La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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La montaña más alta de España se convierte en laboratorio de nubes

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El volcán del Teide, techo de la isla de Tenerife (Islas Canarias), es también el techo de España, el de cualquier tierra emergida del océano Atlántico y el tercer mayor volcán de la Tierra. Con una altitud de 3.718 metros sobre el nivel del mar y 7.500 metros sobre el lecho oceánico, sus cumbres son también un espectacular laboratorio de nubes de una belleza sin parangón en el mundo. Sólo por verlas desde allí merecería la pena el viaje.

Por suerte hay una alternativa accesible para descubrir tanta belleza sin salir de casa. Explorar los vídeos que desde 2015 el famoso astro-fotógrafo Daniel López no es está regalando en colaboración con el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (AEMET Izaña) y el Teleférico del Pico de Teide. Fotografías y vídeos «timelapses» de alta resolución capturando diferentes fenómenos atmosféricos en el entorno del Parque Nacional del Teide. Espectacular es poco para describir el trabajo resultante.

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La basura flota sobre nuestras cabezas

Gravity

El día en que la humanidad desaparezca, nuestra basura seguirá presente en la Tierra durante muchos miles de años más. En ríos y mares contaminados. En tierras cubiertas por desechos donde el reciclaje brilla por su ausencia, donde el vidrio se desaprovecha, el metal se oxida, el papel se quema, las bolsas de plástico destrozan el paisaje. Pero igualmente en los cielos, orbitando sin rumbo alrededor del dolorido planeta azul. Porque también el espacio recibe las sobras de la civilización en forma de chatarra espacial. Aunque por suerte (y seguramente por efecto de la crisis), la cantidad de desperdicio no aumenta.

Según datos facilitados a la agencia Europa Press por la Oficina del Programa de la NASA de Restos Orbitales, entidad que hace pormenorizado recuento de la basura espacial que orbita la Tierra, el número de escombros espaciales parece haberse estabilizado en la primera mitad de 2015, manteniéndose en los 16.900 objetos.

Concretamente, de los 16.906 cacharros con los que se inició el año, junio ha cerrado con 16.925. Lee el resto de la entrada »

Stephen Hawking sigue usando Windows Vista

Stephen Hawkings

Stephen Hawking, ayer entre el público atento del Starmus Festival

No es el notición del año pero sorprende saber que Stephen Hawking, último icono científico mundial vivo, para muchos no expertos heredero directo de Albert Einstein, apuesta para seguir conectado con el mundo por el sistema operativo de Microsoft. Y más en concreto, por la inestable y obsoleta versión Windows Vista.

Afectado por una grave enfermedad motoneuronal relacionada con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la del famoso Ice Bucket Challenge, Hawking tan sólo puede hablar a través de una pantalla de ordenador que dirige por medio de pequeños movimientos de su mejilla derecha gracias a un sensor acoplado sobre sus gafas. Como si masticara chicle, es capaz así de abrir su correo electrónico, que es igualmente una vieja versión del Outlook. Y hablar por medio de un sintetizador de voz denominado Words Plus. Máxima velocidad, tres palabras por minuto.

¿Qué cómo sé yo todo eso? Pues porque tengo el extraordinario privilegio de haber pasado cuatro horas sentado apenas a dos metros del astrofísico británico. Una anécdota que confirma hasta qué punto el público y los científicos estamos juntos en esa reunión única que tiene al Teide como testigo: el Festival Starmus.

Impulsado por Garik Israelian, científico del Instituto de Astrofísica de Canarias experto en la formación de los agujeros negros, Starmus es un festival internacional del conocimiento dedicado al mundo de la astronomía y la ciencia combinado con la música, el arte y la cultura. Por eso también ayer pude saludar a otro icono mundial, el gran Brian May, guitarrista de Queen y doctor en astrofísica.

Y así, rodeado de estrellas, hemos hablado sin parar de estrellas en Tenerife. La primera sesión ha resultado impresionante. Robert Wilson (Físico, Premio Nobel), fue el encargado de inaugurar el programa de ponencias con “El comienzo de todos los comienzos”. Le han seguido las intervenciones de David Eicher (editor de Astronomy Magazine) sobre si “El universo se preocupa realmente por sí mismo?, la del siempre polémico Richard Dawkins (biólogo evolucionista) con “Una taxonomía tentativa de vida extraterrestre” y, para terminar, Katerina Harvati (antropóloga) nos ha puesto a los “Neardentales en el espejo». Y hoy escucharemos, por fin, a Stephen Hawking, quien nos explicará su teoría sobre el riesgo de destrucción del Universo del bosón de Higgs. ¡Qué pasada!

