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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

600 millas buscando chapapote entre delfines y pardelas

La Crónica Verde

Acabo de pasar cuatro días seguidos navegando por la costa de Gran Canaria en una patrullera de la Guardia Civil. Ha sido una experiencia dura pero extraordinaria. Al final hemos recorrido más de 600 millas por un mar increíble trufado de pardelas, delfines, ballenas y tortugas. Un extraordinario paraíso en peligro.

Como os conté la semana pasada, formo parte del equipo de especialistas de SEO/BirdLife que evalúa el impacto ambiental del vertido provocado tras el hundimiento del pesquero ruso Oleg Naydenov a 24 kilómetros al sur de Maspalomas. Desde el 14 de abril en que se fue a pique está liberando las más de 1.400 toneladas de tóxico fuel de sus depósitos.

Guardia Civil

Cuando llegas a la Zona Cero, en plena alta mar, ya no se ve chapapote, pero un fuerte olor a refinería te aprieta la nariz y sobrecoge el corazón. Lo peor, el veneno, está por debajo, a casi 4 kilómetros de profundidad. Ese olor es la punta de un iceberg que poco a poco emponzoñará uno de los espacios naturales más valiosos de la Unión Europea. Porque el desastre nos ha permitido hacer un descubrimiento increíble. El lugar es espectacular.

Para que os hagáis una idea, en un sólo día y a una velocidad superior a los 7 nudos, lo que impide ver con detenimiento los detalles, puede contabilizar 34 tortugas bobas, 56 delfines comunes, 24 delfines moteados, 4 delfines mulares, 3 petreles de Bulwer y cuatro págalos grandes, junto con más de 500 pardelas cenicientas. Al día siguiente aparecieron 5 calderones tropicales y dos días antes se vieron dos rorcuales tropicales. Para que luego vayamos a delfinarios con animales cautivos.

Han sido días de intensa camaradería con guardias civiles (del SEPRONA y de las patrulleras) entregados a la defensa del medio ambiente, preocupados tanto o más que un ecologista; seguramente más, pues ellos añaden a su interés particular la profesionalidad propia de personas muy entregadas a una causa, la defensa de la naturaleza, que sigue causando todavía demasiada extrañeza en una sociedad obcecada en el día a día y poco responsable con el futuro.

He llegado a casa quemado por el sol, con los ojos rojos del salitre y un bamboleo marinero que tardará aún varios días en irse, pero me traigo dos regalos y dos preocupaciones.

  • Regalos: el descubrimiento de una zona marina de incalculable valor y el de un colectivo militar en quien confiar y admirar.
  • Preocupaciones: el impacto invisible de la contaminación del pesquero ruso y el potencial de las decenas de petroleros que pasaban por esa misma zona con las bodegas repletas de tóxico crudo.

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4 comentarios

  1. Dice ser Asdf

    Enhorabuena por esa experiencia y por contarnos como están las cosas sobre el terreno.

    Mi admiración más sincera por las personas con vocación que se ocupan de salvaguardar el medio ambiente.

    La verdad es que es espectacular la labor de la Guardia Civil

    08 mayo 2015 | 12:28

  2. Dice ser José Luis Reyes Criado

    ¡ESE VERTIDO NO ES DAÑINO!
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    …Coincido con usted, querido César-Javier, en que el hundimiento del pesquero ruso Oleg Naydenov ha sido un verdadero drama. Dios ha castigado a quienes, en su día, se opusieron a las prospecciones de Repsol con el hundimiento en Canarias de un pesquero lleno de fuel. Usted pensará que esto ha sido una casualidad. Sin embargo, los que creemos en Dios pensamos de distinta manera. Dios castiga a quienes tienen la osadía de ir en contra de su voluntad, en contra de las bondades que ofrece la Naturaleza.
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    …Recuerde si no, el pasaje bíblico (1 Cr 21.1-14) donde Jesús castigó la osadía del rey David –que había mandado contar a todos sus súbditos en edad militar– enviando una enfermedad grave al pueblo de Israel. Murieron 70.000 personas. De aquí debemos de extraer la enseñanza de que nadie está por encima de la Naturaleza, que es Dios, ni ha de rechazar los bienes terrenos que el Todopoderoso nos regala. En este caso el petroleo. Porque, en caso contrario, puede ocurrir un accidente como este.
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    …Afortunadamente, ese fuel no está ocasionando ningún desastre ecológico severo. Dios aprieta pero no ahoga. Según estudios oficiales, las especies marinas maspalomeñas no se han visto afectadas por el vertido y, si me apura, hasta el agua de la zona ha ganado una estupenda tonalidad moteada, que atrae a más turistas y a más pintores deseosos de retratar sus aguas en sus lienzos. Lo cual es siempre una buena noticia para quienes viven del comercio en Canarias.
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    …Otra buena noticia es que tampoco ha llegado el fuel a las playas de Maspalomas, sólo el llamado “rebufo”, es decir, la tinta del fuel, que, como usted bien sabe, no es tóxica. Ennegrece temporalmente el agua sí, pero a cambio obliga a los bancos de sardinas a acercarse a la costa, facilitando así su pesca por los faenadores canarios. Esto también redunda positivamente en la economía lugareña y crea más puestos de trabajo. ¡Ay, amigo mío, mire por donde lo mire, el petroleo siempre resulta ventajoso! ¡Hasta un accidente de fuel como éste nos está dando beneficios!
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    …Ojalá esa mancha de fuel no se disperse nunca. Con ella todo son regalos, empleo, turismo y crecimiento económico. (¡Otro cupón premiado para Canarias, amigo César-Javier!) Si bien es verdad que, mientras dure, deberíamos de trasladar toda esa fauna marina que usted ha visto a una piscifactoría. Tortugas, delfines, petreles, págalos, pardelas, rorcuales, chinchines, etc. De esa forma, quedaría más protegida y la gente podría disfrutar de ella por muy poco dinero.

    09 mayo 2015 | 01:32

  3. Dice ser Jorge amarillas

    Se van a cargar la naturaleza y el turismo, buen reportaje.

    11 mayo 2015 | 17:22

  4. Dice ser lina quesada

    Estupendo artículo y enhorabuena por transmitir valores ecológicos. Cada fin de semana hago rutas de senderismo por Andalucía. Se pueden encontrar restos de latas, papeles, bolsas de bocadillos, bolsas de chucherías, a lo largo de cualquier paraje natural, siento cada vez más desprecio por las personas que no va a estos lugares a contemplar la belleza o hacer deporte, sino a comer y beber, a pasar un domingo barato en un sitio bonito y dejando su desastroza huella allá donde van. ¿en qué se ha convertido la especie humana?

    12 mayo 2015 | 15:08

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