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La sardina ibérica está en peligro de extinción

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© EFE

Desde Santurce a Bilbao podrás lucir todo lo que quieras la pantorrilla, pero gritar como nos invita la famosa canción “¡quién compra sardinas frescas!” es cada vez más difícil en el Cantábrico. Porque apenas quedan. Parece mentira, pero la popular, humilde y sanísima sardina ibérica está en peligro de extinción.

La culpa no la tiene ni el cambio climático ni la contaminación, sino nuestro insaciable afán depredador. Se nos ha ido la mano. Pescadas compulsivamente por encima de la capacidad de la especie para reponerse, estamos llegando a un punto de no retorno. O se toma una decisión urgente limitando sus capturas, o las ricas sardinitas que comamos en el norte serán francesas o marroquíes hasta que también allí empiecen a escasear, pero nunca más portuguesas, gallegas, asturianas, cántabras o vascas.

Muchos científicos piensan que aunque dejáramos ahora mismo de pescarlas, no hay ninguna garantía de que la sardina vuelva a recuperar su área de distribución histórica en España y Portugal. En California pasó algo parecido a mediados del siglo pasado y han hecho falta 25 años de veda para alcanzar unas poblaciones aceptables. Si se decidiera hacer algo parecido en España, dejar de pescarlas, sería un desastre gastronómico pero, ante todo, una tragedia para las miles de familias de pescadores que viven de una pesca que este año ya ha limitado sus capturas a un 55% menos que en 2013 y cerrado los caladeros en septiembre. Aún así no es suficiente.

Frente a ello, los arrantxales vascos las están pescando ahora más que nunca, pero en Francia y como alternativa a un bonito del Norte cada vez más escaso. Y no lo hacen para llevarlas a nuestras sartenes, ávidas de pescado azul. En su mayor parte, las ricas sardinas terminan hechas puré como alimento para atunes en las granjas de engorde del Mediterráneo. De locos.

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8 comentarios

  1. Dice ser los dalton

    Cesar Javier Palacios, ya te vale, como si en el resto del Cantábrico los pescadores de Asturias y Cantabria, no hubieran pescado nunca sardinas, de chiste vamos.
    Ya has metido la cuñita erronea de que las sardinas son «gallegas y vascas» ya te vale.
    Pasáte por el puerto de Aviles y veras cantidad de piratas gallegos atracados en el puerto con sus arrastreros de mierda majete, mientras los pescadores asturianos y cantabros respetan las vedas, los gallegos aprovechan cuando los barcos están en tierra para esquilmar NUESTROS caladeros.

    12 diciembre 2014 | 11:03

  2. Dice ser cabracho

    Parece ser que la anchoa se está recuperando. Que dejen de pescar ya, no hay otra.

    12 diciembre 2014 | 11:39

  3. Los Dalton tiene toda la razón, la sardina ibérica es portuguesa, gallega, asturiana, cántabra y vasca. Lo he añadido al texto por si había alguna duda.

    12 diciembre 2014 | 11:39

  4. Dice ser Postpucio

    De aquí a un par de semanas, habrá doblado su precio en las pescaderías. Eso es lo que se busca verdad?

    12 diciembre 2014 | 11:41

  5. Dice ser ferrantt

    Tanto la sardina ibérica como la almeja ibérica están en franca, y al parecer irreversible, extinción, pero están siendo sustituidas muy rápidamente por la sardina africana y la almeja africana.

    12 diciembre 2014 | 14:51

  6. Dice ser Antonio Larrosa

    ¿Y no se pueden sustituir las sardinas por chorizos? ¡Ah, no que los chorizos no están bajo el agua.!

