La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘La Gomera’

Ésta es la isla española donde se hace una de las vendimias más duras del mundo

Vendimia en El Cercado, La Gomera. Foto: C.J. Palacios

Se habla cada vez más de viticultura heroica, aquella de geografías imposibles donde el trabajo de la viña se convierte en una actividad de alto riesgo; donde cada racimo de uvas cosechado supone todo un triunfo a la constancia, tenacidad y sacrificio de las personas que se empeñan en mantener este osado tipo de cultivo.

Pero pocos se acuerdan de la isla española donde plantar viñedos, cuidarlos y vendimiarlos se convierte en un auténtico disparate o, más exactamente, una maravillosa locura. Hablamos de La Gomera, la isla española donde en estos momentos se hace una de las vendimias más duras (y peligrosas) del mundo. Lo digo por experiencia.

Acabo de participar en una larga y agotadora mañana como vendimiador amateur en la localidad de El Cercado, en la finca La Montaña de Bodegas Fausto. Y he vuelto a casa reventado, con los riñones desechos de tanto agacharme, las manos doloridas y las pantorrillas despellejadas.

Dirás que todas las vendimias no mecanizadas son duras, pero echa un vistazo al vídeo que he grabado allí [y subido a mi canal de YouTube] para que descubras su enormidad.

A continuación te lo explico también con detalle, a modo de crónica.

Lee el resto de la entrada »

El dragón Smaug que cuida los tesoros de La Gomera es azul y muy peligroso

Dragón azul, una extraña y poco conocida criatura de los mares. Foto Taro Taylor

Lo que empezó el otro día como una tranquila tarde de playa en la incomparable localidad de Valle Gran Rey, en la isla de La Gomera, terminó en monumental sorpresa. Caminando por sus negras arenas encontré unos diminutos bichos azulados que la marea iba sacando del mar. Unos niños habían comenzado a jugar con ellos recogiéndolos con sus palas y echándolos en un cubo con agua.

Mi asombro fue mayúsculo. Poco a poco se iban abriendo en la superficie, desplegando un cuerpo azul cobalto totalmente estrellado que nunca había visto antes. Parecían dragones, como el violento Smaug de la novela El hobbit, pero de color azul cobalto en lugar de rojo. ¿Qué porras era eso?

Eran peligrosos dragones azules (Glaucus atlanticus). Así se llaman estas increíbles, venenosas y poco conocidas criaturas marinas.

Echa un vistazo al vídeo que he grabado de ellos [y subido a mi canal de YouTube] para que descubras su belleza.

Si quieres conocer sus secretos sigue leyendo a continuación.

El Smaug azul de los mares

Smaug es el famoso dragón de El hobbit, el último que quedaba en la Tierra Media y que expulsó a los enanos de la Montaña Solitaria, arrebatándoles su tesoro. Estos dragones azules que me encontré en La Gomera también guardan un tesoro, el de una isla maravillosa que se ha convertido en emblema del ecoturismo europeo.

Pero no te preocupes por ellos, son raros y no te hacen nada si no les tocas, así que puedes estar tranquilo paseando por las playas gomeras, tan seguras y felices como sus bosques de niebla.

Pero aprovechemos el descubrimiento para conocer algo más de estas increíbles criaturas que parecen salidas de la imaginación de de J. R. R. Tolkien.

Glaucus atlanticus, conocido como dragón azul, es una extraña babosa marina, un gasterópodo nudibranquio de la familia Glaucidae. Tiene seis apéndices o brazos que se ramifican en rayos. Y para ser aún más dragón, los dientes de su rádula o boca parecen espadas.

Vive siempre en alta mar, lejos de la costa, en aguas templadas y tropicales, por lo que el cambio climático sin duda lo está favoreciendo. Su zona de distribución es amplísima, pues se encuentra en aguas atlánticas europeas y africanas, la costa este de Australia y Mozambique.

Aunque vive en mar abierto, accidentalmente pueden ser arrastrados por las corrientes hacia la costa, lo que explica que algunas veces nos los podamos encontrar en las playas. Pero es algo muy raro.

¿Por qué son azules?

Para camuflarse en el color azul intenso de los mares pelágicos donde viven, pero también con el blanco de los cielos.

Esta especie flota boca abajo aprovechando el mecanismo físico conocido como tensión superficial del océano y cuentan además con la ayuda de un saco lleno de aire que tienen en el estómago. Con movimientos mínimos de esa especie de dedos o flagelos se mueven en el agua buscando a sus presas. Porque ahí donde los ves son carnívoros, viven de la caza de otras criaturas igual de raras que ellos.

Pero también son cazados por otros animales. Por eso su coloración le sirve de camuflaje y le ayuda a defenderse de los depredadores que puedan atacarlos tanto por encima (se confundirán con el azul del mar) como por debajo (les verán igual de blancos o grises que el cielo).

Otra curiosidad. Como la mayoría de las babosas marinas, ésta es una especie hermafrodita, pues tiene tanto órganos sexuales masculinos como femeninos. Las parejas copulan uniendo sus vientres y luego expulsan los huevos fecundados unidos en largas cadenas gelatinosas.

Mucho cuidado, son venenosos

Como todo dragón que se precie, éste azul también lo es. No te va a atacar, no tengas miedo. Pero si lo tocas puede ser una picadura muy urticante y dolorosa, más potente que la de una medusa.

Y no se te ocurra comerlo porque es un potente veneno. Los dragones azules se alimentan de medusas y otros seres parecidos. Su veneno no solo no les afecta, sino que lo acumulan en la punta de sus dedos, concentrándolo aún más.

Este tipo de seres extraños depredan sobre otros organismos pelágicos de mayor tamaño, como la altamente venenosa carabela portuguesa, la velella o el caracol marino violeta. Y puestos a comer todo lo que flote por el mar, en algunas ocasiones también son caníbales y se comen entre ellos mismos. Menuda ricura de bichos.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras: 

Celebra con los cinco sentidos los 40 años del Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera

Bosque húmedo del Parque Nacional de Garajonay.

Los paraísos también cumplen años. 40 velas sopla un bosque tan singular como mágico, el Parque Nacional de Garajonay, en la bellísima isla canaria de La Gomera. Es la selva más cautivadora, asombrosa y sin duda más amigable del mundo. Una protección tan merecida, que en 1986 la Unesco lo declaró también Patrimonio de la Humanidad y en 2012 Reserva de la Biosfera.

Un ecosistema único que milagrosamente se ha ido recuperando del devastador incendio de 2012 y que ahora está más hermoso y mejor conservado que nunca gracias al esfuerzo de esas mujeres y hombres que lo cuidan con amor para nosotros.

Este vídeo celebra con imágenes lo que solo paseando por sus umbrías somos capaces de experimentar, la sensación de adentrarnos en un espacio único donde el tiempo parece haberse detenido, donde la naturaleza es señora y madre de una biodiversidad y de una cultura absolutamente únicas.

Lee el resto de la entrada »

Increíble: Chano, la manta raya gigante que come de la mano de los niños

Un niño da de comer en La Gomera al gran animal salvaje (YouTube)

Para los no iniciados en biología marina puede parecerles un tiburón raro. Los habituados a los documentales pueden confundirla con las famosas mantas gigantes que filmaba Cousteau. Los submarinistas avezados la identificarán con una manta raya. Pero para los vecinos de Valle de Gran Rey, en La Gomera, es Chano, el chucho negro más confiado del mundo. A quien desde hace cinco años quieren, miman y dan de comer cual mascota mimosa a pesar de su salvaje tamaño: 150 kilos de peso y más de metro y medio de longitud.

Este gigante de las profundidades no tiene un cartílago de tonto. Se ha acostumbrado a acercarse al muelle para reclamar comida a los pescadores. A cambio, se deja acariciar por todos, especialmente por los niños.

Incluso algún valiente/inconsciente no duda en meter su mano dentro de la inmensa bocaza del animal, en plan domador con la cabeza dentro de la boca del león. De momento no hay que lamentar víctimas. Chano es un ser pacífico. Lee el resto de la entrada »

Descubren una nueva especie gomera de la que queda un único ejemplar en el mundo

Único ejemplar en el mundo de ‘Lotus gomerythus’. Foto: Ana Portero

La botánica es la hermana pobre de la biología, pero también una de la que da mayores alegrías (y tristezas) a sus científicos. Cuanto más estudian a las plantas más asombrosos descubrimientos encuentran. Aunque la mayoría de las veces es para evidenciar el grave peligro de extinción que se cierne sobre ellas. Canarias es uno de esos lugares muy especiales para la botánica.

El último mohicano con el pico rojo

Ésta es la historia de una hermosísima especie de espectaculares flores rojas encontrada en lo alto de un inaccesible roque en la isla canaria de La Gomera de la que solo existe un único ejemplar en el mundo. Como lo oyes. Es el último mohicano vegetal. Si se seca o se lo come una cabra no hay recambio, habrá desaparecido del planeta.

Conozco bien la historia de esta nueva especie. Mis admirados Ana María Portero y Javier Martín-Carvajal, una pareja de escaladores tinerfeños tan valientes como sabios, la descubrieron atónitos al llegar un día a lo alto de un inaccesible roque sálico gomero después de una complicada ascensión. Lee el resto de la entrada »

Twitter se inventó en Canarias hace 2000 años

Silbo

Eso de tuitear (twittear) no es nuevo. Tweet es como se nombra en inglés al piar de un pájaro, ahora mundialmente considerado el trino informativo de los 140 caracteres: Twitter.

Pero lo de informar cual pájaro cantarín lo inventaron hace ya dos milenios los aborígenes canarios. Se llama silbo gomero, y es tan original y único que en 2009 ha sido inscrito por la Unesco en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Ya sabéis que soy un enamorado de La Gomera, de su naturaleza y de su cultura. Hace un año tuve la oportunidad de participar en el rodaje de una serie de documentales de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente sobre árboles singulares y bosques maduros que, como no podía ser de otra manera, darán relevancia a sus fabulosos bosques de niebla, las selvas macaronésicas de Garajonay. También a ese lenguaje silbado relicto, impresionante, capaz de comunicar a los isleños de un lado al otro del barranco, siempre con la simpática tonadilla final de «bueno, bueno», algo así como el «corto» de los radioaficionados. Lee el resto de la entrada »

El cuervo se extingue en Canarias

???????????????????????????????

En Canarias no hay lobos. Pero hay cuervos. Y a estos pobres pájaros les ha caído en el Archipiélago el sambenito de la mala fama que en otros lares tiene el perseguido cánido salvaje.

Negros, ladrones y muy inteligentes, lo tienen todo para sufrir el desprecio de un mundo rural que, desde la llegada de los europeos hace cinco siglos, se ha empeñado en su aniquilación. En estos momentos están a punto de lograrlo.

Las actas del Cabildo de Fuerteventura de abril 1773 lo dejaban muy claro:

“Entendido el daño que causan los cuervos en las criaciones y sementeras [acordaron] se libren despachos circulares para que cada vecino traiga cuatro cabezas de cuervo en cada mano en todo el mes de agosto, so pena de cuatro reales cada uno, que se les sacarán irremisiblemente”.

Como no eran tontos, los supervisores de la carnicería estaban obligados a cortarle los picos a los animales para que no les volvieran a traer de nuevo las mismas cabezas.

No ha cambiado mucho su mala fama desde entonces. Todavía hoy se le acusa de atacar y matar cabritos, comerse los huevos de las perdices, perseguir a los gazapos, arramplar con la fruta de los árboles, el maíz de los sembrados, la uvas de los viñedos; robar pollos a las gallinas, bocadillos a los excursionistas ¡y hasta ropa y llaves del coche a los turistas!

Los últimos censos demuestran lo efectivo de esta persecución. Sólo las islas de Fuerteventura y El Hierro, las más ganaderas, mantienen unas poblaciones cercanas a las 100 parejas. En las demás está a punto de desaparecer. Gran Canaria ha pasado en 30 años de tener 150 parejas a quedarse con tan sólo 13; Tenerife de 80 a 12; La Palma de 50 a 21; La Gomera de 100 a 9.

En toda Canarias, que es como decir en todo el mundo, pues se trata de una subespecie endémica exclusiva del Archipiélago (Corvus corax canariensis), tan sólo hay en estos momentos 365 parejas.

Para complicar aún más las cosas, un reciente estudio genético demuestra que no todos los cuervos de Canarias son iguales. Los de La Palma, por ejemplo, conforman un linaje diferente al resto que impide poder traer aves de otras islas a modo de refuerzo poblacional. Y en la Isla Bonita tan sólo sobreviven 21 parejas, la mayoría confinadas al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.

Pero ¿por qué se extinguen los cuervos canarios? Al contrario de lo que piensan algunos, la culpa no la tienen los escopeteros. Quedan tan pocas aves que dispararlas es ya casi imposible en muchas islas donde son más raras que un perro verde. Las principales razones son las habituales a otros carroñeros amenazados:

  • Venenos. Contra ellos y contra perros asilvestrados. O raticidas igual de envenenadores. También el venenoso plomo de los perdigones, involuntariamente ingerido cuando se alimentan de un conejo o paloma abandonado en el campo por los cazadores.
  • Tendidos eléctricos. Por electrocución o choque. Contra cables eléctricos o contra las aspas de los aerogeneradores.
  • Falta de comida. Por estabulación de la cabaña ganadera o cierre de los vertederos.

¿Se puede hacer algo para impedirlo? Como siempre, la mejor herramienta es la educación. Mientras sigamos viéndolo como un animal a eliminar, al final lograremos eliminarlo. Sólo tendrá futuro si logramos verlo como un verdadero aliado del campo, eliminador de animales muertos, controlador de enfermedades, sembrador de bosques, pieza fundamental de los ecosistemas; también como un importante elemento de la cultura popular.

En los próximos 15 días voy a recorrer Canarias dando charlas dedicadas al cuervo. A técnicos y a campesinos. Es mi personal contribución para tratar de salvar a la especie como siempre me ha gustado hacer, divulgando su importancia. Forma parte de una campaña de la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias, organizada por TragsatecSEO/BirdLife, para informar, concienciar y sensibilizar acerca de la terrible situación en la que se encuentran las escasas poblaciones de cuervo canario en las islas.

¿Lograremos salvarlo? Al menos lo vamos a intentar.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:

La Gomera, año 2 del terrible incendio forestal

 

Garajonay2

El 4 de agosto de 2012 se desataba un pavoroso incendio forestal en La Gomera que afectó al 11% de su superficie y obligó al desalojo de la cuarta parte de toda la población. El fuego fue intencionado. Varios terroristas ambientales llevaban todo el año empeñados en destruir la isla colombina y a punto estuvieron de lograrlo.  Las llamas destrozaron 4.100 hectáreas de terreno, calcinando viviendas, cultivos y ganado. Por suerte (por milagro) no hubo que lamentar víctimas humanas. 

El Parque Nacional de Garajonay se llevó la peor parte. El 20% de la mayor y mejor conservada reserva de laurisilva de Canarias, del mundo, quedó carbonizado. Miles de árboles con más de 1.000 años de edad ardieron como teas. La flora y fauna más amenazada recibió un durísimo castigo del que tardará varios siglos en poder a recuperarse.

Hace poco he regresado a La Gomera. Acompañado de Jacinto Leralta, excelente guía del Parque y mejor amigo, he caminado por esos lugares para mí tan queridos que ahora mismo me resultan irreconocibles. Han pasado dos años y la naturaleza, poco a poco, con fatiga inmensa, empieza recuperarse, pero los efectos del fuego son todavía terribles.

En algunos sitios tienes la impresión de que haya caído sobre el monte una bomba atómica. La tierra aparece calcinada, doblada por el fuego. Los viejos árboles son negros esqueletos retorcidos de carbón. Al pisar, los pies se hunden en una capa esponjosa de cenizas y levantan nubes grisáceas, emitiendo leves sonidos de infinita fatiga. En algunas laderas la lluvia ha arrastrado la capa fértil de tierra, esa acumulada durante siglos por el bosque, dejando al descubierto una tierra descarnada, roja como la carne despellejada de un cadáver, pedregosa, sin vida.

Imposible aguantar las lágrimas. Caminamos despacio, en silencio, con miedo a marchitar con nuestro paso cualquier pequeño brote de esperanza. El sol es aquí más terrible y duro que nunca, implacable. ¡Cómo se echa de menos el color verde, el mar de nubes!

Es ahora cuando afrontas la evidencia de que La Gomera no es un territorio septentrional, sino una isla situada casi enfrente del desierto del Sáhara, bendecida por unos vientos alisios a los que debe la dulzura de su envidiable clima; humedad que se encargan los árboles de ordeñar pacientemente, hoja por hoja, rama por rama, logrando que las nieblas no pasen de largo, que el agua se quede en la isla y fertilice sus campos.

Llegamos a un pequeño arroyo. Sorpresa: tiene agua. La alegría nos dura poco. Junto a la orilla descubrimos un esqueleto calcinado. Le falta la cabeza y parte de las extremidades. Durante unos minutos, pocos e interminables, sufrimos un ataque de pánico. ¿Será de una persona? Mando rápidamente las fotos a un amigo forense. Falsa alarma. Nos confirma que no es humano. Seguramente un pobre burro. Unas decenas de metros más allá encontramos a su cría, igualmente calcinada.

Fuego, muerte, erosión, desesperación. Vuelven las lágrimas.

Pero no todo son malas noticias. Para empezar, queda mucho parque, mucha maravilla sin tocar, anclada en el tiempo y el verdor, esperando nuestra visita. Un 80 % no sufrió el incendio. Y La Gomera sigue siendo el mejor lugar del mundo para ir de vacaciones.

De la zona afectada no todo sufrió con la misma intensidad. En algunos lugares el fuego fue menos intenso. En ellos el monte se recupera a una velocidad sorprendente. Allí nos reencontramos con la esperanza. Por todos lados se ven rebrotes de fayas, acebiños, viñátigos, laureles, brezos. Muchos superan ya los dos metros de altura.

Murieron los gigantes vegetales, pero sólo en apariencia, pues son seres eternos capaces de renacer de sus raíces una y mil veces. Ya lo hicieron antes y lo volverán a hacer las veces que haga falta, no les importa.

El problema es el ritmo. Lo hacen a la velocidad del bosque, una escala muy distinta de la humana. Por eso ninguno de nosotros veremos concluida esa resurrección.

Garajonay3

IMG_9351

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras: