Organizaciones ecologistas han denunciado la destrucción de un miniparaíso botánico localizado en las inmediaciones del Centro de Transportes de Coslada (Madrid). La presencia de 350 especies botánicas existentes en una parcela de 10 hectáreas, propiedad de COFARES (empresa farmacéutica que se dedica a la distribución de medicamentos), dificultaba su urbanización. Ante las advertencias de los científicos respecto a la necesidad de preservar este rincón de frágil flora natural, el final no ha podido ser más salvaje. Destruido el lugar, ya no hay nada que proteger. ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama “El Soto”, Ecologistas en Acción y GRAMA temían que algo parecido pudiera suceder tras los sucesivos descubrimientos de especies muy raras en estos terrenos. En La Crónica Verde también temíamos lo peor cuando hace un año nos hicimos eco del problema. Desde que en 2005 se descubrieran varias especies raras se viene pidiendo protección para la parcela, incluida la declaración de una microreserva. Había alternativas, como la posibilidad de permutar estos terrenos por otros del CTC (propiedad de la Comunidad de Madrid, Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid y el Ayuntamiento de Coslada). Pero la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio hizo oídos sordos a las propuestas. Para el profesor Juan Manuel Martínez Labarga, descubridor de buena parte de las especies del ahora destruido pastizal,
“se ha arrasado un ecosistema único no descrito para la ciencia, con especies rarísimas, algunas únicas a nivel mundial. Resulta incomprensible que una empresa farmacéutica haya destruido tanta biodiversidad y patrimonio genético”.
De acuerdo con un comunicado de prensa difundido por los ecologistas, se ha destruido la mejor población mundial conocida de Cynara tournefortii (alcachofa silvestre), la única población conocida en el mediterráneo occidental de Triticum boeoticum (trigo silvestre precursor de los trigos domésticos actuales), la mejor población ibérica de Malvella sherardiana (pequeña malva), las únicas poblaciones madrileñas de entidad de Convolvulus humilis (pequeña correhuela), Geropogon hybridus (bella flor estrellada), Teucrium spinosum (herbácea anual) y las mejores poblaciones madrileñas de Klasea flavescens (pequeño cardo), Linaria caesia (herbácea de hermosas flores amarillas), Scolymus maculatus (pequeño cardo de floresamarillas), Astragalus scorpioides (leguminosa con frutos que recuerdan a la cola del escorpión), etc. Igualmente se han visto afectada una población degrillo de visera (Sciobia lusitanica), especie catalogada como «sensible a la alteración de su hábitat».
Todo ello es ya historia. Triste historia de la destrucción lenta pero implacable de nuestro patrimonio natural. Pasos adelante hacia un abismo de pobreza biológica. De ceguera desarrollista. De estupidez humana.
En la foto superior, algunas de las especies cuyas poblaciones madrileñas han sido destruidas (ARBA Bajo Jarama). — Puedes seguirme (si quieres) en Twitter (@lacronicaverde) y en Facebook (www.facebook.com/lacronicaverde)