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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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El turismo se está cargando a uno de los árboles más viejos de Europa

Tiene entre 2.000 o 3.000 años. Quizá 5.000. Imagínate las cosas que habrá visto el tejo milenario escocés de Fortingall: la llegada de los celtas, de los romanos, de los normandos, de los ingleses. En 1785 ya era un árbol famoso, cuando se levantó un muro de piedra a su alrededor para protegerlo.

Milenios de cuidados, quizá incluso de sacralización, se están yendo a la mierda por culpa del turismo. Todo el mundo quiere verlo, todo el mundo quiere tocarlo, y como en este mundo el número de los necios se ha disparado, cientos de idiotas no se conforman con hacerse una foto junto a él sino que le arrancan ramitas para llevárselas como recuerdo. Triste recuerdo de su incultura.

Según recoge la publicación Ancient Origins, los expertos temen que al actual ritmo de degradación, el tejo sagrado de los escoceses podría morir en menos de 50 años. Sufre una terrible plaga: el turismo descontrolado. Lee el resto de la entrada »

El ser vivo más viejo de Europa cambia de sexo

Fortingall-Yew-trunk

Dicen que el amor no conoce edad. Que siempre es momento para salir del armario y reconocer nuestra sexualidad oculta. Pero hay un ser vivo que ha esperado más que ningún otro para dar tan importante paso. Es un tejo (Taxus baccatta), una rara conífera de la que apenas quedan bosques naturales en Europa.

Tan viejo, tan viejísimo, que le calculan entre 2.000 y 5.000 años de edad. Tan legendario que, se supone, bajo su sombra ya entonces frondosa nació el terrible Poncio Pilato; aquel prefecto romano responsable del suplicio y condena a muerte de Jesús de Nazaret. Y no, este árbol no crece en Judea. Lo hace en Escocia, junto a la iglesia del pequeño pueblo de Fortingall, allí donde las Tierras Altas saben a whisky y huelen a turba. Lee el resto de la entrada »

El águila Logie vence a Indurain

Medio Reino Unido está pendiente estos días del viaje de Logie, un águila pescadora (Pandion haliaetus) natural de Forres, Moray, en las gélidas Tierras Altas escocesas, y que gracias a los avances de la ciencia nos está permitiendo espiar día a día su vida, sin ella saberlo, claro está.

Desde hace tres años cría en lo alto de un pino, en cuyo nido ha logrado sacar adelante cinco pollos en total. Pero cuando llega septiembre se va hacia el sur ¿Hacia dónde? Ahora por fin lo sabemos todos.

Se va de vacaciones invernales a un paradisíaco archipiélago de Guinea-Bissau. Más en concreto, y ése era su gran secreto, a la isla Roxa, en el Atlántico sur.

No es fácil llegar allí desde Escocia, y menos para un pájaro que no llega a los dos kilos de peso. En total se hizo este otoño a golpe de ala 5.695 kilómetros hasta lograr alcanzar su idílico refugio. 18 días de viaje volando entre 8 y 9 horas diarias, con máximos en una única jornada de hasta 756 kilómetros recorridos; atravesando ciudades y desiertos, para pasar apenas cuatro meses de descanso en tan exótico rincón africano.

La gran noticia es que Logie también ha sentido en el trópico la llegada de la primavera y el pasado 12 de marzo emprendió rauda su viaje de retorno a las heladoras Highlands británicas. Una sofisticada antena GPS adosada a su espalda nos lo dice diariamente todo sobre ella, la velocidad y la altura a la que vuela, dónde está cada hora, si come o duerme. Y sabemos que en estos momentos Logie vuela a toda velocidad hacia su casa y su lago, en agotadoras jornadas diarias de 250-300 kilómetros. En 12 días ha recorrido ya 3.335 kilómetros.

Tras atravesar Senegal, Gambia, Mauritania, el desierto del Sáhara, Argelia y Marruecos, el día 22 cruzó sin problemas el estrecho de Gibraltar por su tramo más ancho, entre Ceuta y Fuengirola, 111 kilómetros sobre el ventoso mar Mediterráneo. ¡Una machota! Y no paró hasta llegar al embalse del Conde de Guadalhorce (Málaga), cerca de Antequera, donde finalmente pudo pescar algún pez y darse un descanso.

El ornitólogo Fernando Gavilán, que sabía de este proyecto, se acercó al lugar y pudo ver al águila volando sobre el agua. Pero el ave no se detuvo allí. El domingo siguió su incansable viaje hacia el norte, tras atravesar Sierra Morena y llegar a Ciudad Real. Hoy mismo ya debe de andar por Madrid.

Roy Dennis, el alma mater del proyecto, nos seguirá contando detalladamente este apasionante viaje en su fantástica página web, pero si él me lo permite, yo lo iré resumiendo aquí para todos ustedes.

Porque desde las grandes gestas deportivas de Perico Delgado e Indurain no había vuelto a sentir una emoción igual. ¿Cuándo llegará el águila a su destino y por dónde cruzará a Inglaterra? Hagan sus apuestas. Yo pienso que le quedan aún 15 días y que atravesará el mar por la costa cantábrica, pero veremos. Aquí quien manda es el instinto de Logie y viene muy fuerte, incontestable.