La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

¿De quién es la costa?

El sábado acudí a una manifestación. Y volví a casa indignado. No fui a apoyar a los manifestantes, sino a ver con mis propios ojos a esas gentes que se han rebelado contra la aplicación de la Ley de Costas, o más en concreto, que esta ley, aprobada hace ahora 20 años, se cumpla y finalmente derribe sus apartamentos de veraneo construidos ilegalmente. En este caso en el poblado de Los Molinos, en pleno Parque Rural de Betancuria (Fuerteventura), pero la historia es la misma en asentamientos igualmente ilegales repartidos por toda la isla, por toda Canarias, por toda España. Casas en primera línea de playa, sin licencia de construcción e incluso sin la propiedad de los terrenos ocupados, sin agua ni luz eléctrica ni saneamientos.

El lema de la convocatoria no ofrecía dudas: “Contra la aplicación abusiva y discriminatoria de la Ley de Costas. También es tu costa. Apóyanos”.

Por supuesto que es mi costa, y la de todos nosotros. La misma que ellos nos han usurpado, que nos han robado para uso particular, para pasar el veraneo junto al mar sin haber tenido nunca que pedir una hipoteca para comprar el terreno, sin necesidad de licencia municipal, de plan parcial o de proyecto urbanístico. Por todo el morro.

La semana pasada Costas derribó la primera casa ilegal, y sus propietarios, demostrando un total desprecio a la Justicia, la volvieron a levantar al día siguiente. Siguen siendo unos aprovechados, pero nos piden ahora que les apoyemos. No seré yo quien lo haga, aunque quienes sí lo hacen sin rubor son los políticos. Sólo por rascar unos pocos votos allí estaban en la manifestación “con el pueblo”, deshaciéndose en promesas. Quizá por considerar a estos asentamientos como el típico modelo español de pasarnos la ley por el arco del triunfo, y por lo tanto de protección especial.

Los vecinos se justifican apoyándose en la supuesta importancia etnográfica del lugar urbanizado, pues antiguamente los pescadores habían levantado allí refugios para pasar el tiempo que dedicaban a mariscar en las zonas más abruptas y alejadas. Un pasado que según ellos permite ahora mantener en pie un pueblo entero (incluido restaurante) levantado hace apenas 20 años donde antes no había más de cuatro chozas de piedra.

Critican que la ley vaya contra ellos mientras salvaguarda los intereses de los grandes complejos hoteleros. El viejo tema del “y tú más”. Pero aunque en esto último no les falte razón, al menos los hoteles son dueños del terreno que ocupan, mientras ellos son okupas burgueses de fin de semana (no conozco pobres con segundas residencias), quienes levantaron allí sus chalés como podían haberlo hecho en la Plaza Mayor o en medio del campo de fútbol.

Yo no sé si son peores las empresas o los particulares, si la ley no es igual para los poderosos que para los pobres. Sólo sé que es mi Costa, la de todos nosotros, que la quiero y la quiero natural, libre de urbanizaciones.

¿Te parece que soy un egoísta? ¿Que las leyes deben empezar primero por los ricos y después por la clase media? Puede ser, pero es ya mucho lo que nos han robado y no pienso regalar ni un centímetro más a nadie.

6 comentarios

  1. Dice ser Artemisa

    Estoy de acuerdo en el mal uso que se esta dando a las playas… masificandolas de urbanizaciones y apartamentos…Nos leemos.Un saludo.Artemisa

    28 enero 2008 | 10:47

  2. Dice ser Pepito Y Grillo

    Un edificio derribado, es un trozo de playa liberada, independientemente de que pertenezca a una empresa o un particular.Si en España los poderosos se pueden saltar la ley, luchemos por una sociedad más justa; pero no lo usemos como justificación para saltarnos la ley a la torera todos los demás también.

    28 enero 2008 | 13:08

  3. Dice ser Ciudadana

    A veces un sunami me parece «un milagro» de la naturaleza… lo siento por lo humanos, pero más lo siento cuándo quien pierde son otras vidas más importantes que las nuestras…

    28 enero 2008 | 13:36

  4. Dice ser Wandernais

    joee no me lo puedo creer…pero esa gente ¿qué se ha creido?…Estoy contigo, tanto unos como otros deben pagar, no es egoista, lo egoista es plantar una casa en primera linea de playa porque sí. Otra cosa es que la Justicia se lleva a cabo un poquito de manera dudosa…Creo que hace más daño un hotel enorme que unas casas, pero en ambos casos, el interés general es derribarlo. Abajo con las contrucciones ilegales, arriba las costas.

    28 enero 2008 | 22:02

  5. Dice ser Carlos

    Si tu casa la construyes legalmente y de pronto una ley nueva la convierte en ilegal…¿Te parecería bien que una opinión desde el desconocimiento acerca del asunto confundiese a otras personas?.Aceptamos la Ley de Costas. Pero la propia Ley de Costas habla de indemnizaciones que en la mayoría de los casos solo cobran los hoteles, y particulares influyentes. El gobierno ha gastado todo el dinero en puertos deportivos, paseos marítimos y todo tipo de labores relaccionadas con la construcción. Hubiese sido mejor haber echado dignamente a los legítimos propietarios. vete a google y escribe arbitrariedad de la ley de costas, y verás de que te hablo. De ricos y pobres

    09 julio 2008 | 22:55

  6. Dice ser Paco

    Totalmente de acuerdo con Carlos.Nos meten a todos en el mismo cajon.Ya escribi el otro dia una email de protesta por unas opiniones vertidas por una organizacion ecologista,y sorprendentemente me dieron la razon cuando expuse mi caso.Se quedaron muertos, pues no tenian ni idea del daño que esta haciendo la maldita ley de costas a edificaciones que en los años 70 se vendieron totalmente legales. Es mas las escrituras algunas llevan el beneplacito del estado.Pues ahora digo yo que se cargen tambien Sanse pues la ultima ola de este tamporal ha llegado 500 metros calles adentro.. Ainnss que ma la es la envidia y la ignorancia.

    11 febrero 2009 | 21:35

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