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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Terrorífico salto de un pollito para sobrevivir… o morir

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No hay mejores documentales de naturaleza que los de la BBC. Y no hay mejor presentador de ellos que David Attenborough. La última serie rodada es Life Story, donde se revelan los extraordinarios desafíos individuales a los que se enfrentan los animales salvajes en diferentes etapas de sus vidas.

El más asombroso (y aterrador) de todos ellos es el protagonizado por los pollos de barnacla cariblanca (Branta leucopsis) en el este de Groenlandia. Se trata de un bello ganso nórdico del que todos los años llegan algunos ejemplares, precisamente groenlandeses, a la Península Ibérica mezclados con los bandos de ánsares. Le tengo especial cariño a la especie pues fue el primer pájaro raro que vi cuando empezaba con esto de la ornitología; una rara cita por el Pisuerga palentino. Luego otras más en mis queridas lagunas zamoranas de Villafáfila. Pero reconozco que no tenía ni idea de la aventura que algunas de estas aves a las que vemos por aquí se enfrentan apenas recién nacidas. Lee el resto de la entrada »

Twitter se inventó en Canarias hace 2000 años

Silbo

Eso de tuitear (twittear) no es nuevo. Tweet es como se nombra en inglés al piar de un pájaro, ahora mundialmente considerado el trino informativo de los 140 caracteres: Twitter.

Pero lo de informar cual pájaro cantarín lo inventaron hace ya dos milenios los aborígenes canarios. Se llama silbo gomero, y es tan original y único que en 2009 ha sido inscrito por la Unesco en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Ya sabéis que soy un enamorado de La Gomera, de su naturaleza y de su cultura. Hace un año tuve la oportunidad de participar en el rodaje de una serie de documentales de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente sobre árboles singulares y bosques maduros que, como no podía ser de otra manera, darán relevancia a sus fabulosos bosques de niebla, las selvas macaronésicas de Garajonay. También a ese lenguaje silbado relicto, impresionante, capaz de comunicar a los isleños de un lado al otro del barranco, siempre con la simpática tonadilla final de «bueno, bueno», algo así como el «corto» de los radioaficionados. Lee el resto de la entrada »

Mucho cuidado con los zopencos con motosierra

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Zopenco, mostrenco, bruto, ignorante, mentecato, zote, tonto, memo, tarugo, pedazo bestia (esto último no, que los animales tienen su corazoncito), abrutado, bodoque y no sé cuántos adjetivos descalificativos más de nuestro rico idioma podría usar para señalar al espécimen que responde a las iniciales G.M. y vive a 12 kilómetros de la ciudad de Burgos, en las proximidades de un pueblecito por nombre Hurones. Quiera o no quiera, su historia está ya vergonzantemente ligada a la de un pobre roblón centenario al que está empeñado en matar y, casi por los pelos, también a la mía, la de un periodista curioso que a punto estuvo de contar su última historia cuando se dio de bruces con este salvaje a la sombra del sufrido árbol.

Empezando por el principio debo hablaros del robledal de Las Mijaradas. Se trata de un pequeño bosquete de roble albar (Quercus petraea) de incierto origen al que desde niño profesé una especial devoción. La granja de tan peculiar nombre también tiene una increíble historia, pues según algunos especialistas haría referencia a la presencia allí de un miliario romano, un mojón pétreo que marcaba la distancia recorrida en la calzada romana que pasa justo a su lado, el ramal hispano de la famosa Vía Aquitania. En el siglo X, en pleno proceso de avance cristiano por el Duero, y a pesar de las continuas luchas contra los musulmanes, ya estaba poblado el lugar, entonces conocido como Milieratas. En 1150 el rey Alfonso VII dona Las Mijaradas al convento agustino de San Cristóbal de Ibeas, momento en el que se hace referencia a la existencia de una dehesa próxima, seguramente mi querido robledal, que a mediados del siglo XVI será repoblada de nuevo con bellotas de roble y encina. Luego llegará la Desamortización del siglo XIX, aunque el bosque seguirá (y sigue) en manos de la Iglesia, del arzobispado de Burgos en concreto.

