Sí. Ya sé que los carnavales más famosos de Canarias (y del mundo) son los de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, pero este año yo me he venido a disfrutar los de la isla de El Hierro. Y sobre todo, a divertirme de lo lindo con una fiesta carnavalera prácticamente desconocida incluso para los propios canarios: los carneros de Tigaday. Pura tradición y espectáculo.
Primero ponte en situación. Estamos en la isla del Meridiano, durante siglos considerada el extremo más al oeste de todo el mar conocido hasta que, en 1884, los británicos se lo llevaron a Greenwich como nuevo meridiano origen.
Y estamos en Tigaday, núcleo principal de El Golfo, en el municipio norteño de La Frontera, uno de los tres con los que cuenta esta pequeña isla de apenas 10.000 habitantes.
¿Y los carneros? Pues es nutrido rebaño de jóvenes ataviados como tales (lanosas zaleas de oveja y potentes cornamentas de ovinos machos), con ruidosos cencerros atados a la cintura y la cara y brazos tiznados de negro, empeñados en locas carreras persecutorias con la aviesa intención, no sólo de asustar, sino muy especialmente de atrapar al personal y ponerle la cara tan negra como la suya. Están dirigidos por peculiares pastores y por «el Loco», personaje desagradable donde lo haya.
Originariamente salían disfrazados de carneros los pastores del centro y sur de la isla, quienes siguiendo una antigua costumbre, se mudaban en invierno con familia y pertenencias a El Golfo. Allí realizaban labores agrícolas como cavar y podar las viñas, pues además de ganaderos eran agricultores y vivían siempre a caballo entre dos pueblos (y dos casas), al norte y al sur del pico de Malpaso. Era la muda o mudada, un curioso modelo de seminomadismo canario.
Se supone que toda esta singular fiesta, como otras parecidas manifestaciones culturales del cada vez más olvidado Carnaval tradicional español, está inspirada en el semi-dios romano Fauno y en un pasado ganadero. También, se supone, el objetivo inconsciente de estas persecuciones, capturas y embadurnados violentos sería fertilizar simbólicamente a las jóvenes muchachas y virilizar a los muchachos.
Eso dicen lo expertos, pero yo sólo sé que, sin ser ni las unas ni los otros, he acabado más tiznado que una sartén. Hoy martes de Carnaval repiten la fechoría. ¿Te apuntas?
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Euskadi ,Avila ,Doñana y ahora la Isla del Hierro.Y luego vamos de ecologista…
¿No habrás viajado en patera verdad?
09 febrero 2016 | 11:53
Que tiene que ver la noticia con ser ecologista o no o viajar en patera o no? Eres muy tonto, comentario nº 1……
09 febrero 2016 | 16:01
¿También hay censura aquí??? vaya, vaya…
10 febrero 2016 | 13:04