Podría estar horas hablando de lo mucho que he aprendido ayer y de lo mucho que espero aprender a lo largo de esta intensa semana, pero tan sólo me quedo con tres ideas claves:

IDEA 1. Pregunta que algo aprenderás. Los científicos no paran de hacerse preguntas y de tratar de encontrar respuestas. Así avanza a Ciencia. Gracias a muchos Why? y escasos pero brillantes Eureka!

IDEA2. Humildad. Todos estos grandes personajes coinciden en la importancia del equipo. En cómo muchas casualidades e incluso errores les han llevado a realizar grandes descubrimientos. En que el mérito es de todos y no de unos pocos.

IDEA3. Entusiasmo. Hay que verles las caras. Cómo disfrutan con su trabajo, polemizando, profundizando, discutiendo. ¡Se lo pasan bomba!

PD. Dedico este post a mi hijo Santi, quien primero se fijó en el sistema operativo del ordenador de Stephen Hawking. 15 años y se ha gastado el dinero de sus propinas en acompañarme al Starmus. El chaval apunta maneras.

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San Agustín y el musgo se enredan con el Big Bang

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Aún estoy asombrado por la noticia científica del año y seguramente próximo premio Nobel. Un telescopio en el Polo Sur ha sido capaz de captar los temblores del primer instante del universo, hace la friolera de 13.800 millones de años. El antes y el después del Big Bang me marean tanto como a san Agustín la esencia divina, quien también razonó lo suyo para responder a ¿qué hacía Dios antes de crear el mundo? Lo zanjó con algo así como que antes del tiempo no había tiempo ni para perderlo.Sant'Agostino,da

Y tiempo, mucho tiempo, es el que invierten los protagonistas vegetales de otro reciente descubrimiento anunciado esta semana pero mucho menos divulgado. Me refiero a los musgos, primitivas plantas descendientes de las algas verdes que fueron las primeras en colonizar los espacios terrestres hace 500 millones de años. Los ignoramos, y como mucho sólo echamos mano de ellos para adornar el Belén, pero tienen una importancia ecológica impresionante. Y también científica. Una especie en concreto, habitual de las regiones polares, se ha demostrado prácticamente eterna.

Según ha difundido el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), investigadores de dos instituciones inglesas recogieron muestras congeladas en la Antártida, las descongelaron al calor controlado del laboratorio y, ante su asombro, las plantitas comenzaron a crecer como si la primavera acabara de llegar al glaciar. Pero lo más sorprendente fue la edad de ese musgo dormilón. La datación por carbono no ha ofrecido dudas. Tiene al menos 1.530 años de edad. Habría nacido por tanto a mediados del siglo V. Casualmente, la época en que vivió san Agustín. Sólo que él era norteafricano y estas plantas, ajenas al espacio y al tiempo, son polares. Ya lo decía otro inmenso sabio, Isaac Newton:

“Lo que sabemos es una gota de agua y lo que ignoramos es el océano”.

Foto: Los investigadores cogen una muestra de musgo en la zona del estudio. P.Boelen / Agencia SINC

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¿Qué isla de Canarias es uno de los mejores lugares del mundo para ver el rayo verde?

Lo reconozco, soy un afortunado. Lo he vuelto a ver. Una vez más en esta tierra única. Y una vez más junto a la mujer amada y en compañía de amados amigos. Es tal mi felicidad que no puedo esconder por más tiempo el secreto. Aunque muy pocos lo saben, la isla canaria de Fuerteventura (Tindaya, El Cotillo, Ajuy) es uno de los mejores lugares del mundo para ver el rayo verde. Un turismo diferente, de ciencia y de amor.

Siempre pensé que el rayo verde era un invento, hijo exclusivo de la prolífica imaginación de Julio Verne. En su novela de igual título, el escritor francés relata el aventurero viaje de dos curiosos hermanos gemelos, Sam y Sib, para tratar de casar a su sobrina, la bella señorita Campbell. Personas supersticiosas, creían a pie juntillas en una pintoresca leyenda. Aquella que afirma que la pareja que logre observarlo quedará perdidamente enamorada para siempre. Un momento mágico donde el amor se nos revela con toda claridad.

Esta romántica leyenda sólo tiene de real una cosa: el rayo verde existe. En la Wikipedia se explica con todo lujo de detalles cómo y por qué se produce. Se trata de un fenómeno óptico real producido preferentemente a la puesta del sol bajo particulares condiciones atmosféricas: cielos limpísimos, sin nubes en el horizonte, a ser posible en el mar y en días de calma de otoño e invierno.

