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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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El zoo de Almuñécar se convierte en cementerio de animales

El zoológico de Almuñécar (Granada), mal llamado Parque Ecológico de Peña Escrita, es de esas cárceles para animales que ponen los pelos de punta. Mucho más increíble lo es que su propietario sea el ayuntamiento de la famosa localidad turística. ¿Qué hace un municipio gastándose el dinero público en  jaulas para leones?

Algunos lo recomiendan en Trip Advisor como un lugar fabuloso que te hace sentir «como si estuvieras en África», pues casi puedes tocar a los animales «de lo cerca que están» y a los que puedes ver «casi en libertad». Pero los técnicos de la Junta de Andalucía no tienen la misma opinión de este centro y hace dos años obligaron a sus responsables a cerrarlo por no cumplir muchas de las exigencias de bienestar animal a las que obliga la Ley.

«Animales sin identificar y sin registrar, fugas, muertes y nacimientos sin control fueron algunas de las causas que derivaron en el cierre del parque», detalla la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) en un comunicado. Lee el resto de la entrada »

¿Te apetece un selfie junto a un animal de zoológico?

Leones

Los zoológicos lo están pasando mal. Mucha gente, por suerte cada vez más, rechaza esa exhibición indigna de animales encarcelados a mayor gloria de nuestra curiosidad. El resto, achuchado por la crisis, se lo piensa dos veces antes de pagar una entrada para hacer fotos con el móvil a un aburrido león entre rejas. Así se explican los nuevos productos ofertados en los zoos para cubrir su cada vez mayor agujero económico. Interactúe con los lemures, dé de comer a los loros, acaricie los monos, cuélguese las serpientes, nade junto a delfines y leones marinos. Disfrute de sensaciones nuevas muy salvajes. Hágase un selfie (autofoto) junto a un animal de zoológico. Todo por una módica cantidad extra de dinero.

¿Experiencia única? Que alguien me explique qué tiene de emocionante sobar animales medio sedados o directamente adormilados, seres salvajes convertidos en dóciles mascotas. Que alguien me explique qué tiene de educativo ese manoseo. Qué tiene de valiente, como no sea el peligro de pillar una enfermedad o recibir un mordisco.

¿En qué ayuda el toqueteo a la conservación de las especies amenazadas, muchas de ellas en peligro de extinción precisamente por su masiva captura y venta ilegal? En nada.

Lo queremos tocar todo. Vale muy bien. ¿Y después? Que el pobre bicho vuelva a su jaula. Ah no, que hay otra modalidad nueva. Llévese el animal a casa. Como hizo hace poco el conocido Kiko Rivera. Ameniza tus fiestas más chachis con cachorros de león. ¡Es super cool! Unas risas entre whiskys y gin tonics, fotitos con flash y devolución del bicho al zoo tras haber pagado la correspondiente tarifa. ¿Dejarán llevar cocodrilos a las piscinas? Vaya juerga con los colegas.

Por algo José Saramago, que era un hombre sabio, pedía cerrar los zoológicos de todo el mundo. Pero en lugar de eso los hemos abierto al espectáculo de los bobalicones. Ya lo decía Albert Einstein:

“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.

El proyecto InfoZoos.org ha denunciado la creciente moda en los zoos andaluces de prestar animales salvajes como reclamo publicitario o como préstamo a particulares. Tienes más información en este enlace.

Foto: Wikimedia Commons

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Nuevas tristezas en el comercio de animales de zoológico

Gorila Lo decía y lo pedía el genial Saramago:

Si yo pudiera, cerraría todos los zoológicos del mundo. Si yo pudiera, prohibiría la utilización de animales en los espectáculos de circo. No debo ser el único que piensa así, pero me arriesgo a recibir la protesta, la indignación, la ira de la mayoría a los que les encanta ver animales detrás de verjas o en espacios donde apenas pueden moverse como les pide su naturaleza.

Saramago no logró cerrar ni un solo zoológico. Ahí siguen abiertos por todo el mundo esos lugares a mi entender indignos. Ni siquiera hemos logrado prohibir tener entre rejas y para exclusiva contemplación curiosa a los primates, los animales evolutivamente más cercanos a nosotros. No hemos acabado con el comercio legal e ilegal de gorilas, chimpancés, orangutanes, macacos encerrados en cajones de paquetería exprés dando tumbos de un continente a otro.

Por ejemplo el gorila León. Vive en Loro Parque, un gran zoológico de la isla de Tenerife, y sus dueños han decidido enviarlo al Zoológico Belo Horizonte, en Brasil. En ese sitio, y en poco tiempo, han muerto cuatro gorilas por causas no conocidas. Proyecto Gran Simio ha pedido a los responsables de Loro Parque que impidan que León viaje a Brasil, ya que pueden ponerle en peligro pues no se sabe el porqué de tantas muertes. El traslado supondría además la ruptura de lazos de amistad y familiares del animal con sus congéneres tinerfeños, algo terrible para una especie tan sensible a estas modificaciones de su entorno social.

El problema es el de siempre: los intereses económicos. A estos pobres animales se les trata como a objetos y no como a sujetos.

Dicen las empresas implicadas que lo suyo es un programa de cría en cautividad que pretende garantizar la preservación de la especie. Están equivocados. Esos proyectos se deben hacer en sus hábitats naturales, garantizando el futuro de unos bosques donde hay mucho más que gorilas. Son refugio de multitud de especies animales y vegetales en peligro. También de grupos indígenas cuyos modos de vida están igualmente amenazados. Metiendo a unos pobres bichos en jaulas nunca lograremos lo más importante: salvar el conjunto.