    Clica sobre mi nombre

    12 diciembre 2014 | 14:53

  7. Dice ser Matías Regodón Jiménez

    LA SARDINA IBÉRICA, EN CRISIS
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    …Hasta ahí podíamos llegar pero es cierto. La sardina –nuestra sardina ibérica– está en crisis, querido César. Aunque, de momento, yo no diría que en peligro de extinción. Por supuesto, no me refiero a la sardina que se espeta cada verano en las playas del Mediterráneo (un alimento que siempre será prescindible por la sardina en aceite… ¡y será por latas!), sino a la otra sardina. Sí, a la que cuelga del arco del triunfo del varón ibérico, cuyo esperma cada vez resulta más defectuoso para fecundar a la hembra.
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    …Recientes estudios han demostrado que el 60% de los jóvenes españoles tienen el esperma endeble. De ellos, son los barceloneses quienes poseen el peor líquido lechoso del mundo. El de los coruñeses se muestra de mayor calidad. Esto ya nos da por sí solo un dato muy revelador. La sardina ibérica es muy aprensiva a la realidad socioeconómica del país. A peores políticas regionales, peores caldos sardineros, que suelen aguarse mucho ante la inestabilidad, el desempleo y, por supuesto, los retos soberanistas. Según las encuestas, la sardina catalana se retrae en su concha cuando aparece por la Rambla la bandera cuatribarra. Qué le vamos a hacer…
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    …Sin embargo nuestra sardina ibérica (la “pilchardus”) tampoco está mejor. Un sexólogo considera menesteroso a un ciudadano con menos de 20 millones de espermatozoides/ml en su sardina. Lo cual quiere decir que el 60% de los jóvenes de este país son pobres de cojones. Otros factores negativos, además del político, son la diabetes, la impotencia, la eyaculación retrógrada (cuidado con los experimentos chántricos, señores), los hábitos de vida poco saludables y las malas praxis.
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    …Le recuerdo, querido César, que para que su sardina esté en forma es necesario que cumpla una serie de requisitos importantes. A saber: 1º) Ingerir abundantes alimentos ricos en antioxidantes como naranjas, pimientos, frutos secos, cereales y el tan denostado aceite vegetal. 2º) Tomar suficiente zinc para aumentar el nivel de testosterona. Y dirá usted: “¡ostras!”, pues sí ostras, pero también mariscos y carnes (y aquí vale la de caza mayor y la taurina. Muy rico el filete de añojo). 3º) Aumentar los niveles de ácido fólico a base de buenos pucheros (legumbres) y tercias de birra (levadura de cerveza). Y 4º) Incrementar el calcio y la vitamina D. Es decir, lo evidente: beber mucha leche y comer mucho huevo y pescado azul. Y ahí lo dejo, no sea que alguno se anime más de la cuenta con la sardina ajena. Que en siendo sardina, cualquier gato se anima.
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    …Pero como no sólo por la boca muere el pez, sino también por la cola, aquí le dejo algunos consejillos para mantener la buena salud de su sardina. 1º) Practicar deporte sin excesos. O sea, practicar footing prealmuerzo o también llamado footing de mantel, que es el practicado camino de casa después de trabajar. 2º) Evitar la ropa ajustada, los apretones, las fricciones, son peligrosos. Recuerde el refrán: “Se le aplastó el mero dentro de un vaquero”. 3º) Cuidado con el agua caliente. “Del agua caliente, los huevos escalfados”. 4º) Evitar el estrés. Mejor no trabajar. Aquí es fundamental el factor suerte (herencias, loterias,…). Y 5º) Practicar sexo con frecuencia. Con o sin pareja. Contradiga aquello de “Más vale un polvo al año, que cien pajas en el baño”. A falta de pareja, el solitario mantendrá sana la “solitaria”.
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    …Con estos consejillos la sardina saldrá pronto de la crisis. Y no sea malfario, hombre…

    13 diciembre 2014 | 01:04

  8. Dice ser javi

    Estoy de acuerdo con que existe un afán depredador en nuestros mares que esta amenazando las especies, Todo ello promovido por el animo de lucro y la falta de control. Dicho esto, creo que hay que distinguir muy bien entre la industria pesquera y el pescador de a pie con su caña en la mano, este ultimo muchas veces mirado con prejuicios y metido en el mismo saco.
    Ver un pescador con su caña que se pasa las horas para poder conseguir unas pocas capturas si se da bien el día, y compararlo con las imágenes de los grandes buques pesqueros, sacando peces por miles y a toneladas no admite comparación. Soy pescador deportivo y me duele la vista al mirar esas imágenes que dan la sensación de ser totalmente desmedidas. Cuidemos nuestros mares

    19 diciembre 2014 | 14:06

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