Elisa fue víctima de violencia de género… en el gallinero, pues es una gallina.
Al principio todo iba bien. Estaban solos el gallo y ella, estupendamente cuidados en el jardín de mis amigos, mucho terreno para explorar en un pequeño pueblo de la isla de Fuerteventura. Vivían un idilio, alternando momentos locos de cópulas desenfrenadas con otros más plácidos aprovechados para poner algún que otro huevo, no muchos. Los suficientes para justificar el pienso.
Pero un buen día aparecieron Michelle y las otras tres nuevas. El gallo quedó deslumbrado con las recién llegadas de un gallinero vecino al que su dueña había dado cerrojazo. Y Elisa fue automáticamente repudiada, apartada de su pareja y del resto del grupo.
El pobre animal cayó en una terrible depresión. Se quedaba de espaldas a todos, mirando embobada la pared. Triste. No contentas con ello, las otras cuatro la picoteaban inmisericordes. Hasta que un día Elisa tomó una decisión trascendental. Abandonó el gallinero y se fue a vivir a la huerta. ¡Bendito cambio! Ha vuelto a recuperar la alegría. Mejor sola que mal acompañada.
Todas las noches se encarama sobre la malla del techo del pequeño invernadero y allí descansa plácidamente como si durmiera recostada en una hamaca. Cuando alguna vez el gallo se acerca a ella, orgullosa, lo desprecia.
Sus dueños están felices con el cambio. Aunque han perdido una ponedora han ganado una mascota. Sí, no te extrañes. Elisa es ahora una más de la familia. Le encanta el tomate y la corteza de ese buen queso de cabra que nunca falta en la casa.
Es verdad que algunas veces se pasa de confianzuda y hay que invitarla a salir del salón, no lo vaya a poner todo perdido, pero a mis amigos les merece la pena aunque ella no les pague con una sonrisa pues ¿pueden sonreír las gallinas?
—
En la foto la gallina Elisa junto a los pies de su dueña, esperando alguna corteza de queso majorero.
—
Otras entradas relacionadas:
No está en buenas manos. Los mismos que han adoptado a las cuatro contrincantes son los que han destruído su vida sentimental.
13 diciembre 2013 | 01:58
vaya forma de colar la marca «violencia de genero» en todo. De verdad que es patetico lo que estoy viendo todos los dias. Menudo pais de borregos
13 diciembre 2013 | 06:30
y por qué es violencia de género que las cuatro gallinas recién llegadas la picoteen?
13 diciembre 2013 | 07:50
Otra muestra más de que miembros y simpatizantes del lobby mafioso-anormal, están desquiciad@s.
13 diciembre 2013 | 08:11
Cuantas vueltas se le dan a las cosas.
Hace un post graciosete y hay que criticarle también por el uso de un término…
Es que le pegáis muchas vueltas a todo. Desde luego tenéis la idea preconcebida del autor del blog y ya os da igual lo que escriba, se ve que tenéis que entrar a escupir bilis y para poder dormir.
Yo a veces estoy de acuerdo con lo que escribe, en ocasiones no, pero criticar este post, ya me parece demencial.
En fín, seguro que sois de los que entráis cuando hay una discusión acerca del rechazo a los toros o la caza, le ponéis a parir y a partir de entonces le metéis en vuestra lista negra de enemigos acérrimos, sin entrar a razonar antes, o simplemente respetar que hay gente que no pensamos como vosotros.
Disfrutad de vuestra infelicidad…
Felicitaciones por el blog al autor.
13 diciembre 2013 | 09:09
1. Él solo la ha apartado de su vida, las que ejercian la violencia eran de su mismo genero por lo que es Bulling como mucho (habria que mirar un termino para el mundo animal) y no violencia de genero.
2. Gallina que no pone caldo de pollo a la vista.. Asi que la «orgullosa» es posible que sea desplumada en breves.
3. Se ve que incluso en la huerta verde el capitalismo sigue siendo el que manda y los mercados (los propietarios) exigian un aumento de la produccion de huevos y por ello han aumentado los recursos (mas gallinas) pese a que el empleado (el gallo) debera trabajar mas (incluso estando acompañado) por el mismo pienso. La gallina repudiada es un ERE como una catedral (creo yo que incluso ilegal).
Jejejeje. Oche que me ha gustado la historia..
13 diciembre 2013 | 09:10
No era violencia de genero porque todas las gallinas eran españolas, y ya sabemos que la «violencia de genero» protagonizada por inmigrantes tiene una tasa 60 veces superior a la de los españoles, aunque la izquierda nos lo venda como un problema nuestro.
