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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

El increíble viaje de un vencejo pekinés supera a Marco Polo

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Durante siglos hemos estado fascinados por los vencejos, esas gritonas aves de nunca parar, capaces de comer, copular y hasta dormir en el cielo. Sin duda el ave más común y desconocida de nuestra fauna.

Gracias a las nuevas tecnologías, esa fascinación se está tornando en absoluto asombro científico. Como ya os conté en otro post,  Goyeneche, un joven vencejo común nacido en 2012 en Madrid, viajó hasta Uganda y Tanzania, cerca del lago Victoria, para meses después seguir hasta Kenia, cerca de la isla de Zanzíbar, a 6.000 kilómetros de su nido. La vuelta la hizo pasando por la República Democrática del Congo, la costa de Camerún e incluso una zona de alta mar cerca de la costa de Liberia. En menos de diez meses realizó un viaje de más de 20.000 kilómetros antes de regresar a Madrid… y todo ello sin detenerse a descansar o dormir.

Pero hasta en esto nos gana China. Un estudio ha revelado que los vencejos de Pekín (Apus apus pekinensis) que crían en su turístico Palacio de Verano viajan más de 13. 000 kilómetros, solo de ida, para pasar el invierno en el sur de África antes de retornar al país asiático la primavera siguiente, lo que sumaría alrededor de 26.000 kilómetros en su periplo migratorio anual. Visto así, Marco Polo queda como un aprendiz de viajero.

Según explica SEO/BirdLife a través de un comunicado, esto significa que, en su tiempo de vida, de media esta subespecie oriental del vencejo común  cubrirá una distancia migratoria mayor de 180.000 kilómetros, cerca de la mitad de distancia desde la Tierra a la Luna. La información ha sido publicada por el portal británico Rare Bird Alert, especializado en la divulgación de rarezas y otros aspectos fascinantes de las aves.

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Esta emblemática ave no forma parte de la avifauna china de este impresionante palacio, declarado Patrimonio de la Humanidad, desde siempre, aunque casi. Con emperadores aficionados a la ornitología, a todo lo que fuera el estudio de la naturaleza, se sabe que las primeras parejas empezaron a criar en los huecos de las casas de la ciudad de Pekín a partir del año 1417, hace ahora seis siglos.

Concluida la reproducción, el vencejo pequinés emprende un largo viaje rumbo a África a finales de julio, tomando una ruta que inicia primeramente en dirección oeste-noroeste en el interior de Mongolia. Desde allí pasa al norte de las montañas Tianshan. Después toma rumbo al sur a través de Irán y Arabia central hacia África tropical, antes de emplear tres meses en invierno en Namibia y Cabo Occidental, en el extremo sudafricano.

El viaje de retorno de los vencejos se realiza en febrero, siguiendo una ruta similar, para alcanzar Pekín a mediados de abril en un viaje que atraviesa unas 20 fronteras nacionales. Impresionante.

Como ocurre en muchas otras partes del mundo con su primo, el vencejo común (Apus apus), las poblaciones de vencejos de Pekín han descendido de manera dramática (el 60% en los últimos 30 años, según un investigador pequinés). Comprender sus movimientos ayudará a científicos y conservacionistas a averiguar las razones del declive y a llevar a cabo medidas que ayuden a la especie. Pero sobre todo, a admirarlos aún más.

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Os dejo aquí el mapa con el periplo del vencejo madrileño Goyeneche. Equipado con un geolocalizador de 0,6 gramos, fue marcado en Madrid en 2012 y viajó más de 9.000 kilómetros en tan sólo dos meses. Gracias a él, por primera vez empezamos a saber dónde invernan los vencejos españoles.

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2 comentarios

  1. Dice ser telephone gay

    Complimenti sinceri per il tuo blog, è un vero piacere per navigare. Soprattutto continuate così. Grazie per questa bellissima condivisione.
    Buona fortuna!

    10 junio 2015 | 12:58

  2. Dice ser Asp.

    Viajan más muchos de los que van de ecologistas por la vida.Utilizando normalmente avión,tren, coche y autobús o barco.Y utilizando normalmente combustibles fósiles de esos que ensucian y contaminan la atmósfera.Al lado de esos, los viajes de los vencejos son un chiste.
    Que nos lo cuente César Javier Palacios que se jacta de viajar constantemente, y no en patera precisamente.

    10 junio 2015 | 18:46

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