Fueron muchos los pateos juveniles para llegar a tan interesante bosque «de los curas» en busca de aves y plantas poco frecuentes. Constreñido por un derrumbado muro de piedra, entrar en esa espesura se me antojaba adentrarme en una recoleta fraga gallega o una carbayeda astur; imaginación nunca me faltó. Pero también descubrí viejos árboles centenarios que me maravillaban. Y uno de ellos, precisamente, es el que se ha medio cargado la acémila con dos patas de cuyas coces me salvé gracias a que iba acompañado por mis sobrinos. Porque llegó en zapatillas y con ganas de partirme la cara, caliente con un artículo publicado en el Diario de Burgos donde se denunciaba la atrocidad cometida contra el vetusto árbol.

No fui yo quien lo escribió, pero a él le daba igual. Apaciguador, buscando algo de luces en una persona sin ellas y que por cierto no era muy mayor, unos 40 años, le pregunté:

– ¿Por qué lo ha hecho?

– Porque el árbol es mío, está en mi terreno y hago con él lo que me da la pXXa gana. Además siempre se marcaron.

– ¿Con una motosierra y pintados luego con pintura verde?

-Primero lo hice con el hacha. Pero llegó uno, que ya sé quien es y que como lo pille lo mato, y lo borró y pintó de negro. Ahora que intente borrarlo de nuevo, a ver si tiene coXXXes.

Fin del diálogo. Juiciosamente, volvimos otra vez a la protectora espesura del bosque, lejos de su mirada asesina, antes de salir por patas.

Pobre árbol. Como para hablarle a su indigno dueño de Félix Rodríguez de la Fuente, de la Vieja Tronca, de educación ambiental y de mi proyecto LIFE+ para la protección del arbolado singular. Con un propietario así ese pobre roblón tiene los días contados.

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Todos contra el lobo

lobo (2)Más radicalizados que nunca, ganaderos, cazadores, conservacionistas y gestores se dan de palos por culpa del lobo, mientras la polémica especie es recibida no ya a palos, sino a tiro limpio, venenos y lazos ilegales.

La penúltima vergüenza ha sido la aparición hace unos días de un lobo muerto de un certero disparo en el cuello, una oreja amputada y colgado de una señal de tráfico a la entrada del pueblo asturiano de Tiós, en el concejo de Lena (Asturias). Ni en los peores tiempos anteriores a Félix Rodríguez de la Fuente se había llegado a tanto odio, a tanta estulticia.

¿Aviso a navegantes? Dudo que vaya dirigido a los lobos. Más parece un aviso a ecologistas. ¿Sueñan también con vernos colgados de los árboles?

Hay que hacer algo urgentemente. Reconducir la situación. Eliminar desavenencias, buscar soluciones. Tejer alianzas. Porque a tiros o a hachazos no se soluciona nada.

Hace falta un Plan Nacional de Gestión del Lobo que ayude a garantizar el mantenimiento de una población de lobos viable que pueda coexistir con las explotaciones ganaderas y la población del medio rural, minimizando su incidencia sobre la cabaña ganadera y optimizando la política de compensación de daños.

Hace falta implementar medidas de control, agilizar la indemnización real de los daños y la aplicación compensaciones efectivas, promover medidas de prevención (que van desde el empleo de mastines y cercados electrificados al agrupamiento de rebaños y la contratación de pastores) y, por supuesto, tolerancia cero con el furtivismo y el uso de veneno. Cárcel para esos ahorcadores de lobos.

También un apoyo decidido al ecoturismo, la gran herramienta de futuro como se ha demostrado en la Sierra de La Culebra (Zamora). Allí el lobo vivo vale mucho más que el lobo muerto: en el año 2012 se recaudaron unos 36.000 euros provenientes de los trofeos de caza del lobo, mientras que las pernoctaciones y las comidas en los establecimientos relacionados con el turismo del lobo produjeron 600.000 euros de ingresos.

Desgraciadamente vamos a peor. En tiempo electoral los lobos son tema recurrente para la propaganda política. Sólo así se entiende la última aberración del Gobierno de Asturias. En lugar de tratar de apagar el fuego de la discordia echan gasolina aprobando una extensión del programa de “control de población” de lobos, que terminaba en marzo, alargándolo hasta finales de junio. Hace así coincidir la matanza de lobos con el período de reproducción de la especie (y con la campaña política de mayo), afectando de lleno al periodo de partos de estos animales. Como han criticado los grupos ambientalistas asturianos, «la prórroga para matar lobos durante la época de cría parece abiertamente ilegal y es sin duda ilegítima». Paralelamente, el mismo día en el que apareció colgado el pobre animal colgado el Principado aprobó un plan que permite la caza de lobos en monterías”. Una normativa que mantiene a esta especie como no cinegética, pero que por primera vez permite su caza en reservas regionales durante monterías legalmente autorizadas de otras especies.