Algunas veces, muy pocas, cuando el rojo disco solar está a punto de ocultarse, el extremo final del astro súbitamente cambia de color y durante apenas un segundo se torna verde intenso antes de desaparecer. El propio Julio Verne lo describe como

«…un verde que ningún artista podría jamás obtener en su paleta, un verde del cual ni los variados tintes de la vegetación ni los tonos del más limpio mar podrían nunca producir un igual. ¡Si hay un verde en el Paraíso, no puede ser salvo de este tono, que muy seguramente, es el verdadero verde de la Esperanza!»

En ese momento sientes una mezcla de alegría y asombro, sabedor del privilegio de haber observado tan extraño fenómeno. Y si a tu lado tienes a alguien a quien amas, las penumbras del momento te ayudan a hacer aún más intenso el instante.

Científicamente el fenómeno no tiene misterio. Está producido por la refracción de la luz al atravesar la atmósfera. Actuando como un prisma, los rayos de alta frecuencia (verdes y azules) permanecen visibles en la parte superior del sol mientras que los rayos de baja frecuencia (rojos y naranjas) quedan ocultos por el horizonte.

Pero anímicamente me dice mucho. Me recuerda que, como afirmaba el inmortal Mario Benedetti en su poema No te rindas,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma

Aún hay vida en tus sueños.

Foto: Andy Young / Wikipedia

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Los Reyes Magos no encuentran la estrella de Navidad

Esto de ser Rey Mago es cada año más difícil, y no me refiero a los esfuerzos económicos que tal labor conlleva. Hace 2012 años, año más, año menos, los cielos nocturnos reventaban de estrellas. Hasta se decía entonces que los astros estaban engarzados en esferas de cristal cuyo giro producía un sonido mágico.

Pero esa música celestial ha desaparecido, como también han desaparecido las propias estrellas. Y si no, hagan la prueba y miren esta noche el cielo ¿cuántas pueden ver? Si viven en una ciudad reconocerán con suerte al luminoso Sirius, nuestro particular faro del Universo. La contaminación lumínica nos ha arrebatado en apenas unas pocas décadas el espectáculo más impresionante de todos, los cielos estrellados. Ha condenado así a los Reyes Magos a vagar de centro comercial en centro comercial, desorientados, incapaces de dar con el cometa que les señale el camino hacia nuestras ilusiones navideñas.

¿Tiene sentido seguir derrochando electricidad en estas fiestas? Si lo hacemos para animar el consumo ¿por qué no se apagan las luces cuando cierran los comercios? Si añadimos una gran iluminación extra en calles habitualmente bien iluminadas ¿por qué no apagamos mientras tanto las farolas? Si es para celebrar la Navidad ¿por qué no se encienden sólo durante las fiestas?

El problema no es sólo de estas fechas. España es, junto con Italia y Portugal, el país más derrochador en iluminación de toda Europa. Y de nuestras ciudades, las mediterráneas como Valencia, Alicante o Murcia tienen el récord. Su contaminación lumínica es hasta tres veces más intensa que la de Madrid o Barcelona. ¿Alguna explicación lógica? Tan sólo el gusto por el despilfarro.

Hemos rodeado la vida nocturna de farolas de todo tipo, paradójicas compañeras de nuestros sueños e insomnios. ¿Cuanta más luz más seguridad? Pues tampoco. Esa iluminación extra también ayuda mucho a los cacos a robar en tiempo récord.

El problema es que ya no valoramos lo auténticamente bueno, el silencio, las estrellas, el aire puro. No escuchamos a poetas como Jacint Verdaguer, quien decía sabiamente:

«La llum del dia és per mirar la terra;

la de la nit, per contemplar lo cel”.

He tomado este precioso poema de la página de la Asociación contra la Contaminación Lumínica Cel Fosc, cuyos miembros luchan desde hace años por lograr que la cordura y las estrellas regresen a nuestra vida.

Porque hay otra manera de encender la noche, seamos eficientes, iluminemos nuestra vida.

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Tarda tres años en recorrer 21 kilómetros por Marte

Marte es un planeta más pequeño que la Tierra. Y al tener menor densidad, allí las cosas pesan un tercio menos que aquí. Máxima ligereza. Sin embargo el tiempo pasa a un ritmo semejante al nuestro, pues un año dura 687 días terrestres o 668 días marcianos (denominados técnicamente sols). Claro que una cosa es el tiempo y otra muy diferente los tiempos.

La imagen en blanco y negro que ilustra este post procede de la cámara de navegación del vehículo de exploración marciana Opportunity. En ella vemos la vista captada el día antes de que el vehículo, que había salido del cráter Victoria, llegara al borde del cráter Endeavour.

Fue el final de un largo viaje en el tiempo, aunque no en el espacio. La distancia entre ambos puntos es de tan sólo 21 kilómetros, pero el aparato ha necesitado tres años enteros para recorrerlos. Propulsado por placas solares, descontando atascos en arena y averías, su velocidad máxima fue de 30-50 metros diarios. A eso se llama darse un paseo tranquilo. La envidia del Movimiento Slow.

Los amigos de la ciencia verán en esta cabalgada marciana un filón de conocimientos. Yo prefiero verlo desde una perspectiva más sentimental. Miro esas desoladas planicies de arena e instintivamente las relaciono con mis paisajes de Fuerteventura, con los arenosos tableros rematados por onduladas montañas tan semejantes a los del cercano desierto del Sáhara. La memoria te juega a veces estas travesuras. Reconocer lo irreconocible. Como cuando llegas a una ciudad por vez primera y el rincón de una calle se te antoja gemelo al de alguna de la tuya ¿Nos os pasa a vosotros lo mismo?

Increíble. Planeta Marte. A 100 millones de kilómetros de distancia de la Tierra. Atmósfera irrespirable. Temperaturas medias de -55 grados centígrados. Gigantescas tormentas de arena con vientos huracanados.  Y nos parece un lugar conocido, incluso agradable para pasear.

Y sin embargo, cuánto daríamos por poder caminar por esas soledades donde hasta nuestros robots se toman la vida útil de sus baterías con tranquilidad marciana. Donde no hay prisas ni empujones pues no hay ningún lugar de donde venir ni a donde llegar. Con esta imagen en la cabeza ¿quién se mete ahora en el metro?


Este vídeo de la NASA selecciona 309 de los miles de fotografías de la superficie de Marte realizadas por el robot Opportunity desde septiembre de 2008 hasta agosto de 2011. ¿Os recuerda algún sitio conocido?

. Visto en Amazings. Crédito foto: NASA / JPL-Caltech

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No te pierdas el eclipse de luna de este miércoles

Esta vez no hay excusa. Cielos despejados, buena temperatura y un impresionante eclipse lunar que podremos disfrutar todos los españoles mañana miércoles 15 de junio justo en el momento de la salida del bello astro por el horizonte. No es necesario buscar lugares oscuros alejados de la fatídica contaminación lumínica. Cualquier lugar es bueno para verlo. Sólo nos hacen falta ganas y un horizonte despejado hacia el Este.

La fase total comenzará justo sobre el horizonte, y mientras la Luna vaya ganando en altura se podrá disfrutar del gran espectáculo de ver el lento avance de la fase parcial. En Tenerife el eclipse tiene premio especial, pues la sombra del Teide apuntará directamente a la Luna eclipsada en una alineación «casi perfecta», según ha informado el Instituto Astrofísico de Canarias, y que podrá seguirse on line.

Como todos sabéis, el eclipse de Luna total se produce debido a que la Tierra se interpone por espacio de algo menos de dos horas entre el Sol y la Luna llena, oscureciéndola con su sombra.

Sin embargo, no es este eclipse algo inusual. En apenas un mes se registrarán en el planeta tres eclipses, dos de Sol y éste de Luna, aunque los solares sólo serán visibles desde el Ártico y la Antártida. En un año pueden darse un mínimo de 2 y un máximo de 7, siendo el promedio de 4.

Os dejo a continuación los horarios del eclipse en Tiempo Universal, de acuerdo con la información facilitada por AstroEduca. Para calcular la hora local peninsular se debe sumar dos horas y para el horario canario tan sólo una hora:

Comienzo fase penumbral: 17:24:34 UT (no visible en España)

Comienzo fase parcial: 18:22:56 UT (no visible en España)

Comienzo fase total: 19:22:30 UT (no visible en Canarias)

Fase central totalidad: 20:12:37 UT (visible en España)

Fin fase total: 21:02:42 UT (visible en España)

Fin fase parcial: 22:02:15 UT (visible en España)

Fin fase penumbral: 23:00:45 UT (visible en España)

Yo lo veré con la familia en un lugar maravilloso, las dunas de Corralejo, en Fuerteventura, frente a la isla de Lobos. ¿Desde dónde lo verás tú?

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