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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘despoblacion’

Orgullo rural, el espíritu que reivindica la importancia del campo para las ciudades

Sin campo no hay paraíso ni futuro, eso está claro. Sin mundo rural no hay calidad de vida en el mundo urbano. Y sin mundo urbano concienciado y activo que apueste por esos productos tan especiales el campo tampoco tiene mucho futuro.

Un nuevo movimiento social reivindica la importancia del orgullo rural y el fortalecimiento de esa depauperada España vacía. También advierte de la vulnerabilidad extrema en que se encuentra actualmente por razones climáticas, sociales y económicas. Lee el resto de la entrada »

¿Qué nombre le ponemos a este olivo?

Olivo #9220 en busca de nombre.

Me acaban de hacer un regalo excepcional, exclusivo, fascinante y solidario a la vez: ¡he apadrinado un olivo! Pero necesito urgentemente ideas para bautizarlo. ¿Me ayudas?

Este árbol es un detallazo del equipo de Apadrinaunolivo.org, un grupo de entusiastas empeñados en sacar del olvido a su pueblo Oliete (Teruel) de la mano de sus más olvidados vecinos, los olivos abandonados. Allí viven unas 300 personas (casi la mitad mayores de 65 años) y hay más de 100.000 olivos que llevan más de 40 años sin recibir el más mínimo cuidado. Lee el resto de la entrada »

Un pueblo de Palencia pierde la mitad de su mínima población en un año

Iglesia de San Martín de Villarmentero. Foto: Wikimedia Commons / Lucien leGrey

La localidad palentina de Villarmentero de Campos ha sido el municipio español que más población relativa ha perdido a lo largo del último año, con una caída del 44 por ciento. Lo más terrible es que tan sólo tenía 16 habitantes, por lo que se ha quedado casi en la mitad de población, en la mitad de nada.

Son datos tremendos difundidos por ESRI, la plataforma de sistemas de información geográfica (GIS) en su portal laespanavacia.esri.es, recogiendo estadísticas oficiales del INE. Datos que producen una enorme tristeza. Lee el resto de la entrada »

España vaciada: pueblos con sabor frente a ciudades doble caldo concentrado

Foto: Faustino Calderón

Perdonen el símil, pero España se está convirtiendo en un doble caldo concentrado de carne. Todos amontonados en cada vez menos ciudades, cociéndonos en un caldo demasiado espeso mientras el resto de los pucheros, medianos, pequeños y muy pequeños, se quedan sin sopa, vacíos, vaciados, rebañados, olvidados.

Son dos Españas, dos modelos, dos cocinas, dos formas de vivir cada vez más antagónicas. La España urbana de los calderos llenos, opulentos, donde todos los ingredientes se mezclan con generosas cantidades, y la España rural de los calderos vaciados, rebañados hasta su último resto de salsa pero que, no lo olvidemos, no hace tanto estaban llenos y hasta más llenos que los de las ciudades pues abastecían la totalidad de sus despensas. Lee el resto de la entrada »

«En el pueblo se está como Dios», el vídeo rural que revoluciona Internet

Los seis componentes del grupo Vermuzazo, posando en una de las calles de Villamuñío (León).

Ganadores de la quinta edición del Concurso de Grupos de León, los componentes de Vermuzazo han aprovechado el premio, grabar un video clip, para reivindicar el orgullo rural con su canción ‘La del pueblo‘.

¡La que han armado! Han conseguido hacerse virales en Internet mientras interpretan auténtico «rock de remolque» ataviados con el práctico mono de trabajo. Pero nada de tractor amarillo; el suyo es un viejo Barreiros rojo.

¿Quién dijo que ser de pueblo y vivir en el pueblo es un demérito? Todo lo contrario. Es una suerte. Como repite el estribillo de la canción del grupo leonés, «en el pueblo se está como Dios«. Lee el resto de la entrada »

¿Está la vida rural abocada al fracaso y la desaparición?

Iglesia de Huidobro (Burgos).

El titular de este post no es mío. Tan solo pongo en formato pregunta algo que el periodista y escritor burgalés Rafa Ruiz negó con emoción este verano en el pregón de las fiestas patronales de Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja: la vida rural no está abocada a su desaparición. Pero lo parece.