Flaco favor hacen todos estos descerebrados matalobos a la bella, pero inconsistente, campaña publicitaria del Principado de Asturias elogiando a sus «guardianes del Paraíso«. Las personas de bien, amantes de la naturaleza y del turismo responsable, no queremos ese tipo de guardianes armados.

Más de 8.000 personas se han unido a la petición iniciada en Change.org por el refugio UNE Dos Soledades, después de que este lobo apareciera colgado junto a una señal de tráfico en el concejo de Lena. Exigen a su alcalde que “se investigue el suceso y se castigue a los culpables”. Yo ya he firmado.

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¿Escribías de niño cartas a Félix Rodríguez de la Fuente?

Félix

Este sábado se cumplieron 35 años de la muerte en accidente de aviación de Félix Rodríguez de la Fuente. 35 años sin Félix. Un episodio que conmocionó a toda la sociedad española, hasta el punto de que, como ocurre con esos acontecimientos cruciales de nuestra historia, todavía hoy la gente se pregunta: ¿Dónde estabas tú cuándo murió Félix?

35 años después, lo que muchos nos preguntamos ahora es: ¿Qué queda del mensaje de Félix? Y la respuesta es tan sorprendente como maravillosa: Todo. Queda todo e incluso más.

Es verdad que seguimos cazando lobos, envenenando rapaces, contaminando ríos y talando bosques, pero también es verdad que lobos, rapaces, ríos y bosques están ahora mucho mejor que entonces. Y algo aún más importante. La sociedad española puede enorgullecerse de ser una de las más concienciadas ambientalmente del mundo, gracias en parte a la benefactora influencia de Félix.

También por suerte somos muchos los puretas que, cada uno en sus trabajos y con sus familias, llevamos con orgullo ese toque especial que nos insufló el querido naturalista burgalés.

Miles de ellos, cuando aún eran muy niños, le escribieron preciosas cartas que siempre él respondía personalmente con celeridad y cariño. Algunas de esas cartas, por fin, podemos leerlas emocionados. Porque con el objeto de conmemorar el 35º aniversario del fallecimiento de Félix Rodríguez de la Fuente, la fundación que lleva su nombre ha rescatado de su archivo personal una primera selección de cartas que le fueron dirigidas por jóvenes admiradores en los años 60 y 70 del pasado siglo. ¿Está entre ellas la tuya?

Las cartas enviadas, especialmente en el caso de niños y jóvenes, ilustran la pasión por la naturaleza que despertó en ellos el mensaje de Félix a través de su obra en televisión, radio y medios escritos. Son muchos los remitentes que le anuncian su intención de dedicarse en un futuro a trabajar para conservar la fauna y alguno incluso le pregunta “qué hay que estudiar para llegar a ser como usted o algo parecido”.

Algunos escritos se acompañan de preciosas poesías, dibujos realizados a mano, recortes de periódico con noticias sobre animales o retratos de Félix.

El archivo que ha digitalizado la Fundación contiene copias de las respuestas enviadas por Félix a muchos de sus seguidores, en las que les animaba a seguir su vocación de naturalistas y les agradecía sus muestras de afecto.

En algún caso, Félix invita a un joven a unirse al Club de los Linces de Adena (actual WWF-España), ofreciéndose incluso a hacerse cargo del coste al decirle que “si tienes dificultades económicas para pagar la cuota, dímelo y yo mismo la abonaré en tu nombre”. Además, en sus respuesta Félix a menudo adjuntaba una fotografía firmada, que seguramente muchos admiradores todavía conserven a pesar de los años transcurridos.

A través de una nota de prensa, Odile Rodríguez de la Fuente ha resaltado que

“el archivo personal de Félix Rodríguez de la Fuente es una radiografía de la sociedad de los años 60 y 70 e ilustra el despertar de toda una generación, que descubrió su amor por la naturaleza gracias al trabajo de divulgación realizado con tanta pasión por mi padre”.

Las primeras cartas digitalizadas se han publicado en una sección especial de la página web de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, bajo el título  “35 años con Félix”, a la que poco a poco se irán añadiendo más contenidos.

La Fundación también anima a los seguidores de Félix que aún conserven sus cartas a enviarlas en formato digital a info@felixrodriguezdelafuente.com junto con algún comentario personal, a fin de poder añadirlas a este nuevo archivo común y compartido que, sin duda, es el mejor de los homenajes posibles al legado de Félix, 35 años después de su fallecimiento.

