Drogarle. Atontarle con descargas eléctricas. Arrancarle los dientes. Manipulación por hambre. Amputaciones. Hacinamiento en espacios pequeños. Estrés. Calor y/o frío. Separación de los padres.
¿Lo harías con tu hijo a cambio de que pueda trabajar en el rodaje de un anuncio, una serie o una película? Evidentemente no. Nadie puede ser tan salvaje. Con los niños no, es verdad. Pero con los animales lo hacemos todos los días.
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