He tenido la oportunidad de acompañar un día a Rafa por el norte burgalés, por Las Merindades, una comarca más extensa que toda la vecina provincia de Vizcaya. ¡Qué soledad! Pueblos y más pueblos casi deshabitados, y eso que estábamos en agosto, cuando más vivos se encuentran. Carreteras sin automóviles, senderos infinitos sin caminantes, iglesias sin feligreses, parques infantiles (por decenas, en todas partes) sin niños.

En su pregón, el periodista se negó a hacer lo fácil, ensalzar las glorias pasadas del municipio. ¿La razón? Que cree firmemente en el futuro del mundo rural, incluso el de pueblos como el suyo, con apenas siete habitantes.  Lee el resto de la entrada »

Adiós a los que se quedan y hola a Labordeta

aragonsigue

Mi querido amigo Paco Berciano tiene un blog en 20 Minutos que muchos leen pero él ya no escribe y una columna de opinión en el Diario de Burgos que él escribe y muy pocos podemos leer. Me siento, nos sentimos, huérfanos de esa clarividencia suya que sólo los muy inteligentes son capaces de sintetizar en una literatura de calidad.

Paco es uno de los máximos expertos en vinos y viñedos de Europa. Comparte con los grandes bodegueros un amor intenso por el paisaje agroforestal, por el terruño. También comparte con ellos una sentida preocupación por el derrumbamiento del mundo rural, por la pérdida de reconocimiento de los urbanitas a nuestros últimos guardianes del territorio.

Su columna de esta semana me llegó a lo más profundo del corazón. Está dedicada a José Antonio Labordeta y a esas personas que luchan contra el abandono de pueblos y aldeas, contra la incomprensión de quienes hace ya demasiado que no sentimos la fuerza y la dureza de abrir la tierra con un arado. Somos, como diría el llorado bardo aragonés, «como esos viejos árboles batidos por el viento que azota desde el mar». Es verdad, «hemos perdido compañeros, paisajes y esperanzas en nuestro caminar». Pero aún queda esperanza. La que te insuflan los viejos amigos en esas impagables conversaciones, pocas pero siempre cercanas, íntimas, auténticas. La próxima muy pronto, «que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero«.

Hace años, décadas ya, Paco y yo gustábamos de escribir artículos conjuntos en el Diario 16 de Burgos. «A pachas» lo llamábamos, una expresión cheli que evidencia el paso inexorable del tiempo. Lo recuperaremos pronto, seguro. Pero mientras tanto, os dejo íntegro el artículo publicado la pasada semana por Paco Berciano en el Diario de Burgos. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

Esta semana ha abierto sus puertas la Fundación José Antonio Labordeta, un homenaje que su mujer, sus tres hijas y un buen grupo de amigos ha querido rendirle. Labordeta fue maestro, escribió alguna de las canciones más bonitas de amor y de lucha que nunca se han escrito en castellano, recorrió los pueblos de Aragón y cantó su muerte diaria. Después hizo un programa diferente de televisión, de los que ahora no se llevan porque no había gritos sino gente hablando, contando paisajes e historias. Fue político de los que honró esa palabra.

Cuando leía la noticia, además de enormes ganas de visitarla, sentía una gran nostalgia. Nostalgia por el hombre que nos falta, por sus versos, por su voz profunda, por su honradez enorme.

Pero también nostalgia como castellano porque nosotros nunca hemos tenido la suerte de tener un hombre tan grande como él para cantar y contar y, sobre todo, para defender nuestros pueblos, nuestra vida rural.

Burgos es la provincia con más pueblos de España y una gran mayoría de ellos están muertos o a punto de morir entre el silencio y la indiferencia de todos. Cada año desaparece alguno, cada año se quedan más piedras vacías, sin nadie que las mire.

Cuando recorro Francia siento envidia por cómo ellos han sabido defender e integrar la vida en el campo. Sus pueblos son bonitos, tienen vida. En las calles hay flores y en las casas hay internet a toda velocidad. Trabajar y vivir en el campo en Francia es motivo de orgullo. En nuestra Castilla perdida es motivo casi de vergüenza, como si no se supiera hacer otra cosa.