Archivo Félix

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¿Amenazan los drones a la cetrería?

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Los drones están de moda. Esos aviones no tripulados han revolucionado en muy poco tiempo nuestras vidas (estudios científicos, vigilancia, transporte) y muertes (asesinatos selectivos, ataques militares). Lo que yo no me esperaba era que aspiraran a acabar con la cetrería, ya sabes, esa vieja técnica de caza con rapaces recientemente declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

El caso es que son ya muchas las empresas que ofertan modelos de avioncitos trucados como azores, águilas o halcones, con la finalidad de espantar aves no deseadas en aeropuertos o parques. Incluso emiten gritos grabados de alarma.

¡Si Félix Rodríguez de la Fuente levantara la cabeza!

Fue él quien en 1968 puso en marcha un plan aparentemente descabellado: utilizar aves rapaces para el control de las aves potencialmente peligrosas en los aeropuertos. Empezó en Barajas y rápidamente se vio el éxito de la propuesta. Tanto que todavía hoy en día la mujer del llorado naturalista sigue encargándose de esta función en nuestro principal aeropuerto español.

Se lo comenté el otro día a su hija, Odile Rodríguez de la Fuente, y aunque ella no es una experta en la altanería, rápidamente rechazó la posibilidad de utilizar este tipo de aparatos como halcones teledirigidos contra gaviotas y estorninos. «Para espantarlos es fundamental que las rapaces cacen«, me explicó. «Si no lo hacen, rápidamente se dan cuenta de que son inofensivas y acaban ignorándolas».

Tiene razón. El verano pasado en Dublín me encontré con unas esculturas de halcones colocadas en un club náutico para espantar pájaros de tan distinguido lugar. Cada 10 minutos las maquetas reproducían gritos de halcón, pero las aves se lo habían aprendido. No les hacían el menor caso. Incluso algunas se posaban con descaro sobre ellas.

Lo confieso. No me gusta nada la cetrería. Pero, en el fondo, prefiero ver volar una rapaz viva que gritones drones de plástico. ¿Y tú qué piensas? ¿Crees que esas réplicas teledirigidas acabarán sustituyendo a las rapaces en los aeropuertos?

Curiosamente, el pájaro que ilustra este artículo está diseñado por la empresa española de armamento EXPAL. Así que además de para cetrería, su uso como vehículo aéreo camuflado va a tener mucho más éxito comercial en el campo militar y del espionaje. Desgraciadamente.

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Odile Rodríguez de la Fuente, gran avanzadora ambiental

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Con motivo de celebrarse mañana sábado, 8 de marzo, el Día de la Mujer Trabajadora, 20 Minutos y Oxfam Intermón quieren homenajear a las Avanzadoras. Y nos piden candidatas. La mía está muy clara: Odile Rodríguez de la Fuente.

¿Que quiénes son las Avanzadoras? Excepcionales mujeres que luchan por una buena causa hasta tal punto de lograr cambios positivos en su entorno. Mujeres que avanzan y hacen avanzar. De esas «de rompe y rasga».

La hija pequeña de Félix Rodríguez de la Fuente es una de ellas, pues se ha marcado en la vida una misión imposible: generar a través de la naturaleza un cambio social que mejore y enriquezca la vida del ser humano en el sentido más profundo de la palabra. Y gracias a ello, mejorar nuestro entorno y a todos los seres vivos que lo sustentan.

La idea no es suya, es de su padre, un soñador de los tiempos pasados, de bisontes y halcones. Sin embargo, Odile no piensa en dar pasos hacia atrás ni en destruir nada de lo actual. Sueña con construir entre todos y todas una nueva etapa de armonía y madurez. Algo que, está segura, podremos lograr gracias a las nuevas tecnologías.

Volver al campo, sí, pero con creatividad, calidad y cooperación. Por eso, a través del trabajo desarrollado en la Fundación que ha creado en homenaje al legado de su padre, Odile es una ejemplar Avanzadora ambiental. Una de esas mujeres imprescindibles que avanzan y hacen avanzar a la sociedad.

Es mi amiga, no lo oculto. Por eso mismo conozco muy bien su entusiasmo y también las muchas zancadillas que día a día recibe de quienes siguen sin entender eso que Félix gustaba contarnos. Que nos somos unos marcianos. Que necesitamos del planeta Tierra para sobrevivir, para respirar, para beber y alimentarnos. Que otro mundo mejor, más natural, sostenible e igualitario, no sólo es posible, es necesario.