Fotografía: Gorilla sp., Zoo Aquarium de Madrid, Spain. © Manuel González Olaechea y Franco. Wikipedia.

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La reforma del Código Penal endurece las penas por maltrato animal e incendios forestales

maltrato-animal

El Consejo de Ministros ha aprobado la remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley de reforma del Código Penal. Una profunda reforma que revisa nuestro actual sistema penal para dar respuesta a las nuevas exigencias de una sociedad del siglo XXI.

Gracias a su nueva redacción se conseguirá el castigo de conductas que hasta ahora quedaban impunes como el maltrato a los animales o los incendios forestales.

Malos tratos a los animales

La reforma aumenta el castigo al maltratador de animales, ya sean domésticos, a los habitualmente domesticados, a los que viven bajo control humano y a todos los que no viven en estado salvaje. La pena se ve agravada cuando se causa la muerte y se añade la posibilidad de imponer una inhabilitación para la tenencia del animal.

Con la nueva reforma y según ha informado el Partido Animalista PACMA, el artículo 337 del Código Penal, referente al delito de maltrato animal, quedará así:

337.1. El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a:

a) un animal doméstico o amansado.

b) un animal de los que habitualmente están domesticados.

c) un animal que temporal o permanentemente vive bajo control humano.

d) cualquier animal que no viva en estado salvaje, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales domésticos o amansados.

337.2. Las penas previstas en el apartado anterior se impondrán en su mitad superior cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes: 

a) Se hubieran utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida del animal.

b) Hubiera mediado ensañamiento.

c) Se hubiera causado al animal la pérdida o la inutilidad de un sentido, órgano o miembro principal.

d) Los hechos se hubieran ejecutado en presencia de un menor de edad.

337.3. Si se hubiera causado la muerte del animal se impondrá una pena de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales domésticos o amansados.

337.4. Los que, fuera de los supuestos a que se refieren los apartados anteriores de este artículo, maltrataren cruelmente a los animales domésticos o a cualesquiera otros en espectáculos no autorizados legalmente, serán castigados con una pena de multa de uno a seis meses.

337 bis. El que abandone a un animal doméstico o amansado en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad será castigado con una pena de multa de uno a seis meses.

Incendios forestales

La reforma del Código Penal también contempla un endurecimiento de las penas para los autores de incendios forestales que se consideren especialmente graves, como aquellos que afecten a lugares habitados o sean hábitat de especies en peligro de extinción. La pena prevista actualmente para estos delitos es de tres a cinco años de cárcel y, con la reforma, se elevará hasta los seis años.

Además, cuando los incendios afecten a espacios naturales protegidos se castigarán del mismo modo que los delitos contra el medioambiente, lo que significa que sus autores podrán ser castigados con la pena superior en grado, que en este caso supone nueve años de prisión.

En la misma línea, la reforma incorporará la posibilidad de imponer al responsable actuaciones orientadas a reparar el daño causado y se considerará la atenuante de reparación de daño.

También se incluyen como supuesto agravado los incendios provocados en un momento en el que las condiciones climatológicas o del terreno incrementen de forma relevante el riesgo de propagación.

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Dos años de prisión por cazar un tigre en Extremadura

Aunque tarde, finalmente se hizo justicia contra un perverso organizador de monterías ilegales en Extremadura.

El Juzgado de lo Penal de Don Benito ha condenado a dos años de prisión (el máximo permitido por el Código Penal) y cuatro años de pérdida de licencia de caza en todo el territorio nacional a Manuel Domínguez Martín, titular del coto “Los Lunares”, en el municipio de Monterrubio de la Serena (Badajoz), por organizar una cacería ilegal en la que se mató a un tigre manso. Además condena a 18 meses de prisión a los participantes en la inmoral actividad cinegética y a diez meses a los ayudantes del titular del coto.

Ocurrió en diciembre de 2005. Ecologistas en Acción se personó como acusación particular, y aunque satisfecho por la sentencia, la recurrirá por considerarla incompleta.

Y ello porque el juez ha decidido no inhabilitar al titular de la actividad cinegética para actividades comerciales ligadas al hecho delictivo. Según los ecologistas, ocurrirá que el principal delincuente puede no entrar en prisión al no superar los dos años la pena, quedar inhabilitado para cazar, pero seguir contratando y manteniendo sus cotos y actividades cinegéticas, a pesar de haberle reprochado el intento de actividad mercantil ilegal. «Es como el que vendiendo productos ilegales, se le sanciona y sin embargo se le sigue permitiendo tener la tienda abierta», aseguran.

Cuando agentes de la Guardia Civil detuvieron a tan impresentables matabichos, además del animal muerto descubrieron otro tigre y un león dentro de una jaula, que igualmente iban a ser soltados en el coto para darles vergonzosa caza. Los animales los compraban legalmente en zoos y con ellos organizaban safaris que anunciaban en Internet. Por matar un lobo criado en cautividad cobraban 24.000 euros.

Y yo me pregunto: ¿Quién tiene más culpa, el que organiza las cacerías de indefensos animales semidomesticados o quien paga por matarlos? En mi opinión los segundos.

Luego los cazadores defenderán a su heterogéneo colectivo calificándose de honrados deportistas que cumplen exquisitamente con la Ley y ayudan a proteger el Medio Ambiente, como nos dijeron muchos en este blog al comienzo de la temporada cinegética. Pero en realidad no es cierto. Abundan las ovejas negras y la mayoría sufre el síndrome del pim, pam, pum.