Medio centenar de cigüeñas en migración han muerto electrocutadas el pasado 5 de agosto, prácticamente al mismo tiempo, en torres eléctricas de Sant Quirze de Besora (Osona -Barcelona). Otra decena más resultaron heridas.
Las aves formaban parte de un bando de más de 700 ejemplares en migración. No eran españolas. Provenían del centro y norte de Europa (alemanas y suizas en su mayoría como ha confirmado la lectura de anillas) e iban camino de África una vez habían concluida su temporada de cría. Pararon en la zona para descansar sin percatarse de la peligrosidad de los tendidos eléctricos que allí había. A falta de confirmación oficial, todo apunta a que es ENDESA la propietaria de la línea involucrada en el suceso.