Foto: Fundación Félix Rodríguez de la Fuente

Tienes toda la información sobre la iniciativa #Avanzadoras en este enlace de Oxfam Intermón.

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Apadrina una colmena, promueve dulce naturaleza

Apicultores

Apadrina un lince, un alimoche, un mochuelo, un árbol. Cada vez surgen más iniciativas ofreciéndonos la posibilidad de apoyar programas de mejora de la naturaleza aportando una pequeña cantidad de dinero. Aves, mamíferos, plantas, pero ¿es posible apadrinar una abeja?

Una solo no, no tendría sentido pues estos laboriosos insectos apenas viven tres meses, pero sí una colmena completa.

Decía el zoólogo Karl von Frisch (Premio Nobel de Medicina en 1973) en su famoso libro La vida de las abejas:

El labrador puede poseer una sola vaca, un solo perro e incluso una sola gallina, pero jamás podrá tener una sola abeja, porque si esto ocurriera no tardaría en quedarse sin ella.

Desgraciadamente, en estos momentos, y por causas poco claras, “los pueblos de las abejas”, como también llamaba Von Frisch a las colmenas, se están quedando desiertos.

Apadrina una colmena, disfruta de sus dulces productos y ayuda a crear dulce naturaleza. Es la iniciativa de proyectos como Ecocolmena. O de Miel Ecológica Urzapa. Esta última acaba de firmar un convenio de colaboración con la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente por el que, si te conviertes en padrino de alguna de sus colmenas, además de recibir una parte de esa aportación anual en forma de miel y otros productos derivados de la apicultura, ayudarás a mantener el legado y el mensaje proteccionista de Félix Rodríguez de la Fuente.

Ya os lo he contado en otras ocasiones. Sin abejas no hay paraíso. Ni bosques ni agricultura. Pero las enfermedades, contaminación e incendios las tienen contra las cuerdas, pues sus poblaciones mundiales han descendido de forma alarmante en los últimos años. Tanto que en algunas ciudades como Viena se están desarrollando experiencias para instalar colmenas en sus más famosos monumentos públicos. En esa ciudad, 16 apicultores asociados se encargan del cuidado de 80 colmenas repartidas por el casco histórico, algunas emplazados en enclaves tan turísticos como los palacios de Schönbrunn y Belvedere.

En España no hemos llegado aún a tales emergencias, de momento. Pero es importante seguir apoyando con nuestro consumo solidario a estos heroicos ganaderos de insectos que tanto bien hacen a la naturaleza.

Foto: Apicultores recogen miel de abejas en una colmena. © CRIC / 20 Minutos

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Félix Rodríguez de la Fuente tenía razón

Félix Rodríguez de la Fuente Félix Rodríguez de la Fuente, el gran divulgador de la naturaleza, el culpable de que cientos de miles de personas (yo entre ellas) se apasionaran por el estudio de la naturaleza, tenía razón. La Vieja Tronca es un ecosistema en miniatura, un hermoso concentrado de biodiversidad.

¿Qué es la Vieja Tronca? Ese árbol viejo (un roble, una encina, un chopo) lleno de huecos, quizá el único árbol de la zona o uno de los más añosos del bosque, casa común de la gineta, de la lechuza y hasta del simpático lirón careto, ese ratoncillo con antifaz y cola de pincel. Un ejemplar grandioso superviviente a incendios, vendavales, nieves y hachas; e incluso ese ejemplar ya muerto cuyos huecos siguen dando refugio a todo tipo de animales y su madera vida a multitud de insectos, hongos, líquenes y musgos. Un espectacular set de rodaje en los documentales de Félix.LogoenArbolar

Hoy llamamos a esas viejas troncas árboles singulares o monumentales. Algunos son justamente famosos, como el drago de Icod de los Vinos (Tenerife), el ciprés de Silos (Burgos), el roble de Guernica (Vizcaya) o el Pi de les tres branques (Barcelona). Pero los hay a miles, en cada pueblo, monte e incluso en cada calle.

Porque si la singularidad es una percepción individual, todos tenemos esos árboles preferidos, como los tiene el pastor, el paseante, los niños juguetones o los enamorados.

¿Qué es un árbol singular? Muy sencillo. Aquellos árboles o grupo de árboles que, cuando desaparecen, los echamos de menos.