13 diciembre 2013 | 09:18
@Yesus
Está claro que se trata de un post con intención simpática.. pero hay que tener cuidado en utilizar alegremente un término que, por exceso de generalización, está haciendo mucho daño a algunas personas inocentes. Este tema me toca de cerca, así que disculpa que no acepte el empleo de ese término en textos cómicos.
13 diciembre 2013 | 09:39
No quiero contar las historias de Pancho, mi perro Teckel (salchicha), que tuvo una relación con otra de su raza y lamentablemente, la novia perdió el embarazo…Estuvo semanas preocupado. Luego se olvidó del mal trance, se separó de Lola, que así se llamaba y ahora es un latin lover absoluto.
13 diciembre 2013 | 10:43
@maemía
Efectivamente el uso del término por parte del bloguero puede haber sido desafortunado y si en mi comentario te has sentido ofendid@ te pido disculpas.
Lo que trataba de decir en resumen, es que me he dado cuenta de que a este blog entra mucho troll, al cual no le importa lo más mínimo el tema a debate, sino que directamente se dedican a insultar al bloguero, porque un día escribió algo que no compartían.
Y es delirante ver como la gente empieza «su argumento» insultando con los típicos «PROGRES, ECOLOGISTAS DE PALO, HIPPIES» y mil calificativos, que usan en tono peyorativo, en lugar de aportar ideas constructivas (que se pueden aportar incluso para rebatir las ideas del autor.
Te pongo como ejemplo los comentarios de @holdem y de @realista, que pasan directamente a llamarnos borregos, o simpatizantes del lobby mafioso-anormal y desquiciados y no aportan absolutamente nada a la conversación.
En fin eso si me parece insultante y más en un post distendido.
13 diciembre 2013 | 11:15
Seguramente le retorcerán el pescuezo y la echarán en una olla.
13 diciembre 2013 | 12:02
me gusta..
13 diciembre 2013 | 12:16
Ohhhhhhhhhhh que tierno, casi me saltan las lágrimas.Ahora en serio, ¿sabes que pasaría con la gallina si esa fuera una familia de las muchas que hay en España que ya pasan hambre?, si, lo has adivinado, pararia en la olla o serviría para caldo como todas las gallinas viejas.Como se nota que vivis en un mundo chachipiruli.
Pd.Por cierto ni las gallinas saben lo que es violencia de género , ni los animales tienen estados como la depresión.Por Dios, Walt Disney os tiene completamente atontaos!!!
Os quitaba yo la tontería en dos días con una buena azada, un pico y una legona!!!!
13 diciembre 2013 | 21:36
Yo no se si habéis visto una película llamada Cold Mountain, de Tony Minguella con Jude Law, Nicole Kidman y Renée Zellweger.
Bueno el caso es que hay una escena donde una vieja mima a sus cabritos y cuando tiene que matar uno para comerlo, le corta el cuello con delicadeza mientras lo acaricia.
Conozco una señora que mata de igual manera a sus aves.
Creo que se ha perdido el respeto a la muerte, la de las personas y la de los animales y que a éstos no se les da una vida digna y menos aún una muerte digna.
Los animales si tienen sentimientos y emociones. En los primates ya se acreditó, en los perros en este año sacó un estudio afirmativo la Universidad de Georgia.
Cualquier etólogo te dirá lo mismo y cualquiera que disfrute observando animales también.
Pero por supuesto, a cualquiera que tenga interés en justificar el maltrato animal te dirá lo contrario, de la misma manera que el maltratador, el homófobo o el racista buscan justificaciones para realizar agresiones.
Me imagino que tanta mala leche que sale por aquí, contra gente que no se mete con nadie tiene sus raices en tragedias vitales.
13 diciembre 2013 | 23:44
Todo el mundo sabe que los animales actuan por instinto.Es una mala costumbre(sobretodo en sociedades ultraurbanas) atribuir a los animales cualidades humanas, es decir humanizar a los animales.Y es que no nos olvidemos, que no hay nada más ridículo que la pirada (por poner un ejemplo que ha sustituido a su familia o a sus amigos por el perro o el gato).Y es que las sociedades urbanas occidentales sustituyen a sus congéneres por un animal.Misantropía del ibro en estado puro.
Y este post es un caso claro.Una gallina como dicen por ahí, ni sabe lo que es una depresión, ni violencia de género ,ni orgullo.,ni alegría.Todas cualidades humanas que la mente de una gallina es incapaz de asumir.Y es que el ser humano que humaniza a un animal en el fondo lo que muestra es una carencia afectiva hacia su misma especie y la vuelca en otras.Ni más ni menos.
14 diciembre 2013 | 07:02