Nos une con Aragón muchas cosas, desde el Camino del Cid hasta los pueblos despoblados y muertos que llenan su paisaje y el nuestro. Nos une la enorme historia que han tenido nuestros pueblos y la indiferencia de los que pueden actuar para evitar que esa historia se pierda para siempre. Muchos pueblos, llenos de pequeñas joyas que conservar, demasiado dinero que gastar para poder hacerlo en una época en la que el dinero no sobra. Y pocos votos que ganar haciéndolo.

No hemos tenido un Labordeta, aunque hemos tenido gente como Enrique del Rivero, César-Javier Palacios o Elías Rubio. La lástima es que su voz se ha oído menos y que nunca han tenido una plataforma importante para hacerse escuchar.

Pueblos muertos, formas de vivir acabadas, productos agrícolas que nunca volverán a ser iguales, panes cocidos al horno de leña en peligro de convertirse sólo en un recuerdo. ¿Quién te cerrará los ojos tierra cuando estés callada?

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Ponen puertas (y alambradas) a los pueblos abandonados

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Muchos “pueblos del silencio”, abandonados durante décadas, vuelven a tener vecinos. ¿Regreso al campo? Pues sí y no. El retorno no es el de la vida rural, comunal, participativa. La mayoría de ellos se han transformado en fincas ganaderas y cinegéticas. Modernas explotaciones gestionadas desde la distancia por empresarios que contratan al personal como harían en una fábrica, sólo que añadiendo al salario la obligación de vivir junto a los animales.

Un único detalle los distingue de otras granjas. Ocupan como suyas casas, plazas, iglesias, ermitas, fuentes, huertas, dehesas. Ya sea en propiedad, alquiler o usurpación directa, lo que durante siglos fue de todos los vecinos lo es ahora de una Sociedad Limitada, de una empresa. Hasta los caminos públicos, cerrados con altas vallas alambradas o protegidos por violentos perros guardianes, han pasado a integrarse en el latifundio.

Las Merindades, en el norte de Burgos, es un terrible ejemplo de esta tendencia al acaparamiento de lo público. En Huidobro, el pueblo de mi suegra, la bella iglesia románica se ha convertido en garaje. Y para visitar la arruinada casa familiar es necesario esquivar perros, toros y miradas de desconfianza.

Fuente Humorera, que en la Edad Media fuera “coto cerrado” del ahora arruinado monasterio de Rioseco, ha pasado a ser finca cerrada de un emprendedor madrileño que aúna la producción de queso ecológico de cabra con la explotación de la caza mayor. Propiedad privada. Prohibido el paso.

Dice mi amigo Elías que mejor esto que las ruinas. Que algunos como en San Quirce o Bujedo de Juarros han convertido las iglesias en salones de bodas familiares, pero al menos las han restaurado. Quizá tenga razón, aunque no me gusta. Poner puertas a los pueblos no es recuperarlos. Es matarlos y enterrarlos.

Foto: Candado que impide el paso por el antiguo camino público entre San Martín del Rojo y Fuente Humorera (del blog Fuente Humorera)

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En 20 años el campo estará despoblado

«Se busca joven para salvar el campo». Un interesante reportaje de Raúl Limón y Ginés Donaire publicado en El País evidencia «negro sobre blanco» la terrible realidad del campo. El mundo rural se nos muere en España, cada día más despoblado, reducido a un puñado de hombres solteros a punto de jubilarse. Sin ellos, nuestros alimentos serán de peor calidad, nuestros paisajes más monótonos, nuestra cultura más pobre. Pero nadie parece preocuparse ante esta tragedia que se nos avecina.

Algunos terribles datos aportados por los periodistas:

>Menos del 20% de la población española vive en el 90% del territorio. Son los habitantes de las zonas rurales.

>Es una población marcada por el envejecimiento –más de un 30% tiene más de 65 años en los municipios más pequeños- y por la masculinización: las mujeres abandonan los pueblos y el campo.

>La previsión es que el entorno rural quedará despoblado en unos 20 años, con importantes repercusiones para la agricultura, el medio ambiente y la estructura social.

Puedes leer todo el reportaje pinchando en este enlace.

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