Ya os he contado que soy el director de un precioso proyecto europeo empeñado en comunicar a la gente las bondades que el árbol viejo, la vieja tronca, el árbol singular, el bosque maduro, nos ofrecen: reductos de biodiversidad, testigos del cambio climático, generadores de paisaje, dinamizadores sostenibles de las economías rurales y herramientas de educación medioambiental.

El proyecto se llama EnArbolar. Lo promueve la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente y está cofinanciado por el programa LIFE+ de la Unión Europea y la Diputación de Valencia a través de su Departamento de Árboles Monumentales, el único que desgraciadamente existe en Europa.

Tenemos una exposición itinerante que ya ha visitado Salamanca, Orense y ahora está en Toledo hasta la próxima semana, en el maravilloso Museo Victorio Macho de la Real Fundación de Toledo. Y que de allí se irá a Valencia, donde estará dos meses.

Si quieres saber más sobre estos árboles y sus incontables beneficios te invito a participar en unas jornadas que sin duda te van a interesar. Las celebraremos el próximo jueves 16 de enero por la tarde en la Real Fundación de Toledo y la entrada es libre. Allí hablaremos de árboles formidables de Europa, pero también de bosques únicos como el Parque Nacional de Cabañeros.

Contaremos además con la presencia de Odile Rodríguez de la Fuente, la hija menor del querido naturalista y directora general de la Fundación que mantiene vivo su legado, quien nos hablará, no podía ser de otra manera, de la Vieja Tronca. ¿Te lo vas a perder?

Pinchando en este enlace tienes toda la información sobre las Jornadas Informativas del próximo jueves 16 de enero en Toledo: El valor de los árboles singulares y bosques maduros en la salvaguardia de la biodiversidad de Castilla-La Mancha.

Foto: Fundación Félix Rodríguez de la Fuente

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La noche no les sienta igual de bien a todos los búhos

A pesar del ruido de la fuerte lluvia que caía pude oírle la pasada noche, potente, inconfundible, en el cortado rocoso de un pequeño valle burgalés. Era un macho de búho real (Bubo bubo), el «gran duque» como lo llamaba Félix Rodríguez de la Fuente, marcando su territorio; presto a iniciar una nueva temporada de cría en este año que acaba de comenzar.

Hacia 1980 detectar uno de estos machos cantarines resultaba muy díficil, pues sus poblaciones eran escasas y se encontraban muy desperdigadas. Últimamente resulta fácil escuchar su impresionante ulular en el campo español, incluso en lugares insospechados. Su facilidad para adaptarse a un paisaje agrario en continua transformación donde abundan las ratas y otros micromamíferos parece ser parte de la clave de su éxito imparable.

Lo mismo ocurre con los cárabos (Strix aluco), los señores nocturnos del bosque. En su caso, el éxito se relaciona con el aumento de las masas boscosas en las cada vez más numerosas tierras agrarias marginales.

Pero la noche no le sienta igual de bien al resto de las rapaces nocturnas españolas. Gracias al programa Noctua de SEO/BirdLife, que estudia el estado de las poblaciones de aves nocturnas por toda España y en el que participan 700 voluntarios dentro de un gran esfuerzo de «ciencia ciudadana», sabemos que mientras las poblaciones de búho real, búho chico y cárabo van en aumento, las de lechuzas, mochuelos y autillos están a la baja. De estos últimos hay ahora entre un 10 y un 15% menos que en 2006.

La conclusión resulta evidente:  Las rapaces nocturnas asociadas a los medios agrarios están en declive, mientras que prosperan las asociadas a medios forestales y arbustivos. El programa Noctua (Tendencia de las aves nocturnas) es una herramienta excelente para conocer cómo les va, año tras año, a las aves de la noche.

Participar en él es tan sencillo como interesante. Escuchar el misterioso reclamo de la lechuza en medio de la oscuridad, cuando todo parece dormido, supone una emoción indescriptible. Comprobar que la noche sigue viva cuando todo se apaga. ¿No te parece interesante?

Si te apetece participar en Noctua, puedes probar tu habilidad con este «vídeo sonoro» preparado para SEO/BirdLife por el naturalista y experto en grabación de sonido Carlos de Hita. En el montaje aparece primero un coro nocturno formado por todas las aves a la vez. Pasados los primeros segundos, empiezan a aparecer individualizadas una por una y con el nombre rotulado bajo el sonograma, para que puedas aprender a distinguir cada una de ellas. De ahí y al campo sólo hay un paso… y la noche.

Foto: Búho Real. Wikimedia Commons.

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