lucas Abreu

La pregunta me persigue desde hace años ¿Se parecen los dueños a sus perros o es que los eligen por parecerse a ellos? Gran dilema.

Pienso que hay un poco de ambas posibilidades. El roce hace el cariño y, como dice mi madre, todo se pega menos la hermosura.

Nos pasa igual a los seres humanos, al final se nos queda el aire familiar aunque no queramos.

Con las mascotas compartimos espacio, aficiones, nervios, alegrías, tristezas, aburrimientos y hasta televisión ¿Cómo no se van a parecer a nosotros? Pero también es cierto que cuando las elegimos buscamos en ellas una cierta afinidad, tanto física como de carácter. Lee el resto de la entrada »

El Black Friday es un viernes negro para el Planeta

Consume hasta morir. No pares. Ayer era Halloween, hoy es el Black Friday y mañana Navidad. Saca la Visa María que me voy a arruinar. Esto del consumo compulsivo no solo no para, es que crece a ritmos imparables.

«Reactiva la economía», me explica mi amiga economista.

«Acelera la destrucción compulsiva del Planeta», me confirma mi amigo ecologista.

Tienen razón los dos, pero es más razonable lo que dice el segundo que lo del primero. Porque en un mundo finito, con recursos limitados y población humana en crecimiento logarítmico, el actual sistema de consumo compulsivo es insostenible: solo tenemos un planeta. No hay Plan B. Lee el resto de la entrada »

Quiere limpiar el mar haciendo gafas de sol con redes de pesca recicladas

Gafas sol

François van den Abeele es un soñador. Y un emprendedor. Amante del mar, de la navegación y el buceo por el Mediterráneo, su sueño es acabar con el plástico que envenena los océanos. Especialmente con esas redes a la deriva responsables de lo que se conoce como redes fantasma: trampas mortales de nylon enredando inútilmente miles de animales durante el más del medio siglo que tardan en descomponerse. Por eso ha ideado Sea2See, una moderna línea de gafas de sol cuyas monturas están hechas exclusivamente con viejas redes de pesca abandonadas. Que quiere hacer realidad gracias a un proyecto de crowdfunding.

Conocí a François el mes pasado en el Sustainable Sunday de Barcelona, una feria de promoción de la sostenibilidad empresarial. Fue allí donde me contó su proyecto, nacido en colaboración con la Agència de Residus de Catalunya (ARC), el proyecto MarViva y la cofradía de pescadores de Palamós. En esa localidad gerundense, en apenas un mes, recogieron una tonelada de redes viejas que son las que le abastecen de materia prima para sus gafas. Redes que previamente deben clasificarse y transformarse en pequeñas partículas de nylon listas para fundir. Y que, no por casualidad, ofrece un material flexible, duradero y muy resistente a los golpes, al agua y al sol. Perfecto para los amantes de los deportes náuticos.

«Lo más difícil fue encontrar al fabricante y que no pensara que estoy chalado», confiesa. Lo encontró en Milán, en una feria internacional de gafas. Le convenció con su entusiasmo, además de con una interminable lista estadística del horror de estos fantasmagóricos plásticos incorruptibles vagando durante cientos de años por el mar: un millón de aves marinas muertas al año, 136.000 focas y cetáceos, redes cubriendo seis veces la superficie terrestre de España. «A este paso, en el 2050 habrá en los océanos más plásticos que peces«, explica sobrecogido.

Por eso sus gafas son, como François señala, «más una declaración ecologista que un producto». Y es que pocas cosas hay más visibles y vistosas que unas gafas de sol. Que pretende vender a precios económicos. «Para que las pueda comprar todo el mundo y sea rentable seguir eliminando las redes fantasma».

Ahora tiene el prototipo, pero aspira a comercializarlo si logra el apoyo de los consumidores concienciados. Por ahora no va demasiado bien. Necesita reunir 39.500 euros antes del próximo 8 de julio y lleva 16.000 euros. Por el bien de nuestros mares, que es el nuestro, ojalá lo logre.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:

Acabemos con la moda basura de usar y tirar

Ropa-Barata-En-Miami

La llaman moda rápida, moda low cost, moda barata, pero la deberíamos llamar moda basura. Es su mayor mérito. Favorecer comportamientos compulsivos de compra a bajo precio que, más pronto que tarde, acabará en el contenedor dada su mala calidad. Lee el resto de la entrada »

El patchwork se llama almazuela en La Rioja

Peroblasco

Un año más he vuelto a las Fiestas del Humo en Peroblasco, un diminuto pueblo riojano en el valle del río Cidacos famoso por haber logrado resucitar de la despoblación gracias al entusiasmo de sus nuevos vecinos, apenas 20 pero parecen 2.000.

