La popular bloguera Isabel Llano, más conocida como Isasaweis, con más de 1.200.000 seguidores en sus redes sociales, recogió el pasado sábado en BioCultura el galardón como primera embajadora de la sostenibilidad FSC y MSC. Como ya sabéis la mayoría, ambas ONG certifican en todo el mundo que los productos forestales y marinos que consumimos sean sostenibles, y sus responsables han valorado muy positivamente la apuesta de la comunicadora por promover un consumo responsable preocupado por el origen de los productos adquiridos.
“Las ecoetiquetas de FSC y MSC garantizan unos bosques y océanos bien cuidados seleccionando los productos que apuestan por ellas y con los que los consumidores podemos ayudar a conseguir un futuro más sostenible para todos”,
aseguró Isasaweis durante su visita al stand de las dos organizaciones en BioCultura Madrid, la feria de productos ecológicos y consumo responsable más importante del estado español en la que han participado más de 700 expositores y ha recibido la visita de casi 80.000 personas.
La verdad es que ha sido un placer conocer a Isasaweis, a quien en mi calidad de responsable de comunicación de FSC España tuve el honor de invitar a BioCultura.
Bloguera en 20 Minutos y por lo tanto también compañera, desde el minuto uno aceptó una propuesta que no lleva aparejado ningún beneficio económico, pero cuya filosofía va mucho con su manera de pensar. Promover un consumo respetuoso que ayude a mejorar nuestro entorno y nuestra vida.
Al igual que Isasaweis, cientos de personas se acercaron al stand de ambas ONG para fotografiarse en un divertido croma, eligiendo fondos de bosques y océanos como apoyo al consumo responsable de productos forestales y marinos. Tanto ella como yo coincidimos en que el consumo del siglo XXI debe ser sostenible. Un reto que está siendo impulsado por los nuevos consumidores, aquellos que miramos con detalle las etiquetas de todo lo que compramos seleccionando cercanía y sostenibilidad. Buscando que las personas que los producen tengan sueldos dignos y no se explote a niños. Que para su elaboración se busque lograr el menor impacto ambiental posible.
¿Ciencia ficción? Nada de eso. BioCultura es precisamente un escaparate excelente de esta nueva economía emergente, sensible, ecológica e inteligente. Es verdad que con precios algo más caros que los estándares industrializados, pero allí no se veía pijos con pasta, todo lo contrario.
Este nuevo consumidor es pura clase media, sólo que su compromiso les hace preferir unas buenas hortalizas de huertas cercanas a comprar comida basura y luego gastarse fortunas en caprichos tontos. Mujeres y hombres inteligentes que prefieren invertir sus reducidos ingresos económicos en alimentación de calidad, sostenibilidad, artesanía o bioconstrucción. No son una minoría, son la avanzadilla.
De hecho, las grandes compañías empiezan también poco a poco a apostar por este nuevo consumidor emergente del siglo XXI. Por allí pasaron responsables de El Corte Inglés y hasta MacDonald’s, motivados cada vez más porque sus productos incorporen ecoetiquetas de sostenibilidad incluso en los envoltorios utilizados, que eligen proveedores cercanos y se interesan por los productos ecológicos.
Son nuevos tiempos, como también pude comprobar personalmente en una charla que di en BioCultura a ecoblogueros, muchos de ellos veganos. Sala llena y muchas coincidencias en nuestra forma de pensar y comunicar todas estas novedades a la sociedad.
Sin duda es el cambio necesario. Mientras algunos nos prometen la Luna, por suerte hay cada vez más personas que tratan de garantizamos la Tierra.
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Cuando Isasa me de la mita de lo que gana, quizás hablemos de comprar productos sostenibles, como yo más …muchísima más gente que con lo que tiene gracias da de poder comprar comida, sea o no sostenible.
Mucho se habla estos días de la pobreza energética, pero también debería hablarse de la alimentaria, no me refiero solo a quienes no tienen ni para comer, sino a quienes aun teniendo ingresos, no son los suficientes como para «comprar sostenible»
Y no me vengas con milongas de que los productos de temporada, que si comprar en tal sitio o en tal estación del año, etc.etc.
Me sé todos los consejos sobre comprar sostenible, ecológico, etc.etc… pero desgraciadamente en este país, solo por ponerles esa «etiqueta» ya le ponen precios mayores.
Y los que tenemos familia que alimentar, si un kilo de pepinos «normales» me cuesta digamos 50 céntimos, y un kilo de «pepinos sostenibles» me cuesta 2 euros, lógico lo que voy a comprar….los primeros
Tanto buenrrollismo no siempre funciona.
18 noviembre 2016 | 14:00
Hola Dice Ser Vaya
Sí quiero confirmarte que a menudo los productos etiquetados FSC no son más caros que los que no están etiquetados, aunque sí en ocasiones.
La razón de no ser más caros es que si el fabricante compra mucha materia prima puede asumir el posible margen de compra más reducidio al ser el precio de compra más alto, es decir no simempre se traslada al consumidor final.
La razón de que la materia prima sea más cara y en ocasiones sí se traslade el aumento de precio al consumidor, tiene que ver no tanto con el coste de la certificación (evaluación por tercera parte) como por los compromisos que los productores deben asumir y demostrar, que tienen que ver con requisitos sociales y medioambientales. Esa es la diferencia con una producción convencional.
Entiendo tu planteamiento, cuando hablas de la comida, sí que los productos ecológicos son más caros. Supongo que el margen sigue siendo mucho mayor en españa que en otros países de nuestro entorno, y eso que se exporta muchísimo desde aquí. Es una pena que no sea más accesible no solo por precio también por falta de distribución.
18 noviembre 2016 | 14:25
Enhorabuena a Isasaweis por el galardón y a los organizadores de BioCultura por ofrecernos la oportunidad de conocer nuevos productos, marcas, distribuidores, tendencias,… y sobre todo, por la posibilidad de saludar a compañeros y amigos del sector http://www.ecocosmetica.es/
22 noviembre 2016 | 12:22