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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Terrorífico salto de un pollito para sobrevivir… o morir

Branta_Leucopsis_Juvenile

No hay mejores documentales de naturaleza que los de la BBC. Y no hay mejor presentador de ellos que David Attenborough. La última serie rodada es Life Story, donde se revelan los extraordinarios desafíos individuales a los que se enfrentan los animales salvajes en diferentes etapas de sus vidas.

El más asombroso (y aterrador) de todos ellos es el protagonizado por los pollos de barnacla cariblanca (Branta leucopsis) en el este de Groenlandia. Se trata de un bello ganso nórdico del que todos los años llegan algunos ejemplares, precisamente groenlandeses, a la Península Ibérica mezclados con los bandos de ánsares. Le tengo especial cariño a la especie pues fue el primer pájaro raro que vi cuando empezaba con esto de la ornitología; una rara cita por el Pisuerga palentino. Luego otras más en mis queridas lagunas zamoranas de Villafáfila. Pero reconozco que no tenía ni idea de la aventura que algunas de estas aves a las que vemos por aquí se enfrentan apenas recién nacidas. Lee el resto de la entrada »

Muere de viejo el rey de los gorilas

Ha muerto Titus, el rey de los gorilas de montaña. Y contrariamente a lo que pudiera pensarse, su muerte es una buena noticia. Por que no ha sido asesinado por los cazadores furtivos, como le ocurrió a su padre. Murió de viejo, tras sufrir una breve enfermedad, a la respetable edad para los de su especie de 35 años.

Titus era el rey indiscutible de las Montañas Virunga, un selvático rincón fronterizo entre Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo. Uno de los poco más de 700 gorilas de su taxón (Gorilla gorilla beringei) que quedan en África.

En realidad había perdido la corona tras ser depuesto por su hijo Kuryama, pero seguía manteniendo el aura de superioridad propia de quien se ha pasado toda la vida dominando al grupo.

Se hizo famoso cuando logró eclipsar la popularidad del naturalista británico David Attenborough, al subirse inesperadamente a su espalda durante el rodaje de un documental. Tenía entonces sólo 4 años, y era un jovencito subdesarrollado al que los expertos le auguraron pocas posibilidades de supervivencia. Pero se equivocaron.

Su vida estuvo íntimamente ligada a la de la primatóloga Dian Fossey, quien empezó a estudiar en 1970 al grupo de gorilas del que fuera el padre de Titus, el conocido como «Tío Bert». El futuro rey nació el 24 de agosto de 1974, y 10 años después Fossey era asesinada por quienes veían la tenaz defensa de estos animales como una amenaza para su desarrollo. Hoy en día, el turismo para contemplar, aunque sólo sea brevemente, a los famosos «gorilas en la niebla» (500 dólares por persona) supone una importante fuente de recursos económicos para todo Ruanda.

Y desde entonces, Titus se convirtió en el gorila de espalda plateada más fotografiado y estudiado de la historia.

Hoy Titus ha muerto y es una buena noticia. Porque murió de viejo tras lograr la mayor fama que un animal en libertad haya logrado nunca, y tras conseguir (con la valerosa intervención de la llorada Dian Fossey) que su especie, sus montañas, y todo ese excepcional mundo de niebla esté ahora férreamente protegido.

El rey ha muerto ¡Viva el rey!

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Como mejor homenaje a su memoria, este vídeo recrea el momento del nacimiento de Titus, directamente extraído del cuaderno de campo de Dian Fossey. Emocionante.

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Este segundo vídeo es un fragmento del documental «Vida en la Tierra» (1979), donde se ve a un joven y apasionado David Attenborough hablando entre susurros de los gorilas a escasos centímetros del clan familiar de Titus. Impresionante.

Estamos en el año de la rana

Ni rata, ni dragón, ni nuevo horóscopo chino. Coincidiendo con la salida del letargo invernal de anfibios y reptiles, organizaciones científicas y ecologistas internacionales han declarado 2008 “el año de la rana”. Tratan así de concienciar al mundo de los peligros que se ciernen sobre estos y otros anfibios, un sorprendente grupo animal donde más de la mitad de las casi 6.000 especies conocidas están en peligro de extinción.

A la destrucción de los hábitats naturales húmedos donde viven, la contaminación y los efectos del cambio climático, se ha sumado recientemente la aparición de una terrible plaga que está diezmando a los anfibios de todo el planeta. Se trata de un hongo letal conocido como Batrachochytrium dendrobatidis, de rapidísima propagación entre las especies y para el que no existe tratamiento.

Para evitar la extinción de tan peculiares animales, el famoso naturalista británico David Attenborough ha promovido la creación del Arca de los Anfibios. Una campaña que intenta reunir fondos económicos para ayudar a zoológicos en todo el mundo a establecer colonias de cría biológicamente seguras.

“En las últimas década hemos sido testigos de la dramática disminución de la población de anfibios y en algunas áreas del mundo hay especies que han desaparecido por completo”,

advierte Attenborough.

Jaime Bosch, experto en anfibios del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, asegura que este problema

“podría causar una extinción en masa de los anfibios en pocos años, similar a la que ocurrió con los dinosaurios hace 65 millones de años”.

Quizá los cantos nocturnos que ya comienzan a escucharse de ranas comunes, ágiles, patilargas, pirenaicas, bermejas, ranitas de San Antonio y meridionales, junto a los de sapos comunes, sapillos pintojos, corredores, parteros, baleares, de espuelas, moteados o verdes son gritos de protesta ante su cada vez más rápido declive. Pero también son llamadas de amor. Y a mí me encanta oír su croar machacón en estas aún frías noches primaverales, mucho más en las veraniegas de luna llena; especialmente el ronco bozarrón de la delicada ranita de San Antonio, mi favorita.

¿No disfrutas tú también con estos conciertos? Pues tarea de todos es garantizar su futuro, y no en reducidos zoológicos, sino en sus hábitats naturales, en sus charcas, fuentes, manantiales o bebederos. Protegiendo estos lugares, evitando su destrucción, ayudaremos a nuestras queridas ranas. Siempre, pero con más razón en éste su año