Siempre encuentro allí alguna agradable sorpresa cultural de altísima calidad entre sus calles, ya sean certámenes de poesía, presentación de libros o conciertos de música.

Este año fueron las almazuelas, una maravillosa artesanía textil de origen árabe típica de la comarca de Cameros. A modo de colgaduras festivas, colchas multicolores realizadas con todo tipo de telas pendían de los viejos balcones en inusual adorno. Los urbanos lo llamaríamos quilt o patchwork, pero como me explicó Rufus, el alma conseguidora de Peroblasco, mucho más bonito es llamarlo retacerías, el arte, o la necesidad, de aprovechar los retazos de la ropa más vieja e inservible para darle una nueva (quizá la enésima) oportunidad. Lo que allí vi eran auténticas obras de arte salidas de la mano de Regina Martínez, una maravilla.

Pero esta artesanía nacida, no ya de la escasez, sino sobre todo de la sabiduría de aprovechar al máximo cualquier cosa aprovechable, ha sido una actividad cotidiana en nuestras casas desde probablemente el paleolítico y hasta hace nada.

Me lo recuerda mi suegra, natural de otro pequeño pueblo pero éste, ¡ay!, ya abandonado, el burgalés de Huidobro: “Hombre claro, entonces se aprovechaba todo, las mantas y hasta la ropa”. Y me pone un sorprendente ejemplo: “Sin ir más lejos, de la pata de un pantalón roto la abuela Ramona hizo un vestido precioso para una niña”.

Recuerdo las almazuelas e imagino el pichi-pantalón mientras paseo ahora por las tiendas en rebajas. Moda rápida, barata, de usar y tirar. ¡Cuánto ha cambiado el cuento!

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:

¿Conoces el sufrimiento que hay en un abrigo de piel?

Abrigos de pieles

© Equanimal

Tener a mano una buena ropa de abrigo cuando llega el frío es fundamental para sentirse bien. Durante milenios usamos las pieles de los animales. Pero ahora hay tejidos infinitamente mejores, más confortables, más baratos y menos sangrientos. Porque para lucir un triste abrigo de piel es necesario sacrificar 60 visones, 20 linces, zorros o tejones, 15 crías de foca, 10 perros mapache, 8 lobos, 6 leopardos. Todo a mayor gloria de una moda asesina, cruel e inútil, además de pelín hortera.

Cada año son cazados cerca de 20 millones de animales con el único fin de utilizar sus pieles. Con trampas para no estropearlas, provocando con ello terribles tormentos a las agonizantes víctimas. Otros 40 millones son criados en granjas, la mayoría europeas, donde las condiciones de cautiverio y sacrificio son igualmente terribles. Si se escapan o son estúpidamente liberados por grupos con demasiada sensibilidad y poco cerebro, el daño al medio ambiente resulta catastrófico.

Dando más valor a su piel que a su vida, los animales de granja son gaseados o electrocutados por vía bucal, anal o vaginal; o desnucados a palos. Algunas veces ni siquiera están totalmente muertos cuando se les despelleja. Los restos de su cuerpo se transforman luego en alimento para perros y gatos o en abonos. Un terrible sin sentido.

Si compras este tipo de prendas eres parte del problema, pues la fuerza del consumidor es la única capaz de acabar con la industria peletera. Es verdad, cada vez se usan menos los abrigos de pieles en Europa pero, a cambio, su consumo encandila ahora por millones a chinos y rusos, el nuevo mercado emergente para las pieles de lujo. El horror no acaba. Y es que como decía el filósofo Schopenhauer, “el hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales”.

Pieles

© Anima Naturalis

A continuación os dejo tres vídeos no aptos para personas sensibles, tan terribles como la realidad que cuentan. Tienes más información en: www.StopModaCruel.org y www.SinPiel